II. A New Species
CAPÍTULO DOS
UNA NUEVA ESPECIE
"In the middle of the night when the wolves come out. They head straight for your heart like a bullet in the dark"
Smoky Mountains, TN
Actualidad
—¿Estás bien? ¿Ray pesa mucho?—cuestiona Klaus, mirando a Stefan, quien carga al hombre lobo en sus hombros—
—Estoy bien.
—¿Estás seguro? Ya llevamos andando un buen rato. Si necesitas agua o sentarte un poco...
—Que gracioso—murmura Arielle con sarcasmo, cruzándose de brazos—
—Sé que tenemos que aguantarnos. Pero preferiría que nos saltáramos la cháchara, la verdad—comenta Stefan, intentado que Klaus ignore los comentarios de su hermana—
—Me preocupas—dice el rubio, sorprendido a la chica—Tu odio hacia ti mismo te está asfixiando.
—Porque esta harto de cazar hombres lobo—responde Arielle por su hermano—Llevamos haciéndolo todo el verano. Y, sinceramente, me gustaría estar disfrutando de las vacaciones de verano yendo a la piscina, por ejemplo.
Klaus le dedica una sonrisa irónica mientras alcanzan un pequeño claro en el bosque.
—Gracias a nuestro amigo Ray, hemos encontrado una manada—comenta, mirado a los campistas frente a ellos—
Los tres se acercan, llamando su atención. Lo que hace que observen como Stefan suelta el cuerpo de Ray en el suelo.
—¡Ray! Madre mía.—exclama una chica, agachándose junto a él—¿Qué ha pasado? ¿Quiénes sois?
—La pregunta importante es quién soy yo—habla Klaus, situándose al lado de Stefan—Por favor, perdonad la intrusión. Me llamo Klaus.
—Eres el híbrido—murmura la chica, observándole con miedo—
—¿Te han hablado de mi? Fantástico—sonríe, provocando que Arielle ruede los ojos—Os diré que es fascínate. Un hombre lobo que no está sometido a la luna. Un vampiro que no se quema al sol. Un híbrido.
La respiración profunda de Ray hace que la manada le mire con confusión.
—Justo a tiempo, Ray—comenta Arielle—Ya me estaba cansando de tanta arrogancia.
Klaus le dedica una sonrisa antes de mirar al lobo.
—Muy dramático—comenta—
—¿Qué me está pasando?—cuestiona Ray, posando su mirada en él—
—Stefan—Klaus se gira hacia él—
—¿Alguno de vosotros es humano?—pregunta el castaño—Vuestro amigo necesita sangre humana para completar su transición a vampiro. Si no la consigue, morirá.
—No beberá mucho—les asegura Klaus—Solo un sorbito.
Los lobos les observan en silencio, sin decir ni una sola palabra.
—¿Nadie?—cuestiona Arielle con sorpresa—¿Algún novio o novia que se haya apuntado al viaje?—sus ojos se posan en la chica que previamente se había acercado a Ray, notando como su mirada se dirige hacia un chico rubio situado a su lado—Tú. Eres humano, ¿no es así?
El chico da un paso atrás, asustado. Pero Klaus se atraca a él y le muerde una de sus muñeca antes de obligarle a acercarse a Ray para que este se alimente.
—¡No!—se queja la chica, dispuesta a salvar al humano, pero Klaus la sujeta con fuerza, impidiéndoselo—
—Si no bebes tú, Ray, lo haré yo—habla Stefan, sujetando al humano junto a él—El problema es que yo no sé parar.
—Es el nuevo orden, cielo—habla Klaus, mirado a la chica—O te unes o mueres.
—Prefiero morir a ser un vampiro.
—Mala elección—le dice antes de obligarla a beber de su muñeca y romperle el cuello—Ya me lo agradecerá luego. A ver, el siguiente.
Stefan se pone en pie y, junto a Arielle, ambos utilizan su velocidad sobrenatural para encargarse de ayudar a Klaus a que todos los hombres lobos beban de su sangre para luego matarlos.
