Perdidos entre los escombros de una injusta sociedad, donde la resignación es a veces lo único que se mantiene. Siempre y donde sea, las impalpables cadenas del deber nos arrastran a un profundo agujero, donde la alegría es solo un falso ideal. De esta manera se nos arrebata, bajo pobres excusas, aquello que más nos importa ¿Y es así como tengo que ser? ¿Solo siguiendo lo que algún desconocido impuso como correcto? "Muestra una buena sonrisa", aconsejan, "asi es más llevadera la infelicidad". Un tortuoso ciclo, que parece nunca tener fin.

¿Y si no soy feliz con el sacrificio que conlleva esta irrazonable vida? ¿Acaso se debe considerar maldad o egoísmo intentar seguir el corazón? Oportunidades perdidas, deseos insatisfechos y sueños rotos. Es el premio al más abnegado, por todo aquello que ha hecho . Nacer para hacer lo mejor para el resto, o para disfrutar con lo que pudo ser propio y a ahora es de alguien más. Siendo leal, podemos destruir nuestra propia felicidad. ¿Para que? Al final, tener a muchos al lado y sentir una fría soledad.

Renacen la ganas de vivir, cuando ves a lo lejos, algo por lo cual luchar. Algo que te hace desafiar a todo lo escrito, que te da fuerzas para abrir los ojos, y actuar. En palabras vacías se convierten las ataduras; en ilusión, la antigua culpa. Libre, por fin, fijando rumbo a una nueva realidad. Solo pensando en lo que de verdad anhelas. Valentía, y coraje, serán necesarios. No solo para hacer frente a los demás, sino también para aceptar lo que hay en tu interior.