003
— ¿Puedes dejar de planear tu funeral y empezar a tratar de evitarlo? Si hay alguien en tu casa aún puedes llamar y pedir y te traigan tu libreta.
— Ah, tienes razón; a mi hermano no le importa la escuela así que seguro ni fue y sigue en mi casa. El problema va a ser tratar de convencerlo; dame un segundo para llamarlo.
— Mejor me alcanzas allá cuando resuelvas ese problema; la suerte es que no tenemos matemáticas a primera hora hoy. — él entró solo mientras Mirai marcaba el número en su celular.
Le llevó unos tres intentos que su hermano contestara la llamada.
— Necesito ayuda. — pidió ella apenas le contestaron.
— No inventes, apenas saliste hace 20 minutos ¿Qué hiciste ahora?
— ¿Sigues en casa?
— Ajá.
— Olvidé mi libreta de matemáticas, ¿me la puedes traer?
— No sé cuál es; ni modo.
— Está en la mesa; es literalmente la única libreta que hay en la mesa. Por favor y ya no te vuelvo a pedir nada en una semana.
— Que sean tres.
— Dos semanas.
— Dos y media; propuesta final.
— Hecho.
— Entonces sí te voy a llevar la libreta, pero no la vuelvas a olvidar porque arruinas tu futuro.
— Sí sí sí sí, lo que sea; muchas gracias. — colgó.
Más tarde, durante el almuerzo.
— Mirai, ¿puedo sentarme aquí contigo? — le preguntó Hina, quien se había acercado a ella con la intención de comer juntas.
— Claro. — la contraria se sentó junto a ella.
— ¿Cómo has estado?
— Bien, aunque olvidé mi libreta en casa, pero mi hermano dijo que me la traerá; de hecho ya debería llegar. — dejó de hablar al sentir que su teléfono vibró, indicando que le había llegado un mensaje. — Es él, al parecer ya está aquí; ¿te molesta....?
— Por supuesto que no; te espero.
— Eres un sol, Hina. — le sonrió antes de irse. — ¡Cuida mi comida, por favor! — le pidió mientras se alejaba.
Luego de haber recibido un gran sermón por parte de su hermano mayor, Mirai se dispuso a regresar rápidamente con su amiga para no dejarla esperando mucho más tiempo; aunque cuando llegó se dio cuenta de que Kisaki había visto a Hina sola y le empezó a hacer compañía o al contrario Hina había visto solo a Kisaki y lo hizo sentarse también. Sea lo que sea que hubiera pasado, el asunto era que él también estaba allí ahora.
— ¡Hina! Te dejé sola 5 minutos y ya me reemplazaste. ¡Me estás siendo infieeel! — empezó a bromear con ello; era el tipo de cosas que ella hacía.
— ¿Ah? — musitó confundida Hina mientras Mirai volvía a sentarse junto a ella y tomaba su comida.
— Nada, no importa; tú no entiendes indirectas.
— ¿Esa es la libreta que dijiste que habías olvidado? — le preguntó Kisaki.
— En efecto mi estimado; no podré volver a pedir nada por dos semanas y media pero logré que me la trajeran.
— Ahora que lo pienso, tú también tienes las mejores calificaciones junto a Kisaki; con razón te preocupaba tanto recuperar eso. — le mencionó Hina.
— Sí, pero lo mío es por pura suerte; sólo hago lo que me dicen que haga y ya. Además si no me sé una respuesta marco la opción c de cristo; siempre funciona. — se concentró un momento en su comida.
— ¿Qué es lo que tienes en la frente? — preguntó la otra chica del grupo. Usó su mano para mover el cabello que tapaba la cara de Mirai y se sorprendió ante lo que tenía enfrente. — ¿Es eso una cicatriz?
— Sí, viene de aquí — señaló la mitad de su frente. — hasta aquí. — recorrió con su dedo toda la zona que abarcaba su cicatriz; el lado izquierdo de su frente. — ¿Por qué?
— La verdadera pregunta es, ¿por qué tienes una cicatriz? — cuestionó Kisaki.
— Ni idea; no recuerdo nada sobre ese día y sólo sé que desperté en un hospital. Se supone que mi hermano sí sabe qué pasó pero se niega a decirme cada vez que le pregunto.
— ¿Por qué te ocultaría algo así? — preguntó Hinata.
— Quién sabe.... ¿podemos hablar de otra cosa? Hablar sobre eso me da dolor de cabeza.
— Lo siento si te hice sentir incómoda cuando pregunté. — dijo Kisaki.
— Sí, mejor.... cuéntanos más sobre tus sueños.
— No hay mucho que decir; apareció un chico rubio.... aunque ahora que lo pienso creo que estaba teñido porque tenía unas partes negras; también tenía los ojos azules. Creo que estaba hablando con él sobre algo, pero no logro recordar qué; igual puede que no sea nada y yo le esté dando más importancia de la que debería.
— Tal vez... — la apoyó Hina. — Y dime, ¿qué harás el fin de semana?
— Los fines de semana voy al supermercado y hago la limpieza en casa.
— ¿Tú sola? — preguntó Kisaki a lo que ella asintió. — ¿Tus padres no te ayudan?
— Mi papá nunca está por el trabajo o qué sé yo, pero jamás está en casa; y mi mamá nos abandonó o algo así.... es como si mi hermano y yo viviéramos solos.
— Tengo que dejar de preguntar esas cosas.
— No te preocupes, no es tu culpa que mi vida sea un asco; al menos no vivo en la calle y el dinero no nos falta, vamos, podría ser peor.
— ¡Ya sé! — exclamó Hina. — ¿Qué tal si tú y yo salimos juntas? Así tal vez podrías animarte un poco; podemos ir a donde quieras y pasar una tarde entre chicas. — Mirai se sintió algo conmovida; la gente no solía preocuparse tanto por ella.
— Hina, deja de decir esas cosas porque en una de esas te voy a besar como agradecimiento.
— ¿Qué? — dijeron los otros dos al unísono.
— Jajaja es broma; yo no haría eso a menos que ella quiera.
— Me siento muy confundido en éste momento. — mencionó Kisaki.
— Es que soy hetero, pero no mucho.
— B-Bueno.... — continuó hablando Hina. — ¿sí quieres ir?
— Tal vez; como dije no nos falta el dinero, pero eso no significa que nos sobre. Mañana te avisaré si puedo, porque la verdad es que me gustaría.
— ¡Bien! En alguna otra ocasión incluimos a Kisaki, pero esta vez quiero conocerte más de chica a chica.
Hola?? Esta historia la publiqué hace tres días, cómo es que ya tiene 122 lecturas???? Ni siquiera siento que esté muy bien hecha.
Por otro lado, ya ahora sí me puse a leer bien el manga; antes sólo había visto algunas partes y me habían hecho mil spoilers.
También, disculpen que esté tan pendeja; en el capítulo uno dije que Mirai tenía doce años pero en realidad son once porque los doce los cumple en noviembre. Un error estúpido, lo sé.
No se me vayan a descuidar hoy porque pienso subir una parte para presentarles a Mirai como tal, como una tarjeta de presentación para el personaje.
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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