Era de noche, Galaxia no podía dormir, solamente pensaba y pensaba, su cabeza en ese momento era cómo una lluvia de meteoritos. De repente, se comenzaron a escuchar piedras contra su ventana, ella se asomó encontrando se a quién menos quería ver. Finalmente bajó con Edward, quien tenía una mirada que la hacía sentir rencor y dolor. 

— Necesito explicarte lo sucedido.

— Te escucho.

— Mis "amigos" de la escuela; ya no sé si considerarlos amigos, hicimos una apuesta. Ellos ya te habían visto varias veces en el salón de arte, siempre te consideraron la típica rara, la apuesta era que me acercará a ti, te enamorara de alguna manera y después te rompiera el corazón.

— Pues si que lo has hecho — dijo ella tratando de no volver a llorar.

— Y no sabes cuánto lo siento, nunca pensé que yo también iba a salir enamorado. Sé que es algo tonto, somos bastantes jóvenes pero siento algo por ti, algo más que cariño.

— También esas apuestas son tontas, la hacen los típicos chicos populares de la universidad.

— Me di cuenta de lo tontas que eran cuando vi tu rostro al besar a esa chica.

— ¿Fue otra apuesta? — Edward asintió.

— Sí, pero sé perfectamente que tenían la intención de que me vieras, y así romperte el corazón y cumplir con la apuesta principal.

— Dile a tus amigos que te den lo que prometieron darte, ya has cumplido tu apuesta — y cerró la puerta, dejándolo solo con el corazón roto, y Galaxia también con el corazón roto en su cama tratando de cerrar los ojos y olvidarlo todo.

Capítulo editado