CAPÍTULO NUEVE
UNA VIDA A CAMBIO DE OTRA

"And the feeling I thought was set in stone, it slips through my fingers"

—Traigo los diarios de Gilbert—anuncia John al llegar a la casa de las brujas, su lugar de reunión, con una caja entre sus manos—Creo que sé cuál es el hechizo del que hablas.

—¿Dónde está Damon?—le pregunta Arielle mientras Jeremy y Bonnie miran los diarios—

—Arriba. Alaric quería hablar con él.

La rubia asiente y se separa de ellos para subir a ver a su hermano y explicarle lo que Stefan había decidido hacer a pesar de su insistencia en que no lo hiciera. Pero al llegar al piso superior supo que Alaric ya se lo había contado todo.

—¿Qué ha hecho qué?—cuestiona su hermano de forma incrédula—

—No iba a dejar que muriera Jenna—le explica Alaric mientras Arielle se coloca a su lado—

—¿Y tú dejaste que lo hiciera?—la mirada de Damon se posa en su hermana pequeña—¿Tú, que siempre proteges a Stefan? A tu querido y amado hermano pequeño.

—No tuve opción, Damon. Me rompió el cuello, y cuando me desperté ya no estaba—le explica ella—No pude hacer nada.

—Tenemos una bruja—se queja—Si mata a Klaus, nadie tiene que morir.

—Excepto Bonnie—señala Alaric—

—Joder, Stefan. Mierda.

Lleno de frustración, Damon pega un puñetazo a una de las inestables paredes de madera.

—Damon, ¿estás bien?—su hermana le observa con preocupación—

—Estoy bien—asegura a regañadientes—Bueno, ese es mi hermano. Siempre arreglando mis cagadas.

Camina con frustración hacia las escaleras, las cuales le llevas hasta el piso inferior, donde Bonnie, Jeremy y John se encontraban reunidos. Arielle siente la mirada de Alaric en ella mientras sus ojos siguen a su hermano y se quedan en las escaleras con un brillo de preocupación.

Nueva York, NY
5 de Agosto 1975

La muerte de Andrew la había dejado desconsolada y la había obligado a dejar España para volver a casa. Sin embargo, la ciudad de Nueva York le había fascinado. Las luces, la música, la vida.

Hacia pocos días había sabido que su hermano mayor también se encontraba allí. Así que, con la excusa de que su cumpleaños se acercaba, había decidido ir a verle.

Era de noche, por lo que Arielle sabía que se encontraría cazando alguna víctima para alimentarse. Su falta de humanidad le hacía hacer lo que le diera la gana sin importarle nada en absoluto y eso solo lograba molestarla.

—Veo que no pierdes el tiempo—habla, al verle alimentarse de una chica en un callejón—

Sus manos sueltan a la chica con rapidez, dejándola caer al suelo. Su mirada viaja hasta la chica frente a él, frunciendo el ceño en el proceso.

—¿Ari?—cuestiona confuso—

—En persona—le sonríe—

—¿Qué demonios haces en Nueva York?

—Vaya, he de decir que esperaba más entusiasmo—admite, mirándole a los ojos—Llevó aquí unos meses, pero son más de las 12 de la noche de un 5 de Agosto y, sinceramente, me apetecía pasar mi cumpleaños con mi hermano mayor. No se cumplen 131 años todos los días.

Mystic Falls, VA
Actualidad

—Hemos encontrado algo en los diarios—les informa Bonnie—

—Jonathan escribió sobre una madre que pidió los servicios de Emily—explica John—El bebé estaba enfermo, apunto de morir. Emily logró unir la fuerza vital de la madre con la de la hija.

—Ve a la parte en la que se salva Elena—le pide Damon, cansado de su palabrería—

—La niña murió, pero la fuerza vital de la madre fluyó por ella, devolviéndole la vida.

—Ya sabemos que Elena va a revivir—habla Jeremy—Pero será un vampiro.

—No si su alma permanece intacta—le asegura su tío—

—¿Su alma? ¿En serio?—cuestiona Damon, incrédulo—¿Vas a tener fe en un acto de Dios Todopoderoso?

—Me niego a que Elena se convierta en algo de lo que la he protegido toda la vida—John se acerca a él con firmeza en su mirada—Puedes llamarlo Dios, energía mística o como quieras, pero si. Voy a tener fe en ello.

Nueva York, NY
13 de Septiembre 1975

Damon separa a su hermana del chico del que se estaba alimentado despiadadamente. La sujeta de los hombros y la mira fijamente a los ojos.

