Las propietarias de Galanting y las hadas, después de volver a su forma antropomorfa y siendo unas doncellas gracias al conjuro de Stella, se fueron a dormir y descansar en los aposentos de un campesino muy amable y confiado de Londres que encontraron. La Londres de la edad moderna no era nada comparada con la contemporánea. Era mucho más pequeña y más humilde. Había por sus calles campesinos, ciudadanos de la nobleza, cleros, burgueses, caballeros con armaduras por las calles, arlequines y muchos niños jugando...

—Buenos días chicas. ¿Qué tal vuestro primer sueño de época? —Preguntó Flora a Thalia.

—Supongo que bien. He dormido como siempre. ¿Y tú, hermanita?

—Pues yo no he dormido porque estaba pensando en lo que nos sucedió tras el portal. Escuché unas voces detrás de mi, como si nos estuvieran siguiendo. Me quedé la última en entrar.

—¿Quiénes? ¿Tienes alguna pista o prueba?—Le preguntó Bloom.

—Por ahora no pero tengo miedo de que alguien indebido se haya colado por el portal. ¿Y si cambiamos la historia por culpa mía? Debería haber mirado atrás, pero no lo hice. Soy estúpida, lo sé... —Dijo Fany con arrepentimiento y casi llorando.

—No te culpes. Un error lo tiene cualquiera y además ¡No había tiempo de mirar atrás porque el portal se cerraría y ahora mismo no estarías aquí!

—Gracias por tus ánimos, Stella.

Bloom empezó a planear—Es hora de ir al palacio real. Este será nuestro plan: Seremos unas doncellas de clase noble que venimos a hablar con el rey Jorge III de Inglaterra. He creado unos pases mágicos que hará que cualquiera que los vea nos de la razón y nos dejen pasar. Lo bueno que tenemos es la magia de hadas. Ahora Salgamos. Fany, ve a buscar al campesino en su aposento y dile que nos vamos. Dale las gracias de nuestra parte.

—"Vaya con la jefa mandona. ¿Por qué tengo que ir yo?". De acuerdo. Esperadme fuera...—Dijo Fany con apatía .

Minutos después siguieron andando por esas calles estrechas de Londres hasta que por fin encontraron el Palacio de Buckingham a las afueras de la ciudad. Una vez dentro, pudieron engañar a todo aquel que se encontraba con ellas.

—Vamos a separarnos en grupos, así podremos encontrar a Kilowski más fácil.—Ordenó Bloom.

1°Grupo: Flora y Stella.

2°Grupo: Musa y Tecna,

3°Grupo: Layla y Bloom.

4°Grupo: Thalia y Fany.

Todas: —¡De acuerdo!

Cada grupo se desperdigó por aquel lugar familiar. No podían creer que estuvieran en ese mismo palacio de nuevo. Era el mismo palacio real donde una vez ya se perdieron junto con "Los Beatles". Fue una experiencia inolvidable, sobre todo cuando descubrieron a ringo vestido de mujer.

Ahora las hermanas podrían defenderse solas en caso de peligro porque tenían nuevos poderes aunque no los dominaban al completo porque el espíritu se los otorgó hace poco tiempo y tenían aún poca experiencia en magia.

—¿Qué hacemos si se dan cuenta de que no somos doncellas reales?

—No te preocupes Fany. Antes de irnos, las hadas nos conjuraron con pseudopolvos para mentir en apariencia a todos los que sospecharan de nosotras.

—Ya... Pero aún así... Mira allí hay un guardia. Vamos a preguntarle—Dijo Fany corriendo hacia él—Perdone caballero. ¿Conoce a un hombre llamado Kilowski? Nos dijeron que estaría por palacio.

El guardia responde mirando al frente mientras desfilaba rápido dentro del palacio:

—Sí. Ahora se encuentra con Jorge III por lo que creo que no podrán hablar con él hasta que deje sus aposentos.(Se fue)

—¡Qué hombre tan antipático! ¡Encima nos da la espalda y se va como si nada!—Le dijo Fany a su hermana.

—Qué le vamos a hacer... Ya sabemos que está en los aposentos del rey. Vamos a buscarlo.

♧♧♧♧

Mientras los chicos...

—¡Por fin encontramos ropa de nuestra talla!—Dijo un George alegre.

—Hemos tenido que robar ropa tendida de cuatro campesinos... ¿Somos malos?—Comentó Ringo.

—¡Qué dios nos perdone pero tenemos una misión! —Dijo Paul rezando hacia el cielo.

—Bueno... la misión la tienen ellas. Nosotros venimos para ayudar en todo caso y para vivir aventuras que es lo que nos gusta—Dijo el atrevido John—¡Vayamos al palacio de Buckingham!

—¡No! Otra vez no...—Ringo se miró cabizbajo.

—John ¿Cómo sabes que estarán allí? No nos dijeron nada.

—Pues yo lo sé porque recordad que cuando tuvimos la reunión en el almacén de Galanting, el espíritu nos dijo que la encerraron en el desván del palacio, por lo que supongo que, allí en el palacio, es donde ellas irán a buscar pruebas. Además, el mago era real, es decir, era de la corte real por lo que tenemos que ir a Buckingham. Todas las pistas nos indican la cruz del mapa.

