10 años después
Como bien dice el título, he querido hacer el último capítulo contando que ha pasado 10 años después en diferentes partes con diferentes personajes en invierno. ¿Tendrán todos suerte? ¿Se merecen su forma de vida actual? Eso lo decidiréis vosotras, pero bien sabéis que el destino no siempre es justo, pero pone a cada uno en su lugar.
Disfrutadlo ^^
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En un remoto lugar, donde los campos son fértiles, el bosque abunda y los ríos corren caudalosos, existe una enorme hacienda que la mantenían dos viejitos.
La abuela Josianne se encargaba de los animales, de limpiar, de cuidarlos, cocinar y de ser la yaya de todos los niños del pequeño pueblo, que solían ir a verla y merendaban sus galletas.
El abuelo George era un hombre muy delgado pero de gran vitalidad. El se encargaba del campo, las cosechas, los vehículos y el comercio. Tenía mucha maña y siempre llevaba su gorro de paja.
Ellos ya no tenían hijos, pero sí un nieto, que trabajaba como militar y pasaba grandes temporadas sin aparecer por casa.
Pero sus vidas cambiaron cuando unas personitas especiales llegaron a sus vidas.
Peggy era una híbrhida de vaca adulta que ya no producía leche y era la mejor amiga de la abuelita Jossie. Ella le ayudaba a cuidar del resto de animales, a limpiar la casa y le daba mucha conversación. En realidad, Peggy era muy habladora y estaba llena de vida.
Tornero era un híbrido de rinoceronte que acompañaba a George donde quiera que fuera. George era un hombre delgado y con poca fuerza, así que un tipo grande y fuerte como él era la salvación a sus problemas. Le ayudaba a arar con el tractor, a llevar sacos de pienso e incluso se ofrecía a sostener el coche en alto para que George arreglara las averías sin que le doliese la espalda. Él, junto con su linda hija, también encontraron un hogar donde los tratan justamente.
Yiyi era una híbrida de ratón que juntos con sus 6 hermanos menores se había mudado allí con ellos. Yiyi se ganaba la vida ejerciendo de maestra en un cobertizo de los abuelos, a los que daba clase tanto a híbridos como a humanos, juntos en una misma clase desde jóvenes para que aprendan que ambas razas son iguales y no deben discriminarse. Entre sus alumnos están sus hermanos menores, los niños que visitan a Jossie y la hija adolescente de Tornero.
Seijuro era un híbrido de león que también fue acogido en esa hacienda, pero no vivía con ellos. ¿La razón? Era el protector o guardaespaldas del nieto del matrimonio y estaba con él en el Cuartel. Sin embargo, digan lo que digan, el chico no puede evitar mirar a ese majestuoso león de mirada penetrante con algo más que admiración en sus ojos.
Ellos volvían de permiso a la hacienda para pasar navidades con toda la familia. No eran perseguidos ni buscados, y podían tener por fin una vida digna.
*
Cada uno celebra fin de año y Navidad a su manera. Gaston Brown por ejemplo, las va a celebrar en su mansión, jubilado, forrado de dinero... pero solo.
Aunque eso no era del todo cierto, pues su regalo de Navidad fue comprar tres prostitutas para él sólo. Y se aseguró que fueran Twilights, porque le gustaba denigrarlas y hacerlas sentir inferiores.
Las tres chicas, hermanas además, fueron conducidas a su cuarto. Llevaban típicos vestidos cortos simples enseñando las piernas o el escote, eran jóvenes, muy delgadas y cuerpos maltratados, de cabellos negros y ojos inexpresivos.
Gaston ya tenía el pelo canoso peinado hacia atrás, había engordado y llevaba un parche más pequeño y elegante, y seguía fumando como un carretero.
- Venid por aquí, putitas, sentaos. Aprendeos bien mi cuarto, pues pasaremos aqui muchos ratos juntos... - dijo mientras daba unos golpes a su colchón.
Las chicas se acercaron algo tímidas y se sentaron en el filo de la cama alrededor suyo. El vio que todas llevaban sus placas con un D5.
- No pienso aprenderme vuestros nombres, os llamaré como me plazca y tenéis que obedecedme. Sólo y únicamente a mí, a quien debéis llamar amo. No se opone resistencia, a no ser que os la pida, os dará igual lo que haga u os diga pues sois mis juguetitos nuevos. Pensad que os he hecho un favor al compraros y sacaros del burdel, ya que vivireis en una mansión. ¿Nos vamos a llevar muy bien, a que sí?
