CAPÍTULO OCHO
VIDA, MUERTE Y TRANSICIÓN

"Would you lie with me and just forget the world?"

—Hoy hay luna llena. Debemos suponer que Klaus está preparado para romper la maldición—les explica Elijah—

Él, Stefan, Elena y Arielle se encontraban reunidos en el salón principal de la casa Salvatore.

—Elena nos dijo que la del sol y la luna es falsa—recuerda Stefan, quien está sentado al lado de su novia—Que la maldición solo pesa sobre Klaus.

—Klaus es un vampiro de un linaje de hombres lobo—le aclara él—La maldición impide que el hombre lobo se manifieste. Pero si la rompe será un híbrido.

—Y ¿por qué vamos a dejar que la rompa?—cuestiona Damon, adentrándose en el salón—Podemos matarlo hoy. Con Bonnie

—Damon...

—No, Bonnie no puede usar tanto poder sin morir—le recuerda Elena—

—Pues le escribiré un epitafio.

—¡No es una opción, Damon!—insiste Elena—

—Vale—suspira Arielle con cansancio—¿Cómo se rompe esa maldición?

—El ritual en si es relativamente sencillo—le responde Elijah—Los ingredientes, por así decirlo, ya los sabéis.

—La piedra lunar—recuerda Stefan—

—Una bruja canalizará el poder de la luna llena para liberar el hechizo vinculado a la piedra. Después, Klaus, como hombre lobo y vampiro, sacrificará a un ejemplar de cada especie.

—Y ¿dónde entró yo?—cuestiona Elena, confusa—

—En la parte final del ritual—le responde, agarrando un pequeño cofre entre sus manos—Klaus debe beber la sangre de la réplica hasta matarla.

Elena respira con nerviosismo, alertando así a Stefan, quien sujeta su mano en señal de apoyo.

—Y ahí es donde entras tú.

—Esto es un elixir que conseguí hace 500 años para Katerina—explica Elijah, sacando un bote del interior del pequeño cofre—Posee propiedades místicas de resurrección.

—¿Entonces moriré?—cuestiona, confusa—

—Y revivirás.

—¿Ese es tu plan?—cuestiona Damon, incrédulo—¿Una poción mágica sin fecha de caducidad? Si lo que quieres es volver a la vida, usa el anillo de John.

—Ese anillo solo puede usarse en humanos—recuerda Arielle, cruzándose de brazos—Un Doppelgänger es un ser sobrenatural. Lo lógico es que no funcione.

—Pues aplica esa lógica a su elixir—le responde, frustrado—¿Y si no funciona, Elena?

—Supongo que moriré—se encoge de hombros—

Damon mira a su hermano con indignación. Pero Stefan simplemente se encoge de hombros, lo que hace que Damon salga del salón con enfado.

—¿Sabemos si Klaus tiene todo lo que necesita?—le pregunta Arielle a Elijah—¿Tiene un hombre lobo?

—Lleva esperando mil años para romper la maldición—le recuerda él—Si no tiene ya un hombre lobo, no dudo de que esta noche lo tendrá.

Todos se estaban preparando para el ritual e intentando asimilar lo que eso conllevaría. Debían trazar un plan de ataque contra Klaus, pues sólo tendrían una oportunidad.

Fue mientras Arielle observaba la poción que Elijah tenía para Elena que la puerta de la casa es abierta por Alaric. Antes incluso de un Arielle pueda hacer nada, Jenna, la tía de Elena, agarra una ballesta y le apunta con miedo.

La humana ya era consciente de el mundo sobrenatural. Por supuesto no lo conocía todo, pero ya no vivía en la ignorancia. Eso no quito que a Arielle le sorprendiera su rapidez a la hora de enfrentarse a Alaric, quien, hasta donde sabían, se trataba en realidad de Klaus.

—Vete—le ordena de forma nerviosa—

—Jenna. Jenna...

—Vete—insiste ella mientras Arielle llega a su lado—

—Baja esa ballesta, por favor. Soy yo—le asegura, levantando las manos. Su mirada viaja hasta la chica Salvatore en busca de ayuda—

—No te ofendas, Ric, pero es normal que no confiemos—señala Arielle mientras sus hermanos, Elena y Elijah llegan a su lado—

—No te acerques a mi—le pide Jenna sin dejar de apuntarle con aquella ballesta—

—Soy yo, Arielle, te lo juro—insiste Alaric—Me ha liberado. Klaus me ha liberado.

—Demuéstralo—le pide Damon—

—Vale—suspira, intentando pensar en algo que decir. Sus ojos viajan hasta Jenna—Nuestra primera noche juntos, Jeremy entro justo...

