How everything went from good to wrong?




Después de arreglar su cabello, JongDae se miró al espejo.

Estaba bien para alguien que había intentado por primera vez hacerse rulos. No era un experto en esto de la imagen corporal, pero podía tratar. En general, lo hacía si era para verse con MiSuk. Como todo hombre promedio, JongDae sabía que era muy obvio en esa idea: le gustaba una chica, se iba a arreglar más de lo normal.

Sí, ese era él. Y ahí, mientras se había alborotado el cabello para hacerlo parecer un poco enrizado (con todos los geles, espuma y productos posibles que robó de su mamá), se vio en el espejo para garantizar que no había hecho un asco de sí mismo.

Estaba bien, en realidad. Se veía cool. Con ese conjunto de playera de rayas azules y blancas, jeans, chaqueta de tela casi del mismo tono azul y una cadenita en su cuello, estaba. Tal vez mejor que bien, no se había visto así de increíble desde hace años. Claro que se había arreglado más de lo posible, si se rasuró, se puso loción, se preocupó en depilarse las cejas y se maquilló un poco... al menos la base y eso, para borrar imperfecciones de un acné pasado y hacer sus labios más rojos, no quebrados.

Se sentía nuevo. Y le gustó, porque hoy era un día especial.

Así es, hoy aparte de salir en una cita más con MiSuk, planeaba pedirle ser su novia.

Quizá traían una situación ya un poco lejos de ese punto, si se notaba para el mundo. Las chicas no dejaban de decirle que ellos ya estaban casados. Con esas miraditas, los toques inocentes, las salidas que en todos esos tres meses tuvieron y su clara cercanía que desde entonces pudieron crear, JongDae no estaba para creer lo contrario.

¿Estaba siendo muy anticuado con su forma de actuar? Tal vez. En realidad, si a JongDae le preguntaban, a él le gustaba la idea de pedirle a alguien ser tu pareja. No mucha gente lo hacía ya, a veces por las meras situaciones y actos ya estaban dadas las cosas. Decir el típico ¿serías mi novia? y eso parecía muy de secundaria. Pero JongDae era un romántico, deseaba hacerlo, más porque creía que era necesario si esperaba salir de esa cuestión.

El básico qué somos rondaba en su mente más de lo que hubiera deseado. Y podía no estar en lo correcto, ver en MiSuk a una mujer con la que quería compartir su vida, con la que él sentía tanto como hace mucho no, sin contar todos esos momentos en los que pensó que tal vez la respuesta ya era obvia–sus besos en la mejilla, la confianza que ponía en él para tomarle de la mano, abrazarlo, recargar su cabeza en su hombro, rodearle la cintura en viajes en moto y más–, sin embargo, no quería estar equivocado.

Quería que todo fuera claro y honesto con MiSuk.

Hoy que a ella le tocó escoger dónde quería que saliesen, se decidió.

"Tú puedes, sabes qué hacer, Kim."

Salió de su cuarto, se despidió de sus padres que en otro fin de semana estaban viendo un maratón de alguna serie de plataforma, y fue hacia la parada de autobús. MiSuk no lo iba a recoger hoy porque el lugar al que iban quedaba más cerca de donde ella vivía. JongDae pensó que sería absurdo hacerla gastar gasolina por ir hasta él–además, una parte de su ego le recordaba por eso que debía reunir suficiente dinero para ya comprarse transporte, no molestar a MiSuk con esto y, Dios, tener su propio espacio (¿cómo había vivido con sus padres todo este tiempo?)–, así que, ahí estuvo.

Con su pierna temblorina en el camino hasta la parada más cercana a su calle y con el peor de los temores por lo que esto era.

Mi(reina)Suk ❤️‍🔥

Ya voy en camino ↩️

Avisó por mensajería. MiSuk no era de contestar rápido algunos mensajes, y si aún se estaba arreglando (como él hace unos minutos), seguro tardaba en revisar. Tomó ese tiempo para dirigirse hacia otro de sus chats, especialmente el de su mejor amiga.

