Cap 29. Solo Una Máscara y El Caballero Del Infierno
Seiya y Tsume estaban en el hospital de la fundación Kido, Shiryu, Shun y Hyoga fueron a ver a Seiya ya que Tsume estaba en la habitación de Seiya sin ningún rasguño ya que asombrosamente se curó.
— ¿Seiya, como estás? — Preguntó Shiryu.
— Estoy bien, gracias — Sonrió el castaño mirando a sus amigos.
— Ustedes dos hicieron una locura de pelear sin armaduras — Comenta Shun.
— ¿De que sería la vida sin algo de riesgo Shun? — Dijo Tsume.
— En eso tienes razón Tsume — Dijo Hyoga.
— ¿Tsume? — La llamó Shiryu quien la miró notando que traía otra máscara.
— ¿Si? — Respondió ella para que él continuara.
— ¿Por que usas una máscara? — Preguntó Shiryu creyendo que la pelirroja después de la pelea ya no usaría una.
— Yo tenía la misma pregunta, Shiryu — Le siguió Seiya.
— Y dale con lo mismo, yo tengo el mismo rostro que hace seis años, aún tengo esa cicatriz en el ojo que siempre cubro con mi flequillo — Respondió estando de brazos cruzados.
— ¿Pero por qué Marín, Shaina y tú las usan? — Seiya desde niño tenía esa duda.
— Es la ley de los caballeros femeninos (Amazonas) podremos quitarnos la máscara a nuestra voluntad, pero esa ley dice algo más sobre si un hombre la ve pero no recuerdo lo otro aparte de matar al hombre que la ve, yo solo se que quiero quitármela cuando llegue el momento adecuado ¿Y que tiene de malo es solo una máscara? No necesitan ver mi rostro — Fue lo que respondió Tsume.
— ¿Y cuando será eso? — Preguntó Seiya.
— No lo se, tal vez pronto ya que quiero que alguien en especial vea mi rostro primero y ya después ya no la usaré — Respondió la pelirroja.
— ¿Vaya tanto así? ¿Y puedes respirar bajo la máscara? — Preguntó con ingenuidad.
— ¿Te estas burlando Seiya? — Preguntó Tsume.
— Claro que no — Se rió dando entender que si.
— ¡Fulminato de Mercurio! — Seiya se espanto cuando Tsume le dijo eso que por poco le daba un infarto.
— ¡No hagas eso Tsume, esa técnica me dejo sin armadura! — Exclamó Seiya en forma de reproche.
— Y tu destruiste parte de lo mía ya estamos iguales pero lo arreglaré — Comentó Tsume.
— ¿Conoces a alguien que arregla armaduras? — Preguntó Shiryu.
— Si obvio y iré con él ya que Saori dejó que fuera para poder participar en el Torneo y me llevaré la de Pegaso — Respondió Tsume.
— Después de que la destruiste... — Comentó Seiya haciendo un gesto como un puchero.
— Relámpago de Voltaje — Dijo de forma firme para asustar al pegaso. Seiya se volvió a asustar por lo que dijo Tsume.
— Oye ya me traumaste con eso Tsume — Se quejó.
— Pues ya sabes que no debes enfrentarte a mí aunque quiero ir a ver el torneo para ver quienes pasan a la siguiente ronda — Dijo ella.
En eso Seiya se puso de pie sintiéndose un poco mejor para poder ir al torneo con los demás.
(...)
Estaban en el torneo, habían pasado algunos combates pero mencionaron que había un caballero ausente, los siguientes en pelear eran Jabu de Unicornio contra Shun de Andrómeda pero la cadena de andrómeda les trataba de decir a los caballeros que había peligro y de la caja de la armadura dorada salio un caballero de bronce que su cosmos transmitía odio y traía puesta la armadura de Fenix.
— ¡¡Quien es el?! — Preguntó Seiya.
— ¡Wow! — Tsume llamó la atención de los que estaban asombrados por la presencia del fénix — ¡Tanto tiempo sin verte Ikki!
— ¡¡Que?! ¡¿Dijiste Ikki?! — Dijeron los caballeros de bronce viendo que Tsume si lo reconoció.
— Es más que obvio que es él — Tsume podía distinguir por medio del cosmos pero esa energía que transmitía Ikki también le dió mala espina.
— Vaya, aún sigues siendo astuta Tsume, pero ahora vengo por la armadura — Dijo Ikki.
Los demás se asombraron por ello viendo como el fénix quería acercarse a la armadura dorada.
— ¡No puedes llevarte la armadura dorada hasta ganar el torneo galáctico! — Dijo Saori intentando detener a Ikki.
— Puedo enfrentarme a todos al mismo tiempo de una vez — Respondió Ikki de forma engreída.
— ¡No puedes hacer eso! — Gritó Tatsumi.
— ¡Además vengo a vengarme por lo que me hicieron! — Dijo Ikki refiriendose a que cuando antes de que fuera enviando a la isla de la muerte fue torturado y humillado por Tatsumi, al reclamarle a Tatsumi, Ikki lo tenía sujetado del cuello.
— ¿¡Que el idiota de Tatsumi hizo que!? — Exclamó Tsume enojada al saber esa versión de la historia.
— ¡Maldito, me las pagaras! — Gruñó Ikki mientras sujetaba al mayordomo del cuello — Al igual que tú — Señaló a Saori — ¡No por que Tsume te haya hecho cambiar no significa que dejaras de ser esa niña mimada y malcriada que se burlaba de nosotros como si fuéramos basura!
Ikki lanzó a Tatsumi contra uno de los muros del lugar estando por atacar a Saori con una técnica pero rápidamente Tsume se interpuso recibiendo el ataque del caballero de fénix.
— ¡Tsume! — Gritó Saori al ver a la pelirroja detener el ataque.
— Tienes valor Tsume — Sonrió de lado — Tú trataste de cambiar a esta niña y a ese maldito calvo pero algunas cosas nunca cambian.
— ¿Como tú? Que cambiaste de esta manera tan caótica — Tsume tenía quemaduras en su cuerpo ya que ella actuó como escudo humano para proteger a Saori.
— Tú no sabes lo que yo viví en esa isla y ahora voy a tomar lo que es mío.
Aparecieron unos caballeros de armaduras negras sacando la armadura dorada de Sagitario de su urna, se la llevaron e Ikki desapareció junto con ellos.
— ¡Hay que ir tras él! — Gritó Seiya.
— ¡Pero Tsume y tú no tienen armadura! — Dijo Shun.
— ¿Y eso que? La armadura dorada es muy importante ahora, si Ikki la porta será invencible — Dijo Tsume.
— ¡Debemos detenerlo! — Dijo Hyoga mientras comenzaron a moverse para ir tras el fénix y sus caballeros negros.
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