—Vale—le interrumpe ella con rapidez—Es él.

—¿Por qué te ha soltado?—cuestiona Stefan, confuso—

—Quiere que os transmita un mensaje. El sacrificio será esta noche.

Mystic Falls, VA
23 de Septiembre 1864

Montar a caballo era una de las cosas que más disfrutaba en el mundo. Había sido su hermano Damon quien la había enseñado a montar, pero él ya no solía acompañarla, no desde la llegada de Katherine. Pero desde que había conocido a William volvía a tener a un compañero de paseos.

Esa tarde soleada ambos salieron a dar un paseo por los campos del pueblo de Virginia. Sin embargo, el caballo de la chica se desbocó al ver pasar una serpiente entre los arbustos. Eso provocó que la chica cayera al pasto de forma brusca.

—¡Ari!—grito el chico, bajándose de su caballo con velocidad—

Corrió hacia ella lleno de preocupación y se dejó caer de rodillas a su lado.

—Mi pierna—se queja cuando él intenta ayudarla a ponerse en pie—No puedo moverme. Creo que me la he roto.

—Vale—murmura de forma nerviosa—

Sus ojos dan un rápido vistazo a su alrededor, asegurándose de que no había nadie que pudiera verles. Entonces llevo una de sus muñecas hasta sus labios, sacó sus colmillos y la mordió. La sangre resbalaba por ella mientras la acercaba hacia ella.

—Bebe. Te curarás—le indica, recibiendo una confusa mirada por su parte—

Arielle sabía lo que era. Él y Katherine, ambos eran vampiros, pero eran buenos con ella y sus hermanos, nunca les habían hecho daño, por lo que no dudó en confiar de sus palabras y dirigió su boca a la muñeca del chico para beber un poco de su sangre.

La pierna dejó de dolerle y el chico la ayudó a levantarse para volver al establo y guardar a los caballos, pues se estaba haciendo de noche.

Mystic Falls, VA
Actualidad

—Me voy a dar un paseo cinco minutos y, cuando vuelvo, ¿resulta que has apuñalado a Stefan?—habla Arielle, incrédula—Por no hablar de darle tu sangre a Elena.

—No voy a disculparme por no querer que muera—se queja Damon, adentrándose en el Grill con ella y Alaric a su lado—

Los tres se sientan en la barra y el camarero le coloca un vaso de bourbon a Damon, como si ya supiera lo que fuera a pedir sin que éste lo diga en alto.

—Para nosotros lo mismo—le pide Alaric, señalando la copa—

—La he cagado, ¿verdad?—suelta de repente con más tranquilidad—

—Si. Así es—afirma Ric, posando su mirada en él—

—Ya.

—¿Caballeros?—una voz masculina con acento inglés habla detrás de ellos—¿A qué vienen esas caras?

Damon suspira con cansancio al ver que Alaric se tensa a su lado. Arielle rueda los ojos antes de hablar.

—Klaus, supongo—murmura antes de beber un trago de su copa—

—En persona—responde con una sonrisa—Un placer volver a verte, amor. Y gracias por el préstamo, profesor.

—¿Has venido a saludar por algo?—cuestiona Damon haciendo que aparte su atención de su mejor amigo y hermana pequeña—

—Me han dicho que a tu hermano y a ti os gusta mi doppelgänger. Vengo a recordaros que no hagáis ninguna tontería.

—Demasiado tarde—murmura Arielle por lo bajo—

Damon se ríe sin gracia y observa al rubio.

—Gracias por el consejo. Supongo que no puedo pedirte un aplazamiento, ¿verdad?

—Bromeas—asegura, molesto, para luego mirar a Alaric y a Arielle en busca de una respuesta—Bromea, ¿verdad?

—No, lo dice en serio—responde Ric—

—Vamos, hombre, ¿qué es un mes en el gran esquema de las cosas?—cuestiona Damon con tranquilidad—

—Hablemos claro—pide Klaus, mirándole con seriedad—Tengo a mi vampiro. A mi hombre lobo. Y cuanto necesito. El ritual será esta noche. Y, si quieres que no use a tu hermanita como ejemplar de su especie, no lo estropees.

Klaus le regala una sonrisa a Arielle y acto seguido sale del lugar.

—Qué bien—se queja Damon, volviendo a sentarse—

—Lo vas a estropear, ¿no?—asume su hermana, sabiendo que si era así ella tendría que ayudarle para asegurarse de que no acabará en un desastre—

—¿Si borro a su hombre lobo de la ecuación, creéis que pasará por alto que haya intentado convertirla en vampiro?