Habían pasado un mes juntos. Arielle había observado como su hermano vivía sin humanidad mientras ella se veía inundada por sus amplificados sentimientos. Solo podía sentir la muerte y como su mejor amigo y William se escapaban de sus dedos, alejándose en un abismo de oscuridad.

—Yo anule mi humanidad, pero no voy a dejar que tú también lo hagas—le asegura—No sé que te ha pasado que haya sido tan horrible. Pero no pienso dejar que arruines tu vida como yo lo he hecho.

—Mi mejor amigo, Damon, murió... delante de mis ojos—solloza ella—Le vi... le vi matarle. Le arrancó el corazón delante de mi.

La mirada de Damon se relaja al verla tan rota. Arielle no podía verlo en ese momento, pero estaba muy claro que la humanidad de Damon no estaba totalmente apagada. Verla así le había hecho despertar.

—Lo entiendo, ¿vale? Pero no puedes martirizarte por ello. No fue culpa tuya.

—Quiero vengarme, Damon. Quiero matar al monstruo que se atrevió a quitarle la vida a mi mejor amigo—le asegura con firmeza y frustración—

—Entonces no anules tus sentimientos—le pide—Vete, viaja, diviértete. Y cuando el odio haya desaparecido un poco, entonces vuelve a casa. Yo te prometo que mi humanidad habrá vuelto. Si cuando llegue ese día sigues queriendo vengarte, yo te ayudaré.

—Te estás preocupando por mi—señala, observándole con más atención—Tu humanidad ya ha vuelto.

—En cuanto te vayas volveré apagarla—admite—Pero no pienso dejar que te quedes a mi lado y acabes siendo arrastrada a la oscuridad, al abismo conmigo. Vuelve cuando estes lista para seguir con tu vida sin sed de venganza.

Mystic Falls, VA
Actualidad

Mientras Bonnie realizaba el hechizo de conexión vital entre John y Elena, Arielle, Damon, Elijah y Alaric se encontraban en el piso superior, esperándoles. Pero antes de subir a reunirse con ellos, Bonnie se aseguró de dormir a Jeremy para que este no pudiera seguirla.

—¿Listos?—cuestiona Bonnie al llegar al piso superior—

Arielle y Damon asienten y siguen sus pasos.

—Tengo armas en el coche—informa Ric, caminado hacia la puerta, tras ellos—

—Bonnie es la única que necesitamos—le responde Elijah, saliendo de la casa—

Arielle se gira hacia ellos para mirarles y entonces se da cuenta de cómo Alaric queda atrapado en el interior de la casa, sin poder salir de esta. La confusión la invade, haciendo que frunza el ceño.

—Bonnie—la llama el profesor—¿Qué es esto?

—No pondré en peligro a nadie más—le contesta ella—

—No puedo quedarme. Jenna está allí.

—Lo siento.

—No me hagas esto. ¿Damon?

—Lo siento, tío—habla el aludido—Tiene razón.

Sin nada más que decir, Damon y Bonnie comienza a alejarse de la casa, dejando a Arielle y a Elijah atrás.

—Arielle—suplica Alaric—

—Ric, ella tiene razón—admite con arrepentimiento—No quiero que te pase nada. Cuida de Jeremy, ¿de acuerdo?

—No. No podéis hacer esto. ¡Bonnie!—insiste—¡Bonnie! ¡Arielle, vamos!

Pero ella le ignora. Y Alaric la observa darse la vuelta y caminar detrás de su hermano, siendo seguida de cerca por Elijah, quien se había quedado a su lado, esperado por ella.

Cuando Elena cae muerta al lado de su tía Jenna y Klaus empieza a transformarse en lobo, Bonnie hace acto de presencia en el ritual ante la señal de un herido Stefan.

Cuando el hechizo para debilitar a Klaus da comienzo, Damon mata a la bruja mientras Arielle ayuda a Stefan, quitándole la estaca de madera que tenía clavada en su espalda.

El fuego, el aire, todo era mas fuerte de lo habitual debido a la magia de Bonnie. Damon ignoro aquello, agarrando el cuerpo de Elena entre sus brazos para poder sacarla de allí.

—No—se queja Klaus al ver a Bonnie—Estabas muerta.

Ella le ignora y continúa con el hechizo, haciendo que se retuerza de dolor.