Ellas asintieron lentamente.
- Mira que sois feas... - dijo con una sonrisa - todos los twilight son horribles, un retraso en la evolución humana - dijo mientras encendía un puro - Ah, si por casualidad notais síntomas de embarazo, lo quiero saber al momento. Os haré abortar, de la forma que sea.
Así pasaron algunas noches muy entretenidas para Gaston, muy denigrantes para las chicas, recibiendo burlas, golpes, bulling y vejaciones.
Ellas siempre volvían a su habitación después de que Gaston terminara con ellas, pero esa vez se quedó dormido justo después de un coito, tirado en la cama, roncando. Dos de las chicas se vestían de nuevo para marcharse, pero la otra, la mayor, estaba desnuda al lado del viejo roncando, mirándolo fijamente mientras se limpiaba la sangre de su boca con un cojín en la mano.
Una de sus hermanas la miró y se acercó despacio susurrando.
- Arianna, no... es muy peligroso... - dijo poniendo sus manos en los hombros desnudos.
- Esto es peor que el mismo infierno, Adella... -dijo la menor apretando los puños y la mandíbula - En el prostíbulo por lo menos nos trataban de personas. Aquí somos juguetes...
- Arianna, te entendemos bien... tanto Annalisse y yo... pero al menos tenemos un hogar...
- ¿A cambio de qué? ¿De la poca dignidad que nos queda? Lo dices como si no hubieras visto lo que este cabrón ha obligado a hacer a Annalisse.
Annalisse miraba callada desde la puerta a sus hermanas y se abrazó despacio.
- Si no quereis ayudarme, id a vuestro cuarto. Si algo sale mal, sólo será culpa mía - Arianna cogió el cojín con las dos manos - Es el deber de la mayor proteger a las pequeñas... y yo lo he hecho muy mal... todo este tiempo.
Arianna puso el cojín en la cara de Gaston e hizo presión con su cuerpo. Adella corrió a sujetar uno de sus brazos fuertemente y Annalisse el otro dando su mejor esfuerzo. Pronto el cuerpo empezó a resistirse, y ellas hicieron todo el esfuerzo que pudieron por conseguir su objetivo.
Puede que fuese un soldado entrenado y pudiese aguantar bien la respiración, pero tantos años fumando tienen que tener un efecto negativo de alguna manera.
A los pocos segundos, dejó de resistirse. Las hermanas no se la jugaron y se quedaron presionando un poco más, hasta que Arianna quitó despacio el cojín para ver que, efectivamente, estaba muerto.
Las otras hermanas se retiraron temblando, Annalisse a punto de llorar.
- Coged todo lo que veáis de valor, nos vamos de aquí... - sentenció Arianna.
Así fue como las hermanas Twilight saquearon la mansión rápidamente, se vistieron como un hombre para no llamar la atención y se marcharon corriendo de la mansión mientras nevaba.
Arianna echó una mirada atrás. Tal vez si nadie echaba de menos a ese viejo... podrían quedarse a vivir ahí... siempre y cuando se deshicieran del mayordomo. Ahora matar no le parecía algo tan malo.
Esa Navidad se puso fin a la vida de un buen soldado, un buen tirador y un gran hombre de negocios... pero también de una persona asquerosa, un padre despreciable, un hombre horrible, un machista xenófobo y muchas cosas más.
Puede que no tuviera el final que a muchos le gustaría, que piensen que no pagó, que no sufrió suficiente, pero muy seguramente, Gaston estará atormentado siempre por haber sido asesinado por tres mujeres, a las que él mismo compró y eran suyas, feas a su vista, delgadas y pequeñas, desarmadas... y Twilights. Señor machista abusador del poder, usted ha muerto a manos de mujeres desarmadas de la raza que odia, ¿es el infierno como se imaginaba?
*
Warning se arreglaba frente al espejo y se pintaba los labios. Se puso bien su ropa y se peinó con los dedos. Se había cortado el pelo hasta dejarlo en una melena corta muy femenina y salió de su cuarto.
Alexy había terminado de poner la chimenea y se miraba coqueto delante del espejo del recibidor. Le habían crecido unos bonitos cuernos redondeados y eran su orgullo varonil. Pero seguía siendo igual de cabra loca que siempre.
- Cabra presumida, ¿has acabado? - pero eso no impedía que ella le siguiese llamando "cabra".
