Implante de Familia


Alicitrou, es muy sociable y eso la hace muy linda y bastante conocida, Lalodro es su vecino comparten historias y llevan días platicando a unos cincuenta mil pasos de sus hogares, los demás se dan cuenta que son más seguido los días que se les ven juntos, empiezan los rumores si quizás pronto serán más que amigos, el padre de Alicitrou es una gárgola de lo más estricto, de un carácter muy temperamental y por más que cuida de Alicitrou ella siempre se las ingenia para salirse con la suya y ahora ella se las a ingeniado para salir esta noche con Lalodro.

Alicitrou esta muy emocionada al entrar de la mano a una gran fiesta de los amigos de Lalodro, todo es genial y todo marcha bien hasta que Alicitrou mira el tiempo y le pide que la lleve a casa, entonces le ofrecen un último trago, ella lo toma y al terminar pone el vaso en una mesa pequeña que se encuentra a un lado de unas escaleras y en ese momento ella comienza a marearse, con imágenes borrosas logra ver a Lalodro que termina sosteniéndola en sus brazos.

Amanece y ella logra abrir los ojos despertando en una habitación desconocida y con el miedo en las piernas haciendo temblar sus rodillas, recorriendo su espina dorsal, llegando a sus manos que toman su cabello dice en voz alta

-¿Dónde estoy?-

Entonces Lalodro que estaba sentado tras su espalda cómodamente le contesta:

-En mi habitación, te has quedado dormida-

Alicitrou al escuchar su voz, su cuerpo da medio giro y con las manos busca donde poder detenerse mientras da unos pasos atrás sin poder evitarlo, ella le reclama:

-¿Que has hecho?-

-Absolutamente me dedique ha cuidar de ti toda la noche, ¡estas bien no te preocupes!-

-¿Bien?, eso no es verdad me siento extraña y muy mal-

El miedo despierta la fuerza de Alicitrou para salir corriendo de la habitación de Lalodro; Alicitrou llega a su habitación y su padre Cecimo estaba junto a su madre Constanth a la puerta, la esperan con un semblante preocupado, la miran llegar y aliviados al verla bien es tiempo de la reprimenda.

Cecimo la toma del brazo y le pregunta.

-¿Dónde has pasado la noche Ali?- en su voz era más la tranquilidad de verla llegar con bien que el enojo de suponer que había roto las reglas por gusto y placer.

Entonces Constanth sin pensarlo asegura:

-¡Has estado con Lalodro!-

Cecimo voltea a ver a su esposa con los ojos totalmente abiertos llenos de horror ante lo que ha escuchado.

-¡No! ¡No! ¡No!- dice cada vez más furioso Cecimo

Constiptra lo mira moviendo la cabeza de un lado a otro y le asegura:

-¡Tendrás que llevarla con Espirital, ella sabrá que hacer solo así podremos estar seguros!-

Entonces Alicitrou que seguía tomada del brazo por su padre solo escuchando pregunta con una voz débil, tratando de no empeorar más la situación

-¿Quien es Espirital?-

Su padre giro la mirada a ella y mirándola de la cabeza a los pies frunció el ceño y sin decir nada, salio sacándola del brazo, se desplazaron por más de cinco horas sin descansar hasta llegar a una puerta escondida por trepadoras Pumilas.


Cecimo toco una campana dos veces una y la puerta se abrió, un extraño ser pequeño salio de ella y pregunto:

-Digan su asunto, apellido de Familia y cuantos Mogrims posee su sangre-

Cecimo bajo la mirada y contesto en lengua antigua, que demostraba clase, educación, humildad y servicio el conocerla:

Os venuo humalite Basqs le gu danastra Sinorla Espirital le fam bi singran of averdrime Hernandrizme le cu Namis poses Namisgun Mogrims Cecimo Hernandrizme Jurantemun.

Que significaba:

"Hemos venido aquí humildemente buscando la guía de Nuestra Señora Espirital la familia con sangre del árbol Hernandrizme la cual no posee ningún Mogrims, yo Cecimo Hernandrizme lo Juro".

