Another date
¿Era paranoia suya o las cosas estaban avanzado rápido entre él y LuAn?
La verdad, SeHun no creía estarse haciendo ideas, ciertamente habían pasado muchas cosas desde que LuAn advirtió que era su admirador secreto, y aunque sabía que su situación era especial porque se conocieron mediante cartas, notas, mensajitos y demás interacción online (como el nuevo mundo ahora estaba tan acostumbrado; se podría decir que quizá se le hacía más extraño ya que este era otro tipo de relación introducida después de la pandemia: conocer a tu pareja en línea), él no estaba del todo acostumbrado a que todo fuera tan sencillo.
Había tenido un par de baches en antiguas relaciones. Quizá fueran sus problemas de nunca ver las cosas con seriedad, porque no buscaba algo bien y bonito que ni le importaba si ya iban en primera o tercera base con alguna chica, sino solo disfrutar mientras pudiese. Sin embargo, ahora que LuAn y él habían tenido su primera cita–en la casa de la chica, ¡nada más!, ¿cómo carajos había sucedido eso? Durmiendo juntos... sin ninguna connotación sexual, por más que JongDae lo mirase con ojos incrédulos (créanle, él también lo haría, si no hubiera sido el personaje principal en esto)–, y un par de salidas más, entre reuniones con sus amigas, amigos, escapadas de una noche al cine o a un puesto si algo en sus recorridos por la ciudad estaba abierto (estúpida pandemia con sus normativas que cerró TODO), no sabría decir en qué punto de su relación estaban, porque...
Bueno, SeHun consideraría que, como tal, no habían tenido aún una segunda cita. No la habían pedido, solo acordaron salir un par de veces y como en su mayoría llegaron hasta verse acompañados por alguna otra persona, no diría que contó muy bien todas aquellas...
La salida al cine tampoco fue una cita. SeHun no hizo nada, ni siquiera pudieron compartir palomitas porque las restricciones de pandemia habían quitado comprar alimentos. Una cita de cine existía, obvio, pero a SeHun no le gustaban, así que iba a restar eso. Y si hubo días en los que se alejaron de su grupo de amistades para irse a comprar algún cafecito o chuchería en la calle cerca de donde estuvieron, tampoco era cita. Solo tiempo a solas, disfrutable, sí, pero no formalmente una cita.
Entonces, no habían tenido una segunda cita como tal, no habían casi ni salido (esa era otra cosa, la pandemia–tercera vez mencionada en tan solo 400 palabras; ustedes saben, la pandemia sí que fue algo en su tiempo– restringió salidas a un mínimo si no eran necesarias, así que no hubo mucho de eso, aunque lo sonara), pero se besaron en casi cada ocasión que llegaron a verse juntos, ya fuera en la privacidad de estar lejos de su grupo, en su casa, por Dios, ¡que hasta había ido a su casa!–aunque fuera de residencia compartida–, por eso, ¿qué eran?
No sabía definirlo. Estaban saliendo, eso era algo, claro. Sin embargo, ¿ya estaban en el punto oficial donde pedirle ser su novia no sonaría de loco urgido que ansiaba llevarla a la cama (aunque SeHun no estaba pensando en eso... o sea, sí, a veces, pero ¿qué podía decir? Era un ser humano no asexual, y por supuesto que había pensado en tener sexo con la chica que le gusta, ¡demándenlo!)? ¿O aún era demasiado pronto? ¿Cuándo era tiempo para hacer la pregunta?
¿Y cómo iba a hacerla? ¿Debería darle importancia al número de citas como estaba haciendo ahora o a este con el número de salidas?
¿Por qué siquiera pensaba que iban demasiado rápido si ni siquiera habían tenido su segunda cita? Uuuuugh. SeHun... estaba perdido.
En realidad, no sabía qué pensar de su relación con LuAn. Si iban muy rápido, lento, ya era tiempo de intentar otra cosa, seguir con el número de citas y/o salidas como hizo en este momento y podría o no darle alguna importancia a LuAn como a él, pero...