Chiqui

Me estoy cagando ↩️

Por suerte, aunque él bloqueó su celular de inmediato, recibió otro mensaje en el mismo segundo. ChanMi no era de las que tardaban en contestar, siempre pendiente de su celular (y quizá un poco ansiosa de dejar notificaciones en su inicio), le dio respuesta.

Chiqui

↪️ ¡Tú puedes!

↪️ Te va a ir bien, seguro que todo sale muy lindo

¿Cómo sabes eso? 🤨 ↩️

↪️ Pues, porque eres tú...

↪️ ¿Y confío en mi mejor amigo?

No sonó muy seguro eso ↩️

O sea, ¿por qué has puesto signos de interrogación? ↩️

??? ↩️

↪️ ㅎㅎㅎㅎ

↪️ Perdón

↪️ ¡Confío en mi mejor amigo!

ChanMi 😭 ↩️

↪️ JongDae 😭

¿Tú no te sentiste nerviosa al pedirle a BaekHee ser tu novia? ↩️

↪️ Obvio

↪️ Pero salió de maravilla

↪️ De alguna manera, debí saberlo. O sea, es BaekHee, habíamos salido durante dos años, ¿por qué temía un rechazo? No sé, era absurdo. Igual, es normal sentirse así, con temor, porque son pasos nuevos y grandes que tomamos, pero está bien, creo que eso demuestra lo nobles que somos~

↪️ Si estuvieras muy seguro, como si tu respuesta fuera obvia, creería que eres un egoísta idiota 💀

Cielos, gracias, supongo que es mejor ser siempre inseguro(?) ↩️

↪️ No es eso, pero...

↪️ Sabes de qué hablo

↩️

Me hubiera gustado estar ahí para ti con lo de BaekHee... ↩️

↪️ 🤷🏻

↪️ Estabas ocupado

No es cierto, solo estaba siendo un idiota ↩️

↪️ Fuimos por caminos distintos

Yo te ignoré por muchos años ↩️

JongDae escribió, con el recuerdo de ese tiempo. Realmente no sabía qué le hizo alejarse tanto de sus amigas. Lo cierto era que cuando se metió al servicio, poco a poco fue perdiendo el contacto con las chicas. En parte porque en ese tiempo lo de los celulares y redes no era muy usual, toda tecnología tampoco estaba completamente permitida en tales áreas, su relación se quebró a causa de la distancia y la cero comunicación, y aunque en sus primeras vacaciones de un año del servicio, ChanMi fue a buscarlo, él se había sentido en una sintonía distinta a la chica para no ver en ella la misma amiga de entonces.

Le pegó una adolescencia tardía o algo parecido. JongDae dejó de hablarles después de eso, no buscó anunciar sus siguientes vacaciones, y cuando salió del servicio, tampoco les dijo. Después, entró a la universidad. Con BaekHee y ChanMi en sus propias carreras (justo en ese momento, BaekHee entraba en su crisis de cambiar de vocación, y ChanMi le pidió ser su novia), JongDae ya no sintió para nada su conexión. Estaban en dos niveles distintos.

Entonces, aunque seguían en una misma ciudad, Seúl era grande, no se cruzaron mucho.

JongDae vivió ahí sus locas experiencias de todo chico con adolescencia tardía universitario, y se juntó con cientos de personas, salió, se embriagó, tuvo muy gratas experiencias, así como muy malas para perderse un poco... y casi perder un año de carrera. Sin embargo, tarde notó que hacer todo eso no comparaba a crear verdaderos lazos. Ahí, cuando sus amistades de ese tiempo le dieron la espalda por ver en él alguien insoportable porque se volvió el típico planeador terco que si no salían los trabajos como él quería todo estaba mal–JongDae ya no quería perder más tiempo cuando se le hacía tarde en la vida (desde la perspectiva social que puso presión en su persona), no estaba para sacar malas notas y desperdiciar otro año en la misma materia por decisiones tontas–, descubrió que tal vez no había formado vínculos como pensaba.