-Adelems Cecimo of averdrime Hernandrizme- dijo el pequeño ser abriendo la puerta en su totalidad.

El interior era excesivamente decorado con raíces que formaban el calendabro al centro de la enorme habitación decorado con gotas de roció y alumbrado por rayos de sol encantados, del suelo salia todo tipo de raíces formando un comedor lleno de detalles y lo que parecía escritura antigua grabada por todas partes, al fondo se veía fuego encendido pero la habitación era totalmente cálida, de un lado había agua que bajaba corriendo y caía sobre un pozo, del que salia una brisa iluminada.

Al fondo de esa enorme habitación se encontraba una mujer de cabellos plateados trenzados, delgada, vestida en naturaleza delicada con aroma a jazmines, tan humana, que si no fuera por las raíces en relieve a forma de sus venas, que se transparentaban a través de su piel, llena de escamas brillantes y delicadas cual pétalos cubriendo una rosa, pasaría por una de ellos.

Camino hacia donde se encontraban y hablo:

-Bienvetros- dijo alzando los brazos con sus palmas extendidas y una sutil elegancia

-Parece ser que tengo la visita de un Cabanam después de tantos siglos, me disculpara usted si no hablo la lengua antigua, después de tantos años me es más cómodo hablar trozam, espero no se ofenda-

Sí, era una ofensa hablar frente a un Cabanam en lengua trozam conociendo la lengua antigua, pues era dado el nombre solo aquellos de un árbol de descendencia pura donde la lengua antigua era pasada de generación en generación como beneficio de no tener ningún Mogrims; un Mogrims era una falta grave ante la Reina Sirio, ante los regímenes dados por los antepasados y ante cualquiera de los demás Cabanam que estuvieran presentes o se enteraran de tal falta de respeto.

Decían que Espirital era la última criatura de su tipo, pero muchos aseguraban que ella había sido exiliada a vivir sola y quizás viendo tal falta de respeto y la desfachatez con la que habla de ello se puede dar una idea de que no tiene mucho interés por seguir alineamientos, decían que tenia muchos dones, ella tenia pleno conocimiento tanto de habilidades como debilidades de toda criatura hasta ahora conocida, pero de ella los demás no sabían absolutamente nada pues cada que alguien la consultaba se decía que como anfitriona hacia firmar un lienzo donde cada una de sus visitas juraba no decir jamás el asunto que se trato ni la forma en que ayudo, supongo era una forma de proteger sus habilidades.

-Decirme, ¿Qué ofrecen y Qué es lo que desean?-

Una Gárgola jamás se pone de rodillas, verás gárgolas camuflarse en cuclillas pero jamás de rodillas, es muy raro encontrarlas pero por lo regular una gárgola de rodillas esta muerta en piedra por crímenes imperdonables y a menos que la situación dañe de alguna forma su sangre o que al hacerlo con ello pudiera salvar algo muy preciado se ve una gárgola obligada a hacerlo y esta ocasión una de las rodillas de Cecimo toco el suelo.

Con el peso de su cuerpo sobre su rodilla izquierda, el mismo lado de su corazón, y sobre el su palma engarrada, Cecimo se deja ver fuera de su camuflaje, como criatura en muestra de sumisión.

Su voz apenas sostenible por el dolor dijo:

- Quitom Sabient demi singran is purafic ento metohijatram

Que significaba "Quiero saber si mi sangre es pura en mi hija"

Espirital se quedo muda unos momentos tras el impacto de ver una Gárgola acudiendo a ella en lo que parecía una de las situaciones más raras y condenables entre ellos, con un tono entre burla con toques de sarcasmo dijo:

-Así que la muchacha se ha comportado debidamente y tú te encargaste de cuidarla todo este tiempo ¿Cúantos siglos?- Ella río un poco

Cecimo no podía decir nada en cuanto estuviera en esa posición, hasta que ella permitiera que él se incorporara de nuevo Cecimo seria libre de voz.

