《Datos de OC: Eliot, El Extraño Demonio 》
Hice un oc y lo puse en el SPE como si fuera un grupo; tan extraño como mis gustos x,D.
Aunque, aproveche para desarrollar más parte del lore de algunos demonios que tengo en un universo llamado "La sangre del Paramo".
🦝:Ya luego haré dibujos un poco "thicch" de él que no puedo con mi espalda-Die-.
🔥:¿Perdon?, señorita JophiPache yo no-.
🦝:¡Shito dijo el niñito!.
Lore: (1/2).
Se incluyen contenido sexual, referencias del cielo y infierno, se recomiendo discreción
(P.O.V Narrador OMS):
Había una vez una mortal mujer llamada Agatha Smith, una simple y humilde campesina que había estado intentando concebir a un hijo o hija desde sus treinta años, pero desgraciadamente era sumamente infértil, la edad empezaba a pasarle factura y ella no deseaba morir sin dejar descendencia; la Soledad más con ella que cualquier dolor.
En su desesperación acudió a fuerzas más oscuras para tejer un hijo, le advirtieron las consecuencias pero Agatha fue necesia e ignoró a aquella bruja.
En un pergamino leyó cada paso para un ritual maldito que le prometía un hijo, pero lo que ella no sabía es que estaba vendiendo parte de su alma en el proceso.
Los resultados fueron favorable, Agatha estaba embaraza,y aunque sentía que casí aquella noche casi le arrancaban la piel estaba feliz por su futuro bebe.
Durante sus nueves meses de embarazo empezó a adaptarse a la idea de que su hijo tal ves ni siquiera sería humano, los dolores eran demasiado constante para un simple "niño" pequeño, las patadas eran tan dolorosas que la dejaban en el suelo y sus antojos de carne cruda solo le daban indicadores menos positivos.
Aún así, ella amaría a su hijo o hija sin importar su apariencia o especie.
Agatha era fiel creyente de aquello que llamaban demonios, había visto cosas muy extrañas en ese bosque.
Cuando llego la hora no sé atrevió a ir a un hospital durante las primeras contracciones, el dolor del parto la consumía, pero eso la detendría; sabía en lo más interno de su mente que si alguien veía a su hijo, ni siquiera lo podría ver entre sus brazos.
Dio a luz ella sola y con la mirada borrosa aseguro lo que sentía como su hijo antes de caer inconsciente.
En la madrugada de ese día Agatha empezaba a abrir sus azulados ojos, aunque le dolía todo se acercó débilmente mientras esquivaba el desastre a una especie de cuna de madera que ella misma había armado; sonrió ampliamente al ver por primera vez como su pequeño retoño dormía plácidamente entre las almohadas. No negaría que era una vista extraña y que tal vez no esperaba que si quiera pudiera alzar la mirada para observarla, pero fue valiente y acercó su mano para dársela mientras intentaba verlo con el mejor cariño que podía ofrecerle.
La pequeña criatura instintivamente llevó una de sus cuatro manos a la de su madre, la acerco a su rostro y con cierta necesidad de cariño se acurruco en ella; la mujer sintió un enorme alivio al ver que no le había hecho nada de daño.
Aunque, ciertamente su percepción y movimientos la habían perturbado levemente debido a que se suponía que era un simple bebé, aún así, eso no le impidió acariciar las finas mejillas de su "niño", si es que aquello siquiera se vería siempre como un humanoide.
Una vez alguien dijo que al amor de una madre lo puede todo.
Eliot era todo lo contrario a su "padre", tal vez ser un híbrido con algo de sangre humana y tener una madre que en vez de quemarlo hasta morir en una hoguera le estaba enseñando por el buen caminó tenía algo que ver. Aceptó desde muy temprana edad que él no tendría una vida normal, estaría aislado en el campo con la única persona que tal vez conocería en su niñez, pero, al pequeño no parecía afectarle o molestarle tal idea; su madre se volvía a poco a poco parte de su mundo.
Cuando dio sus primero pasos nunca dejó de ayudar a esa mujer, no la dejaba sola y ayudaba en lo que podía entender creando un lindo lazo de madre e hijo.