—Necesito que la saques de aquí—Stefan mira a su hermano mayor, al ver que deposita a Elena en el suelo, junto a él—

—¿Y vosotros?—cuestiona el mayor, mirando a sus dos hermanos—

—No me iré hasta que esté muerto.

—Yo tampoco—asegura Arielle, soprendindoles a los dos—Él mató a Andrew.

Damon la mira confuso y preocupado antes de volver a agarrar a Elena en sus brazos e irse de allí. Es entonces cuando Elijah aparece en el lugar y se acerca a su hermano. Bonnie para el hechizo y se aleja de ellos, colocándose junto a Arielle y Stefan.

—¿Elijah?—cuestiona Klaus al reconocerle—

—Hola, hermano.

Stefan y Arielle se ponen en pie para observar los últimos momentos de vida de Klaus. Elijah le traviesa el pecho con su mano, agarrando su corazón, y le mira a los ojos, listo para matarle.

—En el nombre de nuestra familia, Niklaus.

—No los enterré en el mar—habla él, interrumpiendo a su hermano—

—¿Qué?—Arielle nota la esperanza en la voz de Elijah—

—Sus cuerpos están a salvo—le explica Klaus—Si me matas, nunca los encontraras.

Sus palabras le hacen saber a Arielle que, a pesar de todo, Elijah no iba a matar a su hermano. No, tenido la oportunidad de volver a tener a su familia a su lado. Matar a un hermano no era algo fácil. Stefan había querido hacerlo muchas veces con Damon, pero nunca había podido. Y viceversa. Tal vez ella era la única que nunca había sentido tanto odio por los que eran sus hermanos, pero es que el simple hecho de pensar en matarles la ponía enferma. Por muy enfadado que estuviera Elijah, su sed de venganza había desaparecido en el mismo momento en el que Klaus le había dado esperanza.

—Elijah—le llama Stefan—No le escuches.

—Elijah. Puedo llevarte hasta ellos. Te doy mi palabra, hermano—asegura Klaus, mirándole a los ojos—

—Hazlo y os mato a los dos—interviene Bonnie—

—Morirás—señala Elijah—

—Me da igual.

Daban igual las palabras de advertencia de Bonnie, Elijah no mataría a su hermano. Stefan y Arielle lo sabían.

—Lo siento—se disculpa, mirándoles a los ojos—

—¡No! ¡No!—gritan Bonnie y Stefan con desesperación—

Pero en penas unos segundos, y sin darles la oportunidad de hacer nada contra ellos, Klaus y Elijah desaparecen del lugar.

Elena, Jeremy y Alaric dejaban rosas en las tumbas de la familia Gilbert mientras Damon miraba a la nada a unos metros de ellos. Arielle y Stefan se debatieron en acercarse a él. Damon se estaba martirizando por la parte de culpa que aún sentía. Elena había revivido gracias a su padre, John, pero él aún no podía dejar de pensar en el odio que ella le tendría si hubiese vuelto a la vida como vampiro.

—Nos vamos a casa—anuncia Stefan al acercarse a él—

—Creo que paso del café y las pastas—responde él, sin molestarse en mirarles—

—Damon, nos necesita—le insiste Stefan—A todos.

—¿Y cuál es el plan, Stefan?—cuestiona—Han roto la maldición. ¿Cómo se mata a un hombre lobo-vampiro invencible y al hipócrita de su hermano mayor?

—No tengo ni idea—responde Arielle—

—Pues habrá que averiguarlo y rápido.

—No dejaré que Elena pierda a nadie más—habla Stefan—

—Yo no haría promesas, hermano—le responde él—

—¿Qué insinúas con eso?—cuestiona Arielle—

—Tyler Lockwood me mordió—admite, enseñándoles el mordisco en su brazo—

La expresión en sus rostros cambia de forma radical y se acercan a él.

—Fue más bien un roce, pero... ahí está.

—Encontráremos solución—asegura Arielle, mirándole a los ojos—Una cura.

—No hay cura, Ari.

—Elena sigue siendo humana, ¿no?—le recuerda Stefan—Encontráremos una manera de arreglarlo. Te salvaremos.

—¿Queréis hacer algo por mi?—cuestiona—No se lo digáis a Elena. Lo último que necesita es otro al que llorar.

Les sonríe de lado y se aleja por el cementerio. Stefan lucha por no soltar las lágrimas que se acumulan en sus ojos mientras que Arielle agarra su mano, buscando algo de confort en él. Se suponía que nadie más debía morir.