El buen humor después del sexo

Zoba estaba sentada en la cama de Nicolas tapándose un poco con la sábana, mientras su pareja le daba suaves picos en los labios. La tomó de la mano y la levantó de la cama, enrollándola en sus sábanas como un vestido largo. Él cogió una toalla y se la puso en la cadera antes de abrir la puerta despacio. Avanzó primero con cuidado hasta el cuarto de Worick para quitar la silla que bloqueaba su puerta y dejarla en la cocina. Zoba se rió en voz baja desde la puerta de su cuarto.

Nicolas le tendió una mano y ella corrió con él. Se metieron en la ducha juntos. Zoba se hizo un moño alto en la cabeza como un pompón gigante y se metió con él. Nicolas ajustó la temperatura del agua y enganchó el mocho de la manguera arriba de la ducha. Zoba miró su espalda preocupada, le había arañado mucho y sus heridas sangraban. También tenía en los brazos, hombros y pectorales. Lo abrazó por la cintura y empezó a besar y lamer sus heridas con mimo para curarlas, mientras limpiaba la sangre seca con la mano y el agua templada.

Nicolas sonrió mirándola y se lavó el resto del cuerpo. Su cuerpo estaba muy salado por la sangre y el sudor. Nicolas se giró para ver el cuello de Zoba. Lo tenía morado e irritado. De verdad se pasó esa vez con ella. Puso cara de preocupación mirándolo y juntó sus frentes como una señal de disculpa. Zoba besó su nariz. No le importaba mucho, pero le dolía. Nicolas frotó su cuerpo con la esponja, viendo todas las marcas que le había dejado desde los tobillos hasta sus labios. Ella le pertenecía completamente.

Salieron de la ducha y la secó con la toalla. Se secó él después mientras que Zoba se soltaba el pelo. Cuando se acercó a ella para taparla con la toalla, salió corriendo por la puerta del baño hacia el salón desnuda. Nicolas la miró con los ojos abiertos y corrió detrás de ella con la toalla. Desnudo también.

Zoba se puso detrás del sillón sonriendo y mirándolo, moviendo la cola hacia los dados juguetonamente. Nicolas le decía que se acercase con el dedo, pero ella negaba. Rodeó los sillones corriendo para atraparla, pero ella saltaba de sillón en sillón evitando que la tapase con la toalla mientras se aguantaba la risa.

Nicolas también saltó por encima de los sofás para poder atraparla, pero le iba a costar. Sólo tenían la luz que venía del baño, el resto estaba a oscuras. Cuando Zoba vio que Nicolas la perdió de vista un segundo, se agachó y escondió tras el sillón. Sonrió espiándolo, viendo como paseaba su mirada por todo el salón. Se sentó en el suelo poniendo atención hacia dónde se movía con su oído. Eran las 4 de la mañana y estaban jugando en el salón desnudos.

Miró hacia el techo un momento para ver cómo la toalla caía encima de ella como si fuera una red. Dio un pequeño chillido mientras se revolvía para quitársela, pero Nicolas no tardó en ir a agarrarla. Ella se empezó a reír porque le estaba haciendo cosquillas, por eso no notó el sonido de la puerta del cuarto de Worick abriéndose...

Cuando miraron, ya era demasiado tarde para esconderse. Worick estaba en la puerta bostezando con el pantalón del pijama y los miró. Estaban ahí delante suya, sentados en el suelo desnudos, Zoba envuelta en la toalla, mirándole. Zoba se aguantaba la risa, Nicolas no sabía dónde meterse.

- ¿Pero qué...? - dijo Worick en un susurro frotándose su ojo bueno.

- Estás dormido – le dijo Zoba – Hermano Worick está medio dormido aún, está soñando tonterías. Cuando vaya al baño y vuelva no estaremos.

Nicolas se tapó la boca escondiendo su risa. Worick volvió a bostezar.

- Si, seguro... vaya tontería... - dijo cansado.

