Vuelve a casa
Después del acto, ambos se quedaron acostados mirándose fijamente. Nicolas acariciaba su brazo despacio mientas ella acariciaba su mejilla. Estaban tapados hasta la cintura.
- Me pasé varias semanas pensando... - empezó ella - ... en que si lo que habías sentido por mí el tiempo que estuvimos juntos... era todo cierto... si de verdad me querías... me alegra muchísimo que haya sido cierto. Te quiero...
Nicolas le pasó la mano por un mechón de su cabello sin decir nada. Ella bostezó un poco. Él también tenía sueño.
- No hemos descansado muy bien ninguno de los dos... ¿verdad? Estos últimos días han sido duros... - Nicolas la apegó contra su pecho para que descansara - ... y yo ahora me siento tan completa... satisfecha... sólo te necesito a ti para ser feliz...
Nicolas miraba con una pequeña sonrisa el momento de ternura que su chica le estaba dedicando. Quién le iba a decir a él que algún día, sería el motivo de la felicidad de alguien.
- Perdona que no te ofrezca una ducha, pero esto es un refugio, más que un hogar y no tengo agua ni luz. No paso aquí mucho tiempo...
Él negó suavemente besando su frente. Quería mantener este calor y esta sensación de pertenencia a ella toda la noche.
- Zoba... vuelve a casa... (que Worick no le deja entrar) – dijo tras una pausa.
- ¿A casa...? ¿Con vosotros? – levantó la cabeza mirándolo.
Nicolas asintió abrazándola más fuerte.
- "Worick te echa de menos, Alex se siente deprimida, y yo... ya me ves..."
- Ellos no me habrán perdonado después de haberlos abandonado, Nicolas...
- "Pues si Alex te manda dulces de los vuestros y Worick dice que no vuelvo a entrar en casa hasta que te lleve, será que ambos te quieren de vuelta..."
Ella rio un poco separándose.
- ¿En serio mi hermano no te deja entrar?
- "No sé si hablará en serio... pero prefiero mucho más volver contigo que solo"
- Bueno... me lo pensaré durmiendo... - sonrió acurrucándose en su pecho.
Nicolas la apegó y miró en la ventana. Era una noche fría, pero ellos no tenían frío para nada.
A la mañana siguiente, Nicolas despertó tarde, como era normal cuando dormía con su chica. Vio que ella aún estaba dormida entre sus brazos tranquilamente, y que las marcas que él le había hecho anoche no habían desaparecido. La soltó despacio intentando no despertarla ni hacer ruido, separándose poco a poco, se destapó despacio y al incorporarse, su collar se tensó. Miró perplejo a su chica. Ambos collares se habían enganchado durante la noche.
Nicolas chascó la lengua y en vez de desenrollarlos, se quitó el suyo, más grande y ancho que el de Zoba y lo dejó en la cama. Si se ponía ahora a desenrollarlos, podría despertarla.
Se acercó a un espejo roto que había en una esquina. Tenía un poco de sangre seca en el pecho y cuello de que ella le arañase anoche. Se acercó un poco mirando su pecho. A lo largo, tenía "Zoba" escrito con arañazos. Sonrió de lado. Ya estaba marcando territorio. Se puso de lado mirando sus hombros, que también tenían moratones y mordiscos. Y por el rabillo del ojo vio otro arañazo fantasma en el glúteo. ¡Otra vez le había arañado el trasero sin que se enterase!
Miró a su traviesa híbrida, que seguía durmiendo tranquila. Esta vez no iba a quedar así... Se acercó a ella por su espalda y la destapó un poco despacio. Ella durmió desnuda como él, de lado. Nicolas se agachó hasta su cadera, y mirando su cara de reojo, mordió su glúteo con ganas para dejar marca, lo que hizo que ella se despertase sobresaltada dando un chillido.
- ¿¡Pero cómo me despiertas mordiéndome el culo?! ¿No hay más formas? – le gritó ella cuando lo vio.
Nicolas se separó de ella orgulloso de su venganza. Zoba se miró. Ya tenía los dientes de Nicolas en más partes, además del cuello.
- Cretino... buenos días... - dijo levantándose.
Él sonrió sentándose empezando a vestirse. Ella fue a su armario a buscar otro conjunto de ropa interior que ponerse, con ambos collares puestos. Había una pregunta que le acosaba a la mente mientras se ponía un conjunto color camuflaje.
- Nicolas... - dijo mirándolo y llamando su atención - ¿volvemos a ser... pareja?
- "¿Acaso dejamos de serlo?"
- Bueno... - ella fue a su lado a sentarse – yo... nos distanciamos... tú no me pediste ser tu pareja la primera vez, no hizo falta decir que lo dejamos para hacerlo...
Nicolas sonrió de lado.
- "Vas buscando que te pida ser mi novia" – indicó mirándola.
Ella se sonrojó un poco.
- ¡No es cierto! – dijo con el ceño fruncido.
- "Quieres que lo vuelva a hacer..."
- Bueno, no estaría mal... - dijo cruzándose de brazos y mirando a otro lado.