Al ser un demonio casi en su totalidad, su ciclo de crecimiento y mortalidad iban a ser megaliticamente diferentes al de Agatha, mientras su madre más vieja se viera él apenas empezaría a parecer un extraño joven adolescente; no deseaba pensar en lo frágil de su mama, así que intentaba ocupar el tiempo y aprovechar sus abrazos los máximo que podía.
Debido a la clara situación de su extraña apariencia, la mujer decidió darle la educación que ella hubiera deseado tener en casa, y aunque no era de mucha ayuda en las tareas que observaba en los libros que compraba para el "niño", Eliot se sentía contento de comprender poco a poco las cosas; cuando supo contar muy bien y leer corrido el empezó a técnicamente también a enseñarle a la propia Agatha.
A pesar de su piel completamente blanca, ojos tan peculiares de color amarillo y azul con negro, de que tuviera cola, técnicamente unas patas, dos brazos de más, cuernos pequeños y una sonrisa tan filosa que podrían arrancarle fácilmente la cara de una mordida; Aghata no podía amar más al fruto de su vientre.
Pero esta historia no tenía un final feliz ni para Agatha con una muerte natural y más sana o para Eliot viendo plenamente los primeros días de su inmortal día.
Ese pequeño demonio tendría que ser testigo de como poco a poco eso que debía llamar "padre", acaba lentamente con la vida del ser que él más amaba.
Agatha habia hecho un trato y los demonios como su padre eran de esa clase que dejaban secas a sus víctimas; y no necesariamente de la forma física. El desgraciado se estaba robando cada que venía la vida de su madre.
Eliot solo podía observar con ira, era tan pequeño que su padre lo destruiría si intentaba hacer algo si quiera, su madre siempre le decía que se apartara o fuera la bosque, pero él no la obedecía realmente; más tarde que nunca aprendió lo que significaban las palabras "violación" y "agresión".
Cuando esa criatura robusta y negra se iba sin siquiera verlo a la cara, Eliot acudía atender a su debilitada y dolida madre, verla en tal estado, desnuda y con marcas de sangre por su cuerpo, solo hacia que el joven demonio odiara cada vez más a su desgraciado padre.
Su mamá no amaba a esa bastardo, eso era claro, pero como sabia que era el único que quedaría cuando ella muriera quería esos sentimientos a su hijo; ninguna madre desea ver a sus niño muerto.
La situación escaló tanto que el pequeño demonio se volvió técnicamente el amo de casa mientras su madre apenas podía comer sola de lo debilitaba que estaba; Eliot solo tenía cinco años en aquel entonces y su madre parecía que moríria apenas a sus cuarenta y tres.
-Eliot-lo llamo Suavemente aquella mujer que reposaba su delgado y pálido cuerpo sobre una mesedora-por favor, quiero que te vayas antes de que llegue.
-¡No!-el blanquecino demonio expresó con cierto terror mientras dejaba un plato de comida en una mesa cercana-¡ya no lo voy a tolerar más!-el pequeño se agarró con rabia sus cuernos mientras veía a su madre-¡Ya es suficiente!, ¡va a matarte!, ¡ya no puedo!, ¡ya no puedo!.
Eliot sabía que si ese desgraciado venia una vez más, ya no tendría a su madre, así que con todo y la gran desventaja que se le presentaba esa noche se puso entre él y la pálida Agatha.
No fue nada bonito de ver.
Y no concluyo nada bien.
El niño técnicamente se estaba ahogando en su propia sangre mientras intentaba regenerar su garganta y la piel de su cuello de forma patética, los gemidos, gritos y alaridos de dolor de aquella mujer no eran por que la estaba violando el demonio más grande; era por el pequeño.
Su hijo tenía la dentadura partida y la cara destroza mientras se desangraba lentamente en el piso; esa fue la última imagen que vio de su pequeño Eliot.
Esa noche la vida de Agatha se fue de esa tierra dejando completamente solo a su única descendencia, pero aquel bastardo no estaba satisfecho con haber herido tanto a su único hijo; lo obligó a observar como se comía cada parte de su madre mientras apenas podía mantenerse consciente.
Tal vez pudo disfrutar del amor de la mujer hasta los veinte o treinta años, pero ese demonio le quitó todo.
