Avansadillas por Alnus

A partir de este capítulo, cambia la forma de escritura

Se había declarado estado de emergencia en la capital, la situación era como mínimo, extraordinaria ¿todo el ejército del todo poderoso imperio senderano, destruido en cuestión de una sola noche?

"¡Es completamente absurdo, son puras ridiculeces. El mensajero tiene que estar equivocado!" Uno senador, sentado hacia la derecha del edificio, protestaba en medio del gran revuelo en el que se encontraba el recinto "¡Es cuestión de enviar refuerzos sin más!"

"¿Qué refuerzos? ¡Nos hemos quedado sin tropas para defender nuestras fronteras! Además de que el sello era oficial y el mismísimo emperador avaló su veracidad. Sin olvidar que ningún explorador enviado a Alnus ha regresado" otro hombre, más anciano, se levantó de su asiento y respondió a su contrincante. Sentado desde la izquierda del senado "¡Está incursión fue un error desde el primer momento y todos lo sabíamos, el imperio no estaba en el momento para lanzarse a una conquista tan a la ligera!"

Su lado avaló con aplausos, mientras que los rivales negaban sus puntos. El emperador solo miraba este circo ridiculo que se montaba en medio de la sala del senado. Todos estos ancianos cascarrabias comportándose como niños, tomando lados en una situación tan delicada como podría ser 'Mantener la guerra' o 'iniciar conversaciones de paz'.
solo lo irritaban y le causaban un dolor de cabeza que le impedía pensar. Pero en algo estaba de acuerdo, la incursión fue un error grave, un error que haría pagar a su desgraciado hijo cuando lo viese.

"¿Y proponen darle nuestra nación a los bárbaros sin más?" Aquel comentario salió con veneno y burla del senador pro-guerra, que apuntaba con su dedo al anciano "¡Me dan asco todos ustedes por creer algo como eso!"

"¡¿Es que les ciega vuestro orgullo? Han destruido nuestro ejército, no tenemos hombres, hemos perdido! ¿O piensan mandar niños, mujeres y ancianos al campo de batalla?" El anciano a favor de la paz dio su carta de triunfo, la gente del imperio, su gente, sus familias, si eso no funcionaba nada lo haría

Ya todos habían escuchado lo que el mensajero tenía que decir del enemigo. De lo poco que había visto; era que todos utilizaban magia poderosa, tenían Golems consigo, bestias metálicas y hombres que parecían tener rostros desformes. Nada que hubiesen visto antes y nada para lo que estuviesen preparados. Esto les daba puntos al partido a favor de la Paz

"... Eso no será necesario... ¿han olvidado a nuestros leales vasallos?" El emperador Molt entregó una sonrisa cálida a sus senadores "Si los llamamos a todos, tendríamos los números a nuestro favor"

"¡Es verdad!"

"¡¿Como no lo habíamos pensado?!"

"¡Es un genio su alteza!"

Ambos lados de la sala avalaban la idea del emperador, todos a excepción del anciano anti guerra, que sabía que; de llamar a todos a la guerra. Querría algo a cambio

"Mi señor... ¿debo recordarle que nuestras arcas están vacías? ¡No tenemos manera de pagar a nuestros vasallos por sus tropas!"

"¡Es el deber de los vasallos de responder al llamado de guerra del imperio, sin importar nada!" Realmente el anciano estaba odiando a su contrario, apretó los puños y trató de dirigir una última súplica a su emperador

"¡Por favor mi lord, piénselo de nuevo, será una masacre!"

Pero el gran emperador Molt Sol Algust solo sonrió. Pero no como antes, que fue una sonrisa amigable, esta vez era maliciosa, oscura. Como si eso fuese lo que estuviese buscando.

Fueron largos días para llamar a todos los príncipes y reyes. Pero al final todos hicieron lo ordenado. Marchando con sus respectivos ejércitos para encontrarse todos cerca de la colina de Alnus con el ejército del imperio, para así recuperarla.

Muchos jóvenes marchaban orgullosos hacia su primera batalla. Escuchando historias de gloria y botín de los veteranos que habían acompañado en otras ocasiones a las legiones del imperio Senderano, algunos cantaban canciones de su hogar, otros simplemente miraban del paisaje deseando volver pronto a casa

A la cabeza de todos, una leyenda en el reino de Elbe; su rey, Duran. Un hombre que había estado en mil y un batallas, un conquistador leal del imperio de Molt. Si el estaba ahí entonces el enemigo no tenía oportunidad alguna

¿Verdad?

