Que bien se siente estar en vacaciones y no tener que levantarme temprano los sábados, aunque hoy es lunes

— Creo que ya deberías irte.

— ¿Por qué la prisa? — Kisaki, quien estaba recostado en el sofá, se aferró a ella en un abrazo, dejándola encima suyo sin poder moverse. — Me quedaré sólo 5 minutos más.

— Dijiste eso hace dos horas. — le recordó mientras trataba de liberarse de su agarre.

— Es sólo que... me encanta estar así contigo; no quiero que termine. — la sujetó con más fuerza.

— Eso es lindo, pero tiene que terminar. — le costó respirar por la fuerza que él estaba aplicando. — Voy a ahogarme si no me sueltas; no pensé que el amor fuera tan sofocante. — advirtió con el poco aire que le quedaba.

— Perdón. — murmuró antes de dejarla libre. Ella puso sus brazos a los costados del cuerpo de Kisaki para acomodarse donde estaba, de tal manera que pudiera mirarlo a los ojos.

— ¿Qué es lo que pasa contigo hoy? ¿Por qué no quieres volver a tu casa? — claro que la respuesta verdadera era algo que ella jamás hubiera podido adivinar, así que en consecuencia, terminó sacando una conclusión completamente distinta. — ¿Acaso tú... estás teniendo problemas para llevarte bien con tu mamá? — jadeó con asombro ante su propia conclusión.

Ahora bien, tenía dos opciones: decirle la verdad y salir de una vez por todas del asunto, o mentirle y darle la razón para que no pregunte nada más.

— No, no es nada de eso.

— ¿Entonces qué? Me gusta pasar tiempo contigo, pero me preocupa que pueda estarte pasando algo y por eso estés tan cariñoso. ¿Algo malo te está pasando?

— No... no, tampoco es eso.

— ¿Vas a decirme? — lo miró directamente a los ojos. Sea el que sea que estuviera ocultando, ella estaba dispuesta a descubrirlo.

— No es nada, de verdad; yo... voy a regresar a mi casa, pero antes quería pasar más tiempo contigo. Es como te dije el otro día; quería disfrutar de la navidad contigo en compensación de lo que pasó el año pasado, y por eso quería quedarme, como una especie de... disculpa.

— Bueno, me encanta pasar tiempo contigo, y aprecio tus intenciones, pero yo también necesito mi espacio; no podemos estar juntos cada segundo del día.

— Tienes razón, y lo lamento si te hice sentir sofocada.

— No quise sonar grosera; aún me cuesta un poco decir cómo me siento sin que parezca un insulto a alguien más, pero lo que en realidad quería decir es... si tienes algo que decirme, hazlo ahora.

— Yo... — trató de mentalizarse en su objetivo: hacer una sola pregunta; no era tan difícil, y esa podría ser su única oportunidad. — Sí, la verdad es que hay algo que quiero preguntarte.

— Bien, entonces dímelo.

— No es fácil, Matchi, esto es algo muy, muy importante. — al intentar concentrarse, se dio cuenta de que era bastante difícil teniéndola a ella encima.

— Entiendo.... pero sabes que no te voy a juzgar; puedes confiar en mí y decirme lo que sea.

— Lo sé, y es maravilloso que tengamos tanta confianza entre nosotros; también es una de las razones por las que quería hacerte ésta pregunta. — ignoró la forma en que comenzó a ponerse nervioso, con su corazón latiendo más rápido de lo normal, pero al mismo tiempo tratando de calmarse. — Matchi, tú... — se detuvo ahí.

— ¿Yo...?

— Tú... ¿tú quieres... — volvió a parar. — ¿quieres ca....minar conmigo y acompañarme a un lugar en año nuevo? — estuvo muy cerca, pero cambió por completo la pregunta cuando casi lo había dicho. — Pensé que sería lindo hacer algo los dos solos ese día.

La fémina parpadeó un par de veces confundida.

— ¿Eso era lo muy, muy importante que tenías que preguntarme? — por un momento quiso reírse pensando en que podría ser una broma; no había manera en que se hubiera puesto así por una pregunta como esa. Sin embargo, había prometido que no lo juzgaría, así que si resultaba ser cierto iba a sentirse muy mal después.

— Ya lo sé, es tonto... — rió nervioso. — por eso no quería preguntarte.

— Ya hemos estado solos antes; no veo la diferencia ahora.

— Es que... tenía algo planeado, y quería saber si estabas de acuerdo, pero no tenía idea de si preferías algo simple.

— Oh, pero tú sabes que voy a apreciar cualquier gesto que venga de ti; por supuesto que podemos hacer lo que quieras en año nuevo.

— Gracias por decirme; ahora estoy mucho más tranquilo.

Aunque la realidad era lo contrario, pero había logrado librarse de las preguntas de la chica por un rato.

— Ahora ve a tu casa; — se sentó en el sofá, y poco después él repitió su acción. — y no aceptaré un “no” como respuesta.

— Tú ganas, volveré a casa. Diría que vendré mañana, pero ya que... quieres tu espacio; te dejaré en paz por un par de días.

— No tienes que “dejarme en paz”; puedes volver cuando quieras.

— Bien, entonces ya me voy. — le dio un beso corto antes de levantarse. — Tú deberías irte a dormir temprano.

— Supongo que está bien; después de todo mañana tengo trabajo.

— Y dile a Hanma que tengo que hablar con él de algo; necesito que me llame mañana para eso. — informó parado frente a la puerta, la cual después abrió con aparente tranquilidad. — Nos vemos.

Salió del lugar sintiéndose decepcionado de sí mismo; ¿desde cuándo tenía problemas para expresar sus pensamientos? Y más importante, ¿por qué se le hacía tan difícil si sentía que, de algún modo, ya debería haber pasado por esa experiencia en el futuro?

De una forma u otra; seguramente ya había hecho la pregunta en el futuro, incluso si no hubiera sido a ella, en alguno de los otros futuros debió habérselo pedido a Tachibana, porque esa hubiera sido la única forma en que decidiría asesinarla como ya le habían contado que hizo en un par de futuros alternos. Es decir, en un futuro alterno sufrió un rechazo, pero Matchi no era Tachibana; las dos eran personas distintas con sentimientos distintos hacia él, y estaba seguro de que Matchi lo amaba.

Sin embargo, si ya fue rechazado una vez por una persona, ¿qué le aseguraba que otra persona no haría lo mismo? Incluso cuando estaba seguro de que ella lo amaba y él la amaba a ella; ¿podía estar seguro de que diría que sí?

Como si fuera poco, ahora tenía que preocuparse por preparar algo para año nuevo.

🔮 Creo que sólo voy a acelerar u poco las cosas para que pase un año más y luego dejaré la historia en hiatus un rato, porque sino va a tener 1728 capítulos. Me duele la cabeza.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.