-Eres debil-Aquellas palabras fueron las primeras que él le dedico en toda su corta vida a Eliot, lo dejo caer al ensangrentado y húmedo suelo gracias al desastre que había hecho con el cuerpo-Si quieres algún día vengar a la zorra de tu madre, deberás dejarte consumir por el pecado-la enorme criatura tomo por última vez su cabeza blanca para restregarla lenta y tortuosamente por los fluidos que algunas vez fueron parte de la mujer que lo amaba-o terminaras igual que ella entre mis entrañas.
Lo dejo solo, sucio, herido y en un sufrimiento absoluto.
Esa misma noche sus lágrimas se habían convertido en cascadas negras debido al rompimiento de algunos vasos sanguíneos en sus ojos por el esfuerzo.
Pero llorar no lo ayudaba en nada, llorar no le devolvería a su madre.
A la mañana siguiente junto a los primeros rayos del sol, pudo levantarse ya que no sentía que el aire se escapa por el hueco en su cuello, se quedó observando durante un buen tiempo la cama donde había pasado todo.
"Tantas noches de sufrimiento y dolor por proteger mi patética existencia".
Eso pensaba el pequeño demonio cuando tomo temblorosamente una de sus almohadas para oler su perfume por última vez; no quería olvidar el aroma de su mamá, no lo haría nunca pero sabía que solo tenía esta oportunidad para tener entre sus manos algo de su esencia.
Levanto la mirada a un espejo cercano viendo su blanquecino rostro con hematomas morados junto a unos cuantos dientes rotos que aún se estaba curando; ver su reflejo lo hizo tomar una desicion demasiado adulta para un simple "niño" de cinco años.
Ya no había vuelta atrás.
Esa mañana el joven demonio abandonó su destrozado hogar, ya no había nada para él ahí y solo quedaban sus recuerdos, dejó lo más limpia y ordena posible su habitación, luego rego por última vez su jardín para empezar dar caza a lo que desgraciadamente era su padre; aunque tenía razón en algo aquel oscuro y robusto demonio:
El era débil, muy débil.
Se dejaba llevara por sus emociones mientras cargaba una mochila con cosas muy básicas para empezar una vida de supervivencia y posible pecado; aunque no necesariamente al que él pertenecía.
No comería personas para crecer rápido.
No tomaría sangre de vírgenes para hacerse más fuerte.
Y tampoco buscaría seguidores que le rezaran y alimentarán con sus almas.
Aunque seria fácil para él ya que sabe que lo manipulador lo tiene en la sangre, su objetivo era otro; buscaría demonios como su padre y se los comería para quitarle un poco de mal al mundo.
Mataría dos pájaros de un tiro para luego destrozar el nido.
(...)
El siglo XXI era tan extraño para él aún, se había criado en un campo desde pequeño al final de cuentas y aún se adaptaba al entorno moderno y tecnológico, pero no era tan grave, al menos sabía tomar un autobús para moverse más adecuadamente; fue cambiando poco a poco a su verdadera forma mientras se adentraba más a ese callejón, se notaba cansado, asqueado y algo pensativo.
Ya no podría usar ese disfraz de mujer rubia, algunos humanos lo habían visto arrancarle la carne a esa anciana, o mejor dicho, a ese demonio disfrazado de una.
Había pasando dosciento cuarentena y nueve años desde la muerte de su madre, en todo ese tiempo paso algo de frío, hambre y muchas veces se sentía totalmente miserable, pero logró sobrevivir hasta llegar a una edad adulta, el proceso fue lento pero ahora media unos considerables metros de alto y se habia vuelto respetable; normalmente en su especie no son tan altos, ya que los atributos atractivos de su cuerpo y sexo van primero.
Eliot cargaba hasta los momentos con setenta asesinatos a sangre fría de su propia especie.
Había ganado algo de reputación, tal vez una que atraiga atención que realmente no desea, pero, no se sentía arrepentido mientras lamia los residuos de la espesa sangre de su última "victima".
No era perteneciente a la Gula, asi que el gusto a comer lo que sea no era tan compartido, se había acostumbrado a comer verduras, carne de ganado y esa clase de cosas; incluso cereal, pero, ¿demonios?. Era simplemente repugnante.