Se sentía bien dentro de lo que era. No le preocupaba pensar ni un segundo en cuántas salidas o citas tuvieron solo cuando estaba junto a LuAn. Haberla besado, abrazarla y tomarle de la mano le generaba todas esas sensaciones tan bonitas en su interior, y Dios, si SeHun sabía que estaba enamorado desde los mensajes, vamos. ¿Cómo iba a tener interés en otra cosa?
¿No podía solo enfocarse en los sentimientos que LuAn le generaba? ¿Dejar sus inseguridades y preocupaciones solo por un rato y tirarse al amor completo en donde iba a experimentar todo tipo de cosas como nunca había hecho después de sus amores fugaces y fallidos que ahora ni siquiera les tenía en consideración?
Sí, bueno, ese era el problema de una persona ansiosa: no podía permitirse un minuto de descanso porque al segundo siguiente ya estaba pensando y pensando y sobrepensando para... autosabotearse posiblemente en el siguiente minuto que estuviese haciendo algo.
No hoy. SeHun iba a salir con LuAn, y en lugar de cuestionarse si esto era normal, si debía hacer algo más después de esta reunión o si la consideraba como una segunda cita (ya que LuAn lo había invitado, solo a él, a pesar de que esto aparentaba para hacerse junto a otras personas), solo iba a disfrutar del momento que tendrían juntos...
Quizá.
Ya estaba un poco preocupado. Cuando LuAn le dijo que lo vería en la puerta de una iglesia cristiana, no supo ni qué esperar. Pero él fue como un buen tonto a pararse en aquella dirección metido en una zona más residencial lejos del centro y de su universidad por donde vivían, sin preguntar siquiera lo que iban a hacer. ¿Acaso había malinterpretado las cosas y LuAn ya pensaba que podrían casarse para resolver sus asuntos con la residencia del país que buscaba, y por algo acabó citándolo a su propia boda? O sea... SeHun no se quejaba, pero de ser la ocasión, de menos hubiera querido una advertencia para vestir algo más que playera, jeans y tenis ese día.
Otra cosa: ¿LuAn era cristiana?
"¡Hey! Qué bueno que llegas. Ven, vamos adentro. Todavía el show no empieza, pero podemos entretenernos y hablar con otras personas en lo que terminan de arreglar las cosas," sin tener una respuesta, SeHun puso su mejor sonrisa en cuanto LuAn lo recibió en la puerta. Ese lugar no aparentaba ser del todo una iglesia..., bueno, ¿qué iba a saber él de una iglesia? Si nunca había puesto pie en una, pero de imaginarse viendo muchas estatuillas o Cristos crucificados entre pasillos llenos de butacas y un altar al frente con velas y ceremoniales puestos dorados, solo encontró el pasillo de una casa. Era un recibidor, con un sofá a su lado, una recepción de escritorio y teléfono de junto, más unas escaleras que sabría a dónde iban a subir del otro lado lateral como en cualquier espacio hogareño. No había ventanas, eso tuvo que notarlo, o al menos en ese primer recuadro, cuando pasaron lejos del comedor circular que les seguía al atravesar el primer umbral de paredes beige y bajar un escalón de pisos de madera oscura en el tercero abierto a una sala más completa llena de sillas plegables y una mesita plástica en medio, pudo ver un ventanal solo cubierto por cortinas cerradas. Y ya no supo qué pensar de todo esto. Menos con la gente a su alrededor que había interrumpido sus pláticas en el llamado de LuAn. "Chicas, chicos, quiero presentarles al chico del que les estaba contando. Por fin ha llegado, para que lo conozcan."
"Eh, sí, hola, hum... mi nombre es Oh SeHun, y solo para aclarar, ¿no he llegado tarde, cierto?"
"Oh, no, has llegado justo a tiempo. Nosotros solo somos un poco más tempraneros y hemos llegado con muchos minutos de antelación, pero tú no le tomes importancia," una chica nueva dijo parándose de su círculo... que para nada parecía de AA por más que SeHun lo estuviese pensando. Nop, quiso decir que no, no lo estaba pensando. "Soy Qian, hija del pastor Song, y me alegra que te animaras a unirte a nosotros, SeHun. Es bueno tener una cara nueva en nuestra iglesia."
