III. Guess Who's Coming To Dinner
CAPÍTULO TRES
ADIVINA QUIÉN VIENE A CENAR ESTA NOCHE
"Use my best colors for your portrait, lay the table with the fancy shit and watch you tolerate it"
Barcelona, España
1936
Arielle caminaba por las calles de la ciudad con la esperanza de encontrase a su amiga Lexi en su lugar de encuentro habitual. Pero las barricadas de los obreros impedían los accesos a determinadas calles, por lo que tenía que desviarse por un camino más largo.
En un callejón situado a mitad de camino se topó con un grupo de vampiros alimentándose en las sombras de los edificios. Por su puesto, ella podía caminar por el sol sin ningún problema gracias a su anillo de día, lo cual confundió a esos vampiros que creyeron seria otro de sus platos de comida ese día.
—No grites, no tengas miedo—le ordena uno de ellos, intentando usar sus poderes de compulsión en el mismo instante en el que ella llega a su lado—
—Lo siento, conmigo no funciona—asegura, sorprendiéndole. Pero, antes de que el chico de pelo castaño y ojos azules pueda decir algo, ella le muestra sus colmillos—
—No te afecta el sol—murmura asombrado—¿Cómo es posible?
—Trucos secretos—le responde con una sonrisa—Deberíais ser más discretos. Soy Arielle, por cierto. Arielle Salvatore.
—Andrew Sloan—se presenta él correspondiendo la sonrisa—
Mystic Falls, VA
Actualidad
—Aparte de la lección de historia sobre Mystic Falls, ¿le has sacado algo a Elijah?—cuestiona Damon, interesado—
—No, y es un aburrido—suspira Alaric, quien se encontraba sentado enfrente de él—Aunque Jenna lo encuentra encantador.
—Te noto celoso—comenta Damon, formando una mueca. Su mirada se posa entonces en su hermana y en Andie, quien se encontraba sentada a su lado—¿No le notáis celoso?
Arielle asiente, recibiendo una mala mirada por parte del profesor.
—Mucho—asegura Andie—
—No deberíamos hablar de esto aquí—comenta Ric, señalando a la humana con sus ojos—
Damon le mira confuso antes de dirigir su mirada hacia la chica sentada al lado de Alaric, su hermana Arielle, quien se encontraba echándole azúcar a su taza de café.
—¿Andie?—cuestiona, pasando su brazo por encima de los hombros de la nombrada—La he obligado a no divulgar mis secretos, ¿a qué si?
Ella asiente con una sonrisa y junta sus labios con los del ojiazul. Arielle rueda los ojos y les observa con asco.
—Mis labios están sellados—afirma la reportera—
—Esto es muy raro—murmura Arielle hacia Ric, quien asiente de acuerdo con ella—
—Solo necesito una oportunidad—Damon vuelve al tema principal de la conversación, Elijah y su plan para matarle—
La puerta del Grill se abre y las voces de Jenna y Elijah llegan a los oídos de ambos vampiros.
—Anda, ahí está Jenna con su noviete nuevo—señala Damon haciendo que Alaric se de la vuelta para observa cómo la tía de Elena y al Original se acercaban a su mesa—
—Hola—les saluda Damon—Me han dicho que hoy a habido reunion de mentes históricas.
—Si, podría llamarse así—suspira Jenna, mirando a Elijah—
—La próxima vez podríais añadir a mi hermanita, es una apasionada de la historia del arte y la música.
—¿Tu hermana?—Jenna frunce el ceño, posando su mirada en Arielle—Creía que eras familia lejana.
—Si, eh... puede que mintiera un poco. No es que me guste presumir de estar relacionada con él, ¿sabes?
—Comprensible—comenta Elijah, ganando una pequeña sonrisa por parte de la rubia y una mala mirada por parte de Damon—
—Bueno, considérate invitada para la próxima vez—habla Jenna, dirigiéndose hacia Arielle—
—Gracias—le sonríe con amabilidad—
—Bueno, me encantaría quedarme, pero tengo que corregir exámenes—interrumpe Alaric de forma incómoda—
—¿Por qué no seguimos esta noche?—propone Arielle, observando al Original con intriga—Organicemos una cena, Damon.
—Esa es mi hermana, siempre dando ideas—sonríe él con complicidad—Os invitamos a nuestra casa. ¿Esta noche? ¿Podéis?
—Por mi genial—contesta Andie a su lado—¿Jenna?
—Si, estoy libre—asegurar ella mientras que Alaric intenta negarse—
—Será un placer—responde Elijah, mirando a Arielle—
Ella le devuelve la mirada, bajo las miradas de su hermano y de Alaric, y le sonríe.