—Ya está—comenta Klaus, después de curar al humano—Como nuevo.—entonces le mira a los ojos y usa la compulsión—Y ahora relájate, ¿vale? Te necesitaremos cuando despierten los demás.
—Están muertos—murmura Ray, observando a su manada—To... todos muertos.
—Están en plena transición—le corrige Klaus—Pronto se encontrarán mejor.
—¿Este es tu plan maestro?—cuestiona Arielle con duda en su voz—¿Crear un ejército de esclavos híbridos?
—No, no son esclavos. Son soldados. Camaradas.
—¿Para qué guerra?—pregunta, incrédula—
—No te armas después de que se declare la guerra, amor. Formas un ejército tan grande que nadie se atreve a declarártela.
—¿Y qué te hace pensar que serán leales?—cuestiona Stefan apoyando su hombro contra uno de los árboles—
—No es difícil ser leal cuando estás en el equipo ganador—le contesta con obviedad—Ya lo aprenderás cuando cambies ese horrible chip depresivo que tienes.
Stefan suelta una pequeña risa.
—Deberías ser más como tu hermana—añade Klaus, observando a la rubia—
—¿Por eso me mantienes cerca?—inquiere—¿Para poder ver mi cambio de actitud?
Klaus ignora sus palabras, sentándose junto a Ray para observarle con atención. El lobo no parecía encontrarse mucho mejor después de completar la transición. Más bien parecía encontrarse mucho peor.
—Sabrás para qué te mantengo cerca cuando decida que quiero que lo sepas—le responde, sin dejar de observar a Ray—
—Algo va mal, ¿no?—señala Arielle al ver la sangre salir de los ojos de Ray—Esto no debería pasar, ¿verdad?
—Obviamente.
—Has dicho que me encontraría mejor—se queja Ray, temblando—¿Por qué no me encuentro mejor?
—Menuda raza superior—murmura Arielle con cansancio—
—Baja esos humos—le pide Klaus—
En ese momento, la primera loba a la que Klaus había matado, despierta, soltando una profunda respiración y abriendo los ojos de par en par.
—Derek. Tu novia tiene hambre—le indica Klaus al humano—
Ray aprovecha la distracción para ponerse en pie y salir corriendo de allí, alejándose lo más posible de Klaus.
—Ve a por él—le ordena a Stefan—
Stefan comparte una mirada con su hermana para finalmente hacerle caso.
—¿Y yo que hago, Rey Híbrido?—cuestiona Arielle—
—Revisa las montañas, puede que haya más lobos cerca—le pide—
—Menuda estupidez—se queja, alejándose de él—Si los hubiera seguro que se han largado al verte.
Los Ángeles, CA
Septiembre 2005
—Mi manada nació en Virginia, en un pequeño pueblo, pero salieron de allí hace siglos. Mi abuelo quería que volviéramos porque había otra familia de hombres lobo allí, pero mi padre se negó cuando se convirtió en el alpha—explica Luna, observando la ciudad desde las letras de Hollywood—La manada se separó, y mi padre no quiso que mi hermano y yo activáramos el gen.
—¿Cómo lo activaste entonces?—cuestiona Arielle a su lado—
—Fue un accidente, mis amigos y yo estábamos haciendo surf, al salir del agua empuje a uno de ellos en broma y se golpeó la cabeza contra una roca—explica bajando, la mirada al suelo—Muerte cerebral.
—Lo siento mucho, Luna—se lamenta Arielle, colocando una mano en su hombro—
—Tampoco importa ya—suspira con tristeza—Mis padres murieron ese mismo mes, a manos de unas brujas, y mi hermano mayor, James, lleva desaparecido dos años.
—Por eso necesitaste mi ayuda—comprende—
Luna asiente y dirige su mirada al cielo, el cual se está oscureciendo.
—Mi amigo, Andrew, él conoció a uno de tus antepasados. Siempre me contaba que la dinámica de tu manada siempre había sido complicada. Que viajaban de un lugar a otro sin establecerse. Por eso os investigue, hasta que te encontré—explica Arielle entonces—Pero no sabía que erais originarios de Virginia.
—Hace mucho tiempo de eso. No creo ni que Andrew lo supiera.
