Capítulo 3: Superviviente
Tres años antes de la historia de la novela.
En otra parte del mundo, más concretamente en la ciudad de Tokio, un hombre se encontraba paseando por un arcade en el que veía a la gente jugar y divertirse con sus amigos, al igual que veía como unos niños intentaban conseguir unas figuras de una máquina de ganchos.
- Hoshiai. - dijo Sena Kuon, el único superviviente del terrible juego de Garo vs Road. - Ya ha pasado un año desde que moriste y la gente parece que te ha olvidado, ni siquiera tus padres recuerdan tu existencia.
Cuando Sena Kuon consiguió regresar del Makai, fue a casa de su fallecido amigo Hoshiai esperando encontrar a sus padres o a la policía investigando su desaparición, sin embargo no pudo encontrar nada. Lo único que había averiguado era que la gente por una razón o por otra había olvidado la existencia de Hoshiai, al igual que la del resto de la gente que había muerto en aquel estúpido juego. Ni el bar de Amou, ni la bandas callejeras, ni el youtuber, ni siquiera el modelo afeminado era recordado, parecía que su existencia no había sido nada más que un absurdo sueño.
- Hoshiai, todavía llevo conmigo la espada que ganamos en la máquina cuando éramos niños, todavía pienso que si no me hubieses salvado podrías haber sido tú el que siguiera con vida, pero me temo que incluso yo pueda olvidarte a ti, a Amou y a los otros. - dijo Sena agarrando la espada de juguete que tenía sujeta a la muñeca.
Sena se dirigió a su casa caminando sin ni siquiera prestar atención a la gente que pasaba por su lado, veía a parejas, padres con hijos, estudiantes que comentaban los exámenes que habían tenido o el grupo musical de moda, pero eso no le importaba a Kuon para nada, tan solo quería volver a casa y dormir. Sin embargo, también sabía que ni siquiera soñando podría olvidarse de lo que había vivido. Monstruos devora almas que mezclaban un ser demoníaco con partes mecánicas, los horrores, al hombre que había organizado todo aquello para poder conseguir oscuridad creando una armadura para después ser derrotado y morir a manos de aquella bruja con forma de mujer, Azami.
También soñaba con la razón por la que había peleado en aquel estúpido juego, la armadura de Garo, una armadura dorada con partes cibernéticas.
Kuon fue el elegido por la armadura para ser su nuevo portador de la armadura al ser capaz de superar la oscuridad de su interior y demostrar que su mayor deseo era el de proteger a otras personas y que no deseaba ser Garo. Utilizó la armadura para enfrentarse a Veil y vencerlo, sin embargo, dejó la armadura en aquel lugar y no volvió a usarla desde entonces.
- Dime Hoshiai. - dijo Kuon. - Me apetece cenar algo de Ramen esta noche, ¿Tú que me dices? - dijo mirando al cielo nocturno y sin estrellas. Sin embargo, la noche de Kuon no había hecho nada más que empezar.
Caminaba hasta su puesto de Ramen favorito cuando de repente todas las farolas de la calle se apagaron, la oscuridad se hizo tan espesa que parecía que podías tocarla, el aire se hizo pesado, tanto que apenas se podía respirar. Kuon se puso de rodillas por la falta de aire, y cuando al fin volvieron las luces, delante de él vio aquello que esperaba no tener que volver a ver en toda su vida.
Vio a tres horrores, estos venían armados con motosierras en su mano derecha, con sus partes mecánicas asomando por donde debería estar el corazón y en la mitad de la cabeza.
- No, no. - dijo Kuon retrocediendo. - ¡OTRA VEZ NO! - Kuon sabía que esos horrores le matarían si no se movía, pero en el mundo real no tendría la fuerza que tenía en el Makai, tampoco tenía la armadura con él, por lo que lo único que podía hacer era salir corriendo de aquel lugar e intentar sobrevivir a aquella noche.
Cuando Kuon se levantó se dio la vuelta e intentó salir corriendo a toda la velocidad que le permitieron sus piernas, corría y corría, pero los horrores eran incluso más rápidos que él, le alcanzaron y le golpearon en las piernas ocasionando que diera una voltereta en el aire para después estrellarse contra el suelo del lugar. Los horrores hacían sonidos metálicos mientras chocaban los dientes y se reían por lo que iban a hacer, iban a divertirse con Kuon durante horas hasta que al final le matarían.
