Varios años después

Galaxia estaba en la cocina preparando la cena, Edward estaba colocando la mesa.

Ambos después de terminar la universidad y conseguir empleo, se mudaron juntos y al tiempo se casaron para después tener dos hermosas gemelas, una llamada Amber y otra Linda. Ambas tenían los ojos oscuros, como un bello cielo nocturno, actualmente tenían 7 años.

— ¡A cenar! — dijo Galaxia llamando a las niñas, Amber bajo primero sentándose en la mesa.

— ¿Dónde está tu hermana amor? — le preguntó Edward a su hija.

— Dijo que ahora venía, que estaba preparando una sorpresa — en ese momento se oyeron los pequeños pasos de Linda, al bajar vieron que tenía un cuadro en mano. Linda heredo el don de su madre, el arte.

— ¿Qué es eso cariño? — preguntó Galaxia mientras servía la cena. 

— Hice una pintura de nosotros cuatro mirando el cielo nocturno, cómo cada noche lo hacemos, miren — Linda mostró el cuadro, donde se podía apreciar cuatro personas viendo un bello cielo nocturno, y esas cuatro personas eran la hermosa familia que Edward y Galaxia habían creado. 

— Hemos creado una hermosa familia ¿no crees Galaxia? — dijo Edward.

— Si, una hermosa familia, somos cómo cuatro estrellas, brillando en el cielo — sonrieron y se besaron, haciendo que Amber y Linda rieran.

— ¿Y ustedes de que se ríen? — dijo Galaxia acercándose a las niñas y abrazándolas mientras ellas seguían riendo, Edward comenzó a reír y se unió el abrazo.

— Para mi siguiente cuadro, voy a pintarnos así como estamos, abrazados y felices — dijo la pequeña Linda.

El amor de Galaxia y Edward se siguió cultivando en sus hermosas hijas. No importa que, nada iba a separar a esas cuatro estrellas brillantes de una gran galaxia. 

Epílogo editado