Al día siguiente.

— Gracias por venir a pesar de que fue todo muy apresurado, pasa. — Takemichi invitó a Mirai a su casa para poder contarle todo lo que había ocurrido.

Mirai entró a la casa y se quedó de pie, pues esperaba no quedarse mucho tiempo.

— ¿No hay nadie más en tu casa?

— No, mis padres no están. Yendo directo al grano, quería hablarte sobre lo que pasó en el futuro y el por qué volví aquí.

— Te escucho.

Le contó casi todo; la forma en que ella junto con Hina habían muerto, lo que la Mirai del futuro dijo, su nuevo plan y su visita al cementerio.... ahí omitió la parte donde se encontró con Kisaki, sólo por si acaso ella no reaccionaba bien.

— Eso fue todo lo que pasó.

— ¿Y Kisaki hizo todo eso? — su voz sonaba molesta. — Ya entendí por qué lo golpeaste ayer.

— Más que eso, ya logré comprender otra cosa que debo hacer para poder cambiar el futuro; eso comienza con lo que me pidió tu yo del futuro.

— ¿Qué fue esta vez?

Recibió un golpe en la cara.

— Últimamente andas muy confiado para lanzar golpes, ¿no? — me habló con voz severa.

— Lo siento, pero fue lo que ella me pidió.

— ¿Por qué yo te seguiría pidiendo que me golpees la cara? — Takemichi la tomó por los hombros.

— Porque hay algo que no has logrado hacer ni comprender en ninguna línea de tiempo; a ti te gusta Kisaki.

— ¿Kisaki? ¿De dónde sacas esa idea?

— ¡Tú misma me lo dijiste! — la sacudió. — ¿Por qué no lo entiendes? ¡Deja de vivir con ese complejo de inferioridad!

— Ya basta, suenas como mi psiquiatra. — lo obligó a soltarla.

— ¿Vas al psiquiatra?

— Iba, hace ya mucho tiempo que dijeron que estaba bien.

— ¡Pero ese no es el punto! — él retomó el tema de la conversación. — Lo que sientes por Kisaki es amor; es lo mismo que yo con Hina... en todos los futuros lo sigues amando, y siempre te arrepientes de no habérselo dicho.

— Pero, yo....

— Necesito que lo entiendas, ¿qué es tan difícil? Te gusta Kisaki, y no tiene nada de malo... bueno, aunque es Kisaki. ¡Pero para gustos, colores!

— Ni siquiera sé qué se siente el amor; es imposible.

— Si no sabes, con más razón no te has dado cuenta; por la manera en que actúas te puedo asegurar que estás muy enamorada.

— Espera, ¿yo realmente...? Ay no, ya me hiciste dudar; no me gustan los problemas que tienen que ver con mis sentimientos.

— Pues.... seguiré insistiendo hasta que lo admitas.

— Es que... no es como que sienta mariposas en el estómago o lo que sea.

— ¿Estás tratando de decir que... no te da ansiedad sino paz? — su suposición salió de la nada.

— Ah...

Dos días después.

— Lo siento Chifuyu, lo intenté, pero Baji no me contesta el teléfono. — le dijo Mirai. El contrario bajó la cabeza, decepcionado.

Estaban los dos reunidos en un parque a petición de Chifuyu, pues él le había pedido el favor de intentar comunicarse con Baji.

— No entiendo por qué la llevó contra ti también.

— Supongo que es porque estoy aliada con la ToMan; tiene sentido considerando que él quiere estar en contra de ellos.

— Aún así.... pensé que quizás hubiera tenido más sentido tratar de convencerte de terminar su alianza o... algo así.

— Lo dudo, lo más fácil para él si en verdad quería traicionar a la ToMan era cortar sus lazos con todos ello; incluidos los que están aliados.

— Por cierto, ¿de dónde conoces a Kisaki? Si él de Moebius.

— Yo no tenía idea de eso; lo conozco de la primaria.

— Ya veo....

— ¿Por qué preguntas?

— Es que parecían ser... cercanos.

— Como dije, lo conozco de la primaria; es normal. En especial considerando que somos amigos.

Lo pensó, y en serio lo pensó muchísimo; jamás en su vida consideró la posibilidad de haberse enamorado, pero con todo lo que le había dicho Takemichi le habían surgido muchas dudas. A pesar de sentirse nerviosa, jamás sintió las llamadas “mariposas en el estómago”, y fue por eso que pensó que lo que sentía no era amor.

Pero.... ¿y si sí fuera así? Luego de analizarlo con cuidado, y tratando de buscar una respuesta lógica, llegó a una conclusión. Le gustaba pasar el tiempo con Kisaki, le gustaba la idea de estar con él, le gustaba como se veía, le gustaba la personalidad que tenía; en fin...

A ella le gustaba Kisaki.

Eso lo tenía ya claro, sólo que no sabía cómo se lo iban a tomar sus amigos; además de que era la primera vez que se enamoraba. Aunque ya lo sabía, le costaba admitirlo en voz alta.

— La verdad es que... te pregunto todo ésto porque no creo que Baji-san sea capaz de traicionar a la ToMan de esa forma; probablemente esté tratando de averiguar algo.... investigar, tú sabes.

— Bueno, en eso tienes razón; no creo que Baji sea el tipo de persona que abandona a sus amigos de años así como si nada. Él debe de estar tramando algo... pero ¿yo que tenía que ver?

— Siendo sincero.... no sé si te diste cuenta de la actitud tan cariñosa que tenías con Kisaki.

— Yo no soy cariñosa.

— Al parecer con él sí lo eres, porque lo primero que hiciste fue ver si estaba bien; hasta te ofreciste a revisar su cara. No soy un experto, pero he leído muchos mangas, y eso no es una relación sólo de amigos.

— Bueno... sólo somos amigos; ¿podemos dejar el tema de lado? Me fastidia que todos me sigan diciendo lo mismo. Además, hoy tengo cosas que hacer.

— ¿Cómo qué?

— Caminar por ahí y buscar algo para hacer.

— Bien, entendí, ya puedes irte.

— Hasta luego. — se fue caminando.

Entró a una pequeña tienda a la cual no solía ir sólo porque se le había antojado comer algo, y en eso se encontró a alguien que le llamó la atención.

El chico con el tatuaje en el cuello.

¿Sentía curiosidad? Naturalmente.

¿Le habían dicho que no le hablara? Sí.

¿Se metería en muchos problemas si lo hacía? También.

¿Igual lo iba a hacer? Por supuesto que sí.

🔮 Mood del capítulo

Ahora tendrán que esperar hasta mañana en la tarde que terminan mis clases para saber qué procede con Kazutora.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.