Fue caminando al baño medio dormido, y en cuanto entró, ambos corrieron al cuarto de Nicolas a encerrarse. Zoba se empezó a reír por la tontería que había dicho, y que además Worick se la había creído. Miró a Nicolas con una mano en la boca. Él se estaba riendo suavemente mirándola. Era una risa muy ronca, nunca la había escuchado así. Ella pensó que tal vez Nicolas se enfadaría y noquearía a Worick antes de que les viese desnudos corriendo por el salón a las 4 de la mañana, pero se lo tomó con humor. El buen humor después del sexo.

La tomó de las mejillas y la besó sin dejar de sonreír. Esa chica lo había convertido en un hombre bueno, cariñoso y tierno. Pero sólo con ella, ¿eh?

Dejó la toalla en el perchero y encendió la luz de la mesita. Sacó de su cajón unas vendas y una gasa fina para curar el cuello de Zoba. Ella se echó el pelo a un lado para dejarle. Primero le desinfectó la herida con cuidado, pues dolía de verdad, puso la gasa y luego las vendas alrededor de su cuello sin apretarle mucho. En vez de ponerle un esparadrapo al final, partió la venda por la mitad y le hizo un lazo con ella a un lado de su cuello. Zoba le besó la mano y le sonrió. Lo quería más que a su vida.

Nicolas guardó las vendas y se acercó al espejo de cuerpo entero que tenía en el armario para mirar sus arañazos. Sonrió de lado mirándose. Las muestras de la pasión de su chica eran unos adornos corporales preciosos y perfectos para él. Al ponerse de lado, se dio cuenta de unos arañazos que no notó. Tenía cuatro arañazos en un glúteo. Se miró de lado. ¡No recordaba cuando ella le arañó el trasero!

La miró y ella se aguantó la risa tapándose con la sábana.

- ¿Estás... orgullosa de esto? – preguntó señalándolos.

La respuesta de Zoba era muy clara.

- Eres muy traviesa... - le susurró.

Nicolas cambió las sábanas rápidamente, pues tenían restos de sangre, sudor y otros fluidos corporales por unas limpias. Se acostaron desnudos entrelazando sus piernas y apegándose. El olor a gel de baño era muy relajante y agradable. Se dieron un beso de buenas noches antes de quedarse dormidos.

*Narra Nicolas*
He pasado sin duda la mejor noche de mi vida. Mi amada es completamente mía. No hay nadie que la desee, que le interese, que piense en ella como mujer salvo yo. Mi pequeña gatita juguetona ha resultado ser una leona.

Y quién me iba a decir a mí que yo correría por el salón desnudo detrás de ella una madrugada, igual que dos niños pequeños. ¡Eso no lo he hecho nunca!

Pensé durante un segundo en noquear a Worick, pero Zoba salió diciéndole que era un sueño. Estaba tan dormido que ni se enteró de la verdad. En vez de enfadarme, me divertí. Nunca pensé que existían maneras de divertirme para mí que no fuera disfrutando de una buena pelea. De verdad esta chica me hace ver las cosas más positivas. El día que ella falte de mi lado, no quiero ni pensar lo que sería de mí...

Y bueno, me esperaba encontrar arañazos, pero no tan marcados. Y los de mi trasero han sido una sorpresa...

Después de todo, cambié las sábanas y nos acostamos. Se nos notaba el cansancio. Acaricio con cariño su cara. Ella es muy hermosa, muy pura. De verdad no parecía que la hubiesen usado como un juguete sexual. Pero a partir de ahora, nunca nadie la volverá a tratar mal. Yo me encargaré de cuidar de lo que más amo. Le beso los labios deseándole un buen sueño, y caemos derrotados rápidamente.
*Fin de la narración de Nicolas*

A la mañana siguiente, todos se levantaron tarde. Se hicieron los remolones en la cama durante un buen rato, rezando para que no sonara el teléfono ni nada parecido. La primera en levantarse fue Alex, que fue a la cocina estirándose y pensando que había dormido muy bien.

Después salieron Nicolas y Zoba. Ella llevaba una ropa que le tapaba las marcas que le dejó Nicolas anoche, y tapaba bien su cuello con su espeso pelo. Luego llegó Worick bostezando, con la misma cara de sueño que unas horas atrás.

