077

No sé qué decir la canción que puse esta vez.

Noche buena, año 2005.

— Joder, hace frío. — mencionó Hanma. — Chifuyu, ¿viene Takemicchi o qué?

— Él dijo que tenía un asunto que resolver antes de venir.

— Él no nos dejó plantados, ¿verdad? — le preguntó Kisaki. — Seguiremos con nuestro plan mañana, ¿sabes?

— Vamos a comer mientras esperamos; me dio mucha hambre. — sugirió Mirai.

— Tú siempre tienes hambre, Mirai. — le habló su hermano mientras entraban a un pequeño establecimiento.

— ¿Qué tiene de malo? Tú tienes tus propios vicios; la diferencia es que el mío no me va a hacer morir de cáncer de pulmón.

— Despertaste agresiva. — le respondió él. — Kisaki, haz algo para que deje de estar en contra mía.

— ¿Qué te tiene de mal humor? — le preguntó una vez estuvieron todos sentados, estando él junto a ella. — Me dijiste que amabas la navidad y es mañana.

— Es precisamente por eso; no podré celebrar la navidad mañana y en cambio estaré metida en una pelea. Y de paso me dijiste que no querías involucrar a los Phoenix en esto, lo cual sólo va a hacer todo más difícil.

— No nos podemos arriesgar, será mejor así. — la vio hacer un puchero. — En serio, Mirai, a ti te gustan las peleas.

— Ese no es el punto.

— ¿En serio no entiendes lo que le pasa, Kisaki? — habló Chifuyu con una mirada de desaprobación. — Muy mal.

Lo que sucedía era que Mirai y Chifuyu se pusieron de acuerdo un par de horas antes porque querían molestar a Kisaki un rato. Mirai no estaba enojada, la navidad le encantaba aunque la estuviera pasando en una pelea; eso lo hacía mejor para ella. La cosa es que querían hacer sentir mal a Kisaki por algo que no era cierto.

— ¿Qué es lo que tienes, Mirai? — insistió.

— Nada, olvídalo.

— Pero no puedo hacer nada si no me dices qué tienes.

— Te digo que no es nada importante.

— Mirai, por favor. — empezó a preocuparse; no se podía arriesgar a que ella se molestara con él faltando tan poco para poner en marcha su plan.

— Es que.... — trató de fingir vergüenza. — es la primera navidad que pasamos como pareja.

— ¿Eso no debería ser bueno? Piensa que puede ser la primera de muchas.

— Sí, pero de cierta forma me molesta que vayamos a pasar la navidad metidos en una pelea por esa razón.

— ¿Desde cuando eres tan sentimental? — le preguntó su hermano.

— A ti no te hablé.

— ¿Y si... — Kisaki trató de pensar en algo. — ¿qué tal si en vez de navidad, pasamos año nuevo juntos? — Mirai suavizó su mirada.

— ¿En serio?

— Sí, es en serio. — aún se le hacía difícil leer las expresiones de Mirai; no era fácil adivinar en qué estaba pensando.

— Me encantaría que hiciéramos eso. — le sonrió.

Nada de eso iba a pasar en realidad; con suerte Mirai iba a poder terminar con él en navidad.

Fue sacada de sus pensamientos al oír su teléfono sonar, indicando que alguien la llamaba. Sacó el dispositivo de dónde lo tenía guardado para revisar quién era.

— Es Hina. — informó. — Voy a contestar. — señaló una esquina un poco alejada de ellos.

— Tranquila, ve. — le dijo Kisaki.

Mirai se levantó de su asiento para contestar la llamada, siendo el llanto de su amiga lo primero que escuchó.

— ¿Qué te pasó, Hina? ¿A quién tengo que matar?

— Mirai... — sollozó. — pasó algo malo, pero por favor no mates a nadie.

— Cuéntame. — su tono de voz cambió completamente a uno suave y tranquilo.

— Takemichi terminó conmigo.

— ¿Y no quieres que lo mate....?

— No, sólo quería.... — su voz tembló un poco. — desahogarme por lo que pasó.