Y un día solo... ChanMi le mandó mensaje de nuevo. Algo tonto, era el 2016 y Twitter era la sensación para descargarse de su vida como un diario. ChanMi retuiteó una de sus publicaciones donde decía que las relaciones eran muy complicadas con un simple 'yo', y entonces él... la halló de nuevo. Esa amiga con la que se podía identificar tanto, con la que había estado en altos y bajos, y que cuando le escribió fue tan natural, como si no hubieran pasado años sin hablarse en lo absoluto.

Esa misma de la que se alegraba conservar amistad hasta hoy, porque era su pilar en tantas cosas. Aunque ChanMi y BaekHee a veces pensasen lo contrario.

Por eso, si ChanMi decía que le iba a ir bien con MiSuk, era cierto, ¿no?

Chiqui

↪️ Y qué bueno que lo hiciste, no habría tolerado toda una vida contigo

Se rio con esa respuesta. ChanMi de verdad lo quería mucho.

Iba a contestarle eso con otra broma, hasta que vio que MiSuk ya le mandaba algo. Se fue de inmediato a su chat.

Mi(reina)Suk ❤️‍🔥

↪️ ¡Está bien!

↪️ Sabes dónde vivo, así que, te esperaré fuera de mi casa para irnos juntos al estudio

Ok ↩️

¡Nos vemos! ↩️

Muy bien, ya era tiempo.

Ahora después de muchos años de haber sido el amigo que estaba ayudando a otras en su relación, le tocaba ser el que diera el siguiente paso. Iba a cruzar esa línea que sus amigas ya habían pasado, que incluso SeHun ya había cruzado.

Esta parada era la suya.

"Muy bien, me toca."

MiSuk había escogido tener su cita en un estudio de arte. Ella había visto que había actividades para hacer en grupo y parejas, donde les prestaban equipo diverso para crear algo juntos, y dijo me encanta, ¿por qué no vamos?

Claro que JongDae no era el más artístico, hacía dibujitos de personas con bolas y palitos. Todas sus caritas eran dos líneas abajo y un tres para hacerlo tierno (al menos). Pero si MiSuk quería esto, ¿quién era él para negarse? Tuvieron muchas otras citas ya, y desde entonces, en la primera, dijeron que se iban a turnar para escoger a dónde irían después.

La última la escogió él, fueron a un karaoke, y aunque eso pudo ser un poco íntimo al estar solo ellos dos en un cuarto medio apagado, con luces de colores, música linda (y algo de comida, por qué no), no lo fue del todo. Resultó que esa misma noche, la hermana de MiSuk también hubo ido con sus amistades, y aunque JongDae la conocía de poco, cuando se encontraron de casualidad en cuanto MiSuk fue al baño, se le quisieron pegar (dejó de ser una cita desde ahí a cierto modo).

Cielos, JongDae no esperaba que cuatro chicas llenasen su cuarto de una. Cuando MiSuk volvió y con esos ojos tiernos le dijo perdón, ¿pueden quedarse con nosotros?, porque aparentemente las chicas no tenían mucho dinero para pagarse solas otra hora del karaoke (y salía más barato dividirlo entre seis que entre cuatro), JongDae aceptó.

Fue una noche divertida, a pesar de todo. Lo romántico se fue, pero igual vio en MiSuk otra persona. Su forma de comportarse junto a la que era su familia, y convivir rodeada de más chicas que la trataban como una mayor, esa figura a la que aplaudir por ser tan buena, sin contar su tiempo que se dieron para cantar un dueto fue... hermoso.

Le gustó conocer otra faceta de MiSuk de ese modo. Y esta fue la que lo convenció a pedirle ser ahora su novia. No quería más, solo deseaba tener las cosas claras con ella.

