Cap 64. La Armadura Del Guerrero Aquiles

(Imagen multimedia es un dibujo que hice de Tsume con su armadura de Aquiles)

Capítulo dedicado a natanileift
Felíz cumpleaños 💖

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Había despertado Tsume y Milo, también habían llegado los caballeros de Bronce y los Caballeros dorados explicaron la situación.

— ¿¡Saori fue secuestrada por una figura de piedra!? — Exclamó Seiya. Los caballeros de bronce no se creían tal cosa.

— ¡Lo juro! ¡Era una figura de Piedra, era Hector de Troya! — Dijo Milo enojado por su derrota ante él.

— Así que busca a Tsume ¿Porqué? — Preguntó Hyoga.

— Ya me habían advertido de esto, debo ir a Troya — Dijo Tsume.

— ¡Iré contigo! — Dijo Aioria al momento.

— Iré yo sola — Le dijo Tsume — Él quiere a Aquiles y ya verá cuando aparezca — Dijo molesta — Solo que mi armadura fue hecha pedazos y me advirtieron que no me servirá contra él.

— ¿Entonces que sugieres? — Preguntó Ikki estando de brazos cruzados.

— Debo ir por la armadura de Aquiles si es que quiero enfrentarme a Hector para salvar a Saori — Respondió Tsume mirando su collar.

De pronto aparece Patroclo sorprendiendo a los presentes, fue enviado por Tetis para ayudar a Tsume.

— ¿Quien eres tu? — Preguntó Hyoga a lo que los caballeros presentes habían pensado en la misma pregunta al verlo.

— ¿Patroclo? ¿Que haces aquí? — Dijo Tsume acercándose a él.

Los demás miraron un poco confundidos y con algo de desconfianza al recién llegando.

— Vengo a ayudarte a salvar a Athena de Hector y se donde está la Armadura de Aquiles — Dijo el pelimorado amablemente.

— Perfecto, Patroclo irás conmigo — Dijo Tsume aceptando la compañía de él.

— Un momento, yo también iré — Dijo Aioria en protesta, no confiaba en Patroclo.

— ¡Yo también, Hector me debe la revancha! — Exclamó Milo.

— Deben quedarse, no podemos dejar desprotegido el santuario — Dijo Mū.

— Mū solo podrán ir dos de los caballeros dorados, los troyanos nos superan en número, será mejor que vayan Milo, Aioria y los de bronce — Dijo el maestro Dohko.

— Y yo también iré — Dijo Izumi.

— ¿Estas segura? — Le preguntó Kanon.

— Lo que sea por salvar a Athena — Dijo la peliazul segura de sus palabras.

— Bien, iremos ahora — Dijo Tsume a lo que se pusieron en marcha.

(...)

Patroclo guiaba a los caballeros de Athena (Aioria, Tsume, Milo e Izumi) al templo Achilleion, mientras que mandaron llamar a los demás de bronce (Jabu, Ibiki, Ban, Nachi, Ichi y Geki), Shaina y Marín reunieron a varios caballeros de plata.

— Aquí es, el templo Achilleion — Dijo Patroclo mientras llegaron al lugar.

Era un templo de color blanco con detalles dorados en un lugar muy bonito.

— Vaya es hermoso — Dijo Tsume maravillada con el lugar.

Los demás que venían acompañándolos vieron como Tsume parecía tan familiarizada con el lugar.

A Aioria le molestaba un poco la presencia de Patroclo al ver cerca de Tsume mientras le comentaba algunas cosas.

No podía evitar estar celoso, no confiaba en el marino de la perla y tampoco si tenía otras instituciones con Tsume.

Pero no, en realidad Patroclo solo quería la amistad de Tsume ya que no solo por ser Aquiles, el pelimorado fue nombrado Patroclo por la misma Tetis quien lo crío desde pequeño, más no era el verdadero Patroclo solo era un marino al servicio de Tetis y él había jurado ser leal amigo de la reencarnación de Aquiles sea quien fuera.

En eso el collar de Tsume comenzó a brillar llamando la atención de los presentes.

— Vamos a entrar — Dijo Tsume acercándose a la entrada.

Habían entrado al lugar viendo lo que había, parecía un museo habían cosas de la mitología griega como escudos antiguos, pinturas entre otras cosas.

— Ahí está — Dijo Patroclo señalando a la caja de Pandora que tenía dibujado a un caballero en ella.

— Wow — Dijo Tsume acercándose a la caja.

De pronto el cosmos de Tsume la rodeó al igual que la armadura, la cual se posó en su cuerpo junto con su escudo y lanza.

— ¡Increíble! — Dijo Tsume al verse con la armadura puesta, le trajo recuerdos al tenerla puesta.

— ¿Y ahora? — Preguntó Izumi esperando la obvia respuesta de su mejor amiga Tsume.

— Debo ir a ver a Hector — Dijo Tsume decidida.

— Pero no vas a ir sola Tsume — Le recordó Aioria que también iría aunque Tsume se negara.

— Él dijo que me estaba buscando a mi, debo ir — Dijo Tsume a lo que sabría que el león dorado la seguiría sin importar nada.

Mientras tanto Athena había despertado en una habitación donde apareció una rubia amazona (o caballero femenino) de Troya.

— Al fin despierto — Dijo la troyana.

— ¿Donde estoy? ¿Quien eres? — Preguntó Saori desconociendo el lugar.

— Está en el palacio Troya, soy Helena y El Príncipe Hector quiere verla — Dijo la mujer más no era la verdadera Helena de Troya, solo era alguien que llevaba el nombre en su honor y su pueblo.

Ambas habían salido de la habitación y fueron a la sala de reuniones del palacio donde estaba Hector de espaldas viendo su reino reenconstruido.

— Príncipe Hector — Lo llamó Helena señalando que Saori estaba presente.

— Al fin despertó Atenea, la estaba esperando — Dijo la figura de piedra.

— ¿Que harás conmigo? — Preguntó Saori.

— Solo necesito que haga algo por mi y después le concederé su libertad — Dijo Héctor.

— ¿Me dejaras libre? — Athena se sorprendió por ello.

— Le doy mi palabra de caballero, solo quiero que me ayude con algo, sígame.

Hector fue acompañado por Helena, Saori Athena y Paris (Un caballero de Troya), bajando por unas escaleras ocultas de una habitación del castillo troyano.

— A pesar de que ayudo a Aquiles en esa pelea donde perdí la vida no le haré daño a usted Atenea — Comentó Héctor — Yo tenía la bendición de Apolo y Aquiles al ser griego tenía la de usted pero ahora necesito la de usted para algo importante.

— Solo espero que no dañe a mis caballeros  — Dijo Saori aunque lo más probable es que para eso era.

— No a todos, solo a uno, Aquiles.

Saori observo sorprendida a Hector hecho de piedra y vió un aura que no era precisamente su cosmos, parecía ser manipulado.

Durante eso, en un barco conseguido por Patroclo habían llegado a Troya, los caballeros de bronce y los dos dorados.

— Ya les dije que se queden aquí — Pidió Tsume en forma de regaño.

Ella quería arreglar las cosas sola ya que todo inicio hace siglos por ella y los griegos pasados.

— Y ya te dije que no te dejare ir sola, nosotros no te dejaremos hacer eso Tsume — Dijo Aioria respondiendo en contra de la orden de Tsume.

— Bien, vamos — Dijo Tsume sin opción.

Los caballeros estaban de camino a la muralla que cubría la cuidad de Troya.

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