Nicolas cogió su mentón para que le mirase.
- "Te lo haré una vez, y será la última, porque no va a haber más separaciones nuestras de ningún tipo" – Nicolas le realizó el gesto a Zoba que tanto amaba y habló – Sé mi pareja, para siempre.
Ella se tiró a su cuello a abrazarle, comiéndoselo a besos. La dulce e inocente híbrida que él conoció hace tiempo no estaba, tampoco estaba esa híbrida orgullosa y fría. Simplemente, ambas se habían fusionado. Ella seguía siendo amable, dulce y tierna... pero espabilada, guerrera y algo... pervertida. Ahora ellos se complementaban más que nunca.
Luego, ella fue al piso de abajo en ropa interior a ver a sus pequeños invitados, que habían pasado la noche en la sábana del suelo. Los gatos cuidaban el refugio mientras ella no estaba y le daban un techo a cambio, con leche una vez al día, claro. Acabó de vestirse viendo cómo ellos tomaban leche de platos pequeños, y Nicolas bajó con una mochila de Zoba. Se la puso en el hombro.
- "Metí tus cosas dentro, vámonos" – dijo yéndose a la puerta.
- Un novio que te hace la maleta y te la lleva, que maravilla... - ella se agachó a ver a los gatitos – Chicos, me voy a casa, vendré de vez en cuando a veros y a traeros cositas, ¿vale? Esta es vuestra casa ahora...
Ella se levantó y fue al lado de Nicolas, que veía mientras cómo los gatos lo masacraban con la mirada al llevarse a su dueña fuera con él. Ella tomó la mano de su Twilight escondiendo su cola y sus orejas y salieron a la calle, dirección hacia el departamento.
*
En el departamento, Worick miraba por la ventana fumando, igual que un niño pequeño que espera a que venga su padre para jugar. Alex lo miró desde el salón con un libro.
- Oye... - dijo con una pequeña sonrisa - ...ellos van a venir, no hace falta que vigiles...
- Han pasado la noche juntos, seguro, por eso quiero verles venir, a ver si vienen de la mano, o Nicolas cargándola como un saco de patatas al hombro... ya sabes, para ver cómo se llevan... y para ver quien pasa, a dónde va...
- Worick... - dijo ella cerrando el libro - ... te estás convirtiendo en una maruja.
- Pero que dices, Alex-chan... - ríe suave dejando el cigarrillo en el cenicero - Ahí vienen.
Alex corrió a su lado en la ventana a mirar.
- Mira, ¿quién es la maruja ahora? – dijo mirando a la mujer.
- ¡Calla hombre! ¡Que vienen de la mano! – chillido de felicidad.
*
Nicolas y Zoba iban por su calle caminando de la mano. Ninguno dijo nada durante el camino de regreso. Se pararon delante de la puerta.
- "¿Lista?" – él la miró dispuesto a llamar.
Ella asintió con una pequeña sonrisa. Nicolas llamó a la puerta. La llave de repuesto no estaba en su sitio y estaba cerrada a cal y canto. Worick iba en serio. Zoba escuchó dentro una pequeña pelea y carrera entre Worick y Alex para ver quién abría la puerta. Sonrió internamente. Se oyó un coscorrón, y fue Alex la que abrió la puerta, dejando ver a Worick con un chichón en la cabeza.
- ¡Zoba! – dijo lanzándose a abrazarla.
Ella la abrazó contenta. Su olor a crema corporal inundó sus fosas nasales y su pelo le hizo cosquillas en la nariz. La echó de menos, mucho. Había traído los dulces de vuelta para comérselos con ella. Worick salió a la puerta.
- Así que al final lo hiciste... mi pequeño campeón... - Worick agarró a su amigo por los hombros con gran felicidad.
- "Con campeón sólo me basta ¬_¬'" – le dijo Nicolas, y Worick empezó a reír.
Entraron dentro, y Nicolas llevó la mochila de Zoba a su habitación. Worick la cogió como un saco de patatas y se la llevó pataleando al sofá.
- Mi pequeña gata loca, tenemos mucho de qué hablar...
Se sentó con ella en su regazo, agarrándola. Ella le miró fijamente.
- Vaya con mi hermanita, se ha puesto como toda una mujer guerrera... te cambia el brillo en los ojos, tienes otro semblante, unas orejas más grandes, los dientes igual... pero te voy a seguir comprando vestiditos – rio mirándola.
- ¡No! ¡Digo...! – ella se puso nerviosa - ... mm... pero no tan... pomposos... ya soy una chica grande...
Nicolas se fue directo a darse una ducha, mientras que Alex y Worick no dejaban tranquila a su pequeña favorita. La querían demasiado, y ella a ellos, con locura.
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Si, si, es un capítulo corto y sin mucho contenido, no me peguéis, os lo compensaré enseñándoos mi foto favorita de Nicolas :3 (yo si que se, jajaja)
Nicolas y Zoba vuelven a estar juntos después de mucho tiempo, y parecen más unidos que nunca, pero... ¿se volverán a separar por algunas circunstancias?
Nos leemos, Gangstercitas! :3
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