- De acuerdo. - dijo Kuon cogiendo la espada de su muñeca y poniéndose en posición para boxear y utilizar el estilo de pelea de Amou. - Vais a ver que no voy a ser una presa débil e indefensa. ¡Venid a por mí! - Kuon lanzaba golpes contra los horrores, pero la piel de estos era tan dura como el metal que cubría partes de ellos, golpeaba y golpeaba, se rompía las manos, se hacía sangre y se le veían partes de los huesos, sin embargo, no se rendía.
Los horrores volvieron a burlarse de Kuon, estos se pusieron a ambos lados de él para después comenzar a pelear igual que él, le daban con bastante fuerza, pero en el fondo se contenían de golpearle con la intención de matarlo, querían divertirse con él y hacerle sufrir. Al final le dieron tal golpe que acabó por lanzar a Kuon contra una pared, cayó al suelo y escupió sangre.
- Maldita sea. - dijo Kuon. - ¿Voy a morir aquí? - dijo Kuon, pero en su mente aparecieron los amigos que hizo en el incidente de Garo vs Road y maldiciéndose por pensar en morir recordó la razón por la que sobrevivió. - ¡NO! ¡NO VOY A MORIR AQUÍ! ¡Viviré! ¡Viviré por ellos! ¡Y por aquellos que no pueden protegerse! ¡Voy a mataros!
Del cielo se abrió un agujero del que una espada cayó al suelo clavándose finalmente en una enorme roca. Los horrores retrocedieron al ver lo que había pasado, sabían lo que significaba esa espada, al igual que también lo sabía Kuon.
- ¿Garo? - dijo Kuon sorprendido.
- ¿A qué esperas, Sena Kuon? - dijo una voz en su mente. - Usame y acaba con los horrores, y nunca más vuelvas a dejarme. Tú eres Garo.
- Yo soy Garo. - dijo Kuon sacando la espada para después ser envuelto por una armadura de color dorado metalizado, con partes de color azul neón y con los ojos azul cielo. Kuon saltó hacia los horrores, esto intentaron atacarle cortandole con las motosierras, pero Kuon se agachó provocando que las hojas de las motosierras chocaran entre sí saltando chispas y cayendo en una papelera se provocó un pequeño incendio. Kuon se levantó para después golpear a las motosierras con sus espadas causando que parte de ellas fuesen cortadas cayendo partes de las hojas de las mismas al suelo, los horrores reaccionaron con sorpresa mientras ponían expresiones de dolor ante la pérdida de parte de sus miembros.
Kuon miró a los horrores con decisión y con fuerza, iba a acabar con los monstruos que le habían atacado y que habían asesinado a Hoshiai y a varias personas, Kuon pasó la espada por su antebrazo provocando que este cargase la hoja de espada con llamas de color azul. En ese momento Kuon se lanzó directo a por los horrores, en primer lugar atacó al que tenía a la derecha el cual no se lo esperaba siendo cortado por la mitad y después perdiendo la cabeza. EL primer horror hizo un sonido de motor rompiéndose y deshaciéndose en pedazos quedando solo unos restos de metal los cuales se derritieron dejando un líquido de color negro en el suelo.
Kuon se lanzó a por los otros horrores que no se movían de su posición, el caballero dorado se dirigió por uno de los horrores con toda la intención de cortarle la cabeza por la mitad, la hoja se acercaba cada vez más y más a la cara del horror hasta que Kuon escuchó un sonido que provocó que se detuviese en seco.
- ¡No lo hagas, Kuon! - dijo una voz de un hombre joven. - ¡No me mates!
- ¡¿Cómo es posible?! - dijo Kuon bajando la espada y retrocediendo con miedo. - ¡¿Eres tú, Hoshiai?!
Delante de Kuon apareció su viejo amigo Hoshiai, el mismo se había suicidado después de haber sido poseído por un horror, Kuon vio como su amigo apretó el botón del collar que llevaba al cuello provocando que la bomba que tenía explotase acabando con su vida. Sin embargo, delante de él estaba Hoshiai, vestido con el mismo estilo de ropa y con esos ojos que le demostraban amistad.
- ¿De verdad eres tú, Hoshiai? - dijo Kuon haciendo desaparecer la armadura y soltando la espada se dirigió a abrazar al hombre que estaba enfrente de él. - ¡Estás vivo! Pero... ¿Cómo...?
