XXII. Day Of The Dead
CAPÍTULO VEINTIDÓS
DÍA DE LOS MUERTOS
"I think I'm drowning, asphyxiated. I wanna break this spell that you've created"
Arielle se preparaba una taza de café mientras Matt se sentaba al lado de una dormida Elena. Esther había unido la vida de Elena a la de Alaric, así que si ella moría, él moría. Tras lo ocurrido el día anterior, la doppelgänger se había desmayado y su hermano había tenido que llevarla el hospital mientras los estupidos de sus hermanos se encargaban de dejar a Klaus en un sueño profundo. Cosa que la molesto a más no poder, pero no podía decir nada, pues sus hermanos le saldrían con que Klaus iba a matar a la querida y débil humana, Elena Gilbert, con el objetivo de matar con ella a Ric.
—¿Dónde están todos?—cuestiona la chica al despertarse, haciendo que Arielle ruede los ojos—
No estaba realmente enfadada con ella, si no con Damon y Stefan. Dormir a Klaus y lanzarle al océano para que Ric nunca pudiera matarle era un buen plan, pero también era estupido. Ric debía morir. Y para que él muriera ella sólo tenía que matar a Elena. Todo se acabaría, no habría ningún cazador inmortal dispuesto a acabar con todos los vampiros de la existencia y Elena dejaría de estar en medio de sus dos hermanos.
—A Tyler y a Caroline les han llamado sus madres, pero Arielle está aquí—le responde Matt—¿Qué estabas soñando?
—Con segundo curso—responde, incorporándose hasta quedar sentada—
—Parece que haga un siglo.
—Lo hace—suspira ella para luego mirarle a los ojos—Siento no haber sido clara contigo. Tenía que haber decidido qué quería y ser sincera contigo—Arielle la escucha atentamente mientras se sienta al lado de Matt con la taza de café entre sus manos—Y ahora estoy haciendo lo mismo con Stefan y Damon. No es justo lo que les estoy haciendo. Tengo que descartar a uno.
—Pero ¿cómo?—murmura Arielle, llamando la atención de ambos—
—¿Lo preguntas por Thomas y James?—cuestiona Elena, mirándola con confusión—
—Yo... no. Era... solo una pregunta retórica. Thomas es mi amigo. Y James es... complicado.
Matt y Elena la observan atentamente, confusos. Pero, para suerte de Arielle, en ese momento Stefan se adentra en la casa, llamando su atención.
—Stefan—sonríe Elena, abrazándole—
—¿Estás bien?—le pregunta él—
—Si.
Stefan suspira y sus ojos viajan hasta los de su hermana.
—Elena—la llama, haciendo que se separe de su hermano—Deberías sentarte. Prepararemos algo de comer.
La aludida suspira con frustración mientras Stefan y Matt camina hacia la cocina.
—Os estáis pasando. Estoy perfectamente—se queja ella—
—Si te mandan reposo, te cuidamos—le responde Stefan, empezando a cortar unas frutas—
—¿No sería mejor que te sacáramos del pueblo?—cuestiona Matt, colocando unos vasos en la mesa del comedor—
—¿Y luego qué? ¿Pasarme toda la vida huyendo?—cuestiona, incrédula—No gracias. Y no estoy inválida—se quita la manta y se pone en pie para poder salir del salón—Me he hartado del sofá.
—¿Vamos a hacer lo que ella quiera?—pregunta Matt, mirando a ambos hermanos Salvatore—
—Que tome sus propias decisiones—le responde Stefan—
—¿Aunque se equivoque?
—No hay nada como tener libertad. Créeme. No te das cuenta hasta que la pierdes.
—Stefan—le llama Elena, desde la puerta principal de la casa—
Arielle no duda en situarse a su lado con su velocidad sobrenatural. Elijah se encontraba al otro lado de la puerta, mirándola directamente a los ojos.
—Elijah—murmura—
—Hola otra vez. ¿Puedo pasar?
—Ya estás invitado a esta casa—recuerda Elena—
—Pero es de buena educación preguntar—señala—
Arielle se hace a un lado y le indica con el brazo que es bienvenido. Elijah la observa con detenimiento antes de emprender su camino hasta el comedor.
—Vengo en son de paz—asegura, sentándose en una de las sillas—
Elena cierra la puerta y Arielle se sienta a su lado, junto a su hermano.
—Matt... deberías salir—le pide Elena a su amigo—Espera a Jeremy y quedaros fuera.
—No, yo me quedo aquí—asegura él mientras Stefan marca algo en su móvil—
Elijah suspira y comienza a hablar.
