《Mi Mami (🍑)》
(P.O.V Narrador OMS):
- ¿Ma-Mami?-Pregunto con algo de duda y temor la pequeña Sucubo de mirada Violeta que se encontraba totalmente tapada con un hoddie de mangas muy largas; se arriesgó a continuar aún y sin tener una respuesta de su progenitora-.
Se adentro con algo de sigilo a la casa en busca de la presencia de la demonio, empezaba a preocuparse un poco al ver varias velas y luces apagadas al compás de varias puertas cerradas, pero, el olor fuerte a carne logró sacarle un desconcierto enorme; al entrar en la cocina se encontró con la imagen de un demonio de la Gula familiar. Parecía dormido aún en la silla de la mesa junto a la pila de platos sucios que seguramente su madre le había dado; la mujer, su madre, parecía volver a sus asuntos aún y con el peligro de la zona. Y se notaba a lenguas que sus antiguos comensales no podrían estar más satisfechos por ello.
La Sucubo pareció soltar un seco y irritado suspiro mientras picaba sin piedad alguna el hinchado abdomen del "Joven" que su madre había atendido; no tardo en ser recibida por una serie de quejidos y suplicas de que se detuviera. Al menos ninguno de ellos era lo suficientemente idiota como para meterse con las "Hijas/Crías" de la mujer que todos ellos codiciaban por alguna obvias razones; sabia que su mamá no era la Sucubo ni de lejos más tranquila de todo el infierno.
Ni siquiera ellas tres siendo relativamente "señoritas jóvenes" tenían tanta potencia como su madre; en muchos sentidos.
Luego de un interrogatorio rápido y algo tropezado siguió su camino dejando al demonio atrás, sabia que los "clientes" del antiguo local de su madre en la capital podrían verse perdidamente obsesivos en la comida de la Sucubo mayor al primer bocado-(poco común para demonios de la Gula que literalmente son de comer todo)-, y de cierta forma, a ella pero, que solo se movieran a su hogar para pagarle cantidades ridículas de plata que sabía que su madre de seguro ni usaría ya era algo absurdo para la de menor altura; más teniendo en cuenta el otro trato que buscaban.
¿Enserio su mami era tan popular en el circulo de Gula?; el pobre Guzzler puede darte una idea.
Y no esta feliz en lo absoluto con ello.
En fin, se dedico a recorrer con rapidez el jardín improvisado que su madre había estado haciendo en lo que parecía ser su nuevo patio; al ver la cola gruesa de su madre a la distancia el alivio la invadió de inmediato.
- ¡!Ma-Mami!¡-con felicidad corrió al fondo del jardín a medio terminar; automáticamente vio como la Sucubo que regaba unas cuantas plantas la atrapó con notable amor entre sus brazos- ¡m-me asuste!- dijo con un nudo en la garganta, pero, aún así se aferraba como si aún fuera una cria o niña a la Sucubo mayor- ¡E-Estas bien!.
La Sucubo lleno inmediatamente de besos el rostro de su pequeña hija; la felicidad era notable en su mirada y sonrisa amplia- ¡ Oh Insanto Señor Oscuro!, discúlpame mi nubecita azul, "Mamá Bell" se perdió en su canto otra vez -cargando a su hija cual bebé pequeño empezó a acariciar sus cabellos en busca de calmarla; la sucubo menor se empezó a acurrucar en su pecho mientras parecía relajarse progresivamente. Luego de un rato la demonio mayor limpio unas pequeñas lagrimitas del ojo de su niña más pequeña; un besito en us frente despejó a la de pieles azules-.
- A mamá Bell no le gusta verte llorar mi amor, Prometo prestar más atención -La Sucubo sabia que la más pequeña de sus hijas siempre estaba preocupada por ella,-(después de todo era la que más culpable se sentía por hacerla abandonar la capital y mudarse a las tierras salvajes del aro; aunque claro. La elección había sido de ella con tal de mantenerse segura a ella misma y a sus hijas)-, y que aún le costaba asimilar la nueva posición en la que estaban. Lo que menos quería hacer era alterarla- ¿cómo está mi pequeño y dulce terrón azul de azúcar?; ¿cómo está mi bella y fuerte manzana roja?. ¿Que tal les va allá arriba?, ¿cómo está mi dulce Niño glotón?, ¿qué tal le va a mi amado Niño de ojos dulces?-sin perder tiempo dejo lo que hacía para caminar a la mesita de té que tenía en una de las colinas que ella misma había creado dentro de la enorme cueva en la que se escondía; cuando menos se dio cuenta su hija ya no parecía estar triste y le deleitaba verla intentar pronunciar cada historia con claridad y sin tartamudear. Oh bueno, en lo posible.