Estar juntos de verdad, poder besarla sin temor y decirle cuánto le gustaba en serio.

JongDae la amaba.

Por eso, fueron esta vez a lo que MiSuk quiso. Entraron a ese edificio a unas casas de la suya donde subieron escaleras de un piso marmoleado, rodeados de paredes blancas, y aunque abajo había otro espacio y en el camino en espiral de esa escalera vieron más puertas, MiSuk sabía a dónde los llevaba.

"Es una escuela de arte, tienen más actividades. Creo que abajo ahorita están haciendo un taller de grabado," explicó, porque JongDae hizo el comentario de que había muchos adultos y niños que entraban y salían por puertas abiertas. "Acá tienen un taller con familias para hacer figuras de arcilla. Y realmente, cuando descubrí de este lugar, me gustó tanto la idea de meterme a todos, pero... bueno, no tengo tantos horarios disponibles... ni dinero."

Se rio. JongDae miró en un escalón más por una ventana que pasaron del segundo piso a esas personas que estaban recortando papel y tela. No sabía bien para qué era eso, mas, se imaginó que era otra de las tantas actividades que MiSuk le había descrito.

De escucharle hablar con deseo y cariño sobre esto, se imaginó estando juntos en otra actividad similar. No estaba seguro de lo artística que podía ser MiSuk, tal vez era otra faceta que le venía a conocer hoy, pero si era algo que también le gustaba mucho (debió suponerlo, maestra de chicos, siempre había cierta creatividad artística oculta en medio–como él con el canto), deseaba compartir con ella ese mismo gusto.

"Podemos venir en otra ocasión. Quizá en la siguiente cita," MiSuk se detuvo en el siguiente escalón, más porque ya habían llegado a su piso (el tercero y último), donde una pequeña explanada se extendía a modo de balcón; un techo de tejas los cubría del sol del verano que estaba próximo a ellos, y el aire volaba en medio de esos cuatro postes que daban al espacio un concepto abierto, con un par de mesas ya ocupadas por otras personas en el taller de ellos. "Yo pago."

"No tienes que hacerlo," MiSuk siguió al voltearse un poco. Aunque notó que una mujer mayor se paró con mandiles a mano (quizá la instructora que les iba a dar su material al reconocerles como los recién llegados), tuvieron tiempo de hablar otro poco antes de que llegase con todo. "Realmente hay cosas un poco caras por el material y eso, por algo escogí esta actividad, porque era la de costo menor. Aunque me interesaba igual, sé que nuestros salarios no son los mejores como maestros, por eso–"

"Sí, pero igual vale la pena hacerlo. Si a ti te gusta, ¿por qué no? Quiero compartir lo que tengo contigo, MiSuk," insistió, y en ella vio un titubeo. Se cohibió, no hubo un sonrojo, pero sí una mirada gacha. JongDae la miró aún, a esa mujer tan hermosa que quería tanto, de ese cabello rizado pintado de marrón levantado en una coleta con una bandana azul, de típica blusa blanca bajo su camisa de cuadros verde y negra, con jeans y tenis para completar su atuendo. Así, tan simple y linda, le gustaba mucho. La quería besar ahora mismo, pero... no.

"JongDae, hum, yo..."

"¡Hola! ¿Vinieron para la actividad de pintando en pareja?" La mujer de la que habló hace unos segundos al fin se les acercó. Sin leer el momento, intervino. De un segundo a otro, MiSuk se volteó y le dio la espalda de nuevo. Con una sonrisa nueva, la recibió para asentir a su pregunta. "¡Genial! Estamos recién empezando, pero no se preocupen, cada pareja puede ir a su ritmo. Aquí no hay límite de entrada o salida, a menos de que se quieran quedar después de las ocho, esa es nuestra hora para cerrar el estudio, así que no, por favor, no se queden todo ese tiempo."