- Si, estoy listo - dijo felizmente mientras se colocaba el gorro - Abrígate bien, está nevando.
- ¿Seguro que no se te olvida la lista de la compra esta vez? - dijo mientras ella se ponia el abrigo.
- Llevas con la misma bromita 10 años, actualizate... vieja :3 - dijo con una amplia sonrisa.
Warning le lanzó las llaves del coche y Alexy las esquivó por poco, quedando enganchadas en uno de sus cuernos.
- Ve arrancando el coche, cornudo, que ya voy...
- Si aquí la cuestión es insultarme... - Alexy giró los ojos y salió de la casa para arrancar el jeep.
Warning suspiró y cogió su bufanda. Iban a hacer unas pequeñas compras para cenar hoy algo bueno, como todos los años. Abrió la puerta de casa y antes de salir echó una mirada al salón. La chimenea tenía brasas inofensivas para que la casa estuviese caliente a la vuelta.
- Nik, cuida de la casa, vamos a salir a hacer unas compras, volveremos pronto... te quiero...
Ella salió cerrando la puerta de la casa con llave y se reunió con Alexy.
Encima de la chimenea tenía puesta una pequeña urna negra muy bonita pero con decoración simple sobre la repisa. A un lado tenía una foto de Nikita de hace varios años, cuando era una adolescente, y al otro, la foto que se hizo con Zoba y Teru, que era la única que tenía con algo similar a una sonrisa. Sobre ellos, colgado en los ladrillos de la chimenea, estaba la katana de Nikita colgada como si fuese un trofeo o una reliquia.
El día en que Nikita no cumplió la promesa de Warning llegó hace algunos años. Se fue sin avisar, sin hacer ruido y sin dolor mientras dormía con la expresión tranquila, y la foto de la chica que amó con el hijo que nunca podría ser suyo en su mano. Ellos dos se enteraron antes de entrar a su cuarto, pues Nikita no salió a desayunar ese día.
Desde entonces, siempre que se van, Warning pone alguna excusa para quedarse sola unos segundos y poder hablar con Nikita a escondidas, y en vez de decirle que espera verla todos los días, le dice que la quiere, algo de lo que se arrepiente no haberle dicho nunca a la cara.
La casa estaba más apagada desde entonces, parecía mas grande, y a Warning se le echaba el mundo encima cuando se quedaba sola. El cuarto de Nikita estaba cerrado con un candado, con las cosas tal cual las dejó ella, menos la foto y su katana, que la acompañan en la chimenea mientras ella cuida de la casa cuando sus compañeros se van a trabajar.
*(haga aquí su descanso para llorar)*
La vida en Ergastulum de nuestra familia protagonista se llevaba pacíficamente. En la clínica del doctor Theo, los años no habían pasado muy bien para él, y se quedaba todo el día para consultas de clínica mientras que Nina, una joven preciosa de 23 años, era la doctora principal. Sabía defenderse muy bien y por eso el doctor Theo no tenía miedo de que ella saliese a hacer consultas a domicilio.
En sus ratos libres, ella seguía haciendo avances sobre los hibridos. Estaba escribiendo algunos libros y artículos aue estaban llamando la atención de algunos científicos. Había pasado el día de hoy con esta familia y había vuelto pronto a casa para estudiar.
¿Que pasaba hoy? Pues veréis... era el día en que Teru cumplía 10 años. Nuestro pequeño gatito travieso se estaba haciendo un hombre. Ya no era tan travieso, se había vuelto precavido y observador, algo callado tal vez, pero todo esto le ayudaba a hacer de vez en cuando alguna tratada nueva, y su víctima solía ser su inocente tío Worick.
Worick se había jubilado hace poco de su trabajo de gigoló, con la excusa de "son muchos años y ya estoy cansado" cuando la realidad es "ya estoy algo mayor y no rindo tanto ni resulto tan atractivo". Aunque fuera lo que fuera daba igual. Tanto él como Alex, trabajaban y hacían turnos en la tienda de la abuelita, pues su reciente fallecimiento hizo que la tienda quedara sola y sin nadie que la rentara. Así que ellos se encargaron, dejándole a Worick el regalo de cigarrillos gratis de por vida.
Zoba se había convertido en una mujer de 31 años madura y preciosa. Se cortó el pelo hace unos años por los hombros, corto de atrás y poco a poco más largo hacia delante y no lo tenía tan espeso como antes. Su cara ya no era la de una niña y la ropa de su armario tenía más variedad que vestidos. Se había convertido en una híbrida preciosa.
