🎄ᕮSᑭᕮᑕIᗩᒪ ᑎᗩᐯIᗪᗩᗪ: KᗩSᕼIᗰᗩ ᖇYᑌᑌIᑕᕼI🎄

Antes de comenzar, quiero recordar que este especial será una continuación del especial de Halloween, por lo que os recomiendo leerlo para comprender algunas de las cosas que leeréis a continuación.

También quiero aclarar que cuando veías {N/A} quiere decir "Nombre de amiga", lo siento, me daba algo de pereza pensar en nombres.

Sin más, os dejo disfrutar de la lectura. 

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El frío se estaba haciendo más presente en los últimos días, era fácil salir de casa y congelarte una vez que el aire rozaba la piel expuesta. 

— Odio tener que llevar falda en invierno... 

{T/N} caminaba hacia la escuela junto a sus amigas, sin dejar de quejarse por el implacable frío y lo que eso le acarreaba a sus delicadas piernas. 

— Es verdad, yo quisiera que hubiese vacaciones de Navidad que durasen hasta la primavera, de esa forma no saldría de casa. —comentó una de las chicas, quién iba muy abrigada. 

— Yo deseo lo mismo, {N/A} —concordó nuestra protagonista, mientras entraban en el recinto de la Academia. 

— ¿Eh? ¿No es ese Kashima-kun? —comentó otra amiga, quién señalaba hacia la derecha del pequeño grupo. 

La de cabellos {c/p} se tensó ante la mención del chico, desde la fiesta de Halloween y el pequeño accidente, ninguno de los dos era capaz de mediar palabra con el otro sin ponerse rojos por recordar aquel momento. Desde entonces su relación había retrocedido a pasos de gigante, al menos por parte de ella, ya que le evitaba en la medida de lo posible para no tener que pasar por momentos incómodos. 

— ¿No vas a decirle "buenos días" a tu novio, {T/N}-chan? 

— {N/A2} —exclamó ella, comenzando a ponerse roja y notando, por el rabillo del ojo, que Kashima se había percatado de su presencia. 

Sin poder aguantar aquella presión y el recuerdo de Halloween, escapó hacia el interior del edificio sin perder mucho tiempo. 

La mañana pasó con tranquilidad, nadie quería salir al exterior por el frío, así que se mantenían dentro para disfrutar del agradable calor. El teléfono de {T/N} comenzó a vibrar, dando señal de que alguien la estaba llamando. 

— Disculpad, regreso en seguida. —les dijo a sus amigas para poder ir a un lugar tranquilo a atender la llamada.— ¿Diga? 

Era su madre, lo que quería decir que dada las fechas y el momento, no era para anunciarle algo agradable. Los padres de la joven vivían viajando de un lado a otro por trabajo, por lo que se vio obligada desde que comenzó la secundaria a llegar a un hogar vacío y sin nadie que le diese una cálida bienvenida; ese año no iba a ser diferente. 

Kashima se estaba dirigiendo al Club de Niñeras, estaba algo entristecido, pues aunque había pasado un tiempo y había aprendido a vivir con la ausencia de sus padres, aún le costaba creer que pasaría las primeras Navidades sin ellos. 

— ¡Siempre hacéis lo mismo! —aquel sutil grito llamó su atención y se dirigió al aula vacía del que había procedido. 

Se asomó para ver quién era la persona que estaba allí, encontrándose con {T/A} hablando por teléfono con alguien y, dado la expresión de su rostro, no parecía una conversación agradable. 

— ¡No os basta con no recordar el cumpleaños de vuestra hija como para que ahora me digáis que no vais a venir en Navidad! ¡Trabajo, trabajo, trabajo; es lo único que os importa! —y comenzó a sollozar sin poder aguantarlo más.— Me gustaría que por una vez... solo una, vengáis a pasar las fiestas conmigo... 

Y sin dar tiempo al receptor de responder, colgó el teléfono y se encogió junto a la ventana, sentándose en el suelo para abrazar sus piernas y soltar pequeños sollozos. Ryuuichi sintió algo de lastima al ver a su compañera en aquel estado, en cierta manera, se veía reflejado en ella; se adentró en el aula para poder consolarla. 

— {T/A}-san... 

La chica se tensó al escuchar que la estaba llamando, era incómodo saber que alguien la había escuchado discutir con su madre. 

— ¿He gritado mucho? -preguntó aun con la voz rota, no era capaz de alzar la mirada para verlo. 

— No... no creo que alguien más lo haya escuchado. —respondió él, posicionándose a su lado.

— ¿Cuánto has oído? 

— Lo suficiente para saber que tus padres no podrán venir... —dijo algo apenado por la situación y al verla así de herida.

— ... Tam-tampoco es que... les... les pida tanto... —los sollozos se estaban volviendo más fuertes de solo pensar en la soledad que iba a pasar el día de Navidad. 

Fue ahí cuando el castaño decidió que no iba a dejar que aquellas lágrimas estuviesen presentes incluso en NocheBuena, así que soltó lo siguiente sin pararse a pensar en lo que aquellas palabras iban a significar. 

