Estaban Baian y Seiya en el Pilar Del Pacífico Norte luchando uno contra otro.

— ¡Vamos Hipocampo! — Le dijo Seiya mientras aún estaban peleando.

— ¡Adelante Pegaso! — Baian respondía a sus ataques.

— ¡Toma esto, Meteoros de Pegaso! — Seiya atacó a Baian con su técnica pero a hipocampo parecía no afectarle en lo más mínimo — ¿Como? ¡Mis meteoros son absorbidos antes de alcanzar a Hipocampo! — Pensó Seiya sorprendido

De pronto hipocampo se teletransportorto detrás de Seiya paralizando al caballero de pegaso.

— ¿Aún no lo comprendes? — Le dijo Baian — Tus ataques no pueden hacer nada contra mi, ahora te demostrare la diferencia entre los dos.

Hipocampo se puso en posición creando unas ondas supersónicas a su alrededor directo a Seiya.

— ¡Soplo Divino! — Atacó a Seiya lanzandolo lejos directo a uno de los muros que había al rededor del lugar.

Seiya al impactar cayó al suelo pero luego se levantó estando de pie nuevamente aún con algunas heridas.

— ¿Eso es todo Pegaso? — Le preguntó Baian seriamente.

— ¡Aún sigo de pie! ¡Ven aquí Baian!

— Pobre insensato — Gruñó el marino de hipocampo.

Seiya atacó con sus meteoros de Pegaso mientras Baian ni le afectaron. Baian volvió a atacar con su Soplo Divino a Seiya, el pegaso concentró su cosmos al máximo y logró atacar a Baian con meteoros de pegaso venciéndo al fin al marino, pero ahora Seiya trataba de destruir el Pilar Del Pacífico Norte con meteoros de Pegaso pero no funcionó.

— Es Inútil — Dijo Baian, herido por el ataque de Seiya — No podrás derribar el Pilar del Pacífico norte ni elevando tu cosmos al de un caballero dorado nunca podrás.

— Nada es imposible, debe de haber algún modo — Dijo Seiya tratando de encontrar una forma.

Mientras tanto Kiki había ido al reino de Poseidón, se había topado con Thetis quien hablaba con Patroclo.

— Así que ella esta aquí — Dijo Patroclo un poco felíz al saber que Aquiles estaba en el lugar.

— A ella no le afecto mi canto como a los demás de sus amigos caballeros — Dijo Thetis — Así que si es ella, es una Nereida como dijo la Diosa Marina Tetis.

— Deberé de regresar a informarle pero creo que ella ya nos a de estar viendo ya que ella quería ver que trama el Emperador Poseidón — Dijo el oji-ambar.

— Después de dos siglos que el Emperador Poseidón estuvo dormido y que la Diosa Marina se hizo cargo del lugar — Dijo la rubia — Aún me sorprende que ella no quiso poner un pie aquí desde que el despertó.

— Ella esta preocupada ya que algo malo va a pasar mas a futuro pero me quedaré aquí para ver a la reencarnación de Aquiles — Dijo Patroclo.

— De acuerdo y... — De pronto Thetis alcanzo a ver a Kiki y lo atacó.

— ¿¡Oye!? — Exclamó Kiki por tan repentino ataque de la sirena.

— ¿Que haces aquí? — Preguntó Thetis con seriedad.

— Déjalo de seguro es amigo de los caballeros de Athena y además no esta sólo — Dijo Patroclo deteniendo a Thetis.

— ¿Que dices? — Exclamó un poco sorprendida por lo de que Kiki no venía sólo— No importa acabaré con ese mocoso.

— Sabes que cualquier amigo de Aquiles es amigo mio — Dijo Patroclo desafiandola.

— No por que sea ella la reencarnación de tu primo Aquiles significa que estarás en contra del emperador Poseidón — Le regañó la marina de sirena.

— Para eso la diosa Tetis me envió — Aclaró él — Para ver si Aquiles esté bien.