Nicolas por su parte, no había cambiado nada de nada, pese a tener ya 45 años. Puede que tal vez se acentuaran más las arrugas de su rostro, pero era muy poco cambio para 10 años que habían pasado. Worick solía decirle que en eso tenía mucha suerte, había cambiado muy poco y no envejecía. Mejor para él, pues así parecía menos mayor para poder lucir a su preciosa novia como llevaba haciendo tantos años.
Y bueno, la relación de estos dos era... simplemente perfecta. El amor no había cambiado para ellos, seguían tan enamorados el uno del otro como hace 10 años, apenas habían tenido peleas y no eran nada que no pudiesen arreglar, tenían un buen hijo y tiempo para todo.
El cuarto de invitados que en un principio usaba Alex lo arreglaron para Teru, pues Alex ya dormía con Worick, así que el cuarto volvía a ser de ellos dos solos, dormían juntos todas las noches que podían y estaban criando a su hijo como sus abuelos no pudieron hacer (o no quisieron) con sus padres.
Las peticiones de Chad hacia Benriya disminuían poco a poco, algo de agradecer, y Constance solía llamar para que Nicolas fuera a su tienda a hacer algunas chapuzas que se le daban bien.
Y como he dicho hace un ratito, hoy ha sido el cumpleños de Teru. Después de haber hecho una buena comida y hacer tomado pastel, Teru se sentó en el salón con su tío a leer uno de los libros que Nina le había regalado. Worick lo miró de reojo mientras él pasaba páginas y sonrió. Él también le enseñó a Teru a leer y a escribir, como antes hizo su madre, y antes de ella con su padre.
Le vino un pequeño flashback a la mente de hace años de un pequeño Twiligh aprendiendo a escribir.
Teru era... realmente una copia de su padre.
Alex estaba preparando la cena para esta noche, la favorita de Teru, (¿La adivináis?) Los preciados boquerones fritos. Él olisqueó un momento y soltó el libro sigilosamente para ir a la cocina sin ni siquiera alertar a Worick que estaba a su lado. Había aprendido a ser muy sigiloso. Entró en la cocina a hacer alguna de las suyas, sin embargo, Alex no era tan sigilosa ni pasaba tan bien desapercibida como él.
- ¡Teru! ¡El boquerón!
Teru salió huyendo de la cocina a cuatro patas a encerrarse en su cuarto. Él sabía caminar bien a dos, pero huía mejor en cuatro. Worick soltó una pequeña risa. Puede que el pequeño madurase mucho y eso pero... seguía siendo un ladrón de comida.
En el cuarto de Nicolas, este estaba sentado en la cama con Zoba abrazándolo por detrás. Él aún no había dado a Teru su regalo de cumpleaños. Zoba acariciaba sus brazos y lo miraba por el espejo que tenían delante, en el armario, mientras Nicolas observaba el regalo de su hijo en sus manos.
- "¿Estas seguro de que quieres regalarle eso?" - le preguntó ella para que le viera por el espejo.
Nicolas asintió un poco suspirando mirando el regalo en sus manos. Zoba sabía que era algo difícil para él regalarle eso, y le dio unos besitos en el cuello para animarlo.
- "No estés mal... ya verás como le gustará, y lo cuidará..."
Nicolas se estremeció con una sonrisa y tomó la cara de Zoba entre sus manos. Habían besos que parecían ser los primeros que se daban por cómo les hacían sentir, lo mismo pasaba con caricias y abrazos, palabras que sabían hacer muy bien que el otro se sintiese mejor.
- Pre... ciosa... - dijo Nicolas mirando su cara desde cerca.
- ¡Ca-calla! ¡No digas eso! - ella se sonrojó un poco molesta.
- Aprende de una vez... - él cogió su nariz - a aceptar... piropos... pero sólo los míos. (Nicolas celoso versión 10 años después, celos maduros)
Ella se rió intentando quitar su mano de su nariz y Nicolas se acercó a besarla. Cualquiera que los viera pensaría que llevaban unos meses de relación, cuando eran más de 10 años. Nicolas se refería a Zoba como "su mujer" delante de otros hombres y presentandola a alguien, aunque no estaban casados, ni tenían pensado hacerlo, en realidad. Puede que él se acordase todavía de ese momento en cuál llamo así a Alex delante de Zoba y le hizo tanto daño...