"Claaaro, hum, yo... sí, me alegra mucho ser parte de esto, aunque... LuAn," se dirigió con su ¿amiga?, y al verla regresarse a él con esa misma sonrisa tan bonita que siempre tenía, si bien pudo quedarse admirándola con ese vestido floreado blanco y su cabello rubio ondulado de hoy (wow, no se había arreglado así por algún servicio especial que ahí tuvieran, ¿cierto?, ¿en serio se le había escapado alguna información religiosa de LuAn todo este tiempo o caía en un malentendido de nuevo?), decidió ignorarlo, porque quizá debió informarse de esto antes de aceptar cualquier cosa (a todo le iba a echar la culpa de tener tanto miedo a inquirir por arruinar lo que quizá–¿o no?– era su segunda cita). "¿Podríamos hablar un segundo?"
"Claro, ¿qué pasa, SeHun?" LuAn respondió, sin siquiera moverse de ese espacio, y con la tal Qian aún cerca de ellos junto a su misma sonrisa en esa cara ovalada y un poco morena de ojos rasgados perspicaces como si quisieran escuchar sus peores pecados–¿era eso o SeHun se estaba haciendo ideas? Oh, no, aquí venía otra vez su paranoia–, dio su sonrisa más inocente de un chico que jamás había jurado el nombre de Diosito en vano para poner una mano en el hombro cubierto de LuAn diciéndole más bajo.
"Uhm, ¿en privado quizá...?"
"Pueden ir a la recepción si gustan," Qian le comentó en su sorpresa, de nuevo, como la metiche–perdón, tachen eso, informativa– que era. "Tardarán unos minutos más para iniciar, les hablamos si algo pasa."
"Claro, gracias, Qian," LuAn lo guio de vuelta al espacio del primer umbral, y tras pararse junto al escritorio, SeHun no dejó de ver con una incomodidad a esa chica que seguía despidiéndolos desde la sala. ¿Qué no iba a darles la privacidad? Si él la había pedido por algo. "Listo, ¿qué pasa, SeHun? ¿Sucede algo o por qué el llamado inesperado? Digo, acabas de llegar, y sé que esto puede parecer un poco nuevo para ti, pero no esperaba..."
"No, espera, es que esto no es nuevo para mí, LuAn, esto es más que eso. Es extraño, yo... o sea, sé que sí acepté a venir a esto de una reunión en una iglesia cristiana, pero ¿dónde rayos estamos? ¿Qué vamos a hacer? ¿Acaso hemos venido aquí a un oficio? No te estoy juzgando, en realidad, no sabía que eras cristiana, pero una pequeña advertencia hubiera servido..."
"No soy cristiana, SeHun, ¿por qué lo pensarías?" Frunció el ceño. Muy bien, esto a cada rato se estaba volviendo mucho más raro. Con solo levantar sus brazos creyó decirlo. "Bueno, o sea, sé que esto puede confundirte, pero es la verdad."
"Entonces, ¿por qué me has invitado a esto? ¿En qué estamos?"
"Hum, bueno, no hay muchas actividades que podamos hacer fuera de casa en estos días, ya sabes," sí, ustedes sabían. "Y pues sé que esto no compensa una verdadera salida, pero pensé que podría ser divertido para hacer algo distinto además de caminar por parques alrededor o ver películas en línea y pedir comida a domicilio. No es que me esté quejando de esas otras ocasiones, fueron divertidas a su modo, solo creo que nos hace falta algo más movido."
"¿Pensaste que un servicio iba a ser más divertido?"
"No te he invitado a un servicio. Sé que debí explicarte de esto antes, pero no sé, supongo que pensé que el misterio de la invitación iba a ser entretenido," no se le quitaba su ceño. De verdad, le encantaba esta chica, pero SeHun tenía gran cantidad de dudas cuando andaba con ella. "¿Recuerdas a Jackson? El chino con el que estuve aquí mientras estudiábamos."