Solo acostumbraba a comer los ojos y corazón ya que casi no tenían sabor, pero la consistencia solo le daba náuseas, ¿tenía alguna alternativa?, por supuesto que no; se supone que a su edad ya debería estar alimentándose de pecadores, pero aún seguía siendo virgen. No había tenido tales pensamientos, solo en esas fastidiosas épocas del año.
Era un demonio muy extraño.
Observo el costal en movimiento que había ocultado al ojo humano en el trasporte público, el ente estaba muerto, eso era seguro, pero sus partes no tanto; tenía una acumulación de estas que ya empezaba a molestarlo, después de todo, se supone que se escondía.
Pensó en las figuras santas como una cruz o el agua bendita para volverlos cenizas, pero, aún y teniendo sangre de ser humano, el agua lo quemaba, el olor lo mareba y las veces que intento entrar a una Iglesia salía con horribles dolores de cabeza que lo dejaban descompuesto por varios días; se quedaba sin opciones y el vigilante del cementerio se daría cuenta tarde o temprano de que las catacumbas producían sonidos extraños.
Dio un latigazo con su cola al saco con rabia y asco, ganándose unos cuantos chillidos desagradables y chorreo de sangre, su misión no era fácil pero no se iba a rendir.
Se dirigía a su puesto de operaciones y hogar temporal por los momentos, hasta que algo llamó su atención; ¿desde cuándo los humanos subían a sus casas por las ventanas de los pisos más altos?.
Su ojo amarillento cedio permiso a una pupila y iris fucsias que no solía usar casí nunca-(No es como si buscara hipnotizar a alguien con sus mayores deseos para atraerlo a pecar)-pero, al ver el aura negra de aquel extraño sabia que tal vez no habia sido tan innecesario.
Eliot era un adulto técnicamente , hecho y derecho, pero, su curiosidad permanecía ahí.
No sabia moverse entre las sombras aún, mucho menos hacer alguna especie de teleporte por los espejos, pero lo que sí había aprendido por su cuenta era el cambio de forma y el vuelo; aunque lo último era demasiado llamativo para su gusto, después de todo, ¿quién vería normal una enorme forma blanca volar por los techos de la ciudad?, apenas podía mantener una sola cosa a la vez. Irónicamente le tenía miedo a las grandes alturas también.
Dejo el saco bien amarrado y con una enorme piedra en el patio de la casa; a juzgar por los juguetes y columpios tal vez ahí vivían niños pequeños.
Subió flotando lentamente al segundo piso por donde había entrado el hombre, pensaba encontrarlo robando o tal vez metiéndose a un cuarto pero lo que no espera era ver un desastre enorme de sangre y partes regadas.
Había visto demonios de la Gula, parecidos a su rey: Un solo ojo, cuerpos permanente delgados, con brazos fuertes y algunos eran hasta grises, pero nunca había visto a uno tan de cerca, menos vistiendo una vestido rosa de princesa.
El ente de garras muy largas y cola fina había destrozado al invasor que al parecer estaba apunto de entrar a un cuarto color de rosa, pero, todo habia tan silencio y el se lo comía con tanto cuidado que parecía no querer despertar a nadie o algo así.
Noto su presencia, ambos compartieron miradas por un tiempo indefinido; al menos hasta que el de un solo ojo cerro abruptamente su enorme boca llena de dientes para ser cubierta por su propia piel.
-Bueno, es de muy mala educación espiar a los demás mientras toman un bocadillo nocturno, pero no quiero problemas, te perdono si me ayudas a limpiar niño bonito-él de vestido rosa se había levantado y cruzado de brazos; no había usado un tono de voz agresivo o demandante, parecía demasiado amable de hecho, incluso apenado-¿y bien?.
Eliot no sabía que respoder, así que solo entro y empezó a recoger las partes desmembradas del cadáver del humano; sentía asco y algo de malestar, pero no por su muerte, sino por los residuos de su alma podrida. Apestaba-¿Como te comes algo tan desagradable?-El demonio llevaba mucho tiempo sin hablar con los de su especie o con alguien realmente; se habia acostumbrado a matarlos o que ellos intentaran hacerlo-.