Pero ellos tienen algo similar a unos anillos de boda, pero los lleva Zoba. ¿Os acordáis del colgante que Nicolas regaló a Zoba y Gaston se lo quitó? Pues en el siguiente aniversario, Nicolas regaló uno a Zoba igual que el anterior, pero de calidad, y en cada aniversario, él le regala una pequeña bolita de plata que ella va añadiendo al collar. Zoba estaba orgullosísima de su nuevo collar, símbolo de su amor y del tiempo que llevan juntos.
Nicolas se tumbó en la cama abrazando a su mujer y quedando en su pecho descansando un poco, mientras ella acariciaba su pelo. Tenía el regalo pero Teru, pero también otro regalo para Zoba que ella desconocía.
A la noche mientras cenaban, Nicolas fue a su cuarto a por el regalo. Teru lo observó con medio boquerón asomando en su boca. Su mirada de curiosidad, sus inocentes gestos... eran iguales a los que hacía su padre a su edad, aunque eso sólo lo sabía Worick.
El medio boquerón de su boca cayó al plato cuando vio aparecer a su padre con su katana guardada en su funda.
- "Pequeño gatito" - era cómo le llamaba su padre, y le tendió la katana.
Teru se levantó de la mesa y fue a su lado con la cola en alto y mirada curiosa pero seria, tomando despacio el arma.
- "No recuerdo quién me la dio, ni a que edad, ni por qué" - indicó mirando a su hijo - "La tengo desde que recuerdo, y me ha salvado muchas veces la vida. A mí, a tu tío a tu madre... pero también le ha quitado la vida a personas que no se lo merecían, algún día sabrás estas historias" - Teru lo miraba atento. Era muy inteligente y aprendió el lenguaje de signos muy rápido - "La he limpiado bien y ahora es tuya. Espero que con ella hagas más cosas positivas que negativas, aprendiendo lo que conlleva tener un arma como esta. Espero que algún día... tengas a alguien a quien proteger con ella como he tenido la suerte de hacer yo" - dijo mirando a Zoba, que se escondía detras del vaso de bebida sonrojada.
Teru observaba el arma y dio una pequeña sonrisa. La dejó sobre una mesa y se lanzó de un salto a los brazos de su padre y empezó a darle pequeñas lamidas por la cara que molestaban mucho a su padre. Aún así, Teru lo sabía y seguía dandolas sólo por fastidiarle un poco.
- Ter...uuu... - dijo intentando apartarle la cara al pequeño gatito travieso - no hagas eso...
La razón por la que a Nicolas no le gustaba eso sólo la sabían él y Zoba. Ambos tenían la lengua felina, y Zoba usaba la suya a veces para darle unas ásperas lamidas por el cuello a Nicolas que... no dejaban ir marcha atrás, que digamos. Así que no quería que Teru hiciese eso.
Cuando volvieron a mesa, Nicolas se quedó de pie.
- "Tengo... otro regalo... pero este es para mi chica"
Ella se volvió a esconder detrás del vaso roja. Tantos años y ella aún se sonroja como si fuese la primera vez. Nicolas fue a su lado sentándose y le quitó el vaso de delante despacio, pero antes de que viese su cara, puso su cola esponjosa delante.
- Zoba... - la llamó él suavemente.
Ella bajó un poco su cola para enseñar sus ojos, no su sonrojo.
- Tengo que contarte algo...
Todos en la mesa se pusieron atentos. Zoba levantó sus orejas despacio que se escondieron por la vergüenza.
- "Hace muchos años... antes de que naciese Teru, tuve un sueño una noche... creo que fue poco después de que empezasemos a salir formalmente... y todavía me acuerdo de él. No lo he olvidado porque ese sueño me recordó a algo que pasó en realidad. Cuando era pequeño... hice algo que estuvo mal... sabes que yo... maté a una mujer... importante para ti..."
Un gesto involuntario de los ojos de Zoba le indicaron que no dijese más, que ya sabía a quién se refería. A su madre...
- "Ella me dijo que quería que vivieras para ver las cosas bellas que tiene este mundo... y yo, después de despertar y verte durmiendo plácidamente en mis brazos... le hice la promesa a esa mujer de hacerte feliz y enseñarte las cosas bonitas que hay ahí fuera. Hoy, tantos años después, no lo he cumplido"
- Pero Nicolas... - ella quitó la cola de su cara cogiendo sus manos - Sí que me has hecho muy feliz y sé que seguirás haciéndolo... he visto lo bonito que es estar contigo, lo bonito que ha sido encontrar una familia, criar a Teru... no digas que no has cumplido.