El ejército de Durán fue el último en llegar al campamento del gran ejército de vasallos. Adentrándose en el interior de la carpa de los reyes, los encontró discutiendo sobre el día del ataque y quien debía dirigirlo

"¡Ah su alteza Duran! Pensábamos que no llegaría, es un honor tenerlo presente" los príncipes inclinaron la cabeza, entendiendo la posición en la que se encontraban

"¿Cual es la situación?" El rey de elbe no le dio importancia a los asuntos de los otros reyes, estaba más centrado en la reconquista de Alnus y nada más "¿donde está el ejército del imperio?"

"Esto..."

"Pensábamos que vendría con usted, alteza"

El rey de elbe giró su cabeza y dirigió la palabra al pretoriano que vigilaba la carpa "¿donde está el ejército del imperio?"

"... Ha habido un retraso con los suministros, llegarán mañana por la mañana, justo a la hora del ataque. Como estuvo previsto" el guardia pretoriano no bajo su firmeza en ningún momento ni se movió, a pesar de que estaba mintiéndole a la cara a un rey. El ejército del imperio estaba aniquilado por completo desde hacía semanas

"Bien, atacaremos mañana a la mañana ¿los exploradores han vuelto de Alnus?" Duran asintió, creyendo lo que el pretoriano le había dicho

"Es... muy extraño, a pesar de que construyeron una fortificación. El enemigo se ha centrado más en cavar agujeros al rededor de esta, en vez de asegurarse en el interior" un príncipe señaló en el mapa varías líneas al rededor de la montaña, donde los invasores habían cavado agujeros

"Ja, sin duda son bárbaros sin cabeza ¿será fácil vencerlos no?"

"No lo creo, debe haber unos cien mil hombres apostados en la montaña, quizás más. Tomarla será muy complicado"

"Seguimos superándolos 3 a 1, tenemos los números a nuestro favor" otro de los reyes parecía no importarle que el enemigo estaba bien apostado y tenía grandes números como ellos. Porque a pesar de contar con cien mil hombres, la coalición que se había formado era de trescientos mil. Sin contar al ejército que contaban que traerían el imperio Senderano. Estaban dando por hecho que la batalla ya tenía un ganador

Sin embargo, el campamento era observado desde la distancia por dos individuos. Dos hermanas de batalla que veían con binoculares a todos los presentes; sus reyes, sus hombres, sus caballos. "Ya tenemos lo que necesitamos" miro a su hermana, que asintió ante lo dicho

Ambas sororitas se fueron sin ser vistas, completando con éxito la misión de contra-reconocimiento que se les fue asignada.


El comisario Cadiano asentía con gusto al leer este reporte. Pese a ser media noche estaba esperándolo con ansias. El comisario Pericles sorbió su taza de té y suspiró "adoro cuando lo dejan tan fácil" levantándose de su asiento y saliendo de su 'oficina' para dirigirse con su ayudante, que esperaba afuera

"¿Los Leman Russ están en posición como pedí?" El comisario Pericles no dejó de caminar, mientras que su ayudante; un simple miembro de la guardia que tenía que organizar los canales de comunicación en una tableta le seguía el paso como podía

"¡Si señor! En fila y en posición, tal como ordenó"

Sonrió complacido, y eso le helo la sangre a su ayudante, ver a un comisario enojado era lo habitual. Pero verlo sonreír era símbolo de que algo tramaban, y eso que tramaban iba tal como querían.

Ambos llegaron hasta el campo; tres filas con diez Leman Russ a la espera de órdenes. Pericles llevó la mano a su barbilla mirando los tanques, luego miró la noche sobre ellos, y finalmente vio por el rabillo del ojo a su ayudante, que inmediatamente se puso firme "Indica a la tripulación de los blindados; apunten a la siguiente coordenada"

"Eh- eh ¡Como ordené señor!" El cadiano llevo sus dedos al aparato en su oído, y las comunicaciones iniciaron con los tanques "¡Fila uno: apuntad -233455/112344° Norte. Fila dos: -233455/123342° Este. Fila tres: -233455/145123° Sur!

