El sol caía sobre Las Vegas mientras Jason Malone veía en su penthouse las calles llenas de neon y bullicio. De repente, una figura elegante y misteriosa se le apareció. Era una mujer de belleza sobrenatural, con ojos que parecían arder en llamas.

"Jason Malone", dijo la mujer con una voz suave pero llena de autoridad, "Soy Diablo otra vez, y tengo una propuesta para ti".

Jason frunció el ceño, sabiendo que esta mujer fué la que hizo que su hermano muriera  y qué quería algo de él. "¿Qué tipo de propuesta?" preguntó con cautela.

Diablo le sonrió, revelando una hilera de dientes blancos como la nieve. "He venido a ofrecerte un trato, Jason. Puedo hacer que olviden el precio a tu cabeza por Frank, pero a cambio necesito que hagas algo por mí".

Jason arqueó una ceja, intrigado por la oferta. Sabía que tratar con el Diablo no era algo que se hiciera a la ligera, pero la promesa de librarse de sus problemas era tentadora. "¿Qué es lo que quieres que haga?"

"En otra dimensión, hay un fragmento de alma perdido de Frank, el cual hizo el trato conmigo", explicó Diablo. "Necesito que lo encuentres y me lo devuelvas. Si lo haces, prometo que sus secuaces y lacayos dejarán de buscarte".

Jason reflexionó sobre la oferta. A lo largo de su vida, había experimentado cosas extrañas y sobrenaturales, desde encuentros con extraterrestres hasta enfrentamientos con pandillas rivales. ¿Qué más podría sorprenderlo en este mundo?

Finalmente, asintió con determinación. "Está bien, Diablo. Acepto tu trato. Llévame a esa otra dimensión".

Con una sonrisa satisfecha, Diablo extendió la mano y un portal brillante se abrió ante ellos. Jason tragó saliva, se armó de valor y dio un paso adelante, adentrándose en el portal que lo llevaría a un mundo desconocido y fascinante.

Cuando emergió al otro lado, se encontró en un mundo estilo Steampunk, con engranajes gigantes y máquinas de vapor por todas partes. Jason inspiró profundamente, preparado para la aventura que le esperaba en esta nueva dimensión.

Mientras Jason Malone exploraba el mundo Steampunk, presenció un bullicioso discurso en la plaza central. Un hombre imponente, vestido con ropajes reales y una corona brillante, se dirigía a la multitud con palabras de poder y dominio. Jason observó con atención y pronto dedujo que este rey era el fragmento del alma de Frank.

Determinado a cumplir su misión, Jason decidió que la única manera de obtener el fragmento era asaltando el castillo. Con paso decidido, se abrió paso a través de las calles hasta llegar a las imponentes murallas del castillo.

En su camino, presenció a unos hombres abusando de una mujer encapuchada. Con rapidez y destreza, Jason los noqueó a todos, liberando a la mujer. Cuando ella se quitó la capucha, revelando un rostro hermoso de cabello blanco, Jason se sorprendió por su belleza, pero no reveló su identidad y se retiró sin saber que se trataba de la reina del reino, Mylene.

Al caer la noche, Jason hizo su entrada triunfal con su vehículo militar, la "Tormenta de Fuego", atacando el castillo con determinación. Las campanas de emergencia resonaron por todo el reino, alertando a los guardias y a la reina Mylene sobre la intrusión.

Jason se abrió paso por los pasillos del castillo, enfrentándose a los guardias con sus armas y habilidades marciales. Al llegar a la torre más alta, derribó la puerta y se encontró cara a cara con la mujer plateada que había salvado anteriormente.

"Sálvate, debes salir de aquí", le dijo Jason, preocupado por su seguridad. Antes de que pudiera reaccionar, un guardia oculto apareció y lo noqueó por sorpresa. Sin embargo, la reina Mylene intervino, ordenando que no lo mataran.

"Dejadlo", ordenó Mylene con firmeza. "Este hombre es valiente y tiene un propósito en este reino. Quiero hablar con él".

Jason recuperó la conciencia lentamente, encontrándose frente a la reina Mylene, quien lo observaba con curiosidad y determinación. Con un gesto de respeto, Jason se preparó para lo que vendría a continuación en esta emocionante aventura en el mundo Steampunk.

Jason Malone despertó lentamente de su inconsciencia en una celda oscura y fría. Al intentar moverse, se dio cuenta de que estaba encadenado y que no podía romper las cadenas que lo aprisionaban. Una figura en las sombras lo observaba en silencio, y al acercarse a la luz, descubrió que era la misma reina Mylene que había salvado anteriormente.

La reina se presentó formalmente ante Jason, quien se sorprendió al reconocerla como la mujer de cabello blanco a la que había ayudado. Mylene le preguntó directamente por qué había atacado el castillo, buscando una explicación coherente.

Jason sabía que la verdad sobre su misión en ese mundo no sería creída, por lo que decidió contar una media verdad. "No tenía nada que perder, así que asalté el castillo en busca de dinero", respondió con cautela.

La reina Mylene escuchó atentamente su explicación y luego le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?"

Jason vaciló por un momento, pero finalmente decidió revelar su verdadera identidad. "Me llamo Jason Malone", respondió con sinceridad.

Después de un breve lapso, un asistente de la reina informó que no había ningún registro de un ciudadano con ese nombre en el reino. La reina Mylene, sintiendo compasión por la situación de Jason, decidió darle una oportunidad.

"No te culpo por tus acciones", dijo Mylene con voz comprensiva. "Mi esposo, el rey, ha estado descuidando las necesidades del pueblo al subir excesivamente los impuestos. Entiendo tu desesperación, Jason."