- Ni yo mismo lo sé, Kuon. - dijo Hoshiai abrazando a Kuon. - Lo último que recuerdo es la prueba de supervivencia de Garo vs Road, sobre como ese horror entró en mi interior por mi boca...
- No digas más, viejo amigo. - dijo Kuon derramando lágrimas. - Lo siento, Hoshiai, lo siento mucho. Era yo quien debería haber muerto, no tú, intentaste avisarme, intentaste que no hiciese más estupideces y que no me perdiese a mí mismo. Pero por mi culpa moriste, perdoname Hoshiai.
- Ja, ja, ja. - dijo una voz unos pocos metros a la derecha. - Ya te dije que se pondría tierno nada más verte. No has cambiado nada, Kuon.
- ¿Kozuki? - dijo Kuon mirando al hombre afeminado que cargaba un pequeño peluche entre sus manos. - ¿Tú también estás vivo? - Kuon recordó como Kozuki peleaba contra sus adversarios utilizando un arma con filo, al igual que su estilo rápido de pelea.
- Por supuesto. - dijo Kozuki alzando ambos brazos. - ¿De verdad creías que el mundo podría vivir sin mí y mi inigualable talento que me llevará al número 1?
Kuon estaba feliz, había recuperado a su mejor amigo y aunque no le caía bien Kozuki, también se alegró de que estuviese vivo, ya no era el único superviviente del incidente de Garo vs Road, ahora podía tener a alguien con el que hablar de lo ocurrido y con el tiempo sanar sus heridas y volver a tener una vida normal.
- Venid. - dijo Kuon. - Vayamos a tomar algo y hablemos de todo, por cierto ¿Cómo habéis regresado?
- Ya hablaremos de eso. - dijo Hoshiai. - Pero es verdad que tengo hambre.
- Yo también. - dijo Kozuki.
En aquel momento Kuon sintió un intenso dolor que le vino del estómago, al bajar la mirada vio que tenía 2 manos clavadas a ambos lados de su torso y al ver quienes habían sido sus atacantes vio que habían sido los propios Kozuki y Hoshiai. Kuon sintió un enorme dolor al igual que sintió como una especie de manos se movían en su interior dañando sus intestinos. Finalmente y sin poder soportarlo más, Kuon se dio la vuelta y cogiendo de nuevo la espada de Garo hizo un corte a los hombres para que le soltasen, pero les dio en la cara.
- ¿Qué es esto Kuon? - dijo Hoshiai, sin embargo este tenía un corte horizontal en la cara, pero este no sangraba, más bien se veía como un artilugio mecánico que se movía de un lado a otro. - ¿No decías que íbamos a tomar algo?
- Es cierto, Kuon. - dijo de la misma forma Kozuki, pero este se estaba lamiendo la sangre de la mano derecha. - Deliciosa, parece que la sangre de Garo es más deliciosa que las demás.
- ¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO, HOSHIAI, KOZUKI?! - dijo Kuon mientras escupía sangre. - ¡¿POR QUÉ HABÉIS HECHO ESTO?!
- Eres un estúpido Kuon. - dijo Hoshiai mientras se cerraba el corte de su cara. - ¿De verdad pensabas que podrías vivir tu vida como si nada?
- No es justo que sigas vivo, Kuon. - dijo Kozuki. - Nosotros estamos muertos mientras que tú vives una vida prestada, tu vida se sustenta con otras 100 vidas. Dime ¿de que sirve que vivas si lo único que tienes es una vida de mierda?
- No. - dijo Kuon poniendo la espada delante de él. - ¡No es cierto! ¡Mi vida no es una mierda! ¡Estoy viviendo para proteger a gente ya que no pude protegeros a vosotros!
- ¿Y de qué sirve, Kuon? - dijo Hoshiai con un brillo rojo en sus ojos. - ¿Ha cuanta gente has protegido o salvado en el último año? Yo te lo diré: 0. No has protegido a nadie y tampoco puedes protegerte a ti mismo.
- Te vuelvo a preguntar. ¿De que sirve que vivas Kuon? Danos tu vida, danos tu alma. - dijo Kozuki mientras que su peluche cambiaba formando un gran guante con cuchillas que se alargaban desde el suelo hasta la altura de Kozuki.