Ambas se pasaron un buen rato de la tarde riendo, conversado, cocinando-(luego de que su madre pasara a su "invitado" otro lado, claro)- y simplemente, estando juntas; La madre se sentía muy afortunada de tal visita inesperada. Durante el transcurso del tiempo la Sucubo menor no pudo evitar observa que al parece la vida tranquila le había caído muy bien a su amada madre, ya no tenía esos rasgos cansados y se le veía más risueña; lo cual era decir mucho para el amor de mujer que irónicamente era. Ahora parecía sentirse Incluso más libre; que ironía -.
Aunque, había algo que activaba las alertas de las Sucubo.
- Ay hijita, ¿cómo crees que mis clientes podrían delatar?- dijo con algo de inocencia su dotada madre mientras tomaba algo de té; puede ser que otra ocasión ya estuviera borracha por el tipo de fruta que uso, pero, no era momento para reírse y divagar con su querida hija- entiendo tu preocupación y realmente lo medite antes, pero, para mi sorpresa no solo han "amenazado" a nuestros captores causando ciertos revuelos en la ciudad con lo que pretendo es la gente de Keter también, sino que le han pedido "Matrimonio" a tu mamá varias veces con el fin de sacar mi presencia de aquí; ¿Sabes la edad que tengo yo para que a estas alturas jovencitos encantadores incluso lloren por mi rechazo?. Eso de que , "si quieres llegar a su corazón, tienes que iniciar por su estómago" jamás me lo plantee muy enserio, yo los consiento y quiero porque así me sale, pero, al parecer logré ¿tener una buena suma de pretendientes?; ay cariño, ¡me siento como una adolescente en estos momentos!.-aunque sus palabras fueran suaves parecia esta más consciente y seria de lo realmente aparentaba; su hija más que nadie conocía cada lado de su dulce madre. No era alguien que mintiera a drede- además, sabes que Mamá Belle siempre tiene un plan; si algo "malo- llegara a pasar ya tengo varias zonas en este extenso pantano en donde habitar mi amor. Y tu sabes muy bien que nuestra especie no pisa estos lares por las criaturas y pecadores.
- ¡Lo único por lo que debería preocuparme es por mi misma si hablamos del ahora!, tu hermana, aunque me siga doliendo, está bien; tomo su decisión. Y bueno, sabes que esto tampoco es un problema para tu hija madre - luego de eso le dedico una sonrisita amorosa a la menor, la Sucubo supo que su madre parecía tener todo en orden; no sabía si sentirse aliviado o abrumada por ello-.
Al final del día la mujer se despidió de su hija con un fuerte abrazo, la ayudo a subirse en su enorme mascota-(Kafey; Un caimán mucho más grande que los demás)- para dejarla en la zona segura del pantano; con mucha energía le gritaba a su hija que se cuidara y que no olvidara que la amaba. Se sentía muy feliz de haber recibido tan bellas cartas de su hija mayor y hijastro,-Guzzler y Red)-, su "nieto" -(Eliot)-, el amargado de su amigo,-(keter)-, y de las niñas que ya quería con todo su "corazón",-(Susan y Amanda)-; habían más detalles dentro de la caja que le regaló su hija, pero sus aspectos favoritos eran las cartas.
Al entrar a su hogar una ola de ánimo la invadía, lo cual para ¿desgracia? O ¿Suerte? fue de hacerse al estra frente a su invitado; lo había dejado en el sofa. Fue perfecto para que ella misma se subiera a su regazo; el Demonio volvió a despertar debido al suave tacto de los carnosos labios de la mujer. Poco después al cruzar mirada esta empezó a moverse de forma coqueta sobre él; parpadeo un par de beses al ver la sonrisita tan tierna que traía la mujer.
Debido a que sus movimientos empezaba a ser algo más rítmicos y poco "santos" un suave rubor se hizo presente en el demonio regordete, su respiración empezó a acelerarse exponencialmente mientras la sucubo parecía abrazar sus robustas caderas, ella misma empezaba a oler con cierto aroma adictivo y muy familiar para el macho; sin más se apoyo sobre su pecho y estómago para encaminar sus dedos al mento de su contrario- ¿Te gusto la merienda de Mamá Belle cariño?- un escalofrío se le pasó por la cola al macho debido a los tonos melosos y de cierta forma candentes de la Sucubo; no pudo más que asentir con algo de vergüenza en lo que parecía ser su orgullo- ju, ju, ju, que alegría me da saberlo ~; tu y tu hermano parecen estar compitiendo por ver quien me hace feliz, ¿no es así?. Le vas ganado corazón; la visita de mi hija me puso con demasido humor-sin más arqueandose un poco se coloco más derecha para sonreírle; sus ojos estaban llenos de deseo- pero, ahora creo que ahora yo misma necesito algo de ayuda, dime, querido; ¿te queda espacio para un postresito?-el Demonio asintió sin siquiera pensarlo; más por el hecho de ser golpeado por el exquisito aroma de la Sucubo. La sonrisita de Bell se torno amplia, más mientras sentía las gruesas manos del demonio empezar a moverse por sus carnosas piernas-.
