085

No me acuerdo cuando fue que alguien me dijo que esta canción le recordó a Mirai.

Me quiero enfocar para que avance la relación de Mirai y Kisaki, así que trataré de incluir un poco de ambas perspectivas con respecto a su ruptura. Espero que todo no se sienta muy rápido ni muy lento.

Pero claro, hay otras cosas que quiero incluir. En otras palabras... este arco que viene probablemente será el que más esfuerzo le vaya a poner.

Esa noche, Mirai volvió a tener un sueño extraño.

La nieve teñida de rojo por la sangre de un desconocido era lo que podía ver del frío paisaje invernal que su subconsciente le estaba mostrando.

Un extraño de cabello rubio blanquecino y ojos violetas; él era el dueño de la sangre que manchaba la nieve.

Y por último, una frase que le transmitió tristeza.

“No hay manera de ser salvado, ¿cierto?”

......

Dos semanas después.

— Mirai, vinimos a visitarte. — la voz de Mitsuya llegó hasta los oídos de la fémina, pero se decidió por fingir que no había escuchado.

Se negaba a salir de su habitación desde navidad, y aunque probablemente estaba exagerando, no se sentía con el estado de ánimo como para salir y pretender que todo estaba bien. No comió ni durmió; ni siquiera tomó una ducha en todo ese tiempo, pero tampoco podía decir que pasó todo su tiempo llorando. Simplemente sentía un vacío en su pecho, y no tenía la fuerza emocional para levantarse de donde estaba.

Lo último que quería era saber más de sus sueños y visiones del futuro, así que para evitar tenerlas había decidido no dormir.

Su habitación, apenas iluminada por la tenue luz del pasillo que entraba por la pequeña apertura de la puerta, que no estaba completamente cerrada; las cortinas cerradas y las luces apagadas hacían a la habitación parecer más bien una cueva.

Mikey, quien había acompañado a Mitsuya, se acercó a la ventana y abrió de nuevo las cortinas para dejar entrar algo de luz. Mirai, en respuesta, se tapó completamente con las cobijas para no dañar sus ojos algo hinchados y rojos, por no mencionar con ojeras por no haber descansado bien.

— Trajimos a tus amigas. — le avisó Mikey, dejando pasar a Hina y a Emma. — ¿Sigues con vida?

— No.

— Vamos, Mirai. — le habló Hina. — No te hemos visto en mucho tiempo y estamos preocupados por ti.

— Ni siquiera viniste a la primera reunión del año de ToMan. — volvió a hablar Mikey. — Ahora los Black Dragons están bajo el mando de Takemicchi en la primera división. — no hubo respuesta. — Hasta echamos a Kisa-

— ¡Shhhh! — Emma le tapó la boca, y él la quitó un momento después.

— Echamos al innombrable.

— Tienes que salir. — le pidió esta vez Emma. — No puedes quedarte aquí para siempre. Tuvimos que aprovechar el momento en el que tu hermano no estaba para venir y no nos iremos hasta que salgas... o te des un baño.

— ¿Cómo hicieron para entrar?

— Le saqué copia a tus llaves. — le contestó Mitsuya. — Sabía que algo como esto iba a pasar algún día.

— Estaré bien, váyanse por favor.

Los otros cuatro se miraron tratando de encontrar una forma de convencerla.

— Te compré unas botas nuevas. — Mitsuya le habló de nuevo mientras mostraba una caja con los zapatos. — Sé que las que compraste la última vez se dañaron en la pelea con los Black Dragons.

— Gracias, pero no gracias.

Hina suspiró y Emma le hizo una señal a Mikey para que llevara a cabo lo que tenían planeado en caso de que ella se siguiera negando, y él asintió en señal de que había entendido.

— ¡Levántate! — tomó con fuerza las cobijas con las que Mirai se estaba tapando y empezó a jalarlas para quitárselas de encima, pero ella no lo estaba dejando y en cambio se estaban peleando para ver quien se las quedaba.

Y eventualmente, terminó ganando Mikey.

— No me vean. — Mirai se cubrió la cara con su almohada y se hizo bolita. — Estoy en un estado lamentable.

— Todos tenemos altibajos a veces. — le habló Mitsuya.

— Y es normal que te sientas así luego de una ruptura, en especial si fue él quien lo arruinó todo. — Emma también trató de animarla y se sentó en la cama. Lentamente le quitó la almohada a Mirai, dejando su cara al descubierto.

— Mírate, ¿ni siquiera te tomaste el tiempo para curar tus heridas cuando llegaste? — le preguntó Hina mientras tomaba la cara de su amiga entre sus manos.

— Y todo tu maquillaje está corrido. — añadió Emma. — Ven, vamos a arreglarte para que podamos hacer algo y animarte. — la hizo sentarse y sacó un par de cosas del bolso que traía para ayudarla; entre las dos le curaban las heridas que le habían quedado.

— No podemos curarte correctamente porque tienes la cara sucia... — mencionó Hina.

— Chicos, en serio, no estoy de humor...

— Ayúdenla a que se dé un baño, por favor. — pidió Mitsuya. — Yo buscaré ropa limpia para que se cambie, y Mikey.... tú puedes poner a lavar la almohada que está llena de maquillaje y... lágrimas, sin hacer ningún desastre por favor.

Los otros tres asintieron, y mientras Mikey salía tranquilamente con la almohada, Hina y Emma luchaban para sacar a Mirai de su cama.

— Es por tu propio bien. — le habló Emma mientras la jalaba del brazo.

— Yo ya estoy bien, no necesito un baño.

— ¡No te has bañado en semanas! — exclamó Emma.

— Vamos, Mirai... — insistió Hina. — ¿por favor? Me pone muy triste verte así. — Mirai suspiró.

— Bueno...

— Y me dijo que te dijera que lo sigas sintiendo. — le terminó de contar Hanma a Kisaki. — ¿Qué vas a hacer?

— No hay nada que pueda hacer; creo que hasta se cambió el número para que no le pueda hablar.

— Lo dudo, entró como en depresión o una cosa así. Pero hablando en serio, no ha querido salir desde hace dos semanas.

— ¿Y qué quieres que haga? Ella no me quiere ni ver.

— Lo que no entiendo es por qué te afecta tanto si nunca parece importarte lo que sucede con la gente luego de que los utilizas; yo no soy la excepción.

— Es que Mirai es mi amiga y... y ya no me quiere hablar; para peor estuvo fingiendo que no sabía nada y luego me preguntó “¿cómo se siente?” ¡¿Cómo más me iba sentir?! ¡Me sentí usado y humillado! ¡Pensé que hablaba en serio cuando me decía todas esas cosas y resultó ser mentira!

— Bueno, ella probablemente estaba tratando de devolverte lo que tú le diste. Suerte si esperas que te ella te perdone luego de hacerle eso.

🔮 A toda la gente de acá que también lee las historias de Chifuyu y Kazutora, una disculpa por no actualizar. Por mis altibajos emocionales he decidido tomarme un descanso y concentrarme sólo en ésta historia por el momento.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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