-¿Desagradable?, oh, ¿¡no eres de la Gula verdad?!-él de vestido rosa empezaba a vaporizar los residuos de sangre que habían manchando las paredes, ventanas y suelo; hablaba bastante bajo pero activo-¿que tonterías digo?, no eres tan delgado como yo para ser uno, ¿lujuria acaso?-al ver como asentía sonrió alegremente con la mirada- llevaba tiempo sin ver a alguno por estas lares; normalmente solo llegan ladrones a la casa.
-¿Esta es tu casa?-el demonio de mayor altura le entrego las partes que quedaban del tipo, él de vestido pareció aceptarlas emocionado-pero, siento a humanos en estos cuartos; ¿tu vas a-.
-¿Comerlos?, ¡no!, soy un familiar-el de rosa rompió nuevamente su piel para engullir la partes restantes del ser humano que había matado hace unos poco minutos; la carne y sangre se perdían en la nada de su estomago, ya que, seguía igual de flaco-solo protejo mi territorio.
-¿Entonces por qué me dejaste pasar?-la voz del demonio de blanco era un poco sensual sin querer, pero se había acostumbrado a suavizar su tono; eso la hacia sonar menos coqueta-soy un demonio extraño, y, no sabía que podíamos ser familiares.
-Yo tampoco, pero me gusta estar aquí, tengo a mi pequeña Susan y Samanta no me pega tanto como antes; también no pasó hambre como en el inframundo-sonrió mostrándole sus enormes filas de dientes mientras se lamia la poca sangre que le quedaba-y eso es muy simple, si fueras una amenaza te hubiera arrancando la cabeza desde que pasaste por esa ventana, tienes un aroma bastante inofensivo; aunque, ¿porque hueles tanto a humano?-el de un solo ojo ladeo su cabeza confundido.
(...)
-¿Tienes doscientos cuarenta y nueve años y aún eres virgen?-dijo bastante asombrado el demonio de vestido rosado-¿¡que clase de Incubó eres?!.
-No me atrae tanto la intimación en estos momento-entrecerro la mirada con una notoria vergüenza en su blanquecina rostro, no por nada estaba bastante rojo-estoy en una misión.
-¡Si lo se!, eso de tu mamá humana, me dio pena por cierto, pero, ¿cómo?;¿¡eso no es una necesidad básica?!. Se que viven de la relaciones y el erotismo en la capital, a no ser claro que no seas de ahí, ¿has pisado el inframundo si quiera?-él de menor altura estaba haciendo como que demasiadas preguntas, pero no de forma grosera; eran curiosas-¿por qué eres tan alto por cierto?, se que se centran más que todo en el pecho y en, bueno, lo del medio, nunca vi uno Incubo tan alto, y ahora que lo noto, ¡blanco!; siempre es al revés, cuerpo negro machas blancas. Es un fenómeno bastante peculiar, ¿Eliot no?.
El ser color de nieve solo podía ser comparable con un tomate en esos instantes; al menos uno cornudo-no lo se, s-solo hago lo básico y así crecí, soy hombre/macho y no me he cambiado algo, aunque, mi cuerpo si puede hacer eso de lo que hablas; ¿eres alguien demasiado curioso, no Guzzler?-el demonio balanceando un poco sus patas a orillas del tejado; no iban a estar hablando tan fuerte dentro de la casa-No he pisado nunca el inframundo ni esa capital de la que hablas, nací aquí y lo de mi color no lo puedo explicar; respecto a lo de la necesidad, yo no lo necesito para vivir por lo menos. Solo comida de vez en cuando.
-¡A mi no me engañas!, tienes demasiada pierna para no haber hecho nada; o te comistes a los de tu especie o has tenido sex@. Debes hacer pisado ese circulo algunas vez-el silecio de la criatura blanca dejo expectante y confundido al pequeño demonio a su lado; era más joven que el, solo tenía veinticinco-vaya, ¿si no te interesa el sex@ para que comes sucubos e incubus entonces?-lo miro con notoria confusión-.
