Cap 23. El Reencuentro, Caballeros y El Torneo

Tsume estaba por llegar a la mansión Kido, vários recuerdos llegaron a su mente, se preguntó como estará la Señora Tsubasa, hace tanto que no la veía y aunque ella no la recuerde Tsume no la ha olvidado.

Tenía la esperanza de poder verla pero ahora estaba en las puertas de la mansión Kido, cuando la dejaron pasar la llevaron a una habitación donde estaban Tatsumi, aún calvo y viejo como siempre y...Saori Kido.

— ¡Tsume! ¿¡Eres tu!? — La peli-lila exclamó emocionada, una sensación en ella le dijo que esa pelirroja enmascarada era su amiga de la infancia.

Tsume sonrió bajo su máscara, ella había sentido esa misma sensación al estar en la misma habitación.

El cosmos de Athena llamaba al de Aquiles y viceversa, eso era algo que Zeus hizo para que siempre se pudieran reencontrar.

— Saori, tanto tiempo ¿Como haz...? — Habló Tsume al estar frente a ella pero fue interrumpida por Saori ya que la heredera Kido la estaba a apunto de asfixiarle y después la soltó.

— ¡Te extrañe mucho, Tsume! — Se notaba en la enorme sonrisa de Saori, echaba de menos a su amiga.

— Se ve que si, oye vengo a ver a al Señor Mitsumasa Kido — Dijo al momento en que Saori se separó del abrazo.

— ¿Al amo Mitsumasa? — Preguntó Tatsumi un poco preocupado.

— Obvio — Le respondió Tsume de manera neutral.

— Eso no se va a poder, Tsume — Dijo Saori en el mismo tono que Tatsumi.

— ¿Por que no? — Preguntó la pelirroja un poco confundida.

— Es que... él...murió hace cinco años, Tsume — Respondió Saori tristemente.

Tsume estaba sorprendida ¿Como era posible? Se preguntó a si misma pero lo único que hizo fue exclamar un ¿¡Qué!? Seguido de un amigo que recién llegó.

— ¿¡Que!? — Exclamó enojado al escuchar sobre la muerte de Mitsumasa.

— ¿Seiya? — Dijo Saori al ver al joven castaño.

— ¿Pegaso? — Susurró Tsume viendo a su amigo.

— El mismo ¿Y como está eso de que Mitsumasa murió? ¿Por que? — Seiya molesto exigía una respuesta.

— El murió un año después de que ustedes se fueron a entrenar a diferentes partes del mundo — Respondió Saori.

— Murió sin cumplir su promesa...demonios — Dijo Seiya en voz baja, claramente molesto eso sí.

— ¿Así que no saben nada de Seika? — Preguntó Tsume, ella no iba a olvidar una de las promesas incumplidas de Mitsumasa Kido.

— No, pero puedo investigar para saber donde esta solo sí Seiya... — Dijo Saori sin completar.

— ¿Si yo qué? — Preguntó Seiya.

— Participas en el torneo galactico en el coliseo de Japón — Dijo Saori mientras lo observó.

— Yo paso — Se negó Seiya al momento.

— ¿Y tú, Tsume? — Preguntó Saori a su amiga.

— Tú sabes que lo voy a hacer, Saori — Respondió con tal lealtad a su palabra.

— Sabía que podía contar contigo — Saori le sonrió a Tsume por su afirmación — Vamos Seiya participa si lo haces te prometo que mandaré buscar a tu hermana — Agregó Saori.

— Y como el evento es por televisión Seika te vería ahí — Comentó Tsume.

— Tienes razón, Tsume — Dijo Seiya aceptado la participación en el torneo.

De pronto aparecen dos caballeros de bronce Jabu de unicornio y Ibiki de pantera.

— Señorita Saori — La llamó Jabu.

— Debemos irnos para adelantarnos para llegar al evento — Informó ibiki, un joven rubio de ojos verdes claros.

— En un momento nos vamos — Les dijo Saori a ambos.

— Pero miren a quien tenemos aquí — Dijo Jabu mirando a los recién llegados de Grecia.

— Seiya y Tsume tanto tiempo sin verlos — Saludó el caballero de pantera.

— Pantera y Unicornio lo mismo digo — Dijo Tsume en forma de saludo.

— Estos años te hicieron bien, Tsume — Comentó el caballero de unicornio halagado a la pelirroja.

— Gracias — Respondió de forma neutral.

— Ya sabemos que Tsume se ve linda como siempre pero ¿A que horas es el torneo? — Preguntó Seiya caminando al tema.

— Es esta noche, Seiya — Respondió Saori.

— Tengo tiempo, iré a ver a Miho antes de ir al Torneo — Comentó Seiya.

— De acuerdo — Fue lo único que dijo Saori luego de que Seiya, Jabu e Ibiki se fueran de la habitación — ¿Tsume, donde piensas quedarte? — Le preguntó.

— La verdad no se apenas iba a buscar un lugar... — Respondió de forma pensativa.

— No es necesario, quiero que te quedes aquí en la mansión conmigo por favor — Pidió la señorita Kido.

— Ya que insistes — Aceptó al momento.

— Perfecto, espero que me cuentes sobre este tiempo que estuviste lejos — Sonrió Saori al decir aquello, extrañaba hablar con Tsume.

— Por supuesto — Sonrió igualmente Tsume pero bajo su máscara.

— Vamos a que dejes tu equipaje a tu habitación y traigas tu armadura para el torneo.

— Esta bien.

Ambas fueron a una habitación que justamente era de la pelirroja cuando vivía en la mansión, después Tsume y Saori se fueron junto con Ibiki y Jabu al coliseo en Japón.

Cuando llegaron, Tsume revisaba el lugar, sabía perfectamente que las peleas entre caballeros estaban prohibidas pero en parte está era una pelea simple solo para saber quién obtendría la armadura dorada de sagitario.

Tsume llevaba en su espalda la caja de pandora donde yacía su armadura de tigre blanco, estaba orgullosa de tener esa armadura siendo si primera armadura que obtenía por cuenta propia pero no pudo evitar mirar la armadura de sagitario con algo de tristeza, saber que Aioros quien portaba esa armadura fue inculpado injustamente siendo el traidor cuando en realidad era otro.

En ese momento Tsume pensó en Aioria, llevaban tiempo de conocerse, ambos se consideraban amigos entre sí pero algo en Tsume le decía que había algo más que los unía pero creyó que solo era su imaginación.

— ¿En que piensas, Tsume? — Preguntó Saori estando a su lado.

— En muchas cosas, Saori, en muchas cosas — Dijo sin quitar la vista en la armadura dorada, Tsume no tenía el deseo codicioso ni interesado en portar dicha armadura, con esa de bronce que tenía le bastaba para poder pelear y si era necesario proteger a sus amigos y a Saori más que nada.

Tsume sabía que esa armadura de sagitario no era para ella, tal vez sus vagos recuerdos del pasado le daban indicios acerca del futuro.

— Señorita Saori debemos alistar todo, el público está por llegar — Informó Tatsumi.

—  Ya voy Tatsumi — Le dijo Saori a su mayordomo y luego miró a su amiga —  Te deseo suerte en el combate, Tsume.

— Gracias — Dijo Tsume mientras vió como Saori se fue junto con Tatsumi para dar inicio al torneo.

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