075

Esta canción está más quemada que Akane, pero igual la quería poner.

Podría hacer un montón de chistes más sobre Akane, pero los dejaré para otro día.

Más tarde.

— Asegúrate de que nadie se entere de esto, porque si esto se sabe, estoy muerto.

— No te preocupes, aquí nadie te va a delatar. — dijo Kisaki. — Así que, ¿lo sabes?

— Sí.... ¿quieren saber los movimientos del jefe?

— ¿Los movimientos de Taiju?

— Sí, — Kisaki respondió a la pregunta de Chifuyu. — si queremos vencer a los Black Dragons, necesitamos información sobre Taiju. Lo que él hace en un día cualquiera, dónde está, qué hace, y a qué hora; así tendremos una idea general de con qué estamos tratando. Conocer a tu enemigo los hace más fáciles de vencer, ¿no es así?

— Oh, ya veo. — musitó Takemichi al comprender.

— Soy uno de los asistentes del jefe, así que estoy familiarizado con la mayor parte de eso. En primer lugar, el jefe.. — fueron interrumpidos cuando alguien más entró a la habitación.

— ¡¿Qué está pasando?! ¡Huele a rata aquí!

— Koko-kun.

— Nuestra última rata la pasó muy mal, ya sabes.... — sonreía mientras hablaba. — no pudo soportar el peso, así que, ¿creo que se suicidó?

— L... lo has entendido mal, Koko-kun, yo sólo estaba...

— Es tortura para tiiiii. — miró a otras dos personas que veían con él. — Llévate a ésta mancha de mierda de aquí.

— ¡Sí, señor!

— ¡Ahora! ¿Cómo debería tratar con el resto de ustedes?

—.... No vinimos a pelear. — dijo Kisaki. Todo se quedó en silencio por unos segundos.

— Cien mil. — afirmó. — Por 100.000 les diré, bastardos... lo que quieren saber.

Kisaki estuvo a punto de pagarle, y para su sorpresa, Mirai no lo dejó hacerlo y lo detuvo sosteniendo su mano.

— ¿Qué haces, Mirai?

— ¿Qué haces tú? No puedes soltar 100.000 así como si nada.

— Pero... — trató de no enojarse. — no es momento para que hagas ésto.

— Cien mil es mucho considerando la cantidad de información; yo le pagaría la mitad. Bueno... si soy sincera, no le pagaría, pero de pagarle sería la mitad.

— Eso no lo decides tú; — le habló Koko. — te recuerdo que el que tiene la información soy yo. — Mirai pensó por un momento.

— Mirai. — Kisaki la miró tratando de convencerla.

— No, me mantengo en mi posición; 50.000 o nada. Así que, como dices, eres tú el que decide; bien podrías irte de aquí sin darnos la información ni recibir nada o podrías darnos la información y recibir al menos los 50.000, que es mejor que nada. ¿Prefieres recibir 50.000 o no recibir nada?

— Mirai, por dios. — en ese momento Kisaki le rezaba a cada deidad que conocía para que ella no dijera nada más.

— ¿Y qué te hace pensar que yo voy a aceptar tus propias condiciones?

— Porque entre el dinero y cualquier otra cosa, siempre es mejor la opción donde recibes dinero. — los otros se sorprendieron al ver que como él se reía.

— Te diré algo, me caíste bien; sólo por eso voy a aceptar tu trato y recibiré la mitad.

— De nada. — le habló a Kisaki, quien rodó los ojos al notar la arrogancia en su voz. — No quiero decirte que tenía razón, pero... tú sabes cuánto me gusta decir que tenía razón.

— Sí, está bien, tú tenías la razón. — admitió.

— Primero el dinero, díganme qué quieren saber. — Kisaki se levantó a entregarle el dinero.

— Quiero saber cuándo está Taiju solo.

— El jefe nunca está solo. — Koko guardó el dinero en el bolsillo de su ropa. — Siempre lleva a cinco soldados junto a él; excepto por un día.