Se sentaron a la mesa. No tenían planeado nada para hoy, así que sería un día de descanso. Nicolas se puso a leer un libro mientras. El forro era de un libro de lenguaje de señas, pero dentro en realidad estaba leyendo otro. Se trataba de un libro sobre comportamiento híbrido de la rama felina. Quería conocer los secretos de la anatomía y el carácter de su novia.

Estaba leyendo con atención una parte de su sexualidad.

"Los híbridos hembra de la rama felina son difíciles de embarazar para un humano. La probabilidad normal de que un humano y un híbrido tengan descendencia es de 1/1.000 veces. Esta cifra puede variar según el consentimiento que el híbrido tenga ante el acto sexual. Si es forzado u obligado, sintiendo odio, miedo o asco hacia el humano, el porcentaje de embarazo puede llegar a 1/15.000, pero si es consentido, querido, con previo deseo de realizar el acto (cosa que muy rara vez pasa, ya que no son tratados de algo con derechos ni su vida tiene valor en un juicio) el número puede descender incluso a 1/100. Estos datos nos demuestran por qué los híbridos llegarían a extinguirse si se siguen usando entre los humanos solamente y no dejando que copulen entre sus mismas razas para mantener el número de especies"

Nicolas leía enfadado, pero con curiosidad. Odiaba que tratasen a los híbridos de esa manera, de objetos vulgares, pero le gustaba que alguien se tomara la molestia de escribir sobre ellos, aunque veían de mal gusto que un humano y un híbrido llegaran a enamorarse. Llegó a su mente por un momento el dato ante la negación del híbrido a copular. Se estremeció al pensar en la madre de su Zoba, la de veces que tuvo que ser abusada en contra de su voluntad por el padre de su mejor amigo para llegar a tener a su hija. Con razón ella deseaba morir.

Una mano cálida le sacó de sus pensamientos. Zoba le había llevado el café con una sonrisa. Se quedó mirándola unos segundos. Él la amaba de verdad, y ella también a él. No quería imaginarse por un segundo que lo de anoche no fuese consentido. Pero todo se despejó en su mente cuando ella se acercó a besar sus labios.

- ¡Beso de buenos días! – dijo sonriendo.

Nicolas sonrió un poco viendo cómo se marchaba a llevarle su taza a Worick. Él la cogió y empezó a mover el café con la cucharilla y la mirada perdida. Finalmente se decidió a hablar.

- Anoche soñé... que Zoba y Nicolas estaban corriendo por el salón desnudos – dijo muy serio.

Alex se empezó a reír y Zoba después. Nicolas por pocas se atraganta con el café, pero hizo como que no había leído sus labios.

- Hermano Worick tiene unos sueños muy raros... - dijo Zoba feliz.

Ella sabía disimular muy bien algunas cosas, y miró a Nicolas. Él hacía como que seguía leyendo, pero en verdad se estaba enterando de todo.

- No, mis sueños en verdad suelen ser eróticos, pero nunca del tipo de soñar con mi hermana y mi amigo desnudos jugando al pillar en el salón– dio un trago a su café.

- ¿Te imaginas que no hubiese sido un sueño? – dijo Alex dejando una bandeja de dulces y sentándose con él.

- Lo debería haber grabado junto con el Nico Nico Nii - dijo Worick cogiendo un bollo.

Se empezaron a reír juntos. Nicolas y Zoba se echaron una mirada cómplice disimulada. Sólo ellos sabían que es lo que había pasado... a lo largo de toda la noche.

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Un capítulo cortito y ameno después de uno largo y rompecabezas de lemon me ha sentado fenomenal.

Ahora poco a poco, empezarán cosas nuevas, pues aun nos quedan cosas nuevas sin revolver.

¿Acabarán Nicolas y Worick diciéndole la verdad a Zoba?

¿Qué hay de los cazadores de híbridos para compra-venta?

Y la que ha pasado de desapercibido... Nicolas y Zoba hicieron el amor sin usar protecciones... aunque es todavía muy bajo el porcentaje de un embarazo de híbrido y humano consentido, aquí puede pasar de todo... y nada es imposible, ¿verdad?

Nos leemos, Gangstercitas!! :3


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