dame un consejo


¿Podía hacerlo? A estas alturas no estaba muy segura, no era para menos, no quería sucumbir ante las malas miradas y los reproches. No era de las que se dan a vencer a la primera cuando las cosas se ponen difíciles, aunque tener a Itachi Uchiha frente a ella con esa mirada penetrante y sin decir una palabra puede ser molesto.

Pensó que sería sencillo e Ino siempre peca de ser demasiado segura consigo misma. No había mucho problema o eso pensaba. Solo era obtener información de Itachi. No era nada del otro mundo.

Pero... No todo es tan sencillo, aparentemente.

—No podrás sacar esa información de forma normal —Ibiki le dijo cuando iba a empezar el proceso y la interrumpió, agradeció que no fuera en el salón con el Uchiha— Raíz no es como cualquier shinobi, al ser una organización autónoma como nosotros no tenemos un poder real sobre ellos, necesitaremos una orden para eso —Ibiki cruzó sus brazos e Ino supuso que ahora venía la información correcta— la orden la establece Raíz, así que con todo el caos que ocasiono puede tardar semanas...

—¿Semanas? No podemos detener a Itachi tanto tiempo. —Ino era exageradamente dramática y por su propio bien no necesitaba estar demasiado cerca del Uchiha—. Tendré que hablar con Obito.

—Ya lo hice y estaba de acuerdo en dejarlo en vigilancia.

—¿Cómo que en vigilancia? —Ino cruzó los brazos molesta. Su primer trabajo y ya estaba casi cancelado.

—No podemos tenerlo detenido tanto tiempo y es mejor que si tuvo algo que ver con la Masacre de Raíz, este dentro de la aldea.

Mantenlo a salvo había dicho Shisui con serenidad y fuerza. Entonces, ese era parte del plan, mantener a