—Solo tenemos que quitarle la estaca a Alaric—habla Elijah—Cuando esté en nuestro poder, mi familia se dispersará por los confines de la tierra y Alaric nos perseguirá.
—¿Simplemente huiréis?—cuestiona Arielle, confusa—
—No es la primera vez—recuerda—Klaus y Rebekah estuvieron casi mil años evitando a mi padre. ¿Qué supone medio siglo a cambio de que Elena pueda vivir una vida normal?
—Por fin le hemos parado, Elijah—recuerda Elena, sentándose enfrente de él—Después de todo lo que nos ha hecho, no puedo dejar que lo traigas de vuelta.
—Te doy mi palabra, Elena. Yo jamás reviviré a Klaus mientras tú o cualquiera de tus hijos sigáis con vida—habla con dureza, colocando bien el mantel situado delante de él—A ver si así aprende modales de una vez.
—¿Por qué va a fiarse de ti?—cuestiona Matt con incredulidad—Solo le has complicado la vida.
—Y me avergüenzo de ello. Pero tened claro que podría haberla matado en cuanto he entrando por la puerta. Así que, Elena, dejó que seas tú quien decida si confías en mi o no.
—¡No!—exclama Damon desde el altavoz del móvil de Stefan—¿Hola? ¿El golpe te ha dejado tonta? Los pirados de sus hermanos te matarán en cuanto tengan ocasión.
—Rebekah y Kol aceptarán los términos si nos devolvéis el cuerpo de Klaus—asegura Elijah—Y Elena no saldrá herida. ¿Trato hecho?
—¡No! ¡No, no, no, no, no! Y por si acaso ¡No!—responde Damon haciendo que Arielle ruede los ojos bajo la atenta mirada del Original—
—Elena, tú decides—murmura Stefan a su lado—
—¡Venga, hombre!—se queja Damon—
—¿Por qué quieres el cuerpo de Klaus?—cuestiona Elena, ignorando al mayor de los Salvatore—
—Es mi hermano—le recuerda Elijah—Permanecemos juntos.
—Por y para siempre—murmura Arielle, pero solo Elijah parece oírla—
—Trato hecho—anuncia Elena después de soltar un suspiro—
—Entonces han trazado un plan, ¿no?—cuestiona Thomas, sentándose a su lado—
—Jeremy le dio información falsa a Alaric. Elijah solo quiere el cuerpo de Klaus, luego nos dejara en paz—explica Arielle, quitándose la chaqueta de cuero—
—Pero están yendo a por Caroline y Tyler. No tardarán en venir a por mi. La alcaldesa sabe lo que soy desde que me convertí en híbrido y me hice amigo de Tyler—señala James—
—Por eso tenéis que iros del pueblo, James—le pide ella, mirándole a los ojos—
—No vamos a dejarte sola—habla Luna con obviedad—
—Luna, no vamos a discutir sobre esto, ¿vale? Tenéis que poneros a salvo.
—Estaremos a salvo si nos quedamos juntos—interrumpe Marie—Puedo... puedo hacer hechizos de protección y... y...
—Arielle tiene razón—habla Rachel, llamando la atención de todos—No digo que tengamos que irnos todos. Thomas puede quedarse, pero los demás no. A James le persigue el consejo, quienes no tardarán en sospechar sobre Luna. Y si Marie puede hacer un hechizo lo mejor es que esté con ellos.
Rachel tenía razón. Aunque ellos quisieran ignorarlo y pensar que juntos estarían mejor. James y Luna tenían que salir del pueblo lo antes posible con la ayuda de una bruja, para estar aún más protegidos.
El sonido del teléfono de Marie, hace que todos vuelvan a la realidad, dejando así de pensar en todo lo que estaba pasando.
—Hola, Bonnie, ¿qué pasa?—cuestiona al responder a la llamada—Si, puedo ayudarte. ¿Pero por qué? Si, si. Le llevaré.
Arielle frunce el ceño al escuchar las respuestas de la chica, pues su mente se encontraba tan ocupada que no se había dado cuenta de que podía oír toda la conversación si quisiera. Y ahora ya no importaba, pues Marie ya había colgado el teléfono.
—Bonnie me necesita para algo—anuncia—James tienes que acompañarme. Es para ayudaros a Tyler y a ti.
—Bien, vale—suspira, levantándose del sofá—Pero no pienso irme del pueblo. Quiero que eso quede claro.
Thomas se había ido de la casa ante el llamado de su madre, quien estaba muy preocupada por Caroline, a quien el consejo también perseguía.
Arielle, por su parte, no paraba de mirar su teléfono, esperando noticias del plan que sus hermanos tenían. Al parecer Alaric no había caído en la trampa y había llegado hasta Damon y Klaus. Esa nueva información hizo que Arielle marcara el número de Stefan con nerviosismo y preocupación.