-¿Perdón?, así uno se vuelve fuerte sin dañar humanos ,¿no?, no me mal entiendas, no te estoy juzgando por lo de adentro, ya que me dijistes que solo comes a personas malas y que tienen un boleto al infierno, pero, yo no hago eso; no puedo. Así que, voy por un camino similar al tuyo pero con demonios específicos, hasta los momentos pertenecen a mi círculo, uno que otro de la ira y creo que vanidad, pero la mayoría son así-estaba algo asustado de que lo viera como un caníbal, aunque eso era la verdad-.
-Señor, lo de comer de nuestra misma especie no es lo que me llama la atención, mis hermanos intentaron hacerlo conmigo, lo que me alerta es que lo que tu quieres hacer se hace con los corazones del pecado contrario, no el propio, eso solo te mejora como un Incubó-el ojo de la criatura estaba notablemente abierto mientras observa al de los cuernos; no sabia sin sentir pena o burlarse de su expresión en ese momento-ahora tiene un poco de sentido tu altura por la ira y tu cuerpo por la vanidad, pero, ¿enserio no habías notado esos cambios?, quiero decir, se que tienen épocas de celo y sonará entrometido, pero, ¿no te has sentido más experimentado?-solo había silencio en ese mometo- pecaminoso señor de las sombras, estoy dándole clases de sexualidad a un adulto; yo que tu tendría cuidado si decide ejecutar un roll de activo, no eres necesariamente pequeño Eliot.
Eliot Simplemente quedó enmudeció mientras lentamente parecía entrar en un estado de shock absoluto, sus manos más bajas apretaron con un poco de fuerza su pantalón y las otras se acariciaban sus cienes con notable descontento; pobre, estuvo haciendo las cosas mal durante dosciento cuarentena y cuatro años luego de sobrevivir a una media de setenta demonios; solo dos de esos eran lo que necesitaba.
-¡Hey!, todos cometemos errores, mírame a mí, cometí el error de dejar a Susan elegir el juego de hoy, jugamos a las princesas hadas, pero eso no importa, ahora sabes que hacer, aunque, ¿no habias hablando con alguno de nosotros antes?.
-¿Has escuchado del traidor?, así me pusieron por empezar a matar a los súbditos de mi padre, Agafaz, no tengo amigos-cerro la mirada frustrado- he aprendido sobre demonología yo solo todo este tiempo, estoy metido en algunos problemas y creo que ese señor va a venir tarde o temprano por mi, ¡no estoy ni el doble de listo de lo que yo creía!, ¿¡quien hablaría conmigo?!, soy muy resaltante, tu mismo lo has dicho, huelo a ser humano; por eso me mantengo a distancia.
El devorador de sueños se mantuvo en silencio durante un largo rato, luego se puso de pie para igualar un poco la altura del chico que estaba sentado-Ese es un excelente punto, no sabía que tu padre era Agafaz, he escuchado cosas horribles de él el y su enorme prostíbulo, también lo de-
-¿Mis treita y tres hermanastros muertos?, si, me enteré de eso a los ciento noventa años-el de tez blanca apreto un poco los dientes; no solía hacerlo y le sorprendió al devorador que tuviera una dentadura tan filososa, al menos sus colmillos eran notoriamente alargados-al parecer no fui su único juego; no conocí a ninguno.
-Me lo imagene, serías el menor de todos-el demonio de un solo ojo dio unas cuantas palmadas de consuelo-y ahora, si me dejas terminar señor sin amigos, bueno, Agafaz no es de mi agrado ni tampoco de un amigo mío, no, ¡mi ídolo!, así que no soy un enemigo, y si tu quieres podemos ser amigos; creo que te falta un orientador-volvió a sentarse al lado del demonio más alto para mirar el cielo-Seré joven pero tengo mis talentos y en esta ciudad podrías encontrar corazones que realmente te ayudarán en tu cometido; son fuertes pero creo que podrás con el primero, luego de eso, pan comido literalmente.
El de ojos bicolor observo fijamente al de un solo ojo por unos cuantos momentos-¿hablas enserio?.
-Lo juro por el señor oscuro que seguramente nos esta viendo en el infierno-Elevo una de sus manos mientras reía-Me agrada-, espera, ¿esta llorando?.
-Tal vez un poco-el de tez blanca desvió la mirada apenado mientras se limpiaba el rostro con la manga de su suerter-Yo, gracias Guzzler.
