Tu cuerpo es hermoso


Zoba se incorporó esa noche cuando se sintió mejor, cuando se tomó la cena que Alexy le había preparado. Hacía mucho que no tomaba una comida rica y caliente. Se asomó a la ventana del cuarto de Nikita mientras acariciaba su barriga. Llovía y hacía frío fuera, que bien que le habían dado un techo y una cama calentita.

Se acordó de la noche en que durmió en el sofá en casa de los Benriya y hacía tormenta fuera. Ese día también hacía mucho frío, y lo pasó abrazada a Nicolas en la cama. Esa noche la pasaría abrazada a su bebé.

Nikita entró al cuarto silenciosamente, no lo suficiente como para que el fino oído de la gata no la escuchara, que la miró con una sonrisa.

- "Mañana viene un médico a revisarte, seguro que no te ha visto ninguno en tu cautiverio" – le indicó acercándose.

- "Sí, si que me han visto uno..." – ella se frotó los brazos mirando por la ventana.

Nikita pudo ver en la tristeza y ausencia de su mirada todo el daño y dolor que había pasado con el supuesto médico que la revisaba. Extendió su mano un poco temerosa a su hombro, pero en cuanto Zoba la miró, la retiró rápidamente. Ella sonrió.

- "¿Qué ocurre? ¿Te da vergüenza tocarme?" – sonrió mirándola.

Nikita se quedó mirándola fijamente, su pelo despeinado le cubría el ojo derecho y su expresión mezcla de confundida y seriedad, a Zoba le parecía adorable. Le recordaba mucho a Nicolas. Nikita le negó suavemente sin dejar de mirarla.

- "¿Sabes leer los labios?"

Nikita asintió suavemente con la misma cara. Zoba no dejaba de sonreír. Le parecía muy tierna.

- "Pero te seguiré hablando en signos, te es más cómodo seguro"

Nikita sonrió sólo levantando la punta de sus comisuras muy rápidamente, lo que hizo a Zoba reír. Era un gesto muy infantil.

- "Me caes muy bien, Nikita, y a mi bebé también le gustas, ¿Quieres tocar?"

- "La... la barriga... ¿no?" – gesticuló dudosa.

Ella cogió sin más su mano y la puso sobre su vientre. Nikita se quedó helada y tensa, hasta que notó un golpecito sobre su palma. Abrió la boca suavemente y Zoba sonrió. Se arrodilló en el suelo delante de ella y puso las dos manos sobre el vientre. Ella era un poco más alta que Zoba, uno sesenta y poco, muy delgada pero fuerte, que guardaba mucho más de lo que enseñaba. Miraba embobada la barriga mientras notaba el movimiento en sus palmas.

- "¿Es un niño o una niña?" – le preguntó ella.

- "No lo sé... allí no me lo pudieron decir... tenía miedo de saberlo..."

La mirada de Nikita era suficiente como para saber que le estaba preguntando.

- "Su padre no es un híbrido, es... otra cosa, y me dijeron que si el bebé no nacía híbrido lo iban a matar"

Nikita desvió la mirada suavemente al suelo. Sus palmas se convirtieron en puños sobre su barriga. Zoba los cogió con cariño, lo que la hizo levantarse sobresaltada.

- "Me estáis tratando mejor de lo que merezco"

Ella besó la mano fría de Nikita, justo encima de una cicatriz cosida. Ella pegó un brinco retirando la mano y empezó a retroceder nerviosamente. Se chocó con la mesita y por poco tira la silla. Salió del cuarto rápidamente. Zoba se quedó un poco aturdida parpadeando.

- Bueno... es más tímida de lo que pensaba, pero es muy adorable – sonrió yéndose a la cama - ¿A que sí, bebé mío?

Nikita estaba apoyada en la puerta por fuera del cuarto agarrándose la mano y mirando al suelo. Se la quitó despacio mirándola, mirando la fea cicatriz que había besado en su antebrazo. Sus cicatrices siempre le habían dado igual, pero... ¿había que besarlas? ¿No era así cómo las mamás curaban las heridas de sus hijos, dándoles un beso? Eso ella no lo sabía.

Una sombra enfrente suya le hizo levantar la cabeza y se encontró cara a cara con Warning haciéndole un Kabe-doom.

- ¿Ya has hablado con ella, me dejas a mí un poquito, o no? – dijo con una cara molesta – Y encima te va a hacer dormir en el sofá, anda que no es cara dura la gata. Tú te vienes a dormir conmigo si eso.

Nikita parpadeó mirándola. Sí, estaba muy molesta. Se alejó un poco de la puerta para dejarle entrar al cuarto. No le gustaba esa actitud de su compañera. Warning entró en su cuarto y cerró, dejando a Nikita perpleja fuera.