- Tienen que alimentarnos, Kuon. - dijo Hoshiai,
Kuon estaba con el humor bajo, retrocedía antes las palabras de los Hoshiai y Kozuki que tenía delante de él, debido a las palabras que decían, le era imposible escuchar las palabras que venían de la espada animándole y diciéndole que no escuchase, que se levantase y pelease contra su miedo. Sin embargo, Kuon estaba cada vez más y más triste ante lo que ocurría, hasta que al final cayó al suelo esperando la muerte, creía que si moría a manos de su mejor amigo conseguiría el perdón por haber sobrevivido.
- No vas a morir hoy. - dijo una voz que vino detrás de Kuon, quien al darse la vuelta vio a un hombre portando una armadura dorada y una alabarda y una espada como armas. - Si posees esa armadura no te puedes permitir ceder a la desesperación, tienes que levantarte y convertirte en un escudo invencible para proteger a la humanidad.
- No puedo, ese es mi amigo. - dijo Kuon. - Murió por mi culpa.
- ¡No te dejes engañar por las ilusiones! - dijo el hombre haciendo chocar sus armas mandando una onda que chocó contra Hoshiai y Kozuki mandándolos a estamparse contra la pared. - ¿Lo ves, Kuon Sena?
- Que tengo que ver... - Kuon vio como los horrores contra los que había peleado habían regresado excepto que estos tenían una motosierra en su brazo y un guante con cuchillas en el otro. - ¡¿HAN VUELTO?!
- Algunos horrores pueden crear ilusiones con las que engañar a sus victimas para divertirse o torturarlas con sus peores errores para hacerlas sufrir hasta la muerte. - dijo el hombre pasando al lado de Kuon. - Tienes que aprender muchas cosas si quieres portar esa armadura, descansa, yo me ocupo de estos horrores.
Kuon se tumbó en el suelo mientras se desangraba, vio como el hombre que le había salvado estaba enfrentándose contra los horrores, al primero le destruyó quemandolo cuando le agarró del cuello y enviando las llamas verdes que tenía alrededor de su armadura. El horror restante intentó huir de aquel lugar alzando el vuelo con las alas que tenía en la espalda, alzó el vuelo, pero no podría ir muy lejos, el hombre de la armadura lanzó su alabarda con mucha fuerza y velocidad contra el horror el cual perdió sus alas y sus piernas cayendo al suelo.
- No te vas a escapar. - dijo el hombre de la armadura cogiendo al horror de la cabeza y trayendolo a Kuon. - Ahora, matalo.
- ¡KUON! - dijo Hoshiai. - ¡NO SE LO PERMITAS! ¡ERES MI AMIGO! ¡NO DEJES QUE ME MATE! ¡POR FAVOR!
- ¡Cállate! - dijo el hombre de la armadura estrellando la cabeza del horror contra el suelo. - Escúchame bien, esto de aquí no es tu amigo, es un horror que utiliza su rostro contra ti. Levantate y mátalo.
- Maldito. - dijo Kuon levantándose mientras la sangre caía de sus heridas y de su boca. - ¿Cómo te atreves a utilizar el rostro de mi amigo? - la armadura volvió a formarse alrededor de Kuon.
Desoyendo las súplicas del horror, Kuon atravesó la cabeza del monstruo eliminándolo de la existencia, después la armadura se deshizo y cayó al suelo de nuevo agotado y adolorido.
- Bien hecho, Kuon Sena. - dijo el hombre quitándose al armadura. - Recuerda esta noche y no vuelvas a caer en un engaño como este. - el hombre cogió a Kuon y lo cargó es su espalda. - No vas a morir hoy, Kuon Sena, despídete de tu vida, ahora vas a vivir como un Makai Kishi.
- ¿Quien eres? - mientras que la lluvia empezaba a caer empapando a los 2 hombres.
- Kiba.
Notas: Muchas gracias por haber leído el tercer capítulo de Garo Born in the Darkness, es posible que tengaís confusión sobre la existencia de 2 armaduras con el título de Garo, sin embargo, eso lo explicaré en otro capítulo. Al igual que en este he decidido dar una especie de tiempo después a la serie de Garo vs Road, Kuon formará parte de esta novela, sin embargo, no va a salir en todos los capítulos. También planeo añadir otro caballero Makai con problemas y que necesita ser salvado.
De nuevo muchas gracias por leer el capítulo y en el siguiente si no cambio de idea tengo planeado contar la historia de origen de Alexander y su familia.
¡HASTA LA PRÓXIMA!
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