Cap 94. Un Momento de Impaciencia
Aioria estuvo un rato con Tsume en la isla milo, habían caminado por el lugar y seguimos platicando un poco pero ella tuvo que irse por que el general marino de Kraken vino por ella para llevarla con la Diosa Tetis.
No es que le molestara a Aioria que vaya a ver a la Nereida mayor, pero últimamente ha visto al caballero de cisne y al marino de Kraken pasar más tiempo con Tsume.
Y eso hacía sentir a Aioria alejado de Tsume, al igual que el hecho de ver que ella no lo recuerda del todo.
Después de unas horas Aioria estába esperando a Tsume, sentado en los escalones de la casa de Leo mirando el océano pero observó que fue ella acompañada por Izumi y Hyoga al igual que Isaak.
— Me agradó conocer a la Diosa Tetis, fue muy amable — Comentó Izumi.
— No sabia que ella era tu madre — Dijo Hyoga un poco asombrado desde que vió a la pelirroja mayor, siempre tuvo curiosidad del origen de Tsume.
— De hecho no es mi madre precisamente, soló soy la reencarnación de su hijo pero ella dice que no merece que le diga madre — Tsume recordaba en parte lo que Aquiles vivió con su madre y era demasiado confuso — Hay veces en que le digo madre.
— Bueno entonces los veré mañana — Dijo Isaak entrando al agua para volver al reino de Poseidón. Izumi se adelantó para ir a la casa de géminis y Hyoga se quedo a platicar con Tsume un poco.
(...)
Después de estar un rato caminando por los alrededores Hyoga decidió irse a la casa de acuario, Tsume se había quedado un poco más mirando el santuario aún estando pensativa.
Luego fue a los templos de las doce casas para ir a la de escorpion pero cuando llegó a leo vió al caballero de aquella casa sentado afuera en los escalones.
— Hola Aioria — Saludó Tsume amablemente.
— Hola — Saludó seriamente.
— ¿Pasa algo? — Preguntó Tsume preocupada.
— No, no pasa nada — Aioria se levantó de los escalones y le dió la espalda a Tsume mientras que entraba a la casa de Leo y Tsume lo siguió.
— ¿Oye te ocurre algo? — Preguntó confundida por aquella actitud del león dorado.
— Ya te dije que no es nada — Dijo Aioria un poco molesto pero Tsume trato de seguir insistiendo.
— Anda Aioria dime que te pasa — Insistió de manera un poco triste y suplicante. No le gustaba verlo molesto — ¿Por que estas enojado?
Aioria detuvo su caminar de golpe, Tsume al igual se detuvo al verlo aún de espaldas pero el caballero dorado no dijo nada.
— No te entiendo — Dijo Tsume un poco preocupada — ¿Por que estas así? Eso mismo paso cuando vino Isaak a buscarme y desde hace días notó que te molesta algo ¿Por que no me dices que es?
Desde que Tsume había llegado al santuario sabía que algo le pasaba a Aioria. Supo que algo le molestaba, entristecía e incluso sentía una distancia que los separaba y Tsume quería saber qué era ese bloqueo que sentía.
— ¿Enserio quieres saber que me molesta? — Dijo de forma seria mientras apretó sus puños.
— Si, por que haz estado triste desde el tiempo que estoy aquí, por que después de que platico con los demás, te enojas y quiero saber el por qué — Dijo Tsume ya yendo al punto de por qué el león se enojaba cuando la veía platicando con otras personas.
— ¿Así que quieres saber el por qué? — Dijo Aioria con el mismo tono serio. Desde hace tiempo ya quería decirle las cosas a Tsume de golpe pero temía a que nunca recordara.
— Si — Dijo Tsume firmemente esperando una respuesta.
Rápidamente Aioria acorraló a Tsume contra una pared de la casa de leo mirándola fijamente a los ojos. Eso tomó a la pelirroja por sorpresa.
— ¡Lo que me molesta es que tú ya no me recuerdas! — Gritó enojado y triste sin dejar de mirar esos ojos azules que lo veían con asombro — Siempre estas con los demás y conmigo siento que ya me haz hecho a un lado — Dijo de manera triste. Así se sentía desde que Tsume recordó a todos los demás...menos a él.
— Aioria...— Susurró Tsume aún sorprendida. De hecho ella aún creía que le faltaba algo por recordar y ahora que tenía a Aioria frente a ella supo que era a él.
— Se que debo entender que pasaste por cosas para seguir viviendo y que perdiste la memoria en ello pero...— Bajó la cabeza aún rodeando a Tsume con sus brazos a cada lado de su cabeza y en la pared evitándole moverse — Te he visto más encariñada con los demás que conmigo y no puedo evitar sentirme celoso.
Tsume no decía nada, solo lo observó de forma sorprendida a Aioria y él al notar eso la miró nuevamente directo a los ojos.
Extrañaba poder mirar esos bellos ojos azules y lo único que tenía para verlos era el collar que le dió Tsume, cuya gema azul se parecía al azul de sus ojos.
Sin darse cuenta comenzó a acercarse al rostro de Tsume, las mejillas de la pelirroja se tornaron de un leve color carmesí por la a cercanía del caballero de leo, Aioria notó eso y le pareció hermoso verla así, se acercó aún más hasta los labios Tsume y la besó.
Tsume se sorprendió por tan repentino beso pero correspondió, su corazón se aceleró en ese momento hasta que ambos se separaron por la falta de aire.
— A-Aioria...— Susurró en un pequeño shock de confusión.
— Tsume yo...— Le habló preocupado, estaba desesperado por que ella lo recordara por completo.
La mente de Tsume fue un total caos de confusión y recuerdos que golpearon su mente de manera brusca.
— D-debo irme Aioria — Ella se soltó del agarre de Aioria y salió rápidamente de la casa de leo para llegar a escorpión, encerrarse en la habitación donde dormía.
El león dorado solo se quedó ahí, mirando como Tsume se fué. Pensó en ir tras ella pero creyó que fue demasiado lo que hizo.
Pero no podía evitarlo, estaba impaciente por que ella lo recordará otra vez y no pudo evitar besarla una vez más.
Pero se sorprendió al ver que ella salió corriendo, Aioria solo esperaba que Tsume no lo odie por sus acciones repentinas.
(...)
Ya en la noche, todos estaban dormidos a excepción de Tsume que aún seguía pensando en lo ocurrido, los recuerdos llegaron todos a su mente creando confusión al inicio pero cuando ya las piezas faltantes llegaron a su mente llenando los huecos vacíos de recuerdos lo único que hizo fue llorar.
Se sintió triste por las cosas que pasaron en su vida desde el inicio, a confirme fue creciendo pudo ver las demás partes que no recordaba del todo pero al final logró recordar lo más importante.
Su amor por Aioria.
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