—Por curiosidad, ¿Qué pueblo de Virginia?
—Mystic Falls.
Smoky Mountains, TN
Actualidad
Las hojas crujían con cada paso que daba por el bosque. Si había algún hombre lobo cerca seguro que ya la habría oído y se habría largado de allí. Klaus y sus poderes de hibrido ya eran bastante conocidos por el país en muy pocos meses, y, tras lo que les había hecho a Ray y a su manada, ninguno de ellos debía de tener ganas de encontrarse con él.
Sin embargo, el crujir de una rama hizo que se girara rápidamente. No había nadie, así que suspiro con pesadez y se dispuso a seguir su camino. Pero, entonces, sus ojos azules se toparon con una chica castaña a la que no veía desde hacía unos 6 años. Luna Gómez se encontraba delante de ella.
—Ari—murmura formando una sonrisa llena de alivio y alegría—
—¿Luna? ¿Qué... qué haces aquí?—le pregunta, confusa—
Sus ojos viajan por el bosque a su al rededor, preocupada porque Klaus las viera o las escuchará. No quería que Luna se acercara a él y acabara como los demás lobos.
—Oí lo de Klaus, que ahora es un híbrido—le responde—Me dijeron que mi hermano le seguía la pista, así que decidí hace lo mismo.
—¿Buscas a tu hermano?—la sorpresa se nota en su tono de voz—
—Un Lockwood a activado su gen en Mystic Falls. Somos de la misma manada. Debo volver a juntarla. Es mi deber.
—Vale. Luna, escúchame—le pide, acercándose a ella—Klaus es peligroso, no puedes acercarte a él. Ve a Mystic Falls, busca a Damon Salvatore, es mi hermano. Yo encontraré al tuyo, ¿de acuerdo?
—Pero...
—Por favor, Luna, confía en mi. Intento protegerte.
Tras unos segundos de indecisión, Luna finamente asiente.
—Está bien—acepta—Te he echado de menos.
—Y yo a ti—sonríe Arielle—Ahora vete, por favor.
—Su nombre es James—Arielle frunce el ceño con confusión—Mi hermano, se llama James.
—Vale, le encontraré—le asegura, observándola alejarse entre los árboles—
Al volver al campamento, Stefan y Arielle se encuentran a Klaus rodeado de todos los lobos. Que estos aún no se hubieran despertado y completado la transición claramente demostraba que el plan de Klaus de convertirlos en híbridos no había funcionado y había acabado matándolos a todos. Stefan suelta a Ray, quien también estaba muerto, en el suelo y mira a Klaus con confusión.
—Estaban rabiosos—les explica—He matado a algunos, los otros se han desangrado. En resumen... están todos muertos.
Grita de frustración y tira una botella de cerveza contra los árboles.
—¡He hecho todo lo que me dijeron!—exclama, enfadado—Debería poder convertirlos. Rompí la maldición. Maté a un hombre lobo. Maté a un vampiro. Maté a la Doppelgänger.
Stefan le mira preocupado mientras que Arielle simplemente intenta no mirarle.
—Tienes mala cara—comenta el híbrido al posar su mirada en ellos—
—Porque me estoy muriendo. Y no quieres curarme—le recuerda Stefan, señalando el mordisco que le había hecho Ray en el brazo—He tenido que eliminarlo. No tuve elección. Te he fallado. Lo siento. Haz lo que tengas que hacer.
—Debería funcionar—insiste, antes de agarrar una de las botellas de cerveza vacías—
Se muerde la muñeca y deja que su sangre se vierta en ella.
—De un trago—le dice, entregándosela—Nos vamos.
Stefan bebe de la botella mientras que Arielle observa al híbrido con intriga.
—Supongo que no había nadie más por estas montañas—señala él, observándola con atención—
—Supones bien—le responde, cruzándose de brazos—
Asiente y observa con detenimiento a todos los lobos muertos.
—Sois los únicos compañeros que me quedan.
Stefan observa a su hermana con confusión. Ella se encoge de hombros y sigue al rubio por el oscuro bosque, siendo rápidamente seguida por su hermano pequeño.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top