Menos gritar y más empujar


El infierno de Zoba se alarga por meses, y Benriya no tiene nada. Nada. Absolutamente nada. Alex está loca y muy pendiente de esos dos. Worick se queda hasta tarde con Nicolas buscando algo, cualquier cosa, sin conseguir nada, y cayendo poco a poco en asimilar que no conseguirán nada... Nicolas se queda hasta muy tarde en su cuarto, a saber qué, pero sin apagar la luz... y bebiendo mucho, mucho más que antes. Se estaba refugiando en la bebida para poder seguir adelante con la búsqueda de su chica.

Aparte de la bebida, se había puesto a entrenar muy duro. Se bajaba al callejón donde había unos sacos de arena de una construcción parada y sin futuro de continuar, y se ponía a golpearlos hasta que se desfogaba. Necesitaba tener la mente en blanco un poco al día, lo necesitaba. Pero cada vez que golpeaba el saco, la cara de su asqueroso padre aparecía en la tela del saco y le animaba a golpearlo más, hasta que consiguió rajarlo y vaciarlo de arena.

Worick lo observaba desde la ventana. Notaba el cuerpo de su amigo más tenso, con las venas de los brazos muy marcadas y los músculos más apretados. El cuerpo de su amigo era ahora mucho más fuerte que el suyo. Worick, sin embargo, tenía que rendir en su trabajo para tener la mente en blanco, y había algunas veces que no funcionaba.

Alex se pasaba el día suspirando. No había manera de cambiar el ambiente de la casa. No había manera de que Worick dejara de investigar, que Nicolas de beber y entrenar... tal vez ellos, necesitaban ayuda mucho más allá de la policía.

*

Los chillidos de la híbrida resonaban por todo el complejo de celdas. Su barriga hinchada dolía muchísimo y sus piernas húmedas, con un poco de sangre, estaban sujetadas por dos soldados en su celda. El capitán Brown estaba a un lado de la celda mirando mientras se encendía un puro. El doctor Sasaki cogía unas toallas.

- Venga, venga, preciosa... que ya viene ese bebé... al final nos has mantenido con la intriga hasta el final del sexo y raza de tu bebé... da igual, si sea lo que sea te lo vamos a quitar – dio una risita posicionándose entre sus piernas.

Ella sólo podía chillar en el frío suelo de su celda. Todos los híbridos del complejo estaban muy asustados y ni se oían. El capitán Brown se acercó.

- Venga, menos gritar y más empujar, saca eso ya de ahí.

- Venga, capitán Brown... - el viejo doctor le contestó con una sonrisa tranquila – Ya tiene una buena dilatación, ya mismo puede empujar... ya le asoma la cabecita...jijiji...

Un soldado se puso detrás de él para incorporarla un poco. Ella sudaba muchísimo y estaba blanca como su pelo.

- Venga gata, empuja de una puta vez – el capitán se acercó impaciente,

A la vez que se acercó, una contracción llegó a su entrepierna y le arrancó un grito de dolor.

- Cuando te duela empujas, bonita, yo recogeré tu bebé – el doctor no le quitaba ojo sonriente.

Nadie la tranquilizaba. Nadie le daba la mano para que la apretase y sus uñas arañaban el suelo de cemento haciendo que sus uñas se rompiesen. Los tres soldados sólo la sujetaban en el suelo, el capitán miraba sin aportar nada salvo asqueroso humo de puro y su bebé iba a ir a parar a las manos de ese viejo pervertido que tal vez no le dejaría ni verlo. Jadeaba mirando al techo con la mirada perdida entre contracciones. Recordó fugazmente lo que el capitán le dijo... sobre lo que le haría al bebé si salía como su padre... a la vez que daba el último empujón y expulsaba a su bebé junto con jugos de la placenta y sangre, y escuchaba el primer llanto de su primer hijo.

Levantó la cabeza despacio para ver borrosamente al doctor envolver a su hijo con una toalla y limpiarlo. El capitán se acercó a ver a la criatura.

- ¿Qué es? – dijo dando una calada – Dame una buena noticia.

- Bueno... - él meneó la cabeza mirándolo – varón... sin cola, sin orejas... un niño Twilight, lo siento mucho, señor...

El capitán tiró el puro al suelo y lo pisó.

- Dame al crío, y obligadla a mirar.

Cogió el bulto entre sábanas mientras dos soldados agarraban a la recién parida híbrida, mareada, adolorida, con ganas de morirse.

- No... no... no le hagas nada...

- Que te dije sobre lo de sacar un crío como el padre, Zoba – dijo entre dientes con una mirada dura – Me pitan los oídos de oírte chillar para darme esto, una puta carga, un monstruo.

- Yo lo cuidaré... no molestará... no llorará... - Zoba intentó clavar la mirada en la del capitán.

Él hizo una mueca. Mientras tanto, el niño no dejaba de llorar.

- Joder con el puto crío de los cojones – le quitó la toalla al niño dejándolo desnudo – Joder, que asco...

Zoba intentó mirar a su hijo. Sólo pudo ver que tenía el pelo negro como su padre y era un poco pequeño. El capitán se agachó a su lado agarrando al niño de mala manera delante de la híbrida débil.

- Que empiezo... ¿por los brazos, o por las piernas? Porque se las voy a arrancar igual – su voz estaba cargada de odio y rencor y con seguridad.

Lo iba a hacer, si o si, delante de su madre. Zoba empezó a negar sin dejar de llorar mientras veía borrosamente cómo el tipo agarraba a su hijo de los brazos y empezaba a separarlos del cuerpo sin que dejara de llorar, intensificando su llanto... haciendo que ella abriera los ojos con desesperación para encontrarse sola en la celda, en posición fetal, abrazando su tripa de tres meses,,, lo más bonito de su vida.

Las lágrimas caían sin control hasta el suelo de la celda. El calor lo estaba llevando muy mal, le provocaba pesadillas similares a esta. Se incorporó lentamente y se fue a un rincón a intentar calmarse, mientras acariciaba con mucho cariño su vientre.

- Mi amor... mi vida... no sé qué eres... pero mamá te jura, te jura por ti, que eres lo que más quiere Zoba en la vida... osea, mamá... que seas niño, niña, twilight, híbrido, te parezcas a tu papá Nicolas, o a tu mamá Zoba... te juro que te voy a cuidar, proteger, a amar... y si alguien te quiere arrebatar de mis brazos... serán cuando estén inertes...


-----------------------------------------------------------------

Hay algunos padres que nunca deberían serlo, pero puede que los hijos de esos padres que no se merecían serlo, puedan ser, si el destino quiere, unos padres maravillosos, además de ser unas personas que amamos profundamente. Nicolas, Worick, sois geniales.

Tres infartos me estaban dando después de que Zoba hubiese dado a luz en su sueño y el capitán le iba a hacer eso al bebé, en serio, yo sabía lo que iba a escribir, pero estaba mala, es demasiado fuerte.

Bueno, veremos como sigue Zoba con esto y que hace Benriya (que Nicolas se está poniendo más wenorro) para recuperar a Zoba.

Nos leemos Gangstercitas! :3



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top