-De nada niño bonito, solo céntrate en vengar a tu mamá, luego intentaba llevar la no vida en paz; la eternidad es un tiempo muy largo. Ahora, dime, ¿qué piensas hacer con la deliciosa bolsa de restos de demonios que esta escondía abajo?-rompió rápidamente las carnes de su rostro para sonreír ampliamente con una mirada algo perturbadora-.
Tal vez no tendría que preocuparse más por los restos que no iba a comerse él.
-(Continuará)-
-[Datos del O'C]-
I) Apariencia Física:
Piel blanca con manchas negras.
Ojo izquierdo totalmente amarillo, ojo derecho negro con una pequeña pupila azul.
Cuernos disparejo.
Cuerpo delgado y algo tonificado.
Mirada neutra casi todo el tiempo.
Sonrisa blanca con muchos dientes.
Patas en vez de pies.
Cola larga divida en dos.
Cuatro brazos, manos grandes con cuatro dedos.
Sin cola.
Con su cola-se me paso dibujarla jsjsjs-.
Creo que tengo un problema con hacer piernas y muslos, este es el tercero que masacró así X,D
II) Datos generales:
-Nombre y apellido: Eliot Smith.
-Edad Actual : doscientos cincuenta y cinco años (255).
-Sexo: Masculino.
-Sexualidad: Bisexual.
-(Versátil)-
-Altura: 340 cm o 3,4 m.
-Especie: Demonio híbrido perteneciente a la Capital de la lujuria.
(No es necesario para él tener sex@, ni siquiera parecer presentar ese tipo de incentivo fuera de épocas de celo; cambia si esta en una relación o se le ofrece sangre como ofrenda para una noche de pasión. Aunque no hará nada sin protección primeramente)-.
-Nacionalidad: Ninguna, pertenece al inframundo, aunque su madre era Española.
-Estado civil: Soltero.
-(Un poco torpe en las relaciones sentimentales)-.
-Puesto fijo: Secretario General del SPE.
-(Si algo me pasa, él queda acargo)-.
-Familiares/lazos sanguíneos: Ninguno vive.
-Amigos: Adakarimus (rey de la capital de la gula), Guzzler (Demonio perteneciente al mismo círculo), Keter, (cabron) ,Susan, Samanta.
-Personas cercanas: JophiPache -(mi avatar)-, Sus dos amigos y uno que otro demonio de su pasado hogar.
-Actitudes: Bastante tranquilo, algunas veces un poco serio, dulce con sus conocidos, amable con los miembros y clientes; bastante educado y decente. A no ser que se le pida lo contrario mediante un pacto.
III) Datos más personales:
-Eliot es un "hombre" bastante complaciente y reservado; se ahorra hacer preguntas muy incómodas si no lo ve realmente necesario. Se enfoca mucho en lo formal de las conversaciones cuando se trata de miembros o clientes.
-El tamaño desproporcional de sus cuernos se debe a la diferencia entre encuentros sexuales que a tenido; el derecho indica el número de veces que ha sido "convocado" y el izquierdo son meramente actos íntimos de relaciones pasadas que le importaron.
-Odia comer en público, le da vergüenza sus dos largas lenguas y filosos dientes.
-Al ser una especie de "Incubó" cuando es llamado adaptara su cuerpo a las necesidades y gustos del convocador si no le agrada su apariencia; no le interesa que tan extraños sea sus gustos realmente. Solo los complace para luego ir a darse un pequeño baño y dejar en orden la vivienda o sitio del convocador-(es ordenado honestame)-.
-Las palabras para llamarlo sin la necesidad de sangre solo él las sabe; no se las da a nadie que realmente no capte su interés o tenga alguna relación amistosa con él.
-No disfruta mucho realmente de ser convocando; el sex@ esta en su sangre pero parece más ejercicio en esos casos.
-Es más tímido de lo que parecer y puede llegar a ser un manojo de nervios total.
-El poco interés se debe a su pecado-(Solo lo disfrutaria si se encuentra enamorado)-.