"Sí, claro, lo recuerdo," Preguntó en su intento por no sonar nada despectivo al hablar de él, porque, bueno, no era como si SeHun se hubiera puesto celoso. No realmente, o sea... una vez que descubrió el hombre ya tenía una pareja pudo estar más tranquilo por... nada en particular. ¡No tenía importancia! "¿Qué con ese?"
"Bueno, ese me introdujo a un círculo de personas originarias de China que estaban viviendo ahorita aquí en Corea. Y aunque es una comunidad que podría parecer un poco extraña, en realidad, es más grande de lo que aparenta. Como sabes, he estado buscando acercarme a la idea de vivir más adelante aquí en lo de mi búsqueda de trabajo, mejorando más y más mi aprendizaje del idioma, encontrar espacio al que mudarme porque la residencia estudiantil ya no es cubierta por mi universidad, y pues... para hacerte la historia corta, me relacioné un poco con esas personas para saber de sus experiencias por aquí viviendo. Me metieron a un grupo donde se apoyan pasándose tips para la supervivencia en otro país, los trámites de gobierno, la cultura, redes de emergencia, ya sabes, esas cosas..."
"¿Esta es la historia corta, LuAn?"
"Sí, ya casi llego al punto. ¿Ves? Era más fácil dejarte en el misterio, te ibas a dar con muchas sorpresas."
"LuAn..."
"Sí, ya, bueno, entre todo esto no solo pasan cosas muy formales, a veces también invitan a algún evento o salida para disfrutar hacer algo distinto, y como parte de la comunidad que ahora está siendo repudiada por casi todo el mundo gracias a la pandemia, refugiarse en algo les ha servido a algunas personas, entonces... no es que me haya metido a alguna religión ni una secta. Solo cuando vi el mensaje de Qian invitando a la gente a su reunión que tendrían para promocionar su iglesia con los jóvenes y eso, pensé que quizá podría intentar, solo por hacer algo distinto."
"¿Y pensaste que esto sería bueno para mí? O sea..., no es que me esté molestando, LuAn, es que sigo tan perdido."
"Es mi primera vez aquí, así que yo también estoy un poco perdida. Pero no, no pensé que fuera bueno para ti, en general, porque estamos rodeados de gente china, donde algunos ni siquiera hablan coreano y quizá no te entiendan; sin embargo, eso no quita que me pareciera divertido. No vamos a estar en ningún oficio, misa ni nada similar. En realidad, esta reunión es más como una actividad lúdica. Qian es parte del grupo juvenil de su iglesia para atraer a personas dentro de la comunidad (religiosa, no la china), y han estado organizando este tipo de cosas para eso, además de entretener a la gente ya que estamos en pandemia y ha sido muy difícil que el contacto se mantenga. Quizá no sea lo mejor, haciendo reuniones en este tipo de situación de contingencia, pero antes de que me digas cualquier cosa, este es un espacio libre de covid, cien por ciento garantizado."
"¿Y fue esa la razón por la que me pediste que me hiciera de nuevo la prueba rápida?"
"No pensé que yo te hubiera contagiado, pero no sé qué otras cosas has hecho, SeHun, tenía que garantizarlo con Qian antes de que vinieras."
SeHun suspiró. No en mal plan, no estaba molesto, ya lo había dicho, solo... esto era muy raro. No sabía qué pensar. Desde ya hace unos días e incluso en esa misma mañana, conocedor de que hoy saldría con LuAn, se había estado preguntando justo qué significaba eso que harían. En qué estaban, qué eran, y si habrían avanzado o retrocedido de alguna forma. La verdad, todo era una confusión en su cabeza, pero escuchar que LuAn le explicara todo esto para decirle que básicamente lo había invitado a una reunión de su comunidad solo como una salida, como algo que ni siquiera era para ellos dos solos, en privado y tan romántico como podría ser cualquier otra cita, sí lo había desanimado un poco.
