Cap 63. Aquel Que Regreso Del Tártaro

Era de noche en el santuario ya habían pasado dos días de que Tsume habló con la madre de Aquiles, Tetis.

Pero ahora estaba Milo haciendo guardia en la entrada de los aposentos de Athena cuando de pronto una figura de piedra parecida a una estatua pero esta caminaba por si sola.

— ¡Alto ahí! ¿Quien eres y que haces aquí? — Dijo Milo deteniendo a la figura de piedra.

— ¡Soy Hijo del Rey Príamo de Troya y supremo comandante de sus ejércitos, Hector de Troya! — Se presentó con orgullo la figura de piedra que una vez fue humano.

— ¿¡Que dices!? — Exclamó Milo sorprendido.

— ¡He venido para buscar al guerrero Aquiles! — Dijo Héctor su motivo primordial.

— ¡¿Como es posible que llegaras hasta aquí?! ¡¿Los demás Caballeros no te vieron?! — Exclamó Milo.

— No, pero lo que busco son a dos personas ¡¿Donde están Atenea y Aquiles?! — Exclamó con exigencia y de una poderosa patada abrió las puertas de los aposentos y golpeando a Milo de Escorpión.

De pronto Saori se levantó rápidamente para ver qué estaba pasando, vió a Milo golpeado y a la figura de roca.

— Atenea...— Dijo Héctor al ver a Saori.

— ¿Quien eres tú? — Le preguntó la peli-lila.

— Soy Hector de Troya, salí del Tártaro para cumplir unos propósitos, retomar mi cargo como comandante de los ejércitos de Troya y reivindicar mi nombre ¿Donde esta Aquiles?

— ¡No dejaré que des un paso más, aléjate de Athena! — Milo se puso en frente de Hector el cual solo se quedo de pie.

— ¡Si Aquiles no está quiero pelear con el mejor caballero que haya en este Santuario, Atenea! — Le dijo a Saori pero el que respondió fue Milo.

— Pues aquí Milo el Caballero Dorado de Escorpión — Se puso en posición.

— Espero que sea un buen combate pero yo al que busco es a Aquiles — Dijo Héctor aún con terquedad en lo último.

— ¡No dejaré que te le acerques a Athena ni a Tsume! — Dijo Milo enojado.

— ¿Tsume? Así que Aquiles reencarnó en un cuerpo ¿Bien y donde está? — Preguntó la figura de piedra aún en busca de Aquiles.

— ¡Tu oponente seré yo, Aguja Escarlata! — Milo atacó con su técnica destruyendo una parte del cuerpo de piedra de Hector pero nuevamente se formó como si nunca hubiera pasado nada.

— Buen golpe caballero Escorpión, ahora sigo yo — Concentrando su cosmos — ¡Puño De roca! — Le dió un poderoso golpe a Milo estampandolo contra la pared de los aposentos.

— ¡Milo! — Exclamó Saori preocupada.

— Atenea necesito que vengas conmigo — Le pidió Héctor.

— ¿Qué? ¿Porqué? — Preguntó ella.

— Para cumplir mis propósitos necesitare de ti así que vendrás conmigo por las buenas o por las malas — Dijo Héctor con intención de acercarse a Saori.

De pronto un poderoso golpe atacó a Hector impactandolo contra la misma pared que a milo pero en otra dirección creando un gran agujero del cual Hector salió como si nada.

— ¡Ese cosmos lo reconocería donde fuera, Aquiles! — Exclamó la figura de roca.

— ¡¿Quien eres tu?! ¡No dejare que le hagas daño a Athena! — Dijo Tsume enojada con el desconocido que no sabía que era Héctor.

— Al fin te encontré Aquiles, parece que reencarnaste en una mujer pero aun así quiero pelear contra tí — Dijo la figura de roca.

— ¿Vienes del Tártaro, no es así? — Preguntó Tsume ahora sabiendo que es Héctor.

— ¡Soy Hector de Troya y he venido del tártaro para buscarte Aquiles!

— ¡Pues aquí estoy! ¡Furia Eléctrica! — Tsume atacó a Hector pero este uso su puño de roca pero concentrando más su cosmos tanto que los caballeros dorados se alarmaron haciéndose presentes tres de ellos pero ya era tarde.

