Era un día ''normal''. El clima nublado, a punto de llover. Un niño con una gabardina negra, lentes y una gran cabeza. Dib. Corría detrás de un chico con pelo un poco corto, una mochila y su piel verdes. Zim.

El alien se alejaba del niño, o de la lluvia, con prisa, pues querría ir a su casa lo más rápido posible.

-!ALTO¡- grito Dib.

Zim se detuvo enfrente de algunas tiendas, y adelante de una anciana que tenia en mano un gato horrible. Dib también se detuvo, algunos metros delante de él. El alien abrió la boca- de seguro con la intención de decir algo astuto y valiente-  pero jamás Dib podrá saber lo que el alien iba a decir, pues justo en ese momento un trueno resonó a lo lejos, Zim cerro la boca, dio media vuelta y empezó a correr otra vez. Dib también hizo lo mismo, solo que persiguiendo al alien. Zim al ver de reojo lo vio y, como justo iba pasando al lado la anciana, agarro al gato y lo arrojo a la cara del humano.                         Así que hizo lo que cualquier persona-o alien- hubiera hecho. Arrojar al gato, por suerte o no, el gato cayo justo en la cabeza de Dib. El chico grito, el gato por miedo empezó a aruñar  su cara.  

-  Ja, otra victoria para el asombroso y grandioso Zim. - dijo alzando los brazos en señal de poso se victoria.                 

Al final lo logro, se quito el gato, pero no pudo ver a Zim. No así falta ser un detective para saber adonde había ido, empezó a correr en dirección a la casa de Zim. Cuando llego, ya había empezado a llover, el chico alien -con humo- estaba a unos pocos metros de su casa.

- Oh no Zim, -dijo el humano- no te escaparas.

Dicho esto se lanzo sobre el alien, haciendo que este se cayera, o no, el alien echaba tanto humo que no vio.

-Aléjate de mi larva humana.- dijo el alien.

- No hasta que dejes en paz este planeta.

Empezaron a pelear, Zim echaba humo, demasiado. Parecía que iba a perder, no había nada que lo pudiera salvar. Estaba demasiado cerca de Dib, para que los gnomos lo detectaran, la lluvia lo acabaría en cuestión de minutos, segundos si no hacia algo. Dib se alegro, por fin iba a acabar con su enemigo. Pero algo se lo impidió. Sintió como una patada en el estomago. Después sintió cómo era impulsado hacia atrás, y toparse con una puerta.
Después sintió el frió del piso. Abrió un poco los ojos. Y vio a un robot pequeño con unos ojos y el pecho de color azul turquesa. Gir.

-Hola Mary- dijo este.

Se levantó con un poco de dificultad del suelo. No era su peor golpe, pero aun así dolía. Cuando lo logró vio cómo Zim iba a por él. Y acertó. Hizo que se cayera de nuevo. Grito. Empezaron a luchar, de nuevo, al final de tantos choques contra la pared, puños y patadas. Dib se topó con la última pared, estaba sangrando de la nariz, un moretón en el ojo izquierdo, los lentes con una raya, sin duda era la peor pelea que había tenido con su enemigo. Escuchó a un golpe seco, su último ruido que escuchó antes de ver todo negro.
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Despertó y sintió un dolor - y su ropa mojada por la lluvia-intenso en todo el cuerpo, más en la cabeza. Intento llevar su mano a su cabeza no pudo, la sintió atada, intento con la otra igual, intento mover las piernas pero no lo logro. Volteo a ver y vio que estaba atado por las muñecas y los tobillos.Estaba desorientado. Levantó la vista. Al principio no vio nada, pues estaba muy oscuro, pero cuando su vista se adaptado vio una... ¿tela negra? ¿Qué estaba pasando?-pensó Dib- ¿En dónde estaba?¿Cómo había llegado ahí? 
De la nada se recordó de todo, cómo había casi vencido a Zim, como estuvo la pelea, y.... había perdido... ¿el conocimiento? No lo sabía. Supuso que así era.

-¡ZIM!- gritó.

Poco después apareció el alíen adentrándose por el lado derecho de la cortina,tenía una cara de inocente.

- Hola -dijo, con una pequeña sonrisa- veo que ya despertaste.

- ¡Zim, sácame de aquí!

-Déjame pensar.....- dijo llevando un dedo a su cara. - No.- después río, malvadamente.

-¿Qué estás tramando?

- Yo planeó destruirte.- dijo ,el de piel verde, con una gran sonrisa de victoria-  Delante de mis Altos Mandos.

Dib se asustó, ¿Había planeando esto?-pensó el humano- ¿Ó simplemente lo había improvisado?
El pánico se apoderó de él, ¡¿lo mataría?!, intento liberarse de la cosa de metal, en vano. Al parecer Zim disfrutaba ver a su enemigo con tanto temor, porque sonrió de una manera muy terrorífica sus dientes. Al final se fue pero Dib escuchó las siguientes palabras:

- Computadora llama a los Más Altos.

-Sí, amo.

Empezó a entrar más en pánico, intento liberarse, todo en vano. No quería caer, si caí la tierra también lo haría. No, no, no, no -pensó.
No se sabe si fue por la suerte,o por pura casualidad. Pero justo en ese momento apareció Gir.

-Gir, ¡ayúdame, por favor!-susurro desesperado.

- No puedo.- dijo el robot.

- Si me liberas- dijo Dib- Te daré toda la comida que quieras.

- SIIII- gritó.

Acto seguido Gir se puso manos, o tuercas, a la obra.
Al final lo libero, empezó a caminar de puntillas, después oyó decir a Zim:

-Gir, ¿Dónde esta...- No terminó.

Dib volteo un poco, y casi se cae otra vez.

-¡¿GIR, que hiciste?!- oyó Dib.

El alíen estaba atrás de él. Sintió como el alíen se abalanzaba sobre él, y cómo lo derivaba.                                              Empezaron a pelear sobre el suelo (parecía como si estuvieran dándose abrazos) al final se enredaron con la cortina. Dib no veía nada, y estaba seguro de que su enemigo tampoco. Al final sintió como algo de metal detrás de él. Ya no podía pelear. Decidió salir de la manta, supuso que Zim no lo encontró, por qué no lo hubiera dejado salir.
Cuando lo logro vio el laboratorio de Zim, pero algo lo dejó helado. Delante de él había un gran tubo de cristal, en el contenido del tubo había un líquido entre morado y rosa, pero flotaba algo en el..... era como una araña combinada con.... ¿un pez?
Se acercó más, y sintió como algo lo empujaba, tal vez fue el impacto o Zim, pero se dio contra el vidrio, y sintió como mucha agua en toda su cara. Cerró los ojos. Oyó un grito, no era de su voz, era de Zim. Después otra voz gritando, esa era suya.
Al final todo se volvió negro.

Número de palabras: 1118