— Aún así me encargaré del niño — Thetis estába por a atacar a Kiki, Patroclo iba a detenerla pero alguien atacó antes a Thetis.

— ¿¡Pero que!? — Exclamó la rubia ante ese repentino ataque.

— Te lo dije, el niño no vino solo — Le dijo Patroclo mientras veían que la atacante salió de entre las rocas, era Shaina con la armadura de Libra.

— ¡Shaina! —Kiki se acercó a ella — ¡Me alegra que estés aquí!

— Me alegra que estés bien Kiki — Le dijo la amazona al ariano — Yo seré tu oponente — Le dijo Shaina a la marina.

— ¿Quien eres? — Gruñó Thetis al ver a su atacante.

— Un Caballero Femenino de Plata, Shaina de Ofiuco — Se presentó la amazona y luego le entregó la caja dorada de pandora al menor — Kiki llévale la armadura a Seiya y a los demás, se las manda el viejo maestro.

— Si — Asintió el menor.

Después de que Kiki tomara la armadura y se fuera, Shaina peleo contra Thetis de Sirena, Patroclo se había ido para ir a ver a Tsume pelear mientras Seiya intentaba destruir el pilar pero aparece Kiki.

— ¡Seiya! — Gritó el ariano al estar ya más cerca.

— ¡Kiki! — Exclamó el pegaso al verlo y luego miró el objetivo en su espalda — ¿La armadura de libra?

— El viejo maestro se las mando a Shaina para ayudarlos — Le informó Kiki.

— ¿Pero como? — Se preguntó el pegaso pero la respuesta llegó a él por el viejo maestro que usó telepatía para hablar con Seiya.

— Seiya.

— Viejo maestro — Dijo Seiya, asombrando al escucharlo.

— Deben usar las armas de la armadura de libra para destruir los pilares así salvaran a Athena.

— Bien! ¡Gracias Viejo maestro! — Seiya rápido tomó una de las armas y logró destruir en pedazos el pilar y el cielo del reino de Poseidón había cambiado.

— El cielo...— Susurró Kiki asombrado.

— Lo logramos — Dijo Seiya — Destruimos uno, rápido hay que llevar la armadura de libra con los demás.

— ¡Si! — Asintió el menor siguiendo a Seiya con la armadura dorada de libra.

Mientras tanto Tsume había ido en camino a uno de los pilares, en el Pilar del Océano del Pacífico Sur, cuando llegó fue atacada por una ilusión de una mujer transformada en monstruo pero a ella ni le afectó.

— ¿Eso es todo? — Respondió Tsume indiferente — Daría más miedo ver a Tatsumi vestido de mujer que esto, será mejor que salgas — Dijo Tsume con expresión seria.

— Parece que las ilusiones no te asustan — Dijo una voz a los alrededores — Eres valiente pero no podrás contra mí.

— ¿Quien eres? — En eso apareció el marino presentándose ante la caballero de tigre.

— El General Protector del Pilar del Pacífico Sur, Io de Escila — Dijo un joven de descendencia chilena.

— ¿Escila? — Dijo Tsume.

— Asi es — Afirmó el marino — La criatura que tenía la aparecía de una hermosa joven que engañaba a los marineros atacándolos con sus seis bestias y tu destino será igual.

— Más bien el tuyo — Respondió confiada.

— Admiro tú valor — Dijo halagando a la joven — Pero yo ya me presente ¿No crees que deberías hacerlo tú?

— ¿Así que quieres saber quien te derrotará? — Respondió confiada a lo que sorprendió al marino de Escila — Bien, yo soy Tsume Caballero de Tigre pero me conocen como Tsume de Aquiles.

— ¿Que? ¿Aquiles? — Exclamó asombrado.

Desde lo lejos en lo alto de los corales estaba Patroclo viendo lo sucedido en el pilar del Pacífico Sur

— Lastima de Io de Escila no hay que subestimar a los oponentes y menos a ella — Pensó Patroclo viendo la batalla qué estaba por iniciar a lo lejos.