Uniformemente, los Leman Russ comenzaron a levantar sus cañones hacia el cielo nocturno. 'Si no cuentas con artillería, creas la artillería' pensó Pericles para sí mismo, llevándose las manos a la espalda. Cuando los mecanismos de los cañones dejaron de crujir, faltaba la orden del comisario

"...Fuego" soltó con simpleza el comisario

"¡Fuego!" Gritó con fiereza el ayudante

"FUEGO" los conductores de los Russ rugieron al resto de la tripulación

Uno tras otro, encadenados en fila, los potentes disparos de los tanques resonaron por todo Alnus. Era sin duda glorioso ver como treinta proyectiles de tanque iban hacia el cielo, para posteriormente ir en picada hacia tierra. Después de quince segundos llegó el impacto

"Impacto de lleno en el objetivo señor ¿Los Russ deben disparar de nuevo?" El ayudante veía a travez de los binoculares como en la distancia, el fuego se esparcía por el bosque. Si su comisario había ordenado un ataque de 'artillería' sobre esa posición, sus razones tendrá

"No, indica a tripulación de los Russ que descansen. Esto solo ha sido una advertencia"

"¡Si señor!"


Duran no podía creerlo, la primera noche, apenas la primera noche del campamento. Y sufrieron un ataque tan devastador. Despertaron por una honda expansiva hizo volar todo el campamento de la coalición. Seguido por las explosiones que aniquilaron a gran parten del ejército de vasallos

¡Esto debía ser obra del enemigo ¿Qué clase de magia estaban utilizando? Habían reducido un gigantesco ejército de trescientos mil efectivos a doscientos mil y tantos!. No habían tenido tiempo de hacer un re conteo de tropas en tan poco tiempo

La mente de Duran estaba en mil y un lugares, menos en frente suyo. Hasta que uno de sus hombres le advirtió de la aproximación al campo de batalla. Giró la cabeza por todos lados, por ningún lado veía al ejército imperial

"¿Atacaremos igual señor?"

"Si" saco su espada de la guarda, y apunto hacia en frente, hacia la fortaleza que apenas y podía verse entre las montañas "¡Hoy vengaremos a los caídos, estos bárbaros sin honor conocerán el acero de los todos los reinos unidos bajo una causa justa!"

Los hombres por un momento olvidaron lo qué pasó la en la noche. Y se centraron en las palabras del Rey de Elbe. Que galopó siendo seguido de cerca por el ejército de coalición hacia la fortaleza del enemigo

Una lastima que tan bello discurso y tan heroica carga fuese manchada porque el suelo comenzó a explotarles. Literalmente. Los soldados que avanzaban sobre la tierra si daban un paso en falso volaban por los aires en pedazos junto a los que estaban al rededor suyo. El mismo duran de no haber estado en su fiel corcel que absorbió el impacto de la explosión, hubiese muerto. Cayó al suelo y tuvo la suerte de no terminar en "mala zona" dado a que el resto del ejército iba explotando, generando una nube de polvo que se levantaba del suelo y solo generaba mayor confusión

De repente, una lluvia roja comenzó a caer sobre el ejército desorganizado, explosiones, y proyectiles que partían a hombres ¿que clase de monstruos eran estos? La sangre de sus hombres llegó hasta sus manos, y los cadaveres comenzaron a amontonarse, no culpaba a los que comenzaban a retirarse de la batalla

Duran no comprendía los conceptos de minas anti-persona y trincheras en posiciones elevadas. Estos conceptos les dieron total ventaja a la guardia imperial por tercera vez consecutiva. Disparando desde una posición firme y estática a un montón de desdichados con sus Lassgun.

"R- retirada, retírense soldados!" ¡No habían avanzado ni 150 metros en territorio enemigo! ¿A cuantos hombres habían perdido en cosa de solo 2 días? Duran no podía creerlo

Tendrían que volver al campamento. A su pobre y chamuscado campamento a recontar muertos y tratar lo mejor que pudiesen a los heridos.

Durante la primera hora del asalto, el ejército de la coalición perdió 34 mil hombres debido a las Minas AP y al fuego de la guardia imperial. En total durante la segunda batalla de Alnus, contando las bajas de la artillería de la noche anterior; fallecieron 167 mil soldados de la coalición





















































































Comisarió Pericles: artillería Russ goes BRRRRRRR

Por si no lo sabían si. Los Leman Russ sí pueden apuntar hacia arriba ¿pero para qué querrías hacerlo si tienes cañones de artillería?

A menos que no los tengas claro esta

Espero que les haya gustado el nuevo estilo de escritura, porque no lo pienso cambiar

Chao

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