Cariño, acá donde intento sobrevivir, donde guardo todos mis martirios, encontré una cuerda de donde me sostengo para no caer, creo que antes no la tuve.
No mentiré, seré sincera; me duele tener que incluirte en mis tormentas, eres demasiado fuerte para querer enfrentarte con ellas.

A veces me pregunto, si habré hecho algo malo en mi otra vida, porque no entiendo por qué tengo tantas deudas con el dolor en esta.
Cariño, creo que sabes que no puedes sanar mis heridas, pero puedes evitar hacerme más, mantén mi piel limpia.
Cariño, no he podido desviarme desde que estoy contigo; mis ojos solo están puestos en ti, no hay nadie como tú, eso no lo dudo.