Thalia y Fany, las dependientas de la boutique Galanting, habían llegado a Londres para abrir la tienda y ganar algo más de dinero que en España para subsistir. Una vez en Londres, empezaron a llegar personajes pintorescos a Galanting y también empezaron a ocurrir sucesos extraños y aleatorios. Por ejemplo, está la llegada a la tienda del duque y conde Mr. Padington o "The Beatles". Al aceptar la invitación del conde hacia el palacio de buckingham, nuestras protagonistas y nuestros cantantes también aceptaron sus destinos, pues no hubo mayor error en esta decisión. En consecuencia, el espíritu del palacio real encomendó una misión para las hermanas, una misión que cambiará sus vidas y almas. Los chicos mientras tendrían que quedarse en Londres trabajando y componiendo canciones, como han hecho siempre.

Ahora era el momento de la verdad, el momento de enfrentarse a sus destinos.

Fany puso el cartel de cerrado en la tienda y pensó en la partida. Según les dijo el espíritu, otras aliadas venían con ellas y, aunque pareciera increíble, para luchar contra un mago, poco conocido pero muy poderoso, llamado Kilowski. Ellas tenían la opción de huir de la ciudad cuanto antes para no tener que afrontar aquella extraña misión que un espíritu les había encomendado, pero era demasiado tarde. De pronto el espíritu apareció....

*Vengo a buscar lo que me pertenece para volver a mi forma normal. Hoy será ese día, será el día en que afrontemos el mal y acabemos con todo lo que Kilowski hizo con el mundo. Es un mago poco conocido por los ciudadanos de Londres pero es fuerte. Vengo a recogeros, como acordamos, para trasladarnos a la Britania de la Edad Moderna. Traigo conmigo a unas aliadas y campeonas que provienen de otros mundos. ¡¡Salid chicas!!—Gritó mientras miraba hacia sus propios brazos, los cuales, se abrían poco a poco de par en par mientras una luz dorada brotaba de su alma.

*FLASH*

La luz de pronto se expandió convirtiéndose en una bola de humo blanca que explotó y se esparció por el interior de toda la tienda, dejando a las chicas sorprendidas por lo que vendría a continuación.

De pronto, detrás de esta niebla ya disipada que se produjo, aparecieron las sombras seis chicas con ropa extraña, extravagante pero asombrosa. Jamás habían visto esa vestimenta y eso que eran confeccionadoras de moda. Cuando pudieron observarlas mejor, se percataron de sus vestimentas futuristas como si fueran una especie de espías o mujeres de negro. Algo fascinante. Ellas dos se quedaron en silencio al ver a estas seis chicas.

—Hola, venimos para ayudaros en una misión, que sin vosotras, no se podría realizar.—Dijo una de esas chicas.

—¿Por qué? ¿Porque somos especiales? —Preguntó Fany desconcertada.

*Aún no sois especiales pero lo seréis.—Dijo el espíritu aún presente.—Todas estas chicas son seres del universo "Magic" con poderes suficientes para derrotar a Kilowski.

—Pero nosotras dos no tenemos nada, es decir, poderes.—Dijo Thalia.

*Por eso ellas os darán nuevos poderes. Para eso estáis aquí. Por favor, os pedimos que nos ayudéis en esta importante misión porque ¡Juntas seremos más fuertes!

Fany se alteró y estalló—Esto me da mala espina. No me fio. Lo siento pero esto es de locos. ¿Cómo voy a fiarme de unas supuestas chicas con poderes, un espíritu, un mundo llamado Magic, otro mago llamado Kilowski y viajes al pasado? Creo que me estoy volviendo un poco loca pero la broma que nos estáis gastando también es buena, hay que reconocerlo.

*Todo a su tiempo porque con el tiempo reconoceréis vuestros errores. Os abriré la mente y vuestros prejuicios desaparecerán.

—No entiendo nada...  —Dijo Thalia mirando a Fany desconcertada.

—¡Puede ser una gran aventura para todas! ¡Quedaos con nosotras!—Dijo una chica rubia del grupo.

*Antes de que nos vayamos, tengo que otorgaros unos poderes especiales para que podáis transformaros, así vuestros poderes incrementarán junto con el de ellas.

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Mientras "The Beatles"...

Los chicos estaban en los estudios EMI trabajando y componiendo canciones como hacían habitualmente en sus trabajos. Estaban probando nuevos acordes para terminar el álbum "With The Beatles" y tras un rato de ensayo, Epstein dio permiso a los chicos para que se tomaran un descanso y así fumar en la puerta de los estudios. Una oleada de fans aparecieron de la nada a gritar por los barrotes de los estudios y los chicos tuvieron que entrar de nuevo hacia dentro a regañadientes. Una vez dentro hablaron sobre el espíritu. Aquel ente recomendó a los cantantes que no vinieran a la misión porque se podrían empeorar las cosas.