Warning se puso bien las solapas y caminó hacia ella, sentada en la cama.

- ¿Sabes que este es el cuarto de Nik, verdad?

- Lo sé, me voy a ir al sofá en cuanto coloque bien su cama.

- ¿Pero sabes cuál es el problema, bonita? Que ella no va a dejar que te vayas al sofá en tu estado.

- Yo la convenzo, yo no quiero molestar a nadie.

- Pues a mí me molesta tu actitud, si. – dijo cruzándose de brazos.

- ¿Mi... actitud? – dijo ella levantándose.

- Dime una cosa, gatita... ¿tú no tienes un marido o algo que te ha hecho esa bola? – dijo señalándole la barriga.

Zoba frunció el ceño y se abrazó la barriga.

- "Esa bola", como tú lo dices, es mi bebé. No, no fue planeado, y fue un regalo que alguien como yo pudiese quedarse embarazada de la persona que quiere. Pero lo que tú llamas "esa bola" es lo único que me ha dado fuerza para seguir viviendo, el pensamiento de que alguien está dependiendo de mí al 100%. Y... yo no te he pedido que me saques de ahí, ni que me lleves a tu casa ni nada. Y lo que menos quiero es que encima de estar aquí hacer que te incomode.

- Zoba – dijo con rureza – Dos cosas, no he pedido que me cuentes tu vida, y no he dicho que te vayas. Sólo que, cuidadito conmigo. A Warning Diábolo nadie le toca el...

En ese momento se abrió la puerta del cuarto y entró Nikita rápidamente, y detrás Alexy que casi iba al suelo.

- ¿Estábais espiando? – preguntó Warning poniendo las manos en sus caderas con una postura muy femenina.

- No, no, no... - dijo Alexy.

- Cariño, que estabas con la oreja puesta y ella mirando por la mirilla... que no soy tonta...

- Warning, que está embarazada, no la alteres... - dijo acercándose Alexy con las orejitas bajas.

- No estamos haciendo nada malo – dijo Zoba dando un paso – Ella sólo me está dejando claro cosas básicas de esta casa y yo no tengo ningún problema. De donde vengo en comparación, esto es un paraíso...

Warning iba a hablar pero cerró la boca mirándola. Hubo un silencio incómodo en el cuarto.

- Sólo no molestes, ni a mí ni a nadie – dijo ella saliendo del cuarto – Necesito un trago...

Nikita se acercó despacio a Zoba con la mirada baja.

- "No sé que le pasa... fue mía la idea de traerte aquí, ella debería pagarlas conmigo, no contigo..."

- "Tú eres su amiga y yo una intrusa en esta casa. Me estás dando mucha atención, incluso llamaste a un médico para mí..."

Zoba cogió las manos de Nikita con cariño y ella volvió a ponerse tensa con un pequeño sonrojo disimulado. Pero para Alexy no, para esa avispada cabra no. Se mordía un dedo asomándose para ver mejor el rostro de su compañera con una sonrisita de lado. Zoba soltó sus manos y Nikita las observó.

- "Gracias por todo, pero yo dormiré en el sofá. No te voy a quitar tu cama ni mucho menos"

Nikita abrió la boca y empezó a negar un poco nerviosa sin cerrar la boca. Alexy se rió por lo bajo y dio unos golpecitos en el hombro de Nikita para tener su atención.

- ¡Pues solucionado, dormís las dos aquí en esta cama! – dijo con una gran sonrisa.

Nikita abrió más la boca y los ojos mirándolo negando lentamente.

- ¡Que sí! Mira Zoba, el sofá está duro y raspa como el lomo de una cabra vieja, en la cama de Warning no te vas a meter, te dejaría yo, pero de noche pego coces y me muevo mucho. Así que quédate a dormir con Nikita, sois las dos mujeres, no pasa nada ¿no? – él seguía hablando con una sonrisa.

- Yo es que no quiero molestarla... es su cuarto... - Zoba miró a Nikita, que ella seguía mirando a Alexy con la misma cara.

- ¡Qué le va a molestar, le caes bien, pero no lo admite! Vergûenza u orgullo, nunca lo sabremos – Alexy cerró la boca de Nikita con cariño y le dio dos palmaditas en las mejillas – Además... Zoba necesita atención... y a su bebé le cae bien Nikita... yo lo veo perfecto.

Alexy reprimió un balido cuando leyó los labios de Nikita decirle "te voy a matar".

- Sólo lo haré si ella me acepta en su cama – acabó diciendo Zoba.

- Menos mal que no te ha visto, eso ha sonado un pelín mal y aquí hay mucha mente sucia, no quiero señalar a la tuerta – dijo guiñando un ojo.

