— CECILIA!

Apenas el agente del consulado había dado un paso hacia ellos cuando la pareja corrió hacia ellos con los ojos llenos de lágrimas, casi arrebatandoles a la pequeña niña.

Habían pasado horas parados en el aeropuerto esperando la llegada de ese vuelo.

La niña saltó a los brazos de su madre, quién no tardo ni un segundo en llenarla de besos en la cara. Su padre se unió al abrazo, ahogandola en mimos y cariño.

Estaba en casa, por fin. Pero sus ojos tristes delataban que algo faltaba, y ellos no tardarían mucho en descubrirlo.

Bibi volteó a ver al agente con lágrimas de agradecimiento.

— Dónde está Dimitri?

Un silencio incómodo se hizo presente cuando los ojos de el hombre se ensombrecieron, y toda sonrisa fue reemplazada con una expresión de confusión y terror.

— Lo siento mucho, señorita Blanco. El niño no fue encontrado. Lo... habíamos mencionado cuando los contactamos...

La mirada de la pareja cambió de confusión, a shock, y a terror. Las palabras de el hombre les habían herido peor que cualquier golpe.

— No. — Murmuró el vampiro, con los ojos fijos en el suelo. Volteó a ver a todos lados, como si su hijo estuviera ahí, escondiéndose, jugandole una broma como siempre lo hacía. — No es cierto. Estas jodiendo, verdad?

Miró a su hija, esperando que dijera algo, que ríera delatando a su hermano, que confesara que estaba bien, algo, lo que sea.
Cecilia solo bajo la mirada sin mucha energía y escondió su cara en la chaqueta de su madre.

El hombre sólo pudo mirar a la pareja con tristeza.

— Lo lamento tanto, señor Stone.

Mortis miró a su esposa en busca de consolación, un entendimiento mutuo de el sufrimiento que acababa de recaer sobre ellos, pero solo se encontró con una mirada vacía.

Cecilia le jaló de la chaqueta para intentar sacarla de su trance.

— Mami?

Bibi la miró. La alegría que había estado en sus ojos hace solo unos minutos se había convertido en un abismo imposible de leer.

Las manos de la mujer temblaron, y rápidamente puso a su hija en el piso para inmediatamente caer de rodillas. Tenía nauseas. Intento tomar una bocanada de aire - sentía que le faltaba.

No sintió las manos de su esposo en sus hombros intentando consolarla. No escucho los gritos de su hija preguntándole que sucedía.

Su silencio se convirtió en un sollozo bajo, y después en un grito ahogado.

Todos en el aeropuerto voltearon a ver a la familia y los murmuros no tardaron en aparecer, intentando adivinar que podría haber propiciado tal reacción de la mujer.

— Cariño, esta bien, lo vamos a encontr-

— Cecilia — Habló Bibi, ignorando por completo a su esposo y poniendo su mirada en su hija y sus manos en sus hombros. — ¿Dónde está tu hermano?

La niña no respondió, solo bajando la mirada.

— ¡¿DÓNDE ESTÁ?! — Exigió, agitandole con fuerza y haciendo que la pequeña se asustase. Mortis rápidamente levantó a Bibi y le dirigió una mirada que le rogaba calma. Acto seguido se arrodillo al nivel de su hija y le acarició la mejilla, dando su mejor esfuerzo para no quebrarse delante de ella.

— Cici, cariño, ¿dónde está tu hermano? ¿Sabes dónde lo viste por última vez?

Nuevamente Cecilia solo evitó verlo a los ojos.

— Vampirita, puedes decirme. No pasará nada.

Los ojos de la niña comenzaron a llenarse de lágrimas.

— ...en el parque..

A Mortis se le hizo un nudo en la garganta.

— ¿Qué parque? — su voz tembló.

— Ese... pues... ese donde hay caras felices por todos lados.

Hola! Primero que nada, muchas gracias por tomarse el tiempo de leer esta historia <3
Segundo, probablemente ya saben esto, pero este fic esta enlazado a The Truth Behind My Back de IchigoSssoul, y habrán detalles de la historia que solo podrán encontrar allá y viceversa. Por favor, denle una leída, y nuevamente gracias!