19. Presencias extrañas

Después de haber descansado en el mismo suelo, se despertaron por la mañana. Les costó mucho dormir a causa de esa mujer que apareció anoche aunque no la volvieron a ver desde aquel momento. Ahora George, Ringo y Fany tendrían, como misión, encontrar a los demás para salir de ese palacio que relucía oro pero escondía tragedias.

—Despertaos, tenemos que seguir para encontrar la salida y a los demás —Comentó Fany mientras los zarandeaba con fuerza.

—Déjame dormir un poco más ...

—¡Ringo levántante ya! ¡No seas infantil ahora! No puedes quedarte dormido...¡Vamooos!—Le dijo Fany zarandeándolo de nuevo con más fuerza.

—Ella tiene razón, Ringo. Tenemos que buscar a los demás.

Siguieron andando por ese desván gigante que cada vez les parecía más largo

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Mientras Thalia, Paul y John...

John se recuperó rápido de su caída en la entrada de la siniestra habitación y consiguió ponerse en pié para seguir buscando a Thalia y Paul por aquel desván durante toda la noche. Por fin los encontró. Parece ser que la pareja estaba bien. Los dos se encontraron y durmieron juntos encima de unas telas viejas que encontraron para descansar de la forma más cómoda posible sin pasar frío. John, al encontrarlos, también durmió al lado de Paul porque estaba cansado de buscar por aquel inmenso lugar. Al amanecer por la mañana y después de una larga noche, Thalia, Paul y John despertaron al fin juntos y unidos de nuevo.

—Paul, John, ¡Despertaos! ¡Ya es de día!

¡AHHH!...(Bostezó fuertemente Paul)

—...¿Eh? ¿Qué haces aquí John? ¿No estabas herido? ¡No hagas el imbécil y acuéstate!— Dijo Paul mientras lo empujaba hacia el suelo de nuevo.

—¡Deja de empujarme como un tonto! Tranquilo Paul ya estoy bien, pude encontraros a tientas y a duras penas pero lo importante es que me he curado. Alguien, algo o dios me ha curado de estas heridas. Ha sido como un regalo del cielo. ¡Gracias!—Dijo juntando las manos y mirando hacia arriba.

—Me alegro por ti John...—Dijo Thalia con expresión aburrida en su cara y con desprecio hacia el prepotente beatle—Pero recordad que tenemos que seguir y tenemos que encontrar la salida. Menos mal que también estás bien Paul.

—¡SHHH!... ¿Habéis escuchado eso?—Dijo Paul en voz muy baja—Ha sonado como una risa de niña pequeña

—En serio, Paul, no me asustes. ¡Qué miedo! —Dijo Thalia cogiéndole del brazo derecho y ocultándose.

¡AHHH!...(John bostezó levantando los brazos de forma exagerada). Espero que aquí no haya nada paranormal. ¿Os habéis dado cuenta de lo antiguo que es este sitio? Hay cuadros llenos de polvo y baúles antiguos.

—Tienes razón, pero... ¿Este desván no estará encantado? ¿No? —Preguntó Paul.

Se escucha un grito familiar

—Esa voz... ¡Es Fany!

—No digas tonterías, John. No sabemos si están aquí realmente. Sé que estás enamorado de ella pero esto es pasarse un poco.—Paul se acomodó una gorra imaginaria como si fuera Sherlock Homes—Tenemos que seguir buscando pistas.

—¿Ahora eres detective?

—Puede...

—¡SHHH!... Parecéis niños pequeños. Se ha escuchado otra voz, ¿escucháis?—Thalia se subió sobre un baúl, que había justo al lado de ellos, para escuchar de lejos. Se escuchan a más personas.

—¡Fany, Ringo, George!—Gritó Paul.

Se oye eco...

A lo lejos....

—¿Habéis escuchado? ¡Son ellos!

—¡Socorro! —Gritó Ringo.

—¡Estamos aquí!—Gritó George.

                                   *****

Y los demás...

—¡Por aquí! ¡Seguidme!—Thalia guió a Paul y John hasta donde llegaban las voces.

Tras unos minutos y más llamamientos a distancia...

—¡Nos encontramos por fin! —Gritó Thalia.

—¡Corred, la guardia real nos ha encontrado! —Dijo George al ver a Thalia, John y Paul disfrazados de guardia real.

—¡Sé kárate! Atrapadme si podéis.—Ringo hizo movimientos indescriptibles de kárate hacia ellos a modo nulo.

—¡Ja, Ja! Me encantan estas bromas.

Fany se alteró—Un momento... ¿John?

—¡Qué somos nosotros!—Thalia se quitó el mítico casco de la guardia real—¡Nos disfrazamos de guardia real para que no nos descubrieran!

—¡All toguether right now🎶! —Cantó Paul— Mira se me ha ocurrido una canción. Me la apuntaré.

Cuando todos se abrazaron unos a otros como si no existiera el ayer o el mañana, apareció de nuevo esa temida mujer con voz de niña flotando. De pronto, un destello iluminó el desván y apareció de la nada. Todo estaba en silencio como si el tiempo y el espacio estuvieran sincronizados. Todos dejaron de abrazarse para observar aquel destello que los dejó embobados durante algunos segundos. El destello se materializó poco a poco y empezó a hablar.

*Soy el espíritu que os ha estado observando durante todo este tiempo. Sólo aparezco ante personas que sean de corazón puro.

—¡No nos hagas daño, por favor!—Gritó Ringo.

*No os preocupéis. Vengo en son de paz. Yo he sido quien ha interferido entre el señor Padington y vosotros para que vinierais a la fiesta real. Yo planifiqué todo hasta ahora mismo. Gracias a mi, pudisteis acabar juntos.

—Entonces ¿Nos has estado observando desde que Fany y yo llegamos a Londres?

*Exacto. Desde que el señor Padington entró en vuestra tienda.

—¿Entonces también has planificado nuestro encuentro con el de ellas? —Preguntó Paul— ¿Por qué querías que nos conociéramos?

*Lo tenía todo planificado para que ustedes se encontraran y cambiaran el mundo. Este mundo está lleno de maldad, codicia, poder... Me han encerrado aquí porque no pertenezco a ese mundo y necesito que me ayudéis.

—¿Cómo?—John miró a todos los demás, los cuales, estaban rodeando aquella presencia.

*En primer lugar, deberéis portarme a través de esta caja mágica para que no pueda ser vista y necesitaréis invocarme para lo que sea necesario.

—¿Por qué nos has elegido a nosotros?— Comentó George.

*Porque sois las únicas personas que han conseguido llegar hasta tan lejos. Hay otros muchos que han sido capturados en mitad de camino. Vosotros habéis escapado de la guardia y os habéis encontrado en este punto gracias a pistas que os he dejado yo. Sois inteligentes aunque a veces demasiado inmaduros pero lo importante es que a pesar de las dificultades, habéis llegado hasta aquí y eso es lo que se valora en el esfuerzo.

—¡Pensé que Londres iba a ser fantástica pero nunca me imaginaría que nos llegaría a pasar estas cosas!—Dijo Fany incrédula.

*No tengáis miedo. Seré vuestra consejera y os ayudaré para una importante misión que deberéis completar. Esto es sólo el principio de vuestra aventura. La profecía está a punto de cumplirse.

Ringo se escondió detrás de Paul temiendo por sus vidas mientras decía unas palabras indescriptibles en voz muy baja: <Esto me da muy mala espina...>

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