Ova 9. El Dios Que Decide El Destino De Aquiles
En el momento en que Seiya lanzó un meteoro de Pegaso a Artemisa alguien detuvo el ataque y apareció creando una oscuridad roja alrededor y un enorme asombro paralizando a todos los presentes.
— ¿Que es un Dios? ¿Preguntaste que, que es un Dios?
— ¡Esa voz...! — Dijo Saori sorprendida.
— ¡Hermano Mio! — Dijo Artemisa.
— A-Apolo...— Dijo Tsume.
— El Dios del Sol...— Dijo Izumi sorprendida.
— ¿Que es un Dios? La respuesta a eso es algo que los mortales no pueden pedir, tampoco les es permitido entenderlo — Apolo miró a todos los presentes sobretodo a sus hermanas y a Aquiles — Artemisa te creía mas lista pero veo que no es así.
— ¿¡Que!? — Exclamó Artemisa.
— Athena, Aquiles déjenme ver sus caras — De pronto Apolo hizo aparecer a Saori y a Tsume frente a él tomando del cuello suavemente a ambas.
— ¡Saori! — Exclamó Seiya.
— ¡Tsume! — Gritó Aioria.
— Que hermosos rostros, me entristece tener que desaparecerlos — Apolo estaba por atacar a ambas teniéndolas sujetadas pero miro a Saori quien aún no tenía por completo su poder de Diosa — Hermanita un Dios humano es mas bajo que el humano mismo eso es algo que no puedo permitir — Con una mano tenia sujetada a Tsume quien forcejeaba para liberarse ya que Apolo con la otra mano iba a matar a Athena pero los caballeros de Athena que estaban presentes atacaron al mismo tiempo haciendo que Apolo soltara a Athena y Aquiles.
— ¿Unos simples mortales atacando a un Dios? Que absurdo — Dijo Apolo con una leve risa pero luego miro a Aquiles — Ser inmortal es algo hermoso y aun así estos mortales se atreven a desafiar a los Dioses y sobre todo tu Aquiles que fuiste bendecida por nuestro padre Zeus y aun así deberías de usar mejor ese poder.
Tsume se puso de pie mirando a Apolo con una expresión seria pero a la vez triste.
— Todos los dioses con los que me eh topado me han dicho eso...— Dijo Tsume — Aún así este poder Zeus me lo dió para proteger a Athena y aun así otros dioses han querido usarlo para atacar a Athena usandome...ahora me doy cuenta de que ya no quiero esto.
— ¿¡Que has dicho?! — Dijo Artemisa sorprendida.
— ¿Estas diciendo que ya no quieres el Honor Eterno de Zeus? — Le preguntó seriamente Apolo a Tsume.
— Si tenerlo implica que ustedes quieran usarlo en contra de Athena, los humanos y la tierra prefiero ser un simple mortal a tener que vivir y presenciar la muerte y el sufrimiento de mis amigos — Respondió Tsume enojada y triste.
— ¿Tanto así? — El Dios del sol se acercó a Tsume mirándola y luego hizo aparecer una espada dorada con detalles naranjas y rojos en sus manos — Si ya no quieres ser un Dios deberás de entregarme tu alma y el honor eterno con esta espada.
— No te lo entregaría a menos que perdones a Athena, la tierra y a todos los humanos — Dijo Tsume.
— ¿Y por qué haría eso? — Preguntó Apolo.
— Por que yo...— Tsume se arrodilló ante Apolo causando asombro en todos los presentes — ¡Le pido, le suplico que perdone a todos pero yo quiero recibir ese castigo no puedo seguir siendo inmortal si tengo que ver como las personas que amo tengan que sufrir y morir frente a mis ojos!
En ese momento unas lágrimas salieron de los ojos de Tsume, Apolo tomó del mentón a Tsume haciendo que levante la mirada observando como esas lágrimas caían de sus ojos a sus mejillas.
— Si tanto te importan mi hermana menor y estos simples mortales como para dar tu vida en ellos entonces aceptare tu petición, con esta espada tomaras tu vida humana y serás un Dios ya no serás caballero de Athena ahora serás mi caballero y vendrás conmigo — Le dijo Apolo.
— ¡No Tsume! — Gritó Aioria aún paralizado.
Tsume tomó lentamente la espada de las manos de Apolo apuntando a su cuello mientras aún salían las lágrimas.
— ¡Ella no puede hacer eso! — Dijo Hyoga.
— ¡No lo hagas Tsume! — Gritó Saori.
— ¡No! — Gritó Seiya.
— ¡Apolo no puedes hacer esto! ¡Aquiles me pertenece ahora! — Gritó Artemisa.
— Lo siento hermana mía pero tanto tu como Athena no han hecho buen uso de un guerrero así, ahora yo seré el Dios de Aquiles una vez que me entregue su alma y su poder — Dijo Apolo.
— ¡No Tsume no lo hagas! — Gritó Shiryu.
— ¡Aquiles fue elegido para servir a Athena solamente! — Gritó Ikki.
— ¡No pueden hacerle esto a Tsume! — Dijo Shun.
— ¿Aunque Aquiles está dando su vida por ustedes se están oponiendo a ello? ¿Tanto les preocupa lo que pase con ella? — Preguntó Apolo.
— ¡Claro que si! ¡Tsume es una leal caballero de Athena! — Gritó Aioria.
— ¡No vamos a permitir que ella sola se sacrifique! — Le siguió Seiya.
— ¡Chicos, ya basta! — Tsume bajó la espada y los miró a todos con los ojos cristalizados de lágrimas — ¡Ya no soporto que todos ustedes estén en peligro, yo solo quiero acabar con esto aunque implique que yo sufra por las consecuencias! — Tsume levanto la espada nuevamente apuntando a su cuello temblando al hacerlo — ¡Ya no quiero este poder si implica el sufrimiento de Athena!
Al momento en que Tsume intento cortarse el cuello una luz la rodeó en ese momento causando asombro en todos sobre todo unos relámpagos que aparecieron en el cielo creando una luz donde una figura apareció en ese momento.
— ¡Ya es suficiente! — El Dios del Olimpo cubrió todo el lugar de Luz, todos los presentes tanto humanos como Dioses se arrodillaron ante Zeus — ¡Apolo, Artemisa ya es suficiente con todo lo que han hecho!
— ¡Pero amado padre...! — Dijo Artemisa.
— ¡Nuestra hermana Athena y Aquiles no pertenecen estar al lado de los mortales! — Respondió Apolo.
— ¡Yo elegí a Aquiles por que quería a alguien parecido como Hércules que fuera capaz de proteger a su hermana Athena, por lo que veo ustedes tanto como Poseidón y Hades ya han hecho suficiente daño! — Zeus hizo aparecer a Tsume en el suelo sin ningún rasguño ni herida.
— ¡Tsume! — Dijo Aioria y Tsume miró a Zeus sorprendida.
— Es usted...— Dijo Aquiles.
— Miren lo que han hecho, este poder no es para usarlo contra Athena y ustedes lo saben bien, tuvieron que hacer que su hermana Athena perdiera su derecho de ser la protectora de la tierra y de su divinidad, también despojar a Aquiles de mi voluntad asignada ya deje pasar eso cuando Hades se apoderó de Aquiles ahora tengo que detener todo esto! — Dijo El Dios del Olimpo tratando de detener toda esta situación de una vez.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top