—¡¡Guau!! Te has vuelto más detective que nunca.—Dijo Paul echándole el brazo por el cuello.

—Tengo mis momentos😆

—Pero... ¿Alguien sabe cómo llegar hasta allí? Porque todo ha cambiado tanto que no parece que estemos en Londres.

—No te preocupes George. Buscaremos el palacio calle por calle.—Le respondió John.

—Una pregunta muy simple John... ¿Eres tonto? Tardaremos mucho tiempo en ir calle por calle. Vamos a preguntar a la gente que hay por aquí.—Sugirió Paul.

Después de un largo camino andando, los cantantes vestidos de campestres, fueron vistos por los mismos dueños de sus vestimentas.

—¡¡Eh!! Mirad hermanos ¿Esas no son nuestras prendas?

—Sí, yo colgué las prendas en las cuerdas del jardín. Entonces ellos fueron los que nos robaron. ¡Esa ropa es nuestra! Llamemos a los guardias.

....

—¿Crees que llegaremos pronto, Paul?

—No lo sé, supongo que sí.

Se escuchan voces

—¡Eehh alto ahí!

—¿Quién ha dicho eso?—Preguntó el inocente Ringo.

—¡Yo! Estáis arrestados.—Les dijo un guardia.

—¿Por qué? No hemos hecho nada.

—Estos campesinos me comunicaron que les habíais robado sus prendas.

—¡Eso no es verdad! ¡No hemos robado nada!—Dijo John.

—¡¡Fue sin querer!!

—¿Qué dices idiota? ¡Cállate!—Le dijo John en voz baja hacia Ringo.

—Claro, claro. ¡Vosotros venís conmigo!

Todos miraron a Ringo con enfado:😡

Los guardias los empujaron a la fuerza y con forcejeos por todas las calles de Londres hasta llegar a un carruaje. Luego al llegar, los guardias empujaron uno a uno dentro del carruaje real que iría directamente a las mazmorras.

*****

Mientras Thalia y Fany...

—Thalia, nunca me cansaré de decirlo pero ¡Qué grande es este palacio! Tiene millones de puertas y habitaciones, no encontraremos jamás el aposento...

Después de un largo camino en busca del aposento del Rey Jorge III, vieron una habitación con un gran escudo que ponía: "Habitación real". Dentro del escudo también había una inscripciones en francés.

—Fany, ven ¡Lo encontré! Vamos a tocar la puerta.

TOC-TOC

Salió un hombre extraño para recibirlas

*¿Quiénes sois?

—Somos Fany y Thalia y hemos venido para hablar con el Rey Jorge III. Somos las hijas de María I de Portugal.

*Sí... Avisaré al rey...—Dijo el portero sospechosamente mirándolas de arriba a abajo.

—Fany ¿No crees que ese hombre es sospechoso? Me ha mirado con cara extrañada.—Dijo Thalia en voz baja.

—Tienes razón. No ha caído en nuestro conjuro de apariencias exactas. Quizás se haya dado cuenta de nuestro conjuro. Estate alerta en todo momento.

—Lo estaré.

Se escuchan pasos y alguien gritando tras la puerta semiabierta del aposento

—¿Quién osa despertarme de mi sueño?—Abrió la puerta de madera completamente—Soy el Rey Jorge III ¿Quiénes sois?

—Disculpe majestad, no queríamos despertarle. Estamos aquí para hablar.

—¿De qué queréis hablar?

—¿Puede venir usted con nosotras? Nos gustaría que fuera en privado.—Le comentó Thalia en voz baja mientras miraba hacia aquel extraño hombre, el cual, aún seguía observando detrás de la puerta. Tenía una sonrisa extraña.

Entraron en otra habitación contigua para hablar a solas

—Mire... Majestad... Yo...—Thalia habló dubitativa—Ya sé que le va a sonar muy raro pero... Creemos que está en peligro.

—¿Cómo que estoy en peligro?¿Qué ocurre?¿De quién? ¿Me estás amenazando?

—Tranquilícese. Es kilowski y creemos que él es un hombre malvado y estamos aquí para encontrarlo.

—¿Kilowski? ¿Como va a ser ese hombre... ¿Malvado? JAJA—Dijo riendo.

Ambas hermanas se miraron sin entender nada

—¿Lo conoceis, majestad?

—Claro. Es mi consejero y a veces Arlequín. No creo que sea él un sospechoso...

—No se fie. Las apariencias engañan. Señor, es un hombre malvado que traerá un mal augurio al mundo ya que él es brujo.

—Sois fantasiosas. No creo en cuentos de hadas ¿Tenéis pruebas?—Dijo Mirando hacia ambas.

—No, pero es lo que todos los ciudadanos dicen. Por eso, manténgase alerta y si ve algo sospechoso avísenos. Podremos protegerle.

—¡Yo sé protegerme sólo porque tengo suficiente poder para hacerlo!