Se rio, jocosa. MiSuk la siguió, y cuando tomó su libreta en su mandil manchado, la instructora de moño hecho con pínceles cruzados, tomó un porte más serio.

"¿Cuáles son sus nombres, perdón?"

"Kim MiSuk y Kim JongDae," MiSuk dijo. Él se colocó junto a ella, subido el último escalón para levantar su mano. "Hice nuestro registro por su forms en redes."

"Oh, ¡sí! Aquí los tengo. Entonces, tomen. Estos son sus mandiles para trabajar," entregó junto a sus otras cosas. "Sus pínceles, godete, vasos para el agua y sus pinturas. Les damos colores primarios para que puedan mezclarlos y hacer más. Si necesitan ayuda para saber sacar otros colores de estos, tenemos el cartel que explica qué combinaciones dan unos," señaló junto a ella, arriba del archivero a su izquierda junto a la única pared que al menos en ese lado cerraba el espacio, al poster que tenía esa información junto a algunos otros que promocionaban talleres del estudio y más reglas o tips para el trabajo. "Y si tienen dudas, igual, no teman en preguntar, estoy aquí para apoyarlos. Mi nombre es YuRi, llámenme así, sin formalidades, no me molesta en lo absoluto."

"YuRi, claro, muchísimas gracias," ambos recibieron sus cosas en manos, pero no se movieron mucho, sin saber a dónde ir con las mesas al frente llenas.

"Oh, claro, tenemos también sus lienzos acá, donde pueden llenar sus vasos de agua para limpiar sus pínceles. Creo que ya no hay mucho espacio aquí, así que podemos ajustarles otro lado..." siguió YuRi, y al ver a su alrededor, les hizo una seña para seguirla a la izquierda, pasado el archivero. "Vengan. El balcón era para la actividad, pero creo que no contamos bien cuántas personas vendrían. Igual hay espacio, este lugar no se ocupará en estos momentos."

De ahí subieron solo unos tres escalones más a otra sala cerrada. YuRi les abrió con sus llaves y al tener un espacio un poco más reducido donde solo una mesa de plástico para cuatro se disponía (con mucho material de arte, imaginaba esta era una bodega), siquiera les dio lugar para sentarse y acomodar su lienzo en blanco con dos bastidores para ambos.

Al fondo había otra pequeña puerta, ¡era un baño! Y ahí mismo YuRi sirvió de agua sus vasos, así que estuvieron completos con eso.

"Listo. Espero no les moleste no estar al aire libre o en este espacio más cerrado, pero..."

"No, está bien, es perfecto," MiSuk accedió. De igual forma, tenían ventanas en ese salón que los dejaba ver un poco la ciudad estando tan arriba y un poco el balcón abajo con los demás participantes de la actividad. No estaba mal, a JongDae también le gustaba, con un poco de mayor privacidad junto a MiSuk... "En serio, muchísimas gracias."

"No hay de qué. Saben que estamos para servirles. Entonces, ¡disfruten su actividad!" Siguió, alegre con una palmada, ya de vuelta en la puerta. "Dejaré esto abierto aquí por si alguien necesita más agua, material o ir al baño," YuRi señaló por último, en lo que ellos asentían, ya puestos uno frente a otro en sus sillas. "Ya saben, si necesitan algo, estaré aquí abajo."

"Muchas gracias, YuRi," él respondió por primera vez con ella, en lo que la mujer sonreía y se marcaban ligeras arrugas en sus ojos.

Se fue de esa forma, bajó los tres escalones y los dejó solos.

Entonces, MiSuk ignoró que habían estado hablando de algo hace unos segundos, y al tomar su lienzo en blanco, sacó la más bonita sonrisa que JongDae había conocido.

"¿Quieres empezar?"

