Capítulo 1.


Elián

Hace unos meses, nuestro hogar, el planeta Boksunga había sido atacado por el ejército de Bae; su emperador, Farid, era de los más sanguinarios que hubieran existido; por invadir un planeta no le importaba acabar incluso con niños.

Sin embargo Farid no contaba con el preparado ejército que poseíamos y con el general Yasser; un experto en estrategia y el mejor líder que nuestra fuerza haya tenido.

Desde hacía tiempo estábamos al tanto de lo que ocurría en otros lugares del cuadrante Sagwa; muchos planetas habían sido atacados y saqueados. Lo que Farid buscaba en Boksunga era el lapislázuli, nuestro más preciado recurso y principal fuente de energía.

Varios planetas ya se encontraban bajo su poder; pero luego de que las tierras quedaran prácticamente secas y estériles Farid buscaba más "tesoros".

Con todo esto Bae se había convertido en un monstruo, y nadie, hasta el momento, se había atrevido a enfrentarlo.

—Toma la nave Alfa-Bravo dos seis cinco; ésa será suya de ahora en adelante— me indicó mi general y amigo, Yasser.

Asentí y me retiré a cumplir con lo que me había ordenado.

La nave Alfa-Bravo dos seis cinco era una nave de batalla especial, sólo habían quince como esa en toda la flota; por lo que el ser designado para manejar una era un gran honor y privilegio.

Cosa que me había ganado a base de un duro y arduo esfuerzo, durante los entrenamientos fui el mejor, demostré mi gran capacidad para el manejo de las armas, y por supuesto, buena puntería.

A Yasser, por otro lado, su gran sentido de liderazgo, compromiso con su gente y exactitud y precisión en sus decisiones, lo hicieron el mejor para guiarnos durante la batalla. A pesar de tener un gran e importante cargo y responsabilidad jamás perdía esa enorme sonrisa; nunca se impuso a la fuerza y por ello se ganó nuestro cariño, respeto, y lealtad.

Subí a la nave, era pequeña pero cabían a la perfección dos personas; tenía infinidad de controles que yo conocía muy bien. El dispositivo de reconocimiento y encendido se acercó a mi rostro y el lector de iris hizo su trabajo.

"Elián Norh", se escuchó mi nombre y la compuerta se cerró.

Salí al enorme y vasto manto lleno de millones de puntos brillantes; el espacio era impresionante, se veía tan sencillo y hermoso pero imponente a la vez.

Avancé, la batalla se debería librar lejos de nuestro planeta y de gente inocente; a lo lejos se veía cómo las naves de Bae se iban acercando.

Noté que como yo las otras catorce naves Alfa-Bravo estaban en sus posiciones; al igual que las Delta-India, que eran las naves de ataque normal.

Sólo debíamos esperar las órdenes de Yasser; quien esperaba noticias de los Julieta-Romeo las naves de búsqueda y reconocimiento.

Toda esa estructura, de acondicionar y dividir las naves y a los pilotos por sus habilidades y talentos para poder planear mejores estrategias había sido idea de Yasser.

—Las naves enemigas son enormes y algo lentas, funcionan a base de petróleo— indicó nuestro general; el petróleo era una antigua y casi obsoleta sustancia fósil, vencerlos sería fácil; nuestras naves eran mucho más eficientes y rápidas.

—No bajen la guardia y esperen a mi señal— escuché la instrucción de Yasser; no me preocupé ya que muy probablemente los Alfa-Bravo seríamos sólo espectadores; porque con las Delta-India sería más que suficiente.

El ataque inició y al principio parecía un simple juego o entrenamiento, pero inesperadamente unas compuertas de las naves enemigas se abrieron dejando salir cientos de naves similares a la Delta-India; en ese momento supe que sin mi ayuda no podrían.

—¡Elián, ¿A dónde vas?!— Oí a Yasser gritarme por el auricular pero no le contesté; ya me lo agradecería luego.

Esquivé las naves y me dirigí a la que parecía ser la nodriza y la rodee buscando su punto débil; con las armas de la Alfa-Bravo sería pan comido.

Un fuerte estruendo en la parte trasera de mi nave me sorprendió; miré los controles y la pantalla indicaba: "fallo en generador uno".

Eso no era posible, a menos que... me hubieran disparado.

En segundos perdí estabilidad, así que salí cómo pude del enjambre de naves enemigas; debía buscar en donde descender antes de que el generador explotara afectando al otro; si eso ocurría entonces me quedaría sin energía, sin comunicación y vagando por el espacio.

Con ayuda del sistema de ubicación pude localizar un planeta mediano hacia el sur, era mi única opción ya que estaba a miles de millones de kilómetros de Boksunga; además regresar al campo de batalla con una nave así me dejaba vulnerable.

Haciendo uso de todo lo aprendido intenté llegar a la superficie de ese desconocido planeta, pero el terreno era rocoso, en varias ocasiones la nave estuvo a punto de volcarse pero pude controlarla.

Cuando por fin logré detenerme mi nave se quedó sin energía y de inmediato se abrió la puerta; era un mecanismo diseñado para evitar que el piloto quedara atrapado.

Salí y rodee la nave. Al parecer el generador uno se había perdido por el ataque, y el dos por el descenso se había averiado.

—¡Maldición!— grité; estaba furioso; estaba en un lugar desconocido e incomunicado.

—Silencio, es mejor que no sepan que estás aquí— escuché una voz y voltee; una persona con una enorme túnica café había aparecido a mis espaldas.

—¿Quién eres?— le pregunté.

El joven descubrió su rostro; su piel era clara, sucabello rubio y sus orejas ligeramente puntiagudas; —mi nombre es Dacio—,exclamó, luego esbozó una sonrisa; —bienvenido a Ttalgi.

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NOTAS FINALES: Existe un lugar donde hay más información y adelantos de esta historia. La liga / link / url del Baúl del Tesoro está en mi pefil, en caso de que no lo puedan ver y/o encontrar, pueden buscarlo en FB como Indigo: El Baúl del Tesoro, o como IndigoER.The Real estoy ocupando el mismo avatar (cola de sirena color aguamarina). [Índigo]

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