— ¿Y eso cuándo es? — le volvió a hablar Kisaki.

— En navidad. — respondió. — A pesar de su apariencia, el jefe es un cristiano devoto. Todos los años, en la noche de navidad, va a la iglesia para rezar; ¡siempre solo!

— Ya veo.

— ¿Eso es todo?

— Sí, es suficiente.

— El jefe es fuerte incluso estando solo; ¿creen que ustedes cinco pueden ganar? No puedo esperar para navidad.

— ¿Por qué traicionas a Taiju? — le preguntó Takemichi.

— Me gustan los tipos fuertes, es todo. — empezó a irse. — Si quieren saber más.... serán otros 50.000.

— Takemicchi. — habló Kisaki una vez Koko se fue. — No quería saber cuándo Taiju estaría sólo, solo para poder vencerlo.

— ¿Eh?

— Dijiste que Hakkai iba a matar a Taiju, ¿no? ¿Cuándo crees que lo hará?

— Eh... ¡ah! — cayó en cuenta de lo que quería decir. — ¡En la noche de navidad!

— De esta forma podrás detener a Hakkai, ¿no es así?

— Kisaki.... ¿por qué te tomas tantas molestias?

— ¿Qué tiene de malo tomarme la molestia de ayudar a mi compañero? ¡Nosotros cinco detendremos a Hakkai y derrotaremos a Taiju! En la noche de navidad, tendremos nuestra batalla decisiva en secreto. Estuve pensando en algo; — cambió el tema. — Mikey no va a durar mucho más.

— ¡¿Qué?!

— Él hace como si no le importara, pero la retirada de Baji de la ToMan lo ha llevado a un abismo.

— ¡Pero si fuiste tú quien-

— ¡Chifuyu! — lo detuvo Takemichi.

— En fin, a este paso ToMan se disolverá; por eso tenemos que apoyar a Mikey.

— ¡No necesitamos unirnos a ti para hacer eso! — habló Chifuyu. — ¡¿Verdad Takemicchi?!

— Nosotros actuaremos sin que nadie de la ToMan se entere, mucho menos usando a los chicos de la tercera y la sexta división; es por eso que necesitamos de ustedes. Takemicchi, yo odio perder el tiempo; ¡quiero tu respuesta para mañana! — miró hacia donde estaba Mirai. — También necesito hablar contigo; vamos. — la llamó.

— Nos vemos, Chifuyu, Takemicchi. — se despidió de los otros dos.

— Apúrate, por favor.

Kisaki se la llevó hasta un lugar donde pudieran estar a solas para poder hablar tranquilamente.

— ¿Entonces? ¿De qué querías hablar?

Trató de lucir tranquila, sin sonar demasiado fría a la hora de decir algo; de algún modo tenía miedo de que la hubieran descubierto demasiado pronto. Después de todo, Kisaki como buen mentiroso debería ser capaz de reconocer otra mentira.

— Lo que te voy a decir es importante, así que necesito que te lo tomes en serio. — ella parpadeó un par de veces confundida.

— ¿Por qué tan serio de pronto?

— Es que... no quiero que te enojes conmigo, pero hay algo que necesitas saber.

🔮 El hecho de que Taiju sea cristiano siempre me pareció muy XD porque le pega a sus hermanos y usa la violencia para casi todo. Sin embargo, al mismo tiempo, va todos los años a la iglesia tipo “alabado sea el señor Jesucristo” JAJSAJSJSJAAJSJA

Hasta creo que una vez como que le preguntó a Dios por qué lo iba a hacer matar a su hermana y yo como cristiana quedé como ¿? Bro, literalmente uno de los mandamientos es “no matarás” XD

No tiene nada que ver con eso, pero les cuento que hace poco cuando estuve en mi cumpleaños, mi mejor amiga me mandó un mensaje y me dijo “cariño” y yo entré en pánico a la vez que me emocionaba jsahajsja es que se sintió bonito, pero no sé, no estoy acostumbrada a esas cosas.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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