La actividad era muy simple, no necesitaban de alguna instrucción en particular por lo mismo. Tenían un lienzo en blanco, ambos un par de pinturas. Lo que debían hacer era pintar (vaya la redundancia) lo que ellos desearan, pero uno a uno iba a pasar el lienzo en cierto tiempo. O sea que no debían pintarlo todo de una, sino iniciar con algo simple y básico, como un escenario.

MiSuk podía hacer algo abajo como plantas verdes y un laguito. JongDae arriba podía poner después el color para el cielo azul y nubecitas. Luego, MiSuk seguiría para añadir detalles más específicos como pececitos en el lago, o un animalito, y así JongDae continuaría de donde lo dejó hasta ver que su obra estuviese completa y no había más que deseara agregar.

Fue algo divertido. Aunque él no era un experto en pintar (MiSuk tampoco, en realidad, pero hacía un esfuerzo obvio), su creatividad surgió y empezaron a hacer las cosas más inesperadas. De un segundo a otro, su obra se trató de un ovni que apareció en un bosque con un lago, y había una persona abajo asustada, hasta que pintaron el fuego y resultó ser el fin del mundo por invasión en lugar de una pintura bonita.

MiSuk y él rieron mucho en el proceso. Lo divertido de esto era justo eso: no sabías qué iba a pintar tu pareja después de pasar el lienzo, tú solo esperabas y lo que saliera, de ahí debías continuarlo.

"¿En serio? ¿El alien tiene cara de gato?" MiSuk cuestionó cuando le pasó otra vez su pintura. Arriba de ese platillo volador (que en su defensa, ella pintó), él hizo tal parte. Lo dejaron secar antes de pasarlo, y como eran acrílicos, se secaba pronto, así que no tardó mucho en tomarlo en sus manos. Mientras reía de nuevo por ver lo que hizo.

"¡Es un bonito alien invasor! ¿Acaso no crees que los gatos podrían ser de otro mundo?" MiSuk carcajeó con el pincel en su mano y el lienzo en otra. "Yo sí lo creo, con eso de que las estatuas de los egipcios los tienen de dioses..."

"¿Eres un conspiranoico?"

"Me has atrapado," burló por ver más de esa risa. Él la compartió, con horas pasadas de la misma para pensar si ya era tiempo de hacer su siguiente movida. "¿Qué más puedes poner ahí de eso?"

"Bueno, tal vez el alien gato necesita una amiga," MiSuk comentó, y JongDae ya se imaginó lo que haría. Con cuidado de usar los colores al agitar su pincel en el agua. "Me hubiera gustado poner un dinosaurio, pero no puedo dejar esto atrás, debo continuar la historia."

"¿Por qué un dinosaurio? ¿Qué tiene eso que ver con los ovnis y la invasión?"

"Antes de que hiciera el platillo y tú continuaras con el fuego, estaba pensando en pintarlo," MiSuk contó, ya con su pincel en el lienzo, concentrada, pero aún capaz de hablarle al mismo tiempo (como JongDae no podía, no era para nada multifacético, se alegraba de no ser quien estuviese pintando ahora). "Ya sabes, por nuestra dinoamistad. Habría sido lindo ponernos de esa forma."

"¿Ponernos?"

"Sí, como dos dinosaurios juntos en la obra," JongDae apretó los labios, no con incomodidad, más para callarse la boca antes de decir algo que arruinara su plan de hoy. "Una Branquisuk y un Tiranodae."

"Eso es muy tierno... ow, ahora quiero hacer eso, ¿no podemos pedir otro lienzo?" Renegó, en lo que MiSuk reía, con sacudidas de cabeza. "Branquisuk."

"¿Sí?" Ella contestó, aunque no la estaba llamando. JongDae solo quería pronunciar eso en sus labios. Y se sintió adorado por pensar que ya tenían nombres de pareja. Claro que antes eran dinoamigos, pero esto era distinto. Era más cariñoso, especial, algo único para los dos.

Le gustaba demasiado.