Jenna y Andie se encontraban en el comedor, hablando entre ellas, mientras Alaric se reunía con los hermanos Salvatore en uno de los salones de la casa.
—Todo esto es mala idea—repite Ric, observado a Damon servir tres vasos de Bourbon—
—No, no hay malas ideas. Solo hay... buenas ideas mal ejecutadas—le corrige Damon—Toma.
—No—se niega, mirado el vaso que él le entrega—No me gusta que Elijah esté en la misma casa que Jenna.
—No pasa nada por qué lo estén, lo que pasa es que estás celoso—señala Arielle agarrando el vaso de las manos de su hermano—Ella está a salvo.
—Exacto. Y esto es una misión de reconocimiento. No hay ningún peligro—asegura Damon con tranquilidad—
—¿Solo de reconocimiento?—cuestiona el profesor, algo confuso—
—Si—le responden ambos hermanos, cansados de su preocupación—
—No quiero ni ataques furtivos ni planes sorpresa. Nada que pueda poner a Jenna en peligro, ¿vale?
—Palabra de scout—sonríe Arielle, sentándose en uno de los sillones—
—Nunca has sido scout—le recrimina su hermano—
—No te comportes ahora como Stefan, por favor—le suplica ella, llevándose el vaso a los labios para poder tomar un trago—
—Jenna necesita ayuda con el vino—anuncia Andie, entrado a la sala—
Arielle suspira, poniéndose en pie para abandonar la sala junto a Alaric. Aunque, antes de irse y cerrar la puerta tras ella, le dedica una mirada a su hermano mayor para que lo prepare todo
Una vez llegan al comedor, el timbre de la casa suena, anunciando la llegada de alguien. Jenna sonríe, pensado que se trata de Elijah, y abre la puerta con tranquilidad. Sin embargo, es John Gilbert quien se encuentra al otro lado, dedicándole una de sus arrogantes sonrisas.
—¿Quien le ha invitado?—cuestiona Arielle con molestia—
—¡John! ¡Qué sorpresa!—habla Damon al reunirse con ellos—Vete.
—Jenna me dijo que venia a una cena para Elijah y no he querido perderme la fiesta y los juegos—explica, observando como Jenna se aleja de él con molestia—
—Está noche no habrá juegos, John—asegura Alaric—Es solo una cena entre amigos.
—Vale—suspira, posando su mirada en Arielle—Si es así, ¿qué hace aquí una adolescente?
—Tengo 20 años, gracias—señala, dedicándole una sonrisa falsa—
John le devuelve el gesto, dándose la vuelta para seguir a Jenna y a Alaric hasta el comedor. Damon cierra la puerta principal, pero segundos después el timbre vuelve a sonar. Al estar más cerca, es Arielle quien la abre esta vez, encontrándose con Elijah.
—Buenas noches—saluda el Original con educación—
—Gracias por venir—le responde ella con una sonrisa—Por favor, pasa.
—Un momento—pide, observando como Damon se coloca al lado de ella—Solo quiero deciros que si tenéis alguna doble intención para la velada de esta noche, os sugiero que lo reconsideréis.
—No, no pretendemos hacer nada raro—le asegura Damon—Solo... conocerte mejor.
—Me alegro—admite, entrando en la casa—Porque... aunque tenga un trato con Elena, si hacéis algo para traicionarme, os mataré a vosotros y a todo el que esté en esta casa. ¿Queda claro?
—Como el agua—Arielle sonríe de forma tensa—
Elijah la observa durante unos segundos.
—¡Jenna!—exclama entonces, al ver a la humana aparecer en el recibidor—Me alegra volver a verte, ¿cómo estas?
Damon rueda los ojos con frustración y cierra la puerta mientras ellos se saludan.
—Estoy empezando a pensar que toda esta cena fue mala idea—murmura Arielle, posando su mirada en su hermano mayor—
—Fue idea tuya—le recuerda él—
—Si, lo sé, gracias por señalarlo.
—Escucha, Elle, no quiero ser el hermano mayor sobreprotector, pero... si no quieres formar parte de esto, deberías irte o subir a tu habitación.
—No intentes serlo, se te da mal—señala ella—Y voy a quedarme.
—Por favor—le insiste—Ya le has oído. Nos matara a todos.
—Lo hará aunque no esté aquí. Me buscará.
—Elle...
—Está bien—acepta, al reconocer una genuina preocupación en su mirada—¿Y a donde quieres que vaya? No conozco a nadie en este maldito pueblo.
—No sé, a donde quieras. Todo menos quedarte aquí—suspira, frustrado—Vete al Gill, conoce chicos. Hay uno, Matt. Es quarterback, es de tu tipo.