No sabría en qué punto de su relación estaba con LuAn en este momento, y sabía–por lo mismo que dijo– que tal vez podrían tambalear si todo este rollo de ella buscándose un lugar en Corea, lejos de su familia, país y origen no funcionaba, pero él en serio quería que lo hiciera. Ya lo mencionó, estaba claramente enamorado para creer otra cosa.
Si tan solo no fuera muy cobarde para hablar por su persona o admitir algo de eso...
"Entonces, me has invitado a una reunión de un grupo cristiano donde está una gran cantidad de personas que forman parte de tu comunidad china en Corea, donde algo vamos a jugar con la intención de ser parte de esta posible religión de la que hablas..."
"Aja, pero no te preocupes, no es como que quieran convertirte o te obliguen a ser parte de esto. O sea, Qian y su familia son super relajadas, ellos pueden entenderlo. Saben que hay mucha gente aquí que solo ha venido por la diversión, no tanto por la parte cristiana. No te debes apurar por eso, ¡tendremos una tarde divertida!"
"Sí, bueno... yey, ya lo creo," clamó, no con mucha emoción como podría sonar, pero ya que vio esa esperanza en los ojos de LuAn... otro suspiro. SeHun aceptó la cosa con su gran sonrisa renovada. "Hum, ¿vamos de vuelta al círculo ahora? Creo que aún me debes presentar a las demás personas."
"¡Por supuesto! Los conozco a casi todos, ya sabes, parte de la comunidad. Oh, pero iba en serio con eso de que algunas personas aún no sabían hablar del todo coreano, ¿qué tal te ha ido en tus clases de mandarín? ¿Te ha servido las lecciones de Duolingo, SeHun?"
"Eh, sí, bueno..."
No hubo mucho qué decir al respecto. SeHun lo averiguó por su cuenta (al igual que LuAn) a los pocos minutos. Cuando llegó el otro hijo del pastor para comentarles que la sesión iba a iniciar (primero hablando en mandarín hasta que LuAn le pidió una traducción por él y dieron una a medias), SeHun descubrió que iban a hacer un juego de misterio, donde deberían descubrir quién era el culpable de un posible robo en una historia que los encargados de la iglesia crearon en conjunto, y eso... fue muy interesante. No era lo que esperaba, lo dejó un poco inquieto, pero estuvo divertido.
Conoció a un par de personas, a la fuerza, porque resultó que al dividirlos en equipos de supuestos detectives (para ver quién resolvía el misterio antes y obtendría un regalo de parte de la iglesia–SeHun se burló con LuAn diciéndole si eso no sería una confesión gratuita y un rosario, hasta que LuAn le dijo que eso ni siquiera lo hacían los cristianos y él quedó de ª), sería mejor si se integraban con gente que no advirtieran (poniéndolo más complicado).
Claro que fue un poco difícil, porque algunas personas en su grupo no hablaban ni una pizca de coreano, algunas veces lo ignoraban dando ideas, se ponían a discutir casi todo en mandarín, y aunque él comprendiese un poquito entre una palabra o dos que por ahí había escuchado antes con LuAn, pudo reírse de muchas tonterías pasando.
Las personas en la casa dispusieron todo un escenario para ellos, fue como si hubieran armado el lugar para que ellos encontraran las pistas de su misterio al hacer de su cocina, sala, recepción y cuartos en el piso de arriba otro espacio como si estuvieran en un verdadero hotel donde supuestamente se desarrollaba la historia. Era algo... sencillo, hasta cierto punto, de lo que SeHun entendió que iba era que se habían robado una [inserte aquí alguna pieza de alto valor que SeHun no identificó porque nadie supo traducirle al coreano] que era del dueño del hotel, el cual tenía una hija trabajando en recepción, y unos sospechosos huéspedes que incluso podrían tener pasados criminales, junto a una viuda que decía su esposo había buscado esa [pieza de alto valor de nombre no identificado] por años hasta que él desapareció. Cada huésped en el 'hotel' hablaba y decía algunas pistas, pero tú tenías que ser muy sabio para hacer las preguntas necesarias y que ellos te las dijeran.