Jason se sorprendió por la compasión de la reina y comenzó a cuestionar sus propios motivos y acciones. En ese momento, se dio cuenta de que su misión en este mundo no era tan simple como había pensado inicialmente. Con la reina Mylene a su lado, Jason se preparó para descubrir la verdad detrás de su llegada a este intrigante y peligroso reino Steampunk.

Tras la conversación en la celda, la reina Mylene miró a Jason con una expresión pensativa. Finalmente, rompió el silencio y le propuso un trato.

"Jason, tengo una propuesta para ti", comenzó la reina con seriedad. "Si estás dispuesto a trabajar para mí y cumplir con ciertas tareas, puedo perdonar tus crímenes y ofrecerte una nueva oportunidad en nuestro reino."

Jason escuchó atentamente mientras la reina Mylene le ofrecía los papeles necesarios y un trabajo que debía cumplir para redimirse. Intrigado, preguntó: "¿Cuál es ese trabajo?"

La reina Mylene le reveló que debía convertirse en conserje en la Academia del reino, actuando como una fachada para vigilar a su hijo, quien parecía seguir los pasos equivocados de su padre, el rey. Jason reflexionó por un momento antes de aceptar la propuesta.

Después de aceptar, la reina Mylene sonrió con gratitud y elogió la habilidad de Jason, así como su vehículo, la "Tormenta de Fuego", que impresionó a la reina. Además, comentó sobre el guardia que lo había noqueado, mencionando que llevaba una armadura exoesqueleto a medida que debería haber sido letal, pero solo lo había tumbado.

"Jason, eres excepcionalmente fuerte y hábil", elogió la reina Mylene. "Estoy segura de que serás de gran ayuda en la Academia y que podrás cumplir con éxito esta misión para mí."

Jason asintió con determinación, listo para asumir su nuevo rol en la Academia y demostrar su valía a la reina Mylene. Con una nueva oportunidad ante él, se preparó para enfrentar los desafíos que le esperaban en este intrigante y peligroso reino Steampunk. . . . . .

Jason llegó a la Academia del reino como conserje, listo para comenzar su tarea de vigilar al hijo de la reina Mylene, Julius. Se esforzó por desempeñar sus labores de manera diligente y sin levantar sospechas, mientras enviaba informes detallados a la reina sobre las acciones y problemas de su hijo con su prometida, Angelica.

Mientras limpiaba una de las aulas de la Academia, Jason se encontró con el profesor de buenos modales, un hombre de aspecto distinguido que lo saludó cortésmente. Jason respondió con educación y cortesía, comenzando así una conversación con el profesor sobre diversos temas relacionados con la escuela y la vida en el reino.

El profesor dio la bienvenida a Jason a la Academia y le ofreció su ayuda en caso de que necesitara algo durante su tiempo allí. Jason agradeció la amabilidad del profesor y se sintió un poco más cómodo en su papel de conserje encubierto.

A medida que pasaban los días, Jason se sumergió en su papel en la Academia, observando de cerca las acciones de Julius y tratando de descubrir más sobre los problemas que tenía con su prometida. Aunque su misión era mantenerse en segundo plano, Jason estaba decidido a cumplir con éxito la tarea que la reina Mylene le había encomendado.

Mientras tanto, la vida en la Academia continuaba su curso normal, con estudiantes y profesores llevando a cabo sus actividades educativas y sociales. Jason vigilaba atentamente, preparado para actuar en caso de que surgiera alguna situación que requiriera su intervención.

Entre clases, tareas de limpieza y observaciones discretas, Jason se adentraba cada vez más en el mundo de la Academia, donde los secretos y las intrigas parecían estar presentes en cada rincón. Con cada día que pasaba, se acercaba un poco más a descubrir la verdad detrás de los problemas de Julius y Angelica, sin saber que su presencia en la Academia tendría repercusiones inesperadas en el reino.

En un tranquilo día de primavera en el reino, Jason, un joven leal y devoto servidor del palacio real, se encontraba sentado en su escritorio, pluma en mano, redactando una carta urgente a la reina. En su semblante se reflejaba la preocupación y determinación mientras plasmaba las palabras que revelarían un turbio asunto que había estado ocurriendo en las sombras del castillo.

Jason detallaba en la carta cómo Julius, el apuesto príncipe heredero, estaba siendo seducido por una misteriosa joven llamada Marie. Esta astuta mujer, con su encanto y palabras dulces, había logrado ganarse el corazón del príncipe, pero detrás de su fachada de inocencia se escondía un oscuro deseo: convertirse en la princesa a toda costa.

La situación alcanzó un punto crítico cuando Angelica, la prometida de Julius y una valiente noble en su propio derecho, desafió a Marie a un duelo para proteger el honor de su amado. Ante la mirada atónita de todos en la academia, el príncipe Julius y otros muchachos salieron en defensa de Marie, dispuestos a luchar en su nombre.

Sin embargo, Jason, observando la escena con ojos claros y un corazón noble, no pudo quedarse de brazos cruzados viendo a Angelica en peligro. Con determinación, se ofreció a luchar en su lugar, sorprendiendo a todos con su valentía y determinación. Nadie habría imaginado que el humilde conserje de la academia estaría dispuesto a arriesgar su vida por el honor de la princesa prometida.

Finalmente, se decidió que la batalla se llevaría a cabo en un duelo de armaduras gigantes, un espectáculo impresionante que reuniría a todo el reino para presenciar la resolución de este conflicto. Mientras Angelica se preparaba para el desafío, incrédula ante la disposición y habilidad de Jason, el modesto conserje, para enfrentarse a los valientes caballeros uno por uno.

Fin del cap.