Espirital bajo tres amplios y pequeños escalones uno por uno caminando con una evidente soberbia, las raíces de sus manos se extendieron tomaron el perfecto mentón de Alicitrou quien permanecía camuflada en forma casi humana.

-¿Cuál es tu nombre pequeña?-

-Alicitrou- contesto con una voz grave y llena de fuerza y coraje, llena por la incertidumbre que creía injusticia, de ver a su padre así.

-Vaya, vaya me temo que no sabes nada, pronto cambiaras esa actitud y ese tono en tu voz y quien sabe puede ser que este sea mi siglo de suerte y vea dos Gárgolas - continuo susurrando a su oido de Alicitrou -de rodillas-

Con una risa pequeña Espirital se alejo de Alicitrou un poco y tomando uno de sus cabellos plateados y poco de arena gris clara, Espirital soplo sobre Alicitrou con los ojos cerrados, para despúes envolverla en brisa iluminada, Espirital bajo sus manos, Alicitrou sintió que aquella brisa la secaba por dentro, lo cierto es que no era la brisa era algo más, cuando hubo claridad alrededor de ella estaban firmes picos de piedra cubriéndola, para cuando Espirita abrió los ojos los picos se desmoronaron, Espirita tomo un poco de ellos y pasando a lado de Cecimo lo dejo caer diciendo:

-Es lo quedara de tu hija-

Cecimo sintió que su corazón se partía.

Espirita subió de nuevo los tres escalones y de pie frente a Cecimo dijo:

-Puedes incorporarte, ahora que estas seguro de tu situación-

Cecimo se levanto con un gran esfuerzo a pesar de ser solo una rodilla la que inclino por primera vez, al irse incorporando su rodilla se cuarteaba con pequeñas lineas apenas visibles, todos en la habitación escuchaban cual si fuera piedra desmoronando, pero Cecimo ni siquiera miró.

-¿Sabes quien tomo el candor de tu hija?, la muerte de una gárgola siempre es tan triste, en fin, puedo ayudarte,¿Todavía quieres mi ayuda?, ¿Perdonaras a tu hija?, quiero ver lo que me ofreces antes.- Dijo Espirita mientras con desdén miraba a Alicitrou.

Alicitrou se dirigió a su padre buscando su mirada y una explicación.

-Alicitrou sabes perfectamente que jamás debes faltar a tu alcoba, ninguna noche, la unión entre una gárgola y otra ha sido bendecida solo después de siglos de servicio en un régimen estricto ante una actitud de responsabilidad, el linaje Hernandrizme ha vivido muchos siglos, cada uno de nosotros ha sido un ejemplo durante muchas vidas de otros, ninguno de nuestra familia a muerto, pocos son los que han elegido dormir, teniendo la voluntad de despertar en cualquier momento-

-Padre no entiendo, te he ofendido pero aún no se como- en mil dudas se ahogaba Alicitrou

- Sí salí de mi habitación pero regrese-

-No es lo que se te pidió, y esto es más que una ofensa, te han robado algo tan preciado que él que lo hizo será llamado a responder ante la Reina Sirio- Cecimo puso sus manos en los hombros de su hija.

-Han robado el candor que te pertenece, te secaras por dentro desmoronandote poco a poco en un sufrimiento eterno, el candor es un conjuro puesto en ustedes y es liberado solo en la ceremonia de unión eterna y con el, si es que nos es permitido puede seguir creciendo nuestra familia, romper el conjuro te maldice y mueres, eres mi única hija eso significa que quizás nuestro linaje llego a su fin-

Cecimo dejo a su hija detrás de él y con la cabeza inclinada mostró una reliquia y dijo


-Esto es lo que ofrezco por tu ayuda Espirital -

Cecimo hablo en trozom pues en vista de lo que sucedía entro siendo uno pero saldrá difícilmente siendo el mismo.





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