Otra vez ese hermoso canto, era la voz de una mujer, Tsume se preguntaba quien sera ya que ese canto le ayudaba a dormir tranquilamente.

También era el mismo sueño de todos sus días, los doce sujetos con ropas doradas y el mismo que se acerca a a ella extendiendo su mano para que la tome pero esta vez el tenía su collar en manos, notó que ella no lo traía puesto.

— ¿Pero que...? — Preguntó Tsume confundida al sujeto que rió levemente. Se acercó a ella y le volvió a colocar el collar

— Quiero que lo tengas, así siempre estaré contigo — Dijo una voz varonil pero con un toque de ternura dedicada para ella.

— ¿Que? — Tsume sentía ganas de llorar, ni ella sabía el porqué.

La sombra acarició sus mejillas limpiando esas lágrimas a lo que Tsume al momento despertó.

Se limpió las mejillas que yacía humedas ya que había llorado estando dormida estando confundida por lo que vió.

De pronto entró Tatsumi a su habitación.

— Señorita Tsume ya es hora, la señorita Saori la espera para irse al aeropuerto.

— Si, ya voy Tatsumi

Él se retiró, Tsume se levantó rápidamente para bañarse y cambiarse de ropa, tomó mis maletas para salir pero unos chicos entraron para ayudarle.

— Nosotros también iremos a Grecia con ustedes — Dijo Jabu tomando una de sus maletas para ayudarle.

— Nosotros llevaremos tus maletas Tsume — Dijo amablemente Ibiki.

— De acuerdo, muchas gracias — Agradeció Tsume mientras ellos dos salieron con sus maletas para irse.

Tanto los caballeros de bronce, Saori y Tsume estaba en el avión privado de los Kido.

Después de unas horas habían llegado al lugar, Tsume no sabía por qué se había emocionado tanto en llegar, era algo nuevo para ella.

Y una vez que llegaron fueron recibidos por Izumi y Kiki.

— ¡Bienvenidos! — Dijo Izumi a todos.

— ¡Tsume! — Kiki fue directo a abrazar a Tsume quién correspondió su abrazo. El pequeño ariano le dió ternura — Se que no recuerdas algunas cosas Tsume pero mi nombre es Kiki — Se presentó.

— Hola Kiki — Saludó Tsume amablemente.

— Iré a ver al Patriarca Shion — Avisó Saori. También entre los revividos también estaba incluído Shion — Izumi lleva a Tsume a recorrer el lugar, después llévala a los aposentos de Athena por las 12 casas.

— Si como usted diga — Dijo Izumi amablemente.

Saori y los demás se fueron mientras Izumi se llevó a Tsume por los lugares alrededor del santuario.

Tsume estaba fascinada con el lugar, parecía que sus recuerdos fluían borrosamente pero igual están felíz de estar en el santuario.

(...)

Izumi y Kiki le dieron un recorrido a Tsume por el Santuario saludando a los demás que vivían en ese lugar pero faltaba unos lugares por ver las doce casas del zodiaco

— ¿Y este lugar? — Preguntó Tsume al estar frente a la primera casa.

— Es la casa de Aries, mi maestro Mu es el caballero Dorado de Aries que la custodia —  Dijo Kiki.

— ¿Caballero dorado? — Dijo Tsume.

— Así es ¿No los recuerdas? — Le preguntó Kiki.

Tsume pensó en esas sombras con ropas dorada y se quedó pensativa en ese momento.

— Si, cada casa del zodiaco tiene a un caballero dorado son doce en total — Informó Izumi.

— Vamos para que conozcas al maestro Mū

Izumi y Kiki guiaron a Tsume a dentro de la casa de Aries y justamente estaba el Caballero Dorado de esa casa.

— Izumi, Kiki y...Tsume — Dijo el ariano al verlos con una leve sonrisa.

— Esa Armadura es igual a las de mi sueño — Pensó Tsume.

— Tsume me alegra tanto volver a verte — Dijo Mū.

— Parece que todos me conocen aquí — Respondió Tsume confundida y nerviosa.

— De hecho es verdad, todos aquí te conocen, pero mi nombre es Mū, caballero Dorado de Aries — Dijo el ariano presentándose.

— Mucho Gusto en conocerlo, ojala volverá a recordarlo todo...¿Y eso...? — Tsume notó que en la casa de Aries había una armadura hecha pedazos que estaba apenas en reconstrucción.

Tsume se acercó y vio el casco de tigre.

— Esta armadura...— Tomó el casco de la armadura de tigre y varios recuerdos pasaron por su mente en pequeños flashBacks.

— Esa era tu armadura — Dijo Mū.

— ¿Que? ¿Mi armadura? — Dijo Tsume mirando a Mū y luego al casco.

— Así es Tsume-Nee, tú portabas una armadura de Bronce, la armadura de tigre blanco — Dijo Izumi.

— Wow...— Dijo Tsume mientras veía ese casco con nostalgia y después la peliazul y el ariano menor llevaron a Tsume a la siguiente casa.