—No puedo creer que nos dejen plantados y ¿Ahora qué?—Preguntó Ringo levantando los brazos desconcertado.

Paul le contestó—Recuerda que aún nos queda por hacer como cinco canciones para acabar el álbum "With The Beatles".

—Estoy harto de hacer siempre lo mismo, además, si nos ausentáramos por algún tiempo no pasaría nada porque este trabajo es muy agobiante.—Sugirió John—Me estoy hartando de que nos manden a componer canciones cuando no tenemos ni un día de descanso. Estoy por escaparme y no volver jamás. Seguro que seríamos más felices.

—No seas así.—Terminó George—Eres muy pesimista...

—Claro... como tú y Ringo no tenéis que componer canciones... Para vosotros es fácil pero para Paul y para mi es un sufrimiento. Tenemos que sacar inspiración de debajo de las piedras.

—¡Qué filósofo!... —Dijo Paul dirigiéndose hacia John con admiración y con las palmas unidas entrecruzadas.

—Gracias, tú me entiendes mejor que nadie Paul. Ahora en serio, he pensado en ir con las chicas a donde sea que vayan. ¿Por qué no nos permitimos un tiempo de diversión y descanso? ¡Será divertido!

—Yo me quedo aquí.—Respondió George—No me iré a no se qué sitios nos dijeron ellas. Para que nos secuestren... Además, Epstein nos echaría la bronca por ausentarnos en nuestra jornada laboral...

—¡Eso, eso! ¡Para que nos secuestren...! —Dijo el pobre muchacho de ojos azules con miedo.

—¡Qué infantiles sois! ¡Nadie va a secuestrar a nadie! Yo me voy contigo John.

—¡Bien! Si vosotros dos queréis venir, hablad ahora o callad para siempre. A la de 1, a la de 2 y a la de...

—¡Está bien! ¡Está bien!—Dijo Ringo interrumpiendo.

¿Por qué no me quedaría en Liverpool?—Pensó George-. (-.-)

—Bueno, si vamos a irnos que sea ya porque recuerdo de que se iban hoy a las 5 P.M. y son casi las 5 P.M. por lo que aún tenemos tiempo para salir corriendo.

—Nos quedan...¡¿Seis minutos?!.... 😧

—¡Corramos!

Los Beatles salieron de los estudios EMI por una puerta trasera secreta para que no fueran descubiertos por los fans. Una vez en la calle, ringo se percata de que ha cogido su cámara pero no su maleta con provisiones.

—¡Esperadme que voy al hotel a por mi maleta!—Dijo Ringo con pánico.

—¡Qué maletas ni ocho cuartos!—John le agarra de la mano a tiempo—¡No te dará tiempo de subir al hotel, además, está a kilómetros de aquí! ¡Nos vamos!

—"Mierda... y yo que pensaba huir tranquilo y escabullirme..." —Pensó Ringo.

—Nos vamos sin nada. Ya nos la apañaremos. Esto es como decir " O todo o nada".

Corriendo...

—¿De verdad que queremos hacer esto?—Dijo Paul mientras estaban corriendo.

—🙉¡Tierra trágame!—Dijo Ringo casi tropezándose.

—Pero yo me llevo mi sándwich por el camino. Ya sabéis que para mi es sagrado. He traido paquetes de comida que teníamos en la despensa para merendar. ¿En la edad moderna habrá buena comida?

—George, si yo comiera como tú estaría seboso. Además, ¿de dónde demonios has sacado el sándwich y los paquetes?—Dijo John casi sin respiración y corriendo—Con las chicas no hablamos de la comida exactamente.

—¡Allí está Galanting! ¡Vamos!

Paul se acercó al pomo de la puerta de la boutique con intención de abrirla y entrar.

—¿A dónde vas Paul? ––Dijo John con tono enigmático mientras le tiraba de su chaqueta —¡No nos pueden ver! Veamos que hacen a través del escaparate. ¡Agachaos!

—¡Hay muchas chicas guapas ahí dentro!— Dijo Ringo en voz baja y mirando de reojo.

—¿Qué estarán tramando?

—¡Mirad! ¡El espíritu está haciendo como un conjuro??!! —Gritó George sorprendido— ¡Fany y Thalia están atrapadas en ese conjuro! ¡¡Ahhh!! ¿Lo estáis viendo?(Se frotó los ojos)

Paul se frotó los ojos también—Lo veo  George, no eres el único. ¡Mirad! ¿Ellas están volando? ¿Con alas?

—Puff... ¿Qué nos hemos fumado? Parece que están volando y en el cielo hay... ¿Diamantes?

—Definitivamente estás fumado John—Le contrastó George.

—¡Por favor, silencio!—Ordenó Paul—Vamos a ver que está ocurriendo aquí.