YA, PERO ESTA CANCIÓN CON MIRAI. 📈📈📈

El contrario dudó por un momento sobre si seguir hablando, pero al final se decidió por contarle.

— La persona que yo conocía como una madre también me abandonó, y un día, por casualidad, la conocí. Estaba enojado, y ella me confesó que no soy su hijo; dijo que era el hijo de su ex-esposo con una mujer filipina.

— Entonces, ¿eres mitad filipino? Eso es genial, también explica el color de tu piel.

— No es “genial”, yo había pensado encontrar una familia en las personas que creí que eran mis hermanos, y resulta que uno de ellos siempre me estuvo ocultando la verdad; quien decía ser mi hermano mayor sabía que no teníamos lazos de sangre y no me lo contó.

— Bueno, supongo que los hermanos mayores ocultan muchas cosas a veces. Yo me molesté mucho con mi hermano porque no me quiso contar cómo me hice la cicatriz, y al final terminé enterándome por mi cuenta; él sólo se excusó diciendo que no sabía cómo iba a reaccionar si me enteraba.

— ¿Qué harías tú en mi lugar?

— ¿Qué quieres decir con eso?

— ¿Y si tu hermano no fuera tu hermano en realidad y te ha estado ocultando? ¿Qué harías?

— Bueno... — tomó unos segundos para pensar. — creo que me enojaría bastante con él por no haberme dicho.

— ¿Verdad?

— Pero... a fin de cuentas, nada cambiaría.

— ¿Cómo que nada cambiaría? Eso debería cambiar todo.

— Mi hermano no es el mejor que se podría pedir; me miente todo el tiempo y nunca ayuda en nada cuando estamos en casa, y además sus regalos son horribles. Aún así... a fin de cuentas, él es lo único que he tenido desde que mamá se fue; nuestro padre nunca está en casa y jamás había tenido muchos amigos. Él ha sido quien me ha cuidado siempre, y si no fuéramos hermanos de sangre, ¿qué importa?

— ¡Importa mucho!

— No importa. — insistió. — A veces, las personas con las que compartes lazos de sangre te hacen daño; físico o psicológico, en ocasiones ambos. Eso causa que los empieces a odiar, o que sólo sientas cosas malas cuando estás con ellos; entonces sólo te quedan tus amigos y otras personas cercanas que sí te quieren.

— ¿A qué quieres llegar exactamente?

— “Lazos de sangre” no equivale a “familia”, porque la familia son las personas que siempre están ahí para ti, te apoyan, te demuestran que te quieren, te consuelan cuando estás triste y quieren lo mejor para ti, porque desean que seas feliz. — él se quedó en silencio. — Decirle “mamá” a la persona que me dio la vida es una costumbre, pero realmente no la considero mi madre; ella no es mi familia.

— ¿Tú... crees eso?

— Claro, mis amigos son la única familia que necesito. — por primera vez en todo ese tiempo, Mirai sonrió al recordar a sus amigos y lo mucho que ellos se estaban preocupando por ella.

— Estás llorando.

— ¿Lo estoy? — se tocó la mejilla, confirmando que estaba mojada. — Tal vez es porque no me sé ni tu nombre, pero... creo que me siento cómoda llorando frente a ti.

— Izana Kurokawa.

— ¿Ah?

— Es mi nombre, ¿cuál es el tuyo?

— Mirai sin apellido porque estoy enojada con mi hermano.

— ¿Por qué?

— Por una estupidez que tiene que ver con mi ex-novio, pero no importa.

— Entiendo...

— Tengo miedo.

— ¿A qué vino eso tan de pronto?

— Oye, estoy expresando mis sentimientos por primera vez; tengo mucho miedo... y me siento sola, aunque tenga un hermano y muchos amigos. Y por mucho que lo intente, nunca puedo ser totalmente feliz, ¿por qué será? Y quiero serlo, quiero ser feliz, pero por algún motivo no puedo.

— Eso...

— Ahhh, tengo sueño; mejor voy a dormir. — se acomodó lateralmente. — Tú puedes irte o lo que quieras, pero yo no he dormido en semanas por el miedo. — empezó a sentir los párpados pesados. — Sólo voy a... dormir un rato... — en ese momento, cayó en un profundo sueño para reponer el tiempo que estuvo sin dormir.

.....

Más tarde.

Mirai empezó a despertar sintiendo más descansada; era probablemente el mejor descanso que había tenido. No tenía idea de cuánto tiempo durmió para ello, pero al abrir los ojos se dio cuenta de que ya era de noche. Sorprendida, se sentó en el suelo.

— ¿Ya despertaste? — ella miró a su lado, encontrándose de nuevo con Izana.

— ¿Sigues aquí? Pensé que te habrías ido.

— Decidí quedarme. — miró hacia el cielo nocturno. El lugar siempre dejaba una hermosa vista de las estrellas. — Oye, hay que hablar de nuevo mañana, ¿puedes volver aquí?

— No tengo problema con eso; me caíste bien. — se levantó para poder estirarse. — Ahora este lugar es tuyo también.

— ¿Tú lugar especial también es mío? Dijiste que era importante para ti.

— Sí, es porque es mi refugio, pero puede ser el tuyo también; puedes venir a hablar conmigo y desahogarte cuando quieras. Ese el literalmente el propósito de venir aquí, no sólo ver las flores.

— Gracias.

— No hay nada que agradecer.

— Es en serio, gracias... por todo.

— ¿Y cómo está Mirai? — le preguntó Kisaki a Hanma.

— Hoy sí salió, quién sabe dónde está. — miró hacia él, quien tenía la mirada perdida. — Si lo que quieres es estar en nuestra familia, igual puedes estar conmigo.

— Eso sería raro en más de un sentido.

— ¿Por qué lo dices?

— Sería como salir con el hermano de mi ex que también es... o era mi mejor amiga. Además, no soy gay.

— Te veo muy preocupado por ella para ser nada más tu amiga.

— ¿Qué estás insinuando?

— Digo que la extrañas.

— La extraño, pero es porque éramos amigos cercanos.

— Que se besaban en la boca.

— ¡Eso fue- tú sabes porqué hacíamos eso.

— No sé, yo creo que sí te gusta pero lo niegas.

— Yo... — se detuvo a pensar un momento. — ya no sé, ¿sí me gusta Mirai?

— Yo sí te quería de cuñado.

— Es que conozco a Mirai desde hace años, pero al mismo tiempo siento que no la conozco en lo absoluto, y.... me gustaba que fuera cariñosa conmigo y que me dijera que me quería. — se sonrojó. — Creo que sí me gusta.

🔮 Oigan, la vez que les dije que tuvieran cuidado con lo que me decían no era para que dejaran de comentar 😭🖐️ me siento solita.

Sus comentarios son lo que me dan ganas de escribir.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.