Alexy giró a una Nikita con los ojos muy abiertos y apretando los dientes. Zoba le sonrió tímida. Alexy cogió la nuca de su amiga y le hizo asentir lentamente y Zoba le dedicó su mejor sonrisa y la abrazó de lado, para que su barriga no se interpusiera en su abrazo. Alexy la ayudó haciendo que la abrazara moviendo sus brazos. Retrocedió dos pasos y las miró tiernamente. Le encantaba la nueva faceta tímida de Nikita que había descubierto.

Ella escondió su cara entre las orejas de Zoba para que no la vieran. El olor natural de leche y miel de Zoba había vuelto, y era más dulce de lo normal, puede que por su estado. Ahora Alexy tendría que encargarse de Warning, que esa noche les dejara descansar juntas un poco.

Salió del cuarto y fue a ver a Warning. Seguro que quería que le cepillase el pelo.

Ellas dos se quedaron abrazadas sin moverse. Nikita se separó de ella lentamente mirándola a los ojos.

- "Warning vendrá en breve, por favor, sal al balcón cuando la oigas"

Zoba movió sus orejas suaves y asintió. Le pareció una propuesta rara, pero no importaba, lo haría. Nikita asintió y se separó de ella definitivamente para ir a cambiarse de ropa, cuando llamaron a la puerta. Zoba la avisó antes de salir al balcón, que le dio un buen soplo de aire frío. No se acordaba del frío que hacía fuera, con sólo el camisón, la hizo temblar bastante.

Escuchó a Warning entrar en la habitación y preguntar por la híbrida, pero no recibió respuesta de Nikita, puede que no la viera hablar. Zoba no era metiche, pero su fino oído si lo era, involuntariamente...

- Nik... prométeme que mañana nos vamos a ver... ¿de acuerdo?

Zoba giró la cabeza hacia el cuarto, pero las cortinas no le dejaron ver. Unos segundos después escuchó la puerta cerrarse y Nikita apartó las cortinas para encontrarse a una pequeña gatita temblando de frío. Abrió los ojos. No se acordaba del mal tiempo. Se disculpó varias veces mientras la empujaba hacia la cama y la ayudaba a acostarse. La envolvió bien entre las mantas y ella dio un estornudo.

Nikita suspiró y se fue a un pequeño vestidor que tenía, que era un diminuto cuarto escondido en un rincón. Zoba suspiró e intentó quitarse toda la ropa de encima. Tenía frío si, pero a los gatos no les gusta estar tan tapados, es agobiante.

Se levantó y volvió a estornudar, y fue a por un pañuelo de papel para limpiarse. Por el rabillo del ojo, vio a Nikita de pie en el vestidor dándole la espalda. Se asomó un poquito a verla, pues ella no se estaba cambiando de ropa. Sólo estaba quieta dándole la espalda, con el pantalón del pijama y la ropa interior superior. Zoba se dio cuenta que estaba llena de esas cicatrices cosidas, y que su ropa interior se asemejaba más a la parte superior de un pequeño bikini, pues no tenía mucho que sujetar. Nikita se estaba mirando las heridas callada en el espejo. Zoba no lo sabía, pero lo que ella pensaba en ese momento, era en lo poco femenino que era su cuerpo en comparación con el de la híbrida.

Nikita la vio por el reflejo del espejo y giró la cabeza hacia ella, pero Zoba ya se estaba volviendo a la cama. Se dio prisa en ponerse una camiseta y salir para ir a la cama. Se acostó sin mirarla con un poco de vergüenza, y procurando estar bien alejada de ella para no tocarse.

- "Buenas noches" – dijo mirándola de reojo.

- "Tu cuerpo es hermoso"

Nikita reprimió un sobresalto y la miró empezando a sonrojarse. Había poca luz, pero podía ver los gestos de sus manos por la luz que entraba por la ventana del balcón. Ojalá no viese Zoba su sonrojo.

- "Es uno de los más bonitos que he visto. Cuenta muchas historias"

- "¿Qué historias puede contar un cuerpo como el mío?"

- "Perdona si te molestó que te viera, pero los cuerpos con cicatrices son hermosos. Cada herida cuenta la historia que sufriste por tenerla y es bonito"

- "No hay nada bonito en tener cicatrices"

- "Más vale tener el cuerpo herido por valiente que sano por cobarde. Eres muy valiente, Nikita. Buenas noches"

Zobase acercó a ella para besar su mejilla y se acomodó en su lado de la cama.Nikita, en cambio, miraba al techo cada vez más colorada tapando su boca. Mirócon timidez a la gata que descansaba y sus ojos brillaron un poco. Se estaban llenandode amor.

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Parece que a Nikita le esta gustando mucho Zoba, ¿Qué pasará con ellas dos?

¿Acabará Warning por aceptarla?

Y lo más importante... ¿se quedará Zoba con ellas... para siempre?

Nos leemos Gangstercitas! :3

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