-El talismán que cuelgan en su cuerno izquierdo es para ocultar su presencia de los ojos de su padre y la flama en su cabeza significa que aún no tiene ningún dueño o lo han reclamado como suyo; es bastante común en su raza de demonios que algunos brujos los "capturen" para protección o otras cosas. En su caso lo han intentado pero tiene la suficiente experiencia para huir sin ocasionar daños.
-La lectura de los documentos lo cansaba a veces, así que usa lentes.
-Se siente cómodo con la ropa ajustada y algo extravagante, también con los atuendos coquetos o provocadores; no tiene mucho problema con las faldas y pantie medias.
-Las correas que tiene, en especifico la de su pecho es un símbolo de sumisión que le quedo de su estancia en el inframundo; no se desase de ellas porque no le presta atención al significado, solo las ve bonitas.
-Es muy sensible en cuernos y piernas, así que ten cuidado y siempre pregúntale si deseas tocarlas; no te dirá que "no" lo puedes hacer, pero por lo menos se prepara mentalmente para no hacer algún "sonido" vergonzoso.
-Entre el personal del SPE, más que secretario parece padre de JophiPache.
-Desea ser padre, pero prefiere primero centrase en resolver sus problemas; no tiene inconvenientes con ser soltero, pero, desea encontrar una forma de safarze de ser convocado primero. No es una opción para el tener un infante en un ambiente tan desagradable donde técnicamente su padre sería un "prepago", así que, esta tomado en consideración hablar con alguien de confianza para que lo """reclame"""; es una forma sencilla de indicar a su circulo que ya no está disponible aún y cuando no pertenece a él.
-Intenta suavizar su voz, ya que esta consciente de lo gruesa y fuerte que puede ser a veces, incluso coqueta sin querer, también en presentar muy buenos modales de caballerismo y cortesía.
-Su gusto por ser activo o pasivo dependerá mucho del individuo que le toque, pero, siempre da a escoger.
-Usa el hastad #NoHorny con JophiPache; JophiPache tiene crisis existenciales por ese nivel de maldad.
-Acepta tomar helados con JophiPache, al menos le ha perdido la pena a que ella lo vea comer; o tal vez es porque adora los dulces.
-Ama el chocolate, el pastel y las fresas con crema.
-Si hablas mal de su mamá en su cara estás más que jodido; no es recomendable molestarlo, y no sentirá arrepentimiento de dejar los restos del cadáver en algún puente cercano.
-No necesariamente tienes que joderlo para que se comporte agresivo, si ve que eres o algo es una amenaza real, considera el exterminio.
-Sus celos no son tóxicos, son infantiles; parece que se deprime más por esa clase de cosas. Actualmente lo maneja mejor.
-Si eres su amigo puedes confiar ciegamente en él, siempre te tratará con respeto y estara dispuesto a escucharte cuando lo necesites.
-Vive recogiendo su cola en horas de trabajo por dos simples razones: Teme que azote a alguien sin querer y es el triple de sensible que sus muslos o cuernos.
-Algunas veces cuando esta con bastante tiempo empieza a practicar sus dotes paranormales, demoníacos y de brujería; debido a su situación y considerando que su "padre" es un demonio de la fertilidad, el mismo se ocupa de hacerse sus anticonceptivos.
-Increiblemente, no puede odiar a su padre por siempre; tal vez haga su cuerpo físico mierda la próxima vez que lo vea, pero solo eso. Su madre no lo educó para tener odio en su muerto e inmortal corazón .
-Si, Eliot tiene tentáculos, solo los usa para hacer orden de las cartas y carpetas, aunque, le han tocado unos cuantos que desean verlos; no entiende ni a su propia especie o a ciertos humanos.
-En su inevitable celo solo se encierra unos cuantos días en su habitación mientras se mantiene en una tina de agua helada; nunca lo ha tratado con un segundo y depende de su estado de ánimo para que decida auto tratarse.
-Es raro para él, pero algunas personas le decían que sus muslos son muy suaves; no le presta tanto atención pero si se siente algo gordo por ese detalle.
-🔥:Interesante, dígame joven dama/caballero, ¿Desea renovar su membresía en SPE?-expreso suavemente con una sonrisa amena en los labios mientras se quitaba los lentes-.
-🦝: Bueno, gracias por leer; extrañaba hacer estas cositas. Era normal cuando rolleaba-cries-.
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