"Tal vez dibuje los dos dinosaurios por ahí, lejos en las montañas," MiSuk rio, y él, como si no estuviese pensando en nada más, continuó la broma. "Si ya es extraño tener aliens con cara de gato y la gente huyendo, ¿por qué no dinosaurios?"

"Me gusta cómo piensas."

Y tú a mí me gustas, quiso decir, pero se contuvo.

Todavía no era el momento, tan solo... pronto.

Cuando MiSuk le pasó de nuevo su obra con una nueva gatita roja junto al gatito alien verde que él hizo (era gatita porque MiSuk lo dijo, amiga, y aparte tenía un pestañón imposible de ignorar, aunque tuviese solo un ojo), él rio, hizo otro comentario bromeando al respecto, antes de ponerse manos a la obra con su plan.

Aquí iba. Esto pensó desde un par de noches atrás cuando se decidió lo que iba a hacer este día.

Tomó su pincel y lo llenó de pintura blanca. Después negra. En la espera de que se secara, vio a MiSuk, tranquila mientras revolvía su pincel como si no estuviese ya completamente limpio.

No hablaban mucho cuando él pintaba por lo que dijo (no era multifacético), así que no fue raro verla así, con una mano en su mejilla recargada en la mesa. Distraída, e igual tan hermosa. JongDae estaba listo.

Quería a MiSuk en su vida.

"Toma," se lo pasó, y esperó. En la sonrisa que de ella surgió por ver que ya era su turno de nuevo, JongDae cerró sus puños a cada lado de su silla.

Entonces, MiSuk miró la pintura, pero...

Su sonrisa se congeló. De a poco la fue perdiendo, y en el siguiente segundo, lo miró.

"JongDae..."

"MiSuk, me gustas," soltó de repente. Pudo no ser una sorpresa ya después de que ella viera el mensaje de ¿quieres ser mi novia? que escribió en la pintura, e igual lo dijo. Porque necesitaba externarlo, no era posible guardárselo más. "Me gustas de verdad, y yo... quería saber si tú, hum, bueno..." su inseguridad le jugó en contra, y más porque en MiSuk no vio alegría. Sin sonrisas lindas, más con ceños que se juntaban, JongDae lo supo. "¿Quieres ser mi novia?"

"JongDae, yo..." el titubeo lo mató, y mientras buscaba cómo agarrar su corazón que se estaba desgarrando de a poco, se quedó a escuchar, porque tenía que hacerlo. "Lo siento," ahí estaba, lo que le rompió las esperanzas. "Realmente eres muy lindo y tu detalle es... wow, pero me has tomado por sorpresa, y no..."

"¿No...?"

MiSuk apretó los labios, miró el lienzo y lo puso sobre la mesa en medio de ambos.

"No. No puedo aceptar tu propuesta."

"Oh," parpadeó una, dos veces más. Miró a MiSuk que parecía cuidadosa, como si temiera obtener una explosión o algo por su cuenta, y aunque ciertamente estaba por dentro sintiendo una venir pronto, él en su lugar, bajó los ojos al lienzo que le habían dejado. Su arte que no terminó y que quedó en la nada. Entonces, la vio otra vez y sonrió, para su sorpresa. Tan normal como podía hacer esto, al final, era Kim JongDae, ¿no? El chico que siempre sonreía. "Está bien. Gracias por tu honestidad."

"JongDae, pero–"

"No es problema, en serio, entiendo. Gracias por todo. Eh, ¿nos vamos ya?"

"JongDae..." no la escuchó, ya no podía con tal rechazo. Aunque una parte de él sentía necesitar, la otra pensaba que le iba a doler de una manera innecesaria.

Si MiSuk lo había rechazado ya, ¿para qué se quedaba? ¿Quería pisotear más su corazón de lo que ahora? Sí, bueno, no, gracias, JongDae estaba bien. Podía sonreír en este momento, pero la verdad necesitaba alejarse antes de que a eso cayera.