—Esta bien—rueda los ojos, agarrando su chaqueta para salir de la casa a regañadientes—
Entendía que Damon quisiera protegerla, pero ella también quería protegerle a él. Sabía que podía no hacerle caso, quedarse allí, esconderse de él, e intervenir si era necesario. Pero algo le decía que, aunque Damon intentara algo contra Elijah y fracasara, el Original no acabaría cumpliendo su amenaza.
Su chaqueta se desliza por sus brazos al quitársela y dejarla en uno de los taburetes de la barra del Grill. Un chico de ojos azules y cabello rubio camina hacia ella, dedicándole una sonrisa amable.
—Bourbon—le pide, observándole con detenimiento—
—Vaya, si que se ha vuelto popular está bebida—comenta el chico, observándola sentarse en otro de los taburetes—Necesito el carnet.
—Tengo más de 18–le asegura, cansada de que nadie fuera capaz de verlo. Él eleva las cejas y ella suspira con frustración, sacándolo del bolsillo de su chaqueta—
—Bien—suspira con una sonrisa—Toma.
—Gracias...
—Matt—completa él, presentándose—Matt Donovan.
Este era el chico del que le había hablado su hermano. El quarterback.
—Un placer—le sonríe, bebiendo un trago de su vaso—Arielle Salvatore. Y si, antes de que lo preguntes, soy hermana de Damon y Stefan.
—No sabía que tuvieran una hermana—admite, observando los parecidos físicos que tenía con ellos, como los ojos azules que claramente compartía con Damon—
—Soy la oveja negra de la familia—responde, encogiéndose de hombros sin darle importancia—
—Creía que ese era Damon.
—Depende de cómo lo veas. O de a quien le preguntes—comenta, con una sonrisa que él no tarda en corresponder—
Pasó una noche tranquila sentada en la barra del Grill. El lugar se encontraba más vacío de lo normal, pero ella lo prefería. Se había pasado la noche hablando con Matt de cosas triviales y bebiendo Bourbon. Aquello le había recordado a otra época y la había hecho olvidarse de todo lo demás. Apenas había pensado en su hermano y él no había contactado con ella, así que asumía que todo iba bien en la cena.
Cuando por fin decidió volver a casa se encontró con su respuesta. Stefan, Damon y Elena se encontraban en la celda del sótano de la casa.
—No me lo puedo creer—habla, llamando la atención de los tres—¿De verdad conseguisteis matarle?
Observa el cuerpo inmóvil de Elijah con asombro.
—A sido complicado—admite Stefan—Pero Elena lo ha hecho.
—No creí que pudierais—admite, viendo como Damon buscaba cualquier cosa que se encontrará en el interior de los bolsillos del traje del Original—
—Arielle, ¿cierto?—cuestiona Elena, llamando su atención—Stefan me ha hablado de ti.
—Esa soy yo—sonríe, posando su mirada en la doppelgänger—
Era la primera vez que la miraba a los ojos. Un escalofrío recorrió su cuerpo al no ver ninguna diferencia entre la human y Katherine.
—¿Qué tenemos aquí?—murmura Damon, llamando la atención de los tres—Una pastilla de jabón lunar. Ya la cuido yo.
—¿Entonces ya está?—inquiere Elena—Mientras mantengamos la daga clavada, sigue muerto.
—Más o menos—asiente Damon—
—Bueno, pues... adiós—se despide la chica, pero antes de irse se da la vuelta de golpe—Escuchad. Si queréis que luche por sobrevivir, lo haré. Pero si vamos a hacerlo no podéis volver a ocultarme nada más. A partir de ahora lo haremos a mi manera.
Arielle la observa incrédula, intentando procesar sus palabras. No iban dirigidas a ella, si no a sus hermanos, pero no podía evitar sentirse aludida
—Razonable—responde Damon a regañadientes mientras Stefan simplemente asiente—
—Muy bien—afirma ella antes de irse—
—Oye, Doppelgänger—la llama Arielle, frenando así sus pasos—A mi no me metas en tu saco de "hacerlo a mi manera". Puedes manipularles a ellos porque están enamorados de ti, pero a mi no me puedes manipular. Yo haré lo que me de la gana.
Sin nada más que decir, Arielle pasa por su lado, chocando su hombro con el de la castaña, quien la observa con confusión.
Si algo tenía claro Arielle es que nadie podía obligarla a hacer nada. Y mucho menos una chica con la cara de Katherine Pierce. La cual, sin que ninguno de los hermanos lo supiera, se encontraba en ese momento en el interior de la ducha de Damon. Al contrario de lo que le había hecho creer al ojiazul, matar a Elijah la había liberado de la cueva en la que él le había obligado a quedarse.
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