Habían ido a la escena del crimen, visto dizque fotos del lugar, hasta una grabación de quiénes habían estado cerca de la [pieza de alto valor de nombre no identificado]–lo que le pareció muy impresionante, en serio se habían esforzado mucho con esto–, y aunque SeHun intentó apoyar dando preguntas, dudó mucho que las chicas y chicos que le tocaron en su grupo le entendieran del todo para hacerlas justo como él las dijo (quizá hasta lo ignoraron y solo fingieron dar respuesta).
"¿Cómo te está yendo? ¿Ya creen saber la persona que sea el culpable?"
"No tienes ni idea, nosotros ya estamos a dos pasos de descubrirlo, tan solo espera y verás, voy a ganarme esa confesión gratuita."
"Si tú estás dos pasos, entonces, nosotros estamos a uno. Mi equipo y yo somos unas mentes maestras, tan solo deberías escucharnos discutir sobre el misterio," LuAn le comentó cuando se encontraron en el cruce de la sala al comedor. Sus equipos estaban al frente obteniendo cosas de los últimos personajes antes de que se les acabara el tiempo de recopilación de datos, y ellos como no se habían visto en casi todo el día (¿en qué momento se les habían ido tres horas?, ¡esto era inaudito!), pudieron quedarse atrás viendo uno al otro con esos ojitos que hacían sentir a SeHun todo lindo. "Somos unos expertos, nosotros seremos los ganadores."
"Bueno, eso es solo porque todos ustedes sí hablan mandarín, yo... ¡podría hacer más! Pero no les entiendo ni un pepino..."
"Esa debería ser otra motivación para aprender mandarín ahora, ¿no?"
"Mi motivación era suficiente solo contigo, LuAn," en ese momento, LuAn se quedó callada, y aunque SeHun lo dijo con toda la intención, al darse cuenta de cómo sonó, ya no supo si dijo lo adecuado. Tal vez eso había sido demasiado cursi o... Dios, no, qué vergüenza, ¿por qué había hecho esto? "P-Pero claro, hum, sí, pensaré en tomar más en serio mis lecciones de mandarín. Solo es muy difícil recordar todas las a que tienen, ¿cómo demonios logras pronunciar la a con el acento curveadito?"
"Algún día te daré una lección sobre todos los acentos. Tan solo espéralo, SeHun. Al rato nos vemos," el beso que le dio en la mejilla fue suficiente para dejarlo el doble de tieso de lo que ya se sentía. No supo ni cómo logró moverse de ahí después, fue un poco borroso luego de eso, pero al menos su equipo tuvo la decencia de llamarlo para continuar la discusión del problema.
Se divirtió en lo que pudo. Ver esporádicamente a LuAn entre los paseos por la casa, lanzarse miraditas, reírse de cosas tontas y hacer nuevas amistades de gente que dudaba volvería a ver en su vida (tal vez si LuAn seguía frecuentando estas reuniones–no era que estuviese pensando mucho en LuAn metiéndose a una religión, pero si le iba, ¿quién iba a ser él para detenerla?), fue como tener una salida que hace mucho no topaba. Como de esas extrañas excursiones de una escuela, con actividades bien planeadas por profesores, la familiaridad de las personas, el sentir que ninguna cosa mala estaba pasando en el mundo porque todo ahí era diversión y tranquilidad... fue una experiencia muy distinta.
Habría deseado estar más cerca de LuAn, porque había venido justo por ella, mas, no hubo una queja completa. Se divirtió a pesar de todo, se emocionó como un niño, y cuando llegó el momento de votar diciendo quiénes posiblemente eran los culpables, para descubrir que él estuvo en lo cierto, pero su equipo decidió escoger otra opción porque él dudó mucho de su respuesta, lo hizo medio enojarse y reírse por su torpeza. Si tan solo hubiera puesto más seguridad en su persona...
