🎮 16

El día de la cena de bienvenida había llegado. Chan estaba nervioso, sus manos sudaban y creía que dejaría caer la bolsa de papel con el vino, además de que se sentía torpe y creía que diría algo totalmente estúpido. Jamás había hecho esto, era algo totalmente desconocido para él.

Para su suerte, Felix estuvo a su lado en todo momento. Lo ayudó a elegir su ropa, a peinarse y a elegir el vino que les gustaría. También le daba palabras de aliento y besitos para calmarlo.

Después de cierto día, no habían vuelto a tocar el tema de por qué Felix comenzó a mostrar interés en Chan, el menor prefirió dejarle su tiempo para decirle. Era una duda que venía a él muy seguido así que realmente esperaba la respuesta.

Mientras llegaban a la casa, Chan paró en seco.

— Me voy a hacer en los pantalones.

Felix rodó los ojos y regresó a su lado, tomando su mano y jalándole para llegar a la puerta.

— No seas así.

— ¡Me da miedito!

Al tocar la puerta, Felix le dio un pequeño golpe en la nuca que lo hizo quejarse y chillar, pero aún así al escuchar los pasos hacia la entrada se obligó a quedarse quieto y sonreír.

— ¡Qué alegría verlos! — les dijo una mujer mayor con cierto parecido a Felix, quien estaba sonriente y tenía puesto un delantal de cocina.

— Hola, mamá! — saludó Felix soltando a Chan y abrazando a su madre —. Mhm, huele bien, extrañaba tu comida.

— Y yo extrañaba cocinar para ti, cariño.

Felix se volteó a Chan, quien estaba fingiendo que el piso era demasiado interesante, y agarró su mano libre para atraerlo más a él.

— Te presento a Chan, mi novio.

Él nombrado agarró valentía y miró a los ojos a la mujer, luego hizo una reverencia perfecta a ella y dijo:

— Noches buenas, digo, buen día- No, tardes, no, noches, sí, noches.

La madre de Felix sonrió junto a su hijo por la ternura de Chan —. Buenas noches, Chan. Es hermoso que finalmente vengas.

— Vino de trajes, ay, traje vino — y extendió la bolsa con una expresión apenada. La mujer la tomó sonriente.

— ¿Ya llegaron? — se escuchó una voz masculina a las espaldas de la mujer mayor.

Pronto un hombre apareció, con una mirada seria e intimidante. Imponía mucho más que la madre de Felix, Chan pensó que de verdad se haría en los pantalones ahora.

— Oh, Chan — y para la sorpresa de él menor, él sonrió de una forma particular. Tenía los mismos dientes que Felix — Te recordaba más bajito, ¿No es Jeongin mayor que tú?

— Sí — asintió.

— Entonces eres menor que Felix.

— Sí — volvió a asentir.

— ¿Sabes otra palabra que no sea "sí"?

— Sí.

Felix creyó que era momento de intervenir, Chan estaba cada vez más nervioso.

— Él es un poco tímido al principio, pero ya se soltará, ¿Qué hay de cenar?

Y gracias a esa conversación, comenzaron a entrar en la casa.


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