- "No he cumplido" - sentenció él - "El tipo de promesa que yo hice era enseñarte las cosas bellas del mundo, no las que nosotros hemos creado para embellecer el nuestro"
Zoba se volvió a sonrojar y desviar la mirada.
- "Así que nosotros nos vamos a ir unos meses a ver el mundo. Como unas vacaciones. Los dos solos, tal y como prometí que haría. Y nos vamos mañana"
Zoba dio un salto en su mesa mirándolo. No se lo creía. Worick y Alex empezaron a aplaudir y Teru les siguió, con las mangas tapando sus manos porque le quedaba grande la ropa.
Esa misma noche, cuando todos se acostaron, Zoba y Nicolas subieron al tejado con ropa cómoda y calentita, como hacían un par de veces por semana por la noche.
Ellos solían hacer una carrera por Ergastulum para mantenerse en forna y divertirse. Había nieve y eso sería... interesante. Nicolas giró los brazos mientras Zoba se ponía guantes. Ella siempre corría a cuatro patas. A veces ganaba uno, otras el otro, pero el marcador iba igualado.
- "Haz el calentamiento bien, viejo, que te atrofias" - provocaba ella.
- "No se por qué te pones guantes, corras a dos o cuatro patas, vas a perder igual" - contestaba él, acercándose peligrosamente.
- "Pero en cuatro te gusta más" - ella se acercó también con una sonrisa maliciosa.
Acercaron sus caras mientras el vaho salía de sus bocas por el frío, quedando muy cerca, pero no llegaron a besarse. Sólo a provocarse. Zoba se puso de puntillas, lo que Nicolas interpretó como cerrar ese beso y cerró los ojos. Pero no lo hubo. Los abrió para ver a Zoba empezando la carrera por los tejados sin él.
- ¡HEY! - el gritó empezando a correr y perseguirla.
Zoba rió corriendo más, pero Nicolas se esforzó en perseguirla hasta ponerse detrás. Unos tejados más adelante consiguió ponerse a su lado cerca de la meta, pero en vez de continuar la carrera, embistió contra ella abrazándola y cayendo del tejado a un montón de nieve en un callejón.
Zoba no paraba de reír. No se habían hecho daño, y Nicolas había caído encima suya, agarrándola por las muñecas, y la observaba con una sonrisa ganadora.
- Eres una... tramposa... - le dijo mirándola.
Ella puso una cara inocente de no haber hecho nada malo, lo que provocó que Nicolas se acercara a ella para besarla con algo de violencia, como un castigo por traviesa.
Puede que ellos hayan pasado muchas cosas horribles, que han enterrado en su pasado y ahora sólo viven por el presente y el futuro. Si siguen así, todo iría bien. Después de todo... esos dos... se entienden sin palabras.
FIN
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LEEDME POR FAVOR, ES MI DESPEDIDA Y CRÉDITOS
He llorado un montón haciendo este capítulo, estaba emocionada y triste. Es la primera historia de Wattpad que termino y me ha dado mucha pena, pues me lo he pasado genial haciéndola.
Me he dado cuenta que poco a poco ha ido viniendo más gente a verla, empecé con un par de gatos visitando la historia y poco a poco he ido encontrando nakamas en el camino, lo que me ha hecho muy feliz.
Puede que os haya gustado más o menos en su conjunto, pero yo estoy orgullosa.
Hemos tenido momentos en los que se nos puede haber caído alguna lagrimilla...
Algunos en los que puede que os hayáis enfadado y dado un golpe...
Otros tiernos en los que nos ha costado sacarle un sonrojito a Nicolas...
Y cómo podían faltar las tonterías de Worick...
Bueno, pero al final todo salió bien :3
Y con esto termina la historia de amor de Nicolas Brown 💞
Así que, yo creo que ya está todo dicho. Dar las gracias a todos aquellos que me han acompañado a lo largo esta historia con sus votos y comentarios... a los que quiero pedirles un favor muy grande.
Gangstercitas que me hayáis leído, ¿podéis ponerme un comentario, el que sea, en este capítulo? Quiero ver que personitas había en la sombra y no tan en la sombra caminando conmigo por esta historia. Me haría ilusión saberlo.
Y ya con esto, me despido. Nos leeremos en algún fanfic más de los que tengo u os comente en vuestras historias, así que no me echéis de menos.
Gracias por todo, personas maravillosas 😘😍
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