¿Volverás?

Había pasado un día desde que llegó al barco, un día y ya estaba desesperada en volver a su época con su família. Durante la noche se levantó de la cama en la enfermería y camino lentamente contemplando cada detalle del sunny, admitía que el gran barco era hermoso. Pero ese no era su hogar ni tiempo.

Creía que solo ella estaba despierta durante la hermosa y estrellada noche pero esa vez le tocaba hacer de Guardia a zoro, este sin que ella lo notase la veía como caminaba por la proa. El no era un hombre que se considerase así mismo como "un caballero" pero la morena hacía que de el creciera un extraño sentimiento de angustia y preocupación, podía notar que de sus ojos se reflejaba confusión al igual que desconfianza.

Por extraño que pareciera tenía los mismos ojos desconfiados de la navegante, le recordó mucho a ella cuando se conocieron la primera vez.

— de verdad estoy asustada.— musito Valentina mirando a la nada.— quiero volver a mi casa.

El espadachín se acercó lo suficiente como para poder escucharla sin que ella lo viera.

— no quiero morir aqui.— comenzó a llorar.— estoy sola otra vez.— dijo.— ni siquiera tengo mi violín conmigo.— cansada, fue bajo los naranjos de Nami y se recosto sobre el césped para mirar las estrellas.

Zoro al ver que se alejó maldijo en voz baja, suspiro sin creer lo que estaba por hacer y bajo del nido de cuervo para ir donde la morena, al estar cerca de ella la imitó poniéndose a su lado.

— hola.— habló zoro con la mirada en el cielo.

— ...hola...— respondió cabizbaja.— puedo preguntar, que haces despierto?.

— es mi turno de guardia.— contestó con simpleza.— y tu?.

— no puedo dormir.— confesó.— además nunca estube en un barco y quise mirarlo más tranquila.

Hubo un repentino silencio, solo se escuchaba el sonido de las olas y el viento meser suavemente las ojas del árbol.

—tienes familia?.— le preguntó zoro.

La Morena dudó en si contestar, osea si tiene una familia que esta esperando su regreso pero eso será 552 años en el futuro, técnicamente los padres de sus bisabuelos no se conocían aún.

— podría decirse que si.— respondió nostálgica.— los extraño a todos.

— cuantos son en tu familia?.

— y porqué el repentino interés?.

Zoro sonrió levemente, debía admitir que la mujer a su lado era muy precavida.

— nada realmente, quería conocer un poco más sobre la mujer que cayó desde el cielo repentinamente y que aparentemente jamás había visto un barco oh hablado con piratas.

Valentina se levantó del césped al igual que el espadachín, se veía muy ofendida.

— no soy estúpida, se que ninguno de ustedes confían en mi.— dirigió su mirada hasta la vela del sunny.— ¡luffy, se que estas ahí!.— grito lo suficientemente alto para que el mugiwara la escuchase cosa que funcionó.

— pueden salir los demás.— dijo y el resto de la tripulación salió de sus escondites.— quiero decirles algo, a todos.— dio énfasis en la última palabra.— entiendo muy bien su desconfianza a mi persona, pero no soy ninguna amenaza para ustedes.

— no podemos arriesgarnos joven valentina.— le responde robin con calma.

— ¿¡arriesgarse de qué exactamente!?.— atacó verbalmente a la arqueologa.— estoy a bordo de un barco en medio del mar, no se pelear y estoy en clara desventaja numérica.— finaliza exaltada.—¡¡no se donde demonios estoy!!.— gritó.

— lo único que quiero es volver a mi casa.— murmura.— quiero regresar con mi familia.

Los mugiwaras estaban en silencio, todos estaban seguros de que esta vez se habían pasado, pero uno no puede culparlos al desconfiar ya que eran perseguidos por el gobierno mundial, solo estaban protegiéndose.

— entonces dinos la verdad.— se acercó Sanji hasta ella.— podremos ayudarte.

— quieres que confiemos en ti.— afirmó Nami.— pues confía en nosotros también.

— ¡si les digo...!.— alzó la voz brevemente.— si les digo, no van a creerme.

Luffy se acercó hasta quedar frente a frente, puso su mano en el hombro de ella y con la otra le puso su sombrero de paja.

— aunque ya no confíes en nadie, nosotros creeremos en tí.— le dijo suavemente esbozando una sonrisa comprensiva.

No pudo seguir conteniendo su dolor así que solo lloró y agradeció entre lágrimas una vez más logrando conmover a todos allí.

— gracias, de verdad muchas gracias por todo lo que han hecho hasta ahora por mí.

— no agradezcas.— le sonrió franky.— ahora somos tus suuper nakamas, claro si el capitán esta de acuerdo.

— ¡claro!.— aceptó.— ahora eres mi nakama.— dijo entusiasta.— ¿estan de acuerdo?.

— ¡si!.— respondieron al unísono.

— ¡¡otra mugiwara!!— celebro sanji.— ¡ademas es otra señorita muy hermosa!.

— yohoho esto se merece una celebración.— rió brook comenzando a tocar su violín.

— bienvenida a la banda valentina.— la felicito ussop.— espero seamos buenos amigos.

La Morena los observo un tanto confundida, después de todo ella no aceptó nada ni tampoco les había dicho de donde provenía realmente, todos se pusieron a festejar. Luffy, Chopper y ussop comenzaron a jugar por el barco mientras que Franky con Sanji sacaban una parrilla algo grande, por otro lado brook tocaba su violín y Nami con robin se sentaron a charlar mirando el amanecer.

— pero ni siquiera acepte nada...— se dijo así misma provocando una sonora carcajada al cazador de piratas.— y tu porqué te ríes?.

— no necesitas decir que aceptas, ya eres una de nosotros.— respondió sacando una botella de sake de su haori.— tendrás todo el tiempo para decirnos quien eres, ahora sólo comparte con nosotros.— le acarició levemente la cabeza.

La joven asintió tímidamente y vio que el espadachín se alejo para ir con sus compañeros, tras su espalda noto el hermoso destello del Sol asomándose por el horizonte así que volteó para contemplar mejor la vista.

— es hermoso.— musito suavemente.

— la vista del sunny es la mejor.— comentó una voz femenina a su lado.

— no puedo negar eso.— sonrió.— gracias por acogerme con ustedes robin.

— a ti pequeña, por confiar en nosotros.