Se paró, y al quitarse su mandil y tomar de prisa las cosas prestadas, no dio alternativa.

Salió antes que ella. MiSuk tomó sus cosas y bolsa también, dejado el lienzo olvidado en esa sala como algo que no fue... y nunca sería.

No para ellos.

YuRi los recibió de nuevo al bajar, aún había muchas otras parejas (de amigas, amigos, relaciones formales, familias, adultos y niños), y tal vez por eso los vio con sorpresa de ya entregarle lo prestado. Ella igual lo recibió, y aunque preguntó por lo que hicieron, ambos supieron darle evasivas para no decir más. Debió notar un cambio en el aire entre ambos, porque YuRi solo sonrió y les dio un panfleto para recordarles los próximos talleres si acaso estaban interesados.

JongDae podría... pero quizá ya no había más motivación de estar ahí otro rato si no iba a ser con MiSuk, menos si a ella se la cruzaba de nuevo.

Cuando salieron del estudio, MiSuk lo miró. Él a ella, y como si no hubiese pasado por la peor humillación, se despidió de ella solo con un saludo de mano. No quería prolongar su dolor. Una parte de él deseó abrazarla (como en tantas otras ocasiones lo hicieron), pero sabía que eso estaría mal de él, podría incomodarla (declarados sus sentimientos), y peor para sí si se iba con ese sentimiento de abandono.

Como una última despedida.

La iba a ver de nuevo, seguro, porque el que lo hubiera rechazado no quería decir que dejase de ser su amiga... o al menos parte de su círculo social. ChanMi y las chicas seguirían contactando a MiSuk, y él, bueno...

En el camino de regreso todo estuvo bien, JongDae casi fingió demencia.

Cuando llegó a su casa y aún vio a sus padres en la sala (seguramente ya en el último capítulo de esa serie que se dedicaron a maratonear), apenas los saludó antes de irse a su cuarto. Como hombre seudoindependiente que era, no se preocuparon los mayores por su extraño comportamiento de llegar e irse de nuevo.

Encerrado ahí y puestas las cosas en su piso, su burbuja de demencia se rompió tan solo con un mensaje leído.

Chiqui

↪️ ¿Y?

↪️ ¿Cómo te fue, campeón?

↪️ ¿Ya tenemos nueva pareja?

Sonrió de nuevo, mas, ahora lo hizo con desánimo.

ChanMi... Diablos, ¿qué le iba a decir a su mejor amiga? La verdad, seguro. Solo no en este momento. JongDae se dejó caer frente a su cama, y ahí con el celular en mano, lloró su vergüenza solo.

























Y aquí está la última cita de esta parejita que terminó destruyéndolos 💔

Finalmente obtuvieron la explicación de lo ocurrido capis más atrás. Entonces, todos esos momentos de las situaciones incómodas entre MiSuk y JongDae, las inseguridades, la plática de MiSuk y LuAn, y de JongDae, ChanMi, BaekHee, JungIn y KyungSook se unen con esto, esperando se puedan armar mejor su mapa mental de la cronología~

🎀 ¿Qué les ha parecido? ¿Esperaban la decepción de JongDae sabiendo lo que pasó en capis antes? (O sea, ¿conectaron los puntos desde un inicio?)

🎀 ¿Qué pensaron de la declaración de JongDae? Sé que fue linda, pero como quizá ya deban saber, fue algo apresurada... ¿ustedes qué opinan?

🎀 ¿Y ahora cómo se solucionará el asunto de esta parejita?

Una vez más, muchas gracias por llegar hasta acá. Por sus votitos, comentarios y leídas. Esperemos leernos pronto en la siguiente parte de esta historia 💙

Pd. Vengo aquí a dejarle dedicación a lafawae por ser este (07/06/24) un día que se publica uno especial... espero pudieras disfrutar el capi, a pesar del tono medio triste al final 🥹💙

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