Héctor había logrado noquear a Milo y Tsume haciendo pedazo su armadura de tigre y se había llevado a Athena.

— ¡No puede ser! ¡Tsume! — Aioria fue directo a ayudarla tomándola en sus brazos viendo que estaba mal herida.

Mū había ido a dónde estaba Milo noqueado en los escombros del muro.

— ¿¡Quien es responsable de esto!? — Exclamó Aioria furioso con Tsume en sus brazos.

— ¡¿Que paso aquí?! — Preguntó Kanon apenas llegando con Aldebaran, ambos intentaron seguir a la figura de roca que se había ido pero fue demasiado tarde.

— No sentimos ningún cosmos entrar ni a nadie ¿Como es que llego hasta aquí? — Dijo Shaka sin entender cómo fue que Héctor al principio pasó desapercibido por las doce casas.

— ¿Donde está Athena? — Preguntó Mū.

De pronto por medio de telepatía el viejo maestro se hizo presente para hablarles a los caballeros dorados.

— Caballeros — Dijo Dohko teniendo la atención de ellos.

— ¿Viejo maestro, sabe que paso aquí? — Preguntó Mū.

Debido a que Milo y Tsume no despertaban por la fuerza de los golpes de la figura de roca.

— Parece que un guerrero del tártaro a venido y se llevó a Athena — Respondió Dohko.

— ¿Pero para que? — Preguntó Aldebaran.

— ¡¿Quien era él?! — Preguntó Aioria furioso.

— Era Hector de Troya, vino a buscar a Tsume pero parece que esto solo fue una advertencia, seguro espera que ella vaya a salvar a Athena — Dijo Dohko.

— ¿Y exactamente en donde? — Preguntó Kanon.

— ¿Pues en donde más? En Troya en la cuidad donde yace su viejo palacio, pero es extraño...— Dijo Dohko pero al finalizar se quedó pensativo.

— ¿Que cosa, maestro Dohko? — Preguntó Mū.

— ¿Quien revivió a Hector del Tártaro? — Preguntó Dohko sin entender.

Él se encargaba del proteger el sello en los cinco picos de rozan, donde fue sellado Hades pero desde semanas notaba cosas entrañas y también hace unos años.

— Eso será un misterio — Dijo Kanon.

Mientras en eso el maestro Dohko observaba la cascada de los cinco picos de china y vió algo que lo preocupó, sabiendo ahora quien era el responsable.

— Mientras despertén Tsume y Milo llamen a los caballeros de bronce por que Troya es conocida por su gran ejército y va a hacer difícil saber como salvar a Athena y que tramará Hector con ella — Dijo Dohko preocupado.

— De acuerdo — Dijo Mū para llamar a los de bronce.

Los caballeros llevaron a Tsume y Milo a la casa de Escorpión mientras el viejo maestro iba a decirle a Shiryu que fuera al Santuario

— Parece que el Dios del Inframundo tiene algo que ver, que curioso que es aquel que peleo con Aquiles hace ya muchos siglos — Pensó Dohko por lo de Héctor buscando a Tsume.

Luego vió el sello que yacía en la cascada que el sello brillaba pocas veces.

— Justamente por lo que paso hace unos años, no se como logró salir ese día pero por qué regreso tan rápido es extraño todo esto — Pensó Dohko.

Recordando que cuando nació Tsume unos rayos morados habían salido del sello causado caos por su pasó.

— ¿Pasa algo, maestro? — Preguntó Shiryu.

— Shiryu, debes ir al Santuario Athena fue secuestrada — Le dijo Dohko — En el santuario te dirán lo que paso pero ve Shiryu.

— De acuerdo — Dijo el joven de cabellos largos tomando su caja de pandora para ir al santuario al igual que sus amigos.

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No podría ser una Saga corta de Troya sin los Troyanos :v sobre todo el Principe de Troya Hector

Espero que les haya gustado el Cap :3

Si les gusto no olviden darle estrellita 🌟 y comentar 💬 se los agradecería con todo mi kokoro 💖

Sayonara 🐱🐉💖

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