— Entonces ven a pasar las Navidades con nosotros. 

{T/N} levantó la vista para mirar al chico, su rostro estaba completamente rojo y sus ojos brillaban a causa de las lágrimas que caían sin cesar por sus mejillas, no comprendía a dónde quería llegar Kashima con aquella invitación. 

— E-Esto... quiero decir, con Kotaro, Saikawa, Oba-san y conmigo... -tartamudeó el chico, poniéndose algo rojo por ver aquella expresión tan tierna en ella. 

— No... No quiero causar molestias... 

— No lo harás, tampoco puedo permitir que pases las Navidades tú sola. 

  ━  

Rápidamente llegó el día de Navidad, "¿por qué habré acabado aceptando?" se preguntaba la muchacha mientras miraba el portón de la gran casa Morinomiya, el lugar dónde vivían Kashima y su hermano menor. Con cierta duda, llamó al timbre y esperó a que le abriesen la puerta. 

— {T/A}, bienvenida. Me alegra que hayas venido. —la recibió el joven con una sonrisa amable. 

— ¡Ung! —el pequeño Kotaro la saludó con la misma sonrisa, estirando sus bracitos hacia ella. 

Por unos momentos, la chica tuvo ganas de llorar porque hacía mucho tiempo que no la recibían tan cálidamente. Entró al hogar y se tragó las lágrimas que estaban amenazando con salir. 

— Gracias por invitarme. —agradeció, tratando de mantenerse sonriente. 

— {T/A}-sama, nos complace que haya venido a pasar con nosotros esta maravillosa festividad. —el mayordomo le hizo una reverencia a modo de recibimiento, sorprendiendo un poco a la chica. 

La cena había transcurrido con normalidad y un buen ambiente, hacía mucho tiempo que la muchacha no sintió esa sensación de calidez en su pecho. Por una vez en varios años, estaba pasando unas buenas Navidades. 

— {T/N}-nee-chan. —la llamó el pequeño Kotaro cuando se encontraban en el salón, cargando un paquete con forma rectangular. 

— ¿E-Es para mí? —preguntó algo sorprendida, aceptando el regalo.

— Feish Navia ("Feliz Navidad") —dijo el niño manteniendo aquella cálida sonrisa. 

Miró a Kashima para confirmar que aquello era para ella y que no se había equivocado, ante el asentimiento del muchacho, procedió a abrir el regalo y se encontró con un libro de criaturas mitológicas. Su mirada se iluminó al ver la portada, ya que el tema era uno que le gustaba mucho, no pudo aguantar más las lágrimas y estas comenzaron a resbalar por sus mejillas. 

— ¡{T/A}!-san .—exclamó Kashima un poco alarmado al verla llorar, mientras Kotaro ponía una expresión triste, sus ojitos también se llenaban de lágrimas. 

— L-Lo siento... —se disculpó mientras se secaba las lágrimas y esbozaba una sonrisa hacia Kotaro.— Me ha gustado mucho vuestro regalo, muchas gracias. 

El niño seguía con la misma mirada de tristeza, puesto interpretaba su reacción como que estaba triste por el regalo. 

— {T/N} tite ("{T/N} triste") —dijo algo decepcionado. 

— No, no es eso, Kotaro. No estoy triste, gracias a vosotros ahora estoy muy feliz. — le sonrió, mientras lo cogía en brazos para darle un abrazo.

Ya era demasiado tarde para que la joven volviese sola a casa, así que la Sra. Morinomiya le mandó a Saikawa preparar una de las habitaciones para que pasase la noche con ellos. 

— {T/A}-sama, es muy tarde para que regrese a casa, le he preparado una... 

El mayordomo se interrumpió al observar la escena que estaba teniendo ante él, abriendo levemente sus ojos y observar a los dos jóvenes y el pequeño. Los tres se habían dormido en el sofá; la joven {T/N} tenía apoyada la cabeza en el hombro de Kashima y este dejaba descansar su cabeza sobre la de ella, mientras que el pequeño Kotaro dormía sobre el regazo de la chica. 

— Esto se merece una fotografía conmemorativa. —dijo en un tono lo suficientemente bajo para no despertar a los jóvenes, sacando su teléfono para inmortalizar aquel momento.— Juventud, divino tesoro. 

— ¡Saikawa, deja de hacer el vago y trae algo para taparlos, se van a resfriar! —exclamó la anciana cargando con una manta. 

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Hallo~

Aquí dejo el especial de Kashima Ryuuichi, no hubo declaración pero creo que me quedó lo suficientemnte pasteloso como para daros algo de diabetes jejeje~

Espero que estéis pasando unas vacaciones agradables junto a vuestras familias y que os guste el one shot, pronto, prontito os traeré el especial de Kotaro. 

Como siempre, espero vuestros comentarios y estrellitas, siempre son bien recibidos. 

𝚄𝚗 𝚜𝚊𝚕𝚞𝚍𝚘, 𝙻𝚊𝚢.

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