Lo demás es historia; tal vez una demasiado brusca de parte de la mujer. Pero, ¿su invitado se quejó?; el desgraciado parecía demasiado feliz.
La noche termino siendo muy amena, el cuerpo desnudo y rojizo de la mujer estaba reposando sobre el cuerpo tibio y cómodo del macho, parecía bastante cansado y tenía el sueño pesado; era la oportunidad perfecta para la lectura de las cartas que la dejaron encantada desde un inicio.
Tal vez estar dándole rienda suelta a tantos jovencitos y mayores para sus "postresitos" podría causar ciertas disputas entre "¿sus hombres?"-(honestamente eran sus comensales, los quería y consentía a todos por igual, pero, parecían ser sus fuertes amantes; incluso hablában como amigos)- pero, mientras más frecuente vinieran , más podría usarlos de escusa para distraerse en la cocina; y bueno. Hasta mujeres hechas y derecha como ella disfruta de hacer "buena música" de forma casual aveces.
Se sentía orgullosa de las lindas marcas de dientes que habia dejado en cuello; no podía ser una Sucubo más feliz.
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《"Mamá Bell; El Dulce del Infierno"》
Nombre: Belinda, pero, todos le dicen "Bell".
Edad: 1890 años de edad ,-(Madre Soltera de las Trillizas Sucubo)-.
Altura: 1,64 cm
Sexo: Mujer/Hembra.
Roll: Ex ProstitutaVersátil, Nana/Niñera/Guía de Bebes/Crías/Niños/Jovenes, "Chef" de ex locales; se encuentra en una notable libertad.
Especie: Demonia Sucubo Pura; Nacida en la capital; Pertenece al partido de las primeras generaciones.
Orientación: Bisexual; Preferencia por Hombres/Machos algo "rellenos", robustos o grandes, -(Gusto por la "Carne")-.
Estado Civil: Viuda y Soltera.
Familiares biológicos/No biológicos:
Red, Agatha, Amy Guzzler, Eliot, Keter Susan, Samanta; etc.
Descripción Fisica: Orejas finas, cuernos amarillos, largos cabellos color blanco, negro, rosa y azul, piel roja, dos ojos de color celeste y con un cuerpo dotado y no muy Delgado.
Actitud: Dulce, Consentidora, Maternal y empática, algo "intensa" para ciertas cosas; para cada ocasión puede cambiar de semblante, pero, en general es cariñosa.-(Literalmente Amy es el calco más fuerte de su ser cariñoso)-.
Datasos Ramdom:
Es obvio que tiene ciertos gustos a las personas o seres con algo más de carne; ma las curvas, le parecen aburridos los músculos y las superficies delgadas.
Tiene la mala costumbre de morder y dejar marcas en sus encuentros.
Tiene algo de pancita por el hecho de preparar y probar muchas cosas a diario.
Ama la jardinera.
Ama obviamente el cocinar.
Ama a los niños; sobre todo a los bebés.
Es una maestra ejemplar en áreas como la música y bueno, el "Snu Snu".
Amy sabe todo del hogar por ella.
Ama de Casa y rompe vértebras en un solo empaque; Mete coñazos más duros de los que debería.
Meterte con una de sus hijas, familiares o amigos puede terminar en tragedia.
Siempre intenta consolar a Amy cuando le pregunta porque es al única sin pechos grandes.
Ama jugar a las cartas.
Es una borracha divertida y cómica; solo no la dejes sola.
Se podría decir que tiene un harem de Demonios dentro de la Gula.
Esta decidida en adoptar formalmente a Guzzler como su hijo.
Si le dices que tienes hambre no te paras de la mesa hasta que estés satisfecho.
Besos y abrazos las 24/7.
No sabe si volver a casarse pero no tendría problemas en tener más hijos.
Eliot es un bebé chiquito a sus ojos como Guzzler.
Los amigos y seres queridos de sus hijas son automáticamente sus personas favoritas.
Le gusta usar ropa apretada y algo corta; en sus "tiempos" todo era más sencillo. Andaba felizmente desnuda.
Es la primera en detener las peleas de sus comensales.
Es esponjosa y huele a rosas.
Sus labios pueden saber a muchas cosas, pero, siempre tiene sabores pilosos o dulces.
Le enseñó a Amy a tocar el Arpa, a Red el piano y a Eliot la guitarra y violín; actualmente quiere enseñarle a su hijastro a tocar algo.
Es suave.
Cada que vea a una fe sus hijas, hijo o su nieto pregunta "¿para cuando mis nietos?.
Comparte mucho más con Amy, pero, su amor es igualitario.
Su mascota es así de grande por sus cuidados.
🦝🍁:...¡!NO ME PREGUNTEN NADA!¡; quería dibujar tetas convencionales y grandes...dios.¿por qué chucha agita siempre sombreo todo lo que toco? *dolor*.
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