— Entiendo.... ¿te sientes bien? ¿No quieres que vaya a tu casa m? Estoy en medio de algo justo ahora, pero lo puedo dejar de lado si necesitas que vaya contigo.

— A decir verdad, me vendría bien, pero... termina lo que estás haciendo; puedes venir después.

— ¿Tú estarás bien?

— Lo estaré, no te preocupes por mí.

— Si tú lo dices... ¿necesitas que te lleve algo cuando vaya allá? No sé qué se hace en caso de una ruptura.

— Gracias, creo... tal vez puedas traerme uno de los postres navideños que haces; eso me haría sentir mucho mejor.

— Claro, estaré ahí lo más pronto que pueda.

— Muchas gracias, Mirai. — su llanto se calmó. — Eres realmente muy buena amiga; siempre estás ahí cuando lo necesito.

— Ah, no es nada. — se puso un poco nerviosa.

— Nos vemos después.

— Hasta luego. — colgó la llamada.

En ese momento fue cuando llegó Takemichi, con la cara golpeada y los ojos hinchados. Fue gracioso para Mirai verlo así, pero evitó reírse al recordar cómo había terminado de esa forma.

— ¡Perdón, llego tarde! — se disculpó él.

— Es la noche antes de nuestra gran pelea, — dijo Hanma. — así que será mejor que muevas tu trasero.

— Además, Takemicchi. — siguió Chifuyu. — ¿Qué te pasó en la cara?

— Mierda, hombre, ¡incluso estás más feo! — se burló el más alto.

Los otros se quedaron callados hasta que él y Mirai se sentaron junto a ellos.

— Llevaremos a cabo nuestro plan en Shibuya, la iglesia cristiana Udagawa. — dijo Kisaki. — Convenientemente, Taiju irá sólo en la noche a rezar; si Hakkai va a atacara Taiju no sucederá en otro lugar más que en ese. Nosotros esperaremos a Taiju fuera de la capilla; Hakkai debería de estar en la iglesia para ese momento. Takemicchi, ¡tienes que razonar con él! Ya que ustedes dos se llevan bien, ¿no te hace eso el mejor para se rol?  Y antes de que Hakkai y Taiju se lancen el uno al otro... — habló mientras salían del establecimiento. —¡nosotros cuatro afuera derrotaremos a Taiju!

— Bueno, nos enfrentaremos a los Black Dragons mañana; — le dijo Chifuyu a Takemichi mientras pasaba un brazo alrededor de sus hombros; Mirai también se había quedado con ellos mientras Kisaki y su hermano se alejaban. — nuestros planes secretos ya están bastante decididos. No sé qué has pasado, pero.... toma esa ira, ¡y suéltalo todo mañana!

— Bueno, yo sí sé qué fue lo que pasaste, — le pegó un rodillazo en el estómago a Takemichi. — y eso fue por hacer llorar a Hina; más te vale que lo arregles o cómo mínimo que tengas una buena excusa porque ella me dijo que no quería ninguna muerte, pero no me prohibió golpearte.

— Ay... — trató de recuperar el aliento. — e-espera, deja que te explique mi versión.

🔮 Ni idea de si el nombre de la iglesia está bien, pero estoy medio ciega.

¿Saben que está sobrevalorado el tener un olfato y gusto muy desarrollados? No sé si haya gente que piense que es genial, pero es un infierno.

Un día, mis padres compraron pastel (nada más porque sí) y a mí me sabía horriblemente amargo, mientras que todos me decían que estaba bien. Entonces mi mamá me dice “ya sé, lo que saboreas debe ser ese suero que le ponen a los pasteles para conservar el color y sabor más tiempo, ese tiene un ligero sabor amargo” y yo así de “ok, pero ¿por qué fui la única que lo sintió?” no pude disfrutar mi pastel.

Y ni hablar de la vez en que mi hermano tuvo una rata muerta atrapada en la pared se su habitación y para mí cada rincón de la casa olía a rata muerta. En fin, jamás deseen tener un gran olfato o gusto porque no es bonito.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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