La actividad terminó con el pastor agradeciendo la asistencia de toda esta gente y aplaudiendo al equipo ganador (que no fue el de LuAn, sino un tercero de sabría quién fuera, los conocían en su casa), junto a la oración que pidió que hicieran junto a él poniendo sus cabezas abajo, cerrando los ojos y alzando unas palabras a papá Diosito que él no supo cómo hacer, pero respetuosamente hizo lo que dijo y se quedó callado sin ver mucho más allá que a LuAn medio conteniendo una sonrisa en su propia incomodidad del momento.
"Parece que sí estabas más cerca de lo que pensaba. Quién iba a creer que tenías la respuesta, y por decisión de otros, terminaron no diciéndola," al reírse lejos de los grupos ahora dispersos terminada su oración, algunos listos para irse, y otros ocupados en la recolección de los objetos que usaron para hacer de ese lugar más creíble; incluso ya al estar afuera de la casa en el arco de la entrada frente a la calle oscurecida por la noche, los dos se acomodaron más cerca, con él recargado en la pared y LuAn en el marco de la puerta. "No debí presumir de mis respuestas cuando estaban tan equivocadas. Qué chiste ha sido ese, ¿no?"
"Tuvieron ideas muy fuertes, yo también pude pensar que quien sería el ladrón fuera el guardia. Era el único que tuvo las llaves, y dio la casualidad de que se fue temprano una noche, a la siguiente ya no las encontraba y desapareció la... ¿cuál era la joya?"
"Un huevo de oro, importado desde la misma China de una de las grandes dinastías inventadas por la iglesia," LuAn se rio por eso, y a SeHun le pareció tan linda. No pudo evitar tener su propia sonrisa plasmada como una estampa. "Era evidente que sería la hija, no la vieja que perdió a su esposo vuelto loco por investigar esas joyas extrañas de la historia."
"Sí, bueno, bien pensé en la hija, pero no por la idea de que fuera una hija no reconocida del dueño del hotel, sino por algo muy distinto. Yo creí que ella querría solo llevarse la fortuna de su padre por ser mala hija. Al final, resultó que el verdadero malo era el padre, ¿no?"
"De esos hay muchos."
"Amén, cariño."
"¿Cómo me llamaste?"
"Yo..." otra vez el silencio. SeHun se sonrojó. No supo cómo contestar, porque sabía que no encontraba escapatoria. Antes se había excusado diciendo una cosa tonta, pero ahora cariño estaba muy claro. LuAn no era tonta, por más coreano que siguiese aprendiendo, su nivel ya estaba muy avanzado para no entenderle eso. Si era de las primeras cosas que aprendías solo viendo dramas. Sin embargo, de recordarse arrepintiéndose por no decir las cosas como él las quería, en el perder una victoria solo por sus dudas, SeHun se preguntó si en verdad valía la pena no contar las cosas como las sentía. Necesitaba dar un paso más, por sí mismo. "T-Te dije cariño, eso... hum, ¿te molesta?"
Nadie dijo que de un segundo iba a cambiar, aunque diera un pasito al frente, debió tener cuidado con su sinceridad. Después de todo, no podía tampoco sobrepasarse aun con sus palabras, si LuAn no estaba cómoda con él diciéndole cariño o alguna otra cosa, incluso luego de que se hubieran besado varias veces, salido en mayor cantidad, tenido al menos una cita (¿o quizá más de eso? ¿Seguía contando o no las otras salidas como alguna?, ¿y eso en dónde los dejaba entonces? ¡Esto era tan complicado!), nada estaba cien por ciento dicho. Ante todo el consentimiento, él tenía muy claro eso...
"No, en realidad, me gusta. Me alegra que fueras tú el primero animándote a decirlo, ya quería yo también hacerlo. Pero no estaba segura de si era tiempo. Pensando que esta ha sido nuestra segunda oficial, no sabía si era muy pronto, y bueno, la cita no ha sido la gran cosa. Casi no estuvimos juntos, fui yo más trayéndote a ciegas a un lugar que ni conocías, con mil dudas, gente extraña, en una actividad que nos puso más distancia, y esto ha sido tan..."
