030
Mirai dejó a Kisaki solo por un momento y caminó para buscar personas a las cuales asustar; fue entonces que vio a dos chicos sentados en los alrededores del lugar y decidió acercarse a ellos. Ya tenía experiencia en hacer eso, así que no tenía que preocuparse por pensar qué decir.
— Hola. — los saludó al llegar junto a ellos, quienes sólo la miraron un tanto confundidos hasta que uno se decidió a hablar.
— Hola, ¿necesitas algo?
— No realmente, sólo vi que estaban pasando por aquí. Es un bonito lugar ¿no?
— Supongo... — le respondió el mismo chico.
— Sí, este era mi lugar favorito cuando estaba viva.
— ¿Qué fue eso último? — le preguntó el otro de ellos.
— Cuando estaba en viva; tampoco deberían estar aquí tan tarde porque les puede pasar lo mismo que a mí.
— Vámonos ya. — le habló el segundo chico a su amigo. — Nos advirtieron sobre ésto ¿recuerdas? — susurró esperando que sólo él lo escuchara.
— No seas ridículo, todos esos rumores son falsos; es obvio que esta es una chica cualquiera que nos trata de jugar una broma. Escucha niña, no deberías ir por ahí asustando a los demás.
— No los estoy tratando de asustar; es una advertencia. No me gusta que la gente se acerque mucho aquí; éste era mi lugar especial.
— Deja de tratar de- okey, tienes una cicatriz en tu cabeza. — se detuvo a respirar un momento. — No entraré en pánico porque puede no significar nada, pero ¿cómo te hiciste eso?
— Me lo hice cuando morí; me atacaron y me clavaron un cuchillo en la cabeza.
— Yo voto porque nos vayamos. — insistió el otro.
— No, aún así sigo creyendo que es un truco. Los fantasmas no existen y las cicatrices no son tan raras; a mí no me engaña. Muy bien niña fantasma, si en serio estás muerta y éste es tu lugar especial, ¿qué vas a hacer si no nos vamos?
— ¿En serio estás retando a un fantasma de una niña que nos está pidiendo amablemente que nos vayamos de su lugar especial? ¿Jamás has visto películas?
— No hay manera de que algo vaya a suceder en serio.
— Muy bien, ustedes lo pidieron.
— No, él lo pidió; si alguien va a recibir la ira de un fantasma que sea él.
Mirai miró hacia arriba y trató de calcular; cada cierto tiempo llegaba una fuerte ventisca al lugar sin una razón aparente, tan sólo era el clima de ahí. Si ella estaba en lo correcto, llegaría en apenas unos 5 segundos y sería suficiente para asustar al chico que aún no le creía; dio un par de golpecitos en el suelo con su pie y luego la ventisca llegó.
— ¿Qué demonios? El viento es demasiado fuerte.
— ¡Te lo dije! ¿Ya podemos irnos?
— Bien, creo que ya es tiempo de correr. — los dos chicos salieron corriendo de ahí.
— JAJAJA ay no, creo que sí se asustaron mucho. Mejor regreso.
Día de la graduación.
— Bueno, tantas horas de mi vida para un papel y un apretón de manos.
— Mirai, apenas nos estamos graduando de la primaria. — se burló Kisaki.
— Lo sé, estoy practicando para cuando llegue a la universidad. Cuando me estén dando mi título diré “lo único que sabía de las clases era a que hora terminaban.”
— Jajajajaja.
— Y cuando me gradúe de la secundaria diré “¿y se supone que esta es la mejor etapa de mi vida?”
— Pff jajajaja ya basta, en serio.
— Bueno, supongo que hoy es cuando nos despedimos; hablé con Hina y ahora sé a qué secundaria irá, así que iré con ella.
— Lo admito, voy a extrañarte aunque me molestes tanto a veces.
— ¿Sabes qué es lo gracioso? Creo que es lo más lindo que alguien me ha dicho. No, creo que hubo otra cosa que también fue muy linda.... bueno, lo que me dijiste y esa cosa fueron las más lindas que me han dicho.
— Por cierto, te tengo algo.
— ¿Ah? — ladeó la cabeza y Kisaki le entregó un libro. — ¿Qué es? ¿Un regalo? — se veía genuinamente confundida.
— Sí, es un libro sobre flores; lo vi el otro día en la tienda y pensé en ti porque me estuviste hablando sobre las prímulas cuando estábamos en ese lugar.
— Esto...
— ¿No te gusta? La verdad es que no sabía si te gustaban el resto de tipos de plantas o.... los libros.
— No es eso, sí me gustan las plantas; sólo creo que es la primera vez que alguien que no es mi hermano me regala algo. Pero sí me gusta, gracias.
— Me preocupé por un momento, pero a decir verdad a mí también me gustan las plantas.
— ¿En serio?
— Sí, cuando me llevaste allá supuse que el libro podría gustarte.
— Me vas a hacer llorar... mentira, yo no lloro enfrente de otras personas jajajaja. Pero hablando en serio, muchas gracias; trataré de que no se dañe ni nada por el estilo.
— Bueno... adiós. — Mirai lo abrazó.
— Adiós, — se separó de él para empezar a caminar hacia Hina e irse con ella. — puedes ir a mi lugar especial cuando quieras.
Aceleró el paso hasta llegar al lado de su amiga, quien al verla la saludó animadamente.
— ¿Estás emocionada por ir a la secundaria, Mirai?
— Más que emoción diría que es un sentimiento muy neutral pero triste al mismo tiempo.
— Bueno, al menos iremos juntas; con suerte nos tocará en el mismo salón.
— Oh, es cierto... aunque las posibilidades son muy bajas.
— ¡Hay que ser positivas!
— Siempre tan entusiasta....
— ¿Qué tiene de malo?
— Nada, nada jajajaja sólo es una observación; a veces siento que tú y yo somos completamente lo opuesto.
— Ahora que lo pienso sí tienes algo de razón; tú siempre llevas esa aura negativa contigo.
— Me haces sonar como una persona depresiva; me conoces muy bien.
— ¿Y ese libro? No sabía que te gustaban las plantas.
— Me lo dio Kisaki, y.... en realidad no me gustan tanto las plantas, sólo quería tener un jardín cuando era pequeña. Jamás me tomé el tiempo de estudiarlas, pero él se veía tan ilusionado cuando me lo regaló que no pude contradecirlo.
La contraria sonrió ampliamente por la sorpresa y Mirai la miró con una expresión confusa en el rostro.
— Mirai...
— ¿Por qué me miras así?
— ¿Te gusta Kisaki?
🔮 ¿No les pasa que están en un grupo de Facebook y hacen un concurso de oc's y quieren participar pero no saben dibujar? ¿Sólo yo? Ok *sufre en silencio*
He estado practicando pero sólo he aprendido a dibujar ojos jsahajsja
Cambiando de tema, quería decirles que amo cuando captan los pequeños mensajes escondidos en el libro. Porque no, todo lo que sucede en el libro no es al azar y aunque al principio pueda parecer irrelevante luego todo cobra sentido, y me encanta cuando lo captan aunque sea una vez.
Ustedes probablemente no lo saben, pero yo pienso que son muy inteligentes y por eso no les digo nada.
Y algo curioso, soy una gran fan de los mensajes ocultos en los libros. ¿Por qué? Leí “El código Da Vinci” de Dan Brown y esa cosa es una obra de arte llena de mensajes ocultos.
Claro que tiene 650 páginas, unos 50 capítulos y es demasiado pesado, pero vale totalmente la pena. Valió cada maldito segundo que pasé leyendo.
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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