— ¿Quién eres?

— Discúlpame, soy Chifuyu Matsuno. — le sonrió amigablemente. — ¿Y tú?

— ¿Jamás te enseñaron a no hablar con extraños? Sin embargo, siento que ya te conozco....

— En realidad es la primera vez que nos vemos, chica misteriosa. — ella dio un par de pasos al frente para ver al chico más de cerca.

— ¡Ah! Ya recuerdo, tú eres el chico de mis sueños.

Las mejillas de Chifuyu se volvieron rojas al instante por la sorpresa, pero en vez de enojarse aún mantenía su sonrisa.

— ¿Acaso me estás coqueteando? Porque si es así te está funcionando muy bien.

— No idiota, literalmente eres el chico que aparece en mis sueños de vez en cuando.

— Ah.... ya me había ilusionado. — su cara volvió a su tono normal.

— Yo no coqueteo, para que lo sepas.

— Entonces, ¿se puede saber por qué aparezco en tus sueños, chica misteriosa?

— No me llames así, y yo tampoco sé por qué hay gente que no conozco en mis sueños.

— Tal vez es el destino.

— El destino no existe; lo haces tú.

— ¿Vas a seguir sin decirme tu nombre, chica misteriosa?

— Sí, ya me voy. — empezó a alejarse aún con el gato en brazos. Chifuyu rápidamente corrió para alcanzarla y caminar junto a ella.

— ¿Qué vas a hacer con el gato?

— Lo llevaré a un refugio; me lo quisiera quedar pero mi hermano odia los animales.

— Tú hermano suena como una mierda de persona.

— Un poco, sí.

— ¿Qué tal si me das el gato a mí? Tengo un amigo al que le gustan los gatos callejeros; estará encantado de cuidar a ésta lindura de pelaje gris.

— ¿Cómo sé que es cierto?

— ¿Crees que sería capaz de mentirte, chica misteriosa? Yo mismo tengo un gato; sería incapaz de hacerle algo malo. — la contraria suspiró.

— Está bien, siempre y cuando esté en un lugar seguro. — paró de caminar un momento y le pasó el gato a Chifuyu. Inmediatamente después retomó su camino de regreso a su casa.

— Gracias, chica misteriosa. Por cierto, ¿dónde aprendiste a pelear? Lo que hiciste fue increíble; eres muy flexible.

— Practiqué gimnasia artística de pequeña, y fue mi hermano el que insistió en que debía aprender a defenderme.

— Oh... debes ser mucho más flexible de lo que aparentas, chica misteriosa.

— Ya tienes al gato, ¿para qué me sigues?

— Porque quiero conocer a la chica misteriosa.

— También te pedí que no me llames así.

— Es sigues negándote a decirme tu nombre.

— Soy Mirai, ¿contento?

— Mucho. — sonrió con los ojos cerrados. — Por cierto, ¿cómo es que aparezco en tus sueños? ¿Qué hago exactamente?

— La última vez estabas todo golpeado; por eso tardé un poco en reconocerte.

— ¿Yo? ¿Todo golpeado?

— Bueno, creo más bien eso es decir poco; estabas hecho mierda.

— Eso es muy poco realista; no soy invencible, pero tampoco creo que alguien vaya a dejarme así.

— Te sugiero que en serio no me sigas más; — cambió el tema. —mi hermano se va a enojar si me ve llegar a casa con un extraño.

— Podría dejar de seguirte si tú..... me das tu número de teléfono. — desvió la mirada.

— Está bien. — rodó los ojos. Chifuyu sacó su teléfono y se lo dio a ella, donde guardó su contacto. — Ya está.

— Gracias, así ahora estaré seguro de que volveremos a hablar. — volvió a guardar su celular. — Entonces aquí nos separamos; nos vemos.

— Ya regresé. — anunció Mirai al entrar a su casa.

— ¿Dónde estuviste?

— Por ahí; voy a hornear algo un rato. — se dirigió a la cocina y empezó a sacar las cosas que necesitaba.

— ¿Qué tienes ahora? ¿Estás enojada por algo que te pasó o sólo es tu humor normal?

— Hoy encontré al chico de mis sueños.

— ¿Ah?

— ¿Por qué nadie me entiende lo que digo? El chico que aparece en mis sueños y que no conocía; hoy me lo encontré.

— ¿Por eso estás molesta?

— Pensó que estaba tratando de ligar con él y luego me pidió mi número, pero no estoy molesta; tengo muchas cosas en la cabeza ahora.

— Bueno, lo que digas; sea lo que sea que que vayas a hornear me guardas un poco. — subió las escaleras.

La chica se quedó haciendo un cheesecake; era uno de sus favoritos. Ahora que se había encontrado con la persona que apareció en sus sueños tenía mucho que analizar y distraerse horneando le ayudaba a concentrarse y mantener la calma.

Todo el mundo le había dicho que no le hiciera mucho caso a sus sueños, pero si se había encontrado con la persona que aparecía en ellos.... ¿no significaba algo más? ¿Y si se trataba de algo importante y peligroso? No podía parar de pensar en aquello y, aunque no lo quisiera admitir, tener a Chifuyu dispuesto a seguir hablando con ella podría resultar en una ventaja para ella.

— Tal vez.... debería estudiar psicología. — habló para sí misma. — Los sueños son un reflejo del subconsciente, así que si aprendo a entender el mío podría descifrar el significado de mis sueños; o quizás estoy loca y me serviría más ir con la psiquiatría. Ahg, ¿por qué la vida tiene que ser tan complicada?

Se vio interrumpida al escuchar el sonido de notificaciones de su teléfono; al parecer le había llegado un mensaje.

Desconocido.
Hola, chica misteriosa.

Soy Chifuyu, te escribo para que guardes mi número también.

Mirai <3
¿Para qué me sigues llamando así? Ya sabes mi nombre.

Chifuyu.
Me gusta más como suena “chica misteriosa.” porque así eres tú.

Eres misteriosa y eres una chica.

Mirai <3
A éste punto ya me da igual.

Bueno, ya guardé tú número.

Chifuyu.
¿Y si salimos alguna vez los dos?

Mirai <3
No.

Chifuyu.
Como amigos, obviamente.

Somos amigos, ¿no?

Mirai <3
¿Quién te mintió tan feo?

Chifuyu.
:(

Entonces salgamos para hacernos amigos.

Mirai <3
¿No aceptas un “no” por respuesta?

Chifuyu.
No <3

Mirai <3
Está bien.

De todas maneras no tengo nada mejor que hacer.

Chifuyu.
:D

Entonces hay que salir pasado mañana.

Mañana tengo algo que hacer.

Mirai <3
Como quieras.

Chifuyu.
Y no hacen falta formalidades.

Llámame por mi nombre, por favor.

Después de todo tenemos la misma edad.

Mirai <3
No sabes eso.

Chifuyu.
Al menos luces como de mi edad.

Aunque seas pequeña.

Mirai <3
No soy pequeña.

Tengo un crecimiento lento.

Chifuyu.
De todas formas quiero que me llames por mi nombre.

Mirai <3
Tú no me mandas.

Lo haré, pero sólo porque yo quiero.

Chifuyu.
Entonces te escribo en otro momento.

Nos vemos pasado mañana.

🔮Me llevó una vida hacer la conversación con Chifuyu, perdón si me equivoqué en su color de ojos.

Al final no cortaron el Internet, así que puedo seguir actualizando.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.