"¿Tú pensaste entonces que esta era nuestra segunda cita?" Él interrumpió, sin preocuparse mucho por lo demás que LuAn dijo. A pesar de que le fue entendida alguna inseguridad que LuAn podía tener también en su relación, verla asentir a su respuesta ya calladas sus palabras, lo compuso todo. Con su enorme sonrisa, SeHun pudo garantizarlo para regular sus incógnitas. "Oh, me alegra saber tanto eso. Estaba preguntando mucho si podría tomarlo de esta forma, pero no sabía. Después de todas esas otras salidas que tuvimos antes, solo como han sido acompañadas por las otras chicas y hasta chicos de otros lados, no creía que fuera de esa forma."
"¿Verdad? Justo había pensado eso. La compañía de nuestras amistades es normal, no pasa nada. No es que no crea en una cita doble o algo parecido, pero ya venir con otras tres o cuatro parejas más no me parece una cita..."
"¡Justo eso decía! Y la salida del cine no cuenta..."
"Porque ni siquiera hablamos."
"Pensamos tan igual en eso... Y aunque esta ha sido un poco inusual, que estuviera pensando para algo que pudiéramos hacer juntos..." SeHun miró a LuAn de una forma profunda ahí, más allá de solo verla, sintió la conexión entre ellos creciendo como no pensaba antes podría. "Fue nuestra segunda cita."
"Sí, quedaba como cita. Solo no pensé que sería de esta forma. Lamento que nos separaran, si hubiéramos estado en un mismo equipo, quizá habría sido..."
"No es tu culpa, y aunque sí hubiese preferido eso, estuvo bien. Me he divertido. Conocer un poco más de tu mundo, incluso en un punto apartado fue interesante. No podría decir que soy parte de él ahora, de eso estoy lejos, pero me dio una perspectiva diferente convivir con gente con la que tú te puedes relacionar aquí... en mi propio mundo," tentó un poco más su suerte cuando fue en ese momento a tomar la mano de LuAn, y aunque fue un gesto simple, se vio notado. LuAn bajó su mirada un segundo, y al acariciar el dorso de su mano, regresó con su propia sonrisa.
"Me alegra que lo pienses de ese modo, yo realmente te agradezco que quieras conocer más de lo que es parte de mí, aunque sea en estas cosas tan sencillas. Quizá algún día yo pueda conocer también más de ti en algo distinto, ¿cierto?"
"¿Cuándo planearíamos nuestra tercera cita?"
La boca que esbozó ese bello gesto con mayor soltura fue más que suficiente. Esos mismos labios le dijeron todo cuando pudo saborearlos en su respuesta.
Otra cita más, y un paso cerca del cariño expresado hasta para sí mismo.
Y con eso escalamos otro peldaño más en el camino de la evolución que tiene cada personaje y pareja de esta historia. Yo sé que ha sido tan bonito, aunque parezca difícil verlo por hombres así que casi ni existen en la vida real (SeHun y JongDae son especiales aquí porque son escritos por una chica 😂), espero igual la historia siga siendo disfrutada~
🎀 ¿Qué les pareció la segunda cita de esta parejita? Algo muy distinto a lo usual, tal vez sin mucha interacción, pero creo que les dejó ver bien ciertos puntos que ambas personas en ella debían mejorar de sí para hacer de eso algo mayor y bueno para una y el otro ✨
Ese tipo de salidas existen, yo tuve una, aunque no fue cita. Las actividades que se arman los grupos juveniles de cristianas/os son interesantes (una no es parte de eso, pero bien que se anda metiendo en sus juegos 😂)
🎀 ¿Opiniones sobre el avance que tuvieron LuAn y SeHun después de esto?
🎀 ¿Qué piensan que pasará ahora para su siguiente cita? 👀
Les recuerdo que todo esto pasa antes de la situación en el cumpleaños de SeHun (la escena de sexo 💀), así que, aguanten ahí, llegaremos en un punto a tocar de nuevo eso... quiero darle tiempo para que también vean el lado bonito y divertido de la parejita 😅
Antes de que se nos venga el drama 👿
¡Muchas gracias por leer! Nos estaremos viendo en la siguiente parte, ¡hasta entonces! 💙
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top