—¿Qué ha pasado?—cuestiona, saliendo de la casa para poder hablar con tranquilidad—
—No ha caído en la trampa y ha conseguido rastrear a Damon y el cuerpo de Klaus—le responde Stefan al otro lado de la línea—
—Malas noticias, hermanos—habla Damon uniéndose a la llamada—Alaric le ha clavado la estaca a Klaus. Ha muerto.
Sus palabras hacen que el corazón de Arielle de de latir y que su respiración se acelere con nerviosismo.
—Yo me encuentro bien—asegura Stefan—¿Vosotros notáis algo?
—No.
—Sage tardó una hora en encontrase mal.
—Ya, o Klaus nos mintió y no creó nuestro linaje.
—El mío si—asegura Arielle, haciendo que ambos se callen—Liam me lo dijo y él no me mentiría. Además, Tyler y James...
—Arielle...
—Y si Klaus no mentía, que es lo más probable, en una hora no te da tiempo a volver a Mystic Falls, Damon.
—¿Para tener una despedida épica, Lizzie?—cuestiona con sarcasmo—
Lizzie. Siempre había adorado que la llamara de esa forma. Le hacía recordar a su niñez, a cuando era humana. Que la llamara así hacia que eso de verdad pareciera una despedida.
—Yo no la necesito—habla Stefan—Pero tú y Elena.
—Bueno, creo que vas a tener que despedirte tú por los dos. Con ambas—responde Damon, con clara tristeza—
—Damon—murmura Arielle con lágrimas en los ojos—
—Llamadme si toséis un pulmón—comenta, intentando quitarle hierro al asunto—
Y, para su sorpresa, eso parece funcionar. Pues Arielle suelta una pequeña risa en medio de las lágrimas antes de que la llamada se acabe y ella comience a correr a velocidad sobrenatural por el bosque en busca de su hermano pequeño.
Sin embargo su cuerpo choca con otro, más musculoso y alto que el de Stefan. Unas manos la sujetan de los hombros con confusión y preocupación. Ella levanta la mirada y se encuentra con los oscuros ojos marrones de Elijah.
—Arielle—murmura al verla—
Pero la llegada de Rebekah hace que ambos vuelvan a la realidad y la miren, confusos.
—Ha muerto, Elijah—informa entre lágrimas—No he podido hacer nada para salvarle.
Elijah suelta a Arielle y se acerca a su hermana para poder abrazarla. Sujetando su cabeza de forma cariñosa, como Damon solía hacer con ella cuando estaba triste. Cosa que ya nunca podría hacer, porque ella también iba a morir esa noche.
—Tyler Lockwood y James Gómez han muerto—anuncia Elijah al separase de su hermana. Sus palabras dejan a Arielle de nuevo congelada—Pero el resto a sobrevivido. Dijiste que Niklaus convirtió a su linaje.
—Eso pensaba. Sé que convirtió al de Arielle.
—No fui yo y tampoco Kol—asegura Elijah con confusión—
—Yo no fui, Elijah. Además tú y yo vimos cómo convirtió a William delante de nosotros. Fue Niklaus en los dos casos, estoy segura.
—¿Y cómo es que seguimos vivos?—cuestiona Arielle al encajar las piezas—¿Cómo es que yo sigo viva?
Elijah y Rebekah se giran para mirarla con confusión. Ninguno de los dos lo sabía y ambos tenían la misma pregunta.
Volver a entrar a la cabaña donde Luna y James vivían estaba siendo una tortura para ella. Sobretodo al ver la sonriente cara de la castaña, la cual cambio radicalmente al ver su serio y angustiado rostro.
—¿Qué ha pasado?—su voz tiembla al pronunciar esas palabras—
—Klaus a muerto—anuncia sin ningún rodeo—
Luna deja escapar un grito ahogado.
—Caroline le ha asegurado a Stefan que Tyler y James han muerto. No creo que Rachel y yo tardemos en hacerlo. Y si Klaus no mintió, ellos y Caroline tampoco tardarán.
Rachel estaba sorprendida por el poco tacto de Arielle en esos momentos. Ella no era así.
—Lo siento mucho—dice, sin mirarlas a los ojos—Yo me despediría de las personas a las que amas.
—Arielle—la llama Rachel, pero ella no quería hablar y simplemente desapareció de allí sin mirar atrás—
Fin de la tercera temporada. ¿Quien está listo para la siguiente?
¿Parte favorita de la temporada?
Por favor comentad más y dejar vuestras esrellitas⭐️
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