007
— ¿Qué se supone que es lo que debo hacer? — preguntó Takemichi.
— Es complicado, pero vas a tener que hacer un esfuerzo para entender lo que te voy a decir. Piensa en el tiempo como un río; normalmente es un sólo camino que no puede ser cambiado, pero desde el momento en el que empezaste a viajar en el tiempo abriste un sinfín de nuevas posibilidades a las cuales llamaremos lagunas, cascadas, charcos o cualquier otro cuerpo de agua ¿entiendes?
— Creo que sí.
— Una persona común y corriente navega por éste río en el barco que llamamos vida, con los ojos vendados y sin un mapa; es imposible que sepa lo que le espera. Yo soy diferente; tengo un mapa y puedo quitarme la venda de los ojos cuando quiera, así que puedo elegir qué camino seguir. Sin embargo hay una gran diferencia entre tú y yo.
— ¿Cuál es?
— Una vez tomo una decisión, no hay vuelta atrás. Tú, por otro lado, sigues con los ojos vendados navegando a la deriva y en cualquier momento... ups, caíste en un vórtice; y te das cuenta del error que cometiste. ¿Qué sucede entonces? Decides regresar en contra de la marea para probar un camino diferente con la esperanza de que sea el correcto ésta vez, pero no puedes saberlo con certeza. Además, no puedes controlar la fuerza de la marea y, por lo tanto, sólo puedes retroceder tanto como ésta te lo permita.
— Ya veo, pero si usamos nuestras habilidades juntos ¿no seríamos capaces de cambiar todo?
— No necesariamente; es difícil cambiar el futuro sin que nadie lo sepa, y tampoco te conviene mucho decirle a alguien en el pasado que te ayude. Es como si yo supiera que alguien va a morir y decidiera decírselo para que tenga cuidado; esa persona se volvería loca o me tomaría a mí por una, ¿entiendes? Lo que quiero decir es que el simple hecho de saber qué va a ocurrir en el futuro cambia todo.
— Entonces, lo que me estás tratando de decir es que.... ¿no debería saber qué camino tomar porque puede ser peligroso para mí?
— Tristemente, si te digo todas las posibilidades de lo que podría ocurrir.... todos los futuros alternos; no estarías esforzándote tanto. — el contrario bajó la cabeza, decepcionado. — Pero si te hace sentir mejor, puedo asegurarte que existe una línea de tiempo en la que logras salvar a Hina. — él la miró de nuevo.
— ¿Significa que sí puedo hacerlo?
— Sí, hay posibilidades; yo creo que puedes. Lamento no poder decirte más, pero espero que puedas entender la situación.
— No importa; eso era todo lo que necesitaba escuchar. Sabiendo que es posible... ¡definitivamente no me rendiré!
— Muy bien, si eso es todo entonces ya es hora de que me vaya. — ambos se levantaron.
— Gracias Mirai; aunque no lo creas me ayudaste mucho.
— No hay nada que agradecer; me sentí culpable por no haber tenido ninguna visión acerca de la muerte de Hina. Tal vez hubiera podido evitarlo...
— Prometo que yo lo arreglaré, todo.
De vuelta en el 2003, con Mirai.
— Shuji, ¿qué fue lo que hiciste? — preguntó ella al llegar a su casa y ver la cocina hecha un desastre.
— Tenía hambre, no estabas, improvisé.
— Demonios, ¿quién va a limpiar ésto?
— Tú porque yo ya no estoy. — le dijo antes de salir corriendo a subir las escaleras.
— ¡Oye! ¡Regresa, no voy a limpiar un desastre que no hice!
— ¡No te oigo, ya estoy arriba! — gritó desde el segundo piso. — la chica bufó antes de buscar los utensilios de limpieza que tenía guardados en un cajón.
— Puto Shuji, puta cocina. — dijo entre dientes mientras limpiaba. — Algún día me las va a pagar.
Le llevó alrededor de una hora limpiar toda la cocina; desde ese momento iba a asegurarse de que su hermano no volvieron a poner un pie ahí.
— Oye, ¿ya te calmaste? — le preguntó el mayor bajando las escaleras.
— No, estoy cansada del sistema capitalista en ésta casa; sugiero que cambiemos a uno comunista en el que todo lo tuyo sea mío y todo lo mío sea tuyo para que haya igualdad.
— ¿Entonces qué? ¿Cuando te cases tu esposo será mío también?
— ¡Así no es como funciona!
— Dijiste “todo”; mejor investiga más sobre los sistemas de gobierno antes de hablar.
— Entonces que sea un sistema socialista.
— O podemos dejar las cosas como están.
— Me rindo... — terminó de ordenar todo por fin. — Voy a salir.
— ¿Con permiso de quién?
— Mío. — salió de la casa a buscar cualquier cosa para hacer.
Empezó a recorrer las calles del vecindario donde vivía con un bolso en su costado. En el camino escuchó algo que le llamó la atención; un gato siendo golpeado. ¿Cómo sabía que estaba siendo golpeado? Porque pudo escuchar a alguien insultar al pobre animalito.
No pudo soportar ver eso, y si no hacía nada la conciencia le iba a pesar durante el resto de su vida; así que se acercó al lugar donde una persona mayor que ella estaba golpeando al gatito.
— Deje al gato en paz. — exigió.
— El gato es mío y yo decido qué hacer con él.
— No debería golpear a un animal indefenso, y menos tenerlo si lo va a maltratar de esa manera.
— Cállate, no eres nadie para decirme qué hacer; vete a casa antes de que te golpee a ti también. — Mirai comenzó a perder la paciencia.
— Le voy a dar una oportunidad más para hacer lo correcto por las buenas; deje al gato o usted va a terminar peor que él.
— No me jodas, perra. — ella se quitó su bolso y lo dejó en el suelo mientras se acercaba más a él. — Si no te vas a ahora me vas a obligar a darte una pal-
Lo interrumpió dándole una patada alta, aprovechando su flexibilidad. El hombre cayó inmediatamente al suelo y ella aprovechó el momento para volver a golpearlo hasta que quedó inconsciente.
Se acercó al gato con cuidado; estaba tan asustado que al principio no la dejó acercarse, pero ella se aseguró de estar calmada y dejar al pequeño felino oler su mano antes que nada. Inmediatamente después de eso, el gato pareció reconocer que ella era buena persona y se dejó acariciar; Mirai lo tomó entre sus brazos para darle calor y escuchó otra voz detrás de ella.
— Increíble, es la primera vez que veo a una chica pelear así y además protegiendo a un gatito; que noble. — rubio y de ojos verdes, a Mirai le pareció haberlo visto antes.
🔮 Aprovecho para avisarles que mañana probablemente me quede sin internet porque no lo hemos podido pagar, así que si no actualizo es por eso.
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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