—Creo que no lo sabréis ninguno de los dos—le responde Alaric—Porque os matará.

—Pero sin el hombre lobo no podrá hacer el ritual esta noche y habré ganado un mes hasta la siguiente luna llena.

—Y seguiréis muertos.

—¿Vas a ayudarnos o qué?—cuestiona Arielle, dejando su copa vacía en la barra—

—¿Qué queréis que haga?

Mystic Fall, VA
24 de Septiembre 1864

Sus ojos se abrieron con confusión al sentir el aire entrar por sus pulmones de forma brusca. El sol le daba de lleno en la cara, lo que hizo que colocara su mano delante de su cara. La luz parecía molestarle más de lo normal. No era lo único. Los sonidos, los olores. Todo parecía estar intensificado. Todo brillaba más, los colores eran mas vivos. El tacto de su piel contra las flores era más suave.

Entonces lo vio. El anillo que William le había dando como regalo antes de que su padre llegara al establo y lo matara. Se sorprendió al verlo alrededor de su dedo anular, pues ella no lo había cogido, si no que lo había dejado en aquel establo, junto a su cadaver.

—William te lo regalo por si alguna vez querías ser como él y necesitabas uno—la voz de Emily, la amiga de Katherine, atrajo su atención, haciendo que se sobresaltara—Lo cogí del establo cuando te fuiste detrás de tus hermanos. Pone tu nombre en el interior.

Ya tenía su respuesta a esa pregunta, pero aún seguía llena de dudas. Lo último que recordaba era el sonido de tres disparos y como su corazón dejaba de latir.

Sus ojos observan el paisaje a su alrededor. Se encontraban cerca del río de Mystic Falls, junto a la sombra de un gran árbol.

—¿Donde están mis hermanos?—pregunta entonces, recordando como los había visto caer muertos después de los disparos de su padre—

—Al lado del río—le responde, mirando hacia su derecha—Estamos en la cantera, al norte del pueblo.

Con pasos lentos, Arielle se separó del bosque y se acercó al río, donde vio las espaldas desnudas de sus hermanos.

—Jonathan Gilbert ya se lo habrá dicho a nuestro padre—oye a Stefan perfectamente a pesar de estar aún lejos de ellos—¿Qué pensara de nuestra muerte?

—No le importa. Nos traicionó—responde el mayor de los tres—

—Él quería protegernos, Damon—le reprocha Stefan, limpiando su camisa—Quería proteger al pueblo.

—Mato a William—habla Arielle, llamando su atención. Sus rostros se giran rápidamente hacia ella, observándola con atención—Lo mato delante de mi. Le clavo una estaca en el corazón y me llamó zorra para después pegarme. Por no hablar de que nos mato a los tres. Por mi puede irse al infierno.

—Ari—murmura Stefan, viendo como se acercaba a ellos vestida con su vestido blanco, el cual tenía una gran mancha de sangre en su abdomen—

—Agh. Me arden los ojos—se queja Damon, apartando la mirada de su hermana—

—Es el proceso—le responde Stefan, llevando su mirada hasta él—Los dolores, las náuseas. Emily dice que nuestro cuerpo nos pide sangre, para completar la transición.

—Eso no va a pasar—asegura el de ojos azules—

—¿Ya lo has decidido? ¿Vas a morir?—cuestiona Arielle—

—¿Tú no?—cuestiona, incrédulo, mientras ella se sienta a su lado—Se trataba de estar con Katherine, o en tu caso con William, pero se han ido. Se acabo.

Mystic Falls, VA
Actualidad

El plan para impedir el ritual no podía haber ido peor. Damon y Arielle se las había in arreglado para salvar a Tyler y a Caroline, pero eso había provocado que Klaus decidiera usar a Jules, la loba amiga del chico Lockwood, y a Jenna, la tia de Elena y Jeremy, a la que había convertido en vampiro solo para sacrificarla.

Aunque, en su desesperación, John aseguraba tener una idea para salvar a Elena e impedir que se convirtiera en vampiro, pero necesitaba la ayuda de Bonnie para llevarla acabo. Y Elijah aseguraba estar dispuesto a matar a su propio hermano, pues este le había arrebatado a toda su familia. Quería vengarse.

Arielle no estaba muy segura de creer sus palabras.

El ritual estaba apunto de empezar y Damon no aparecía poe ningún sitio. Aquello empezaba a preocupar a Arielle, pues ahora que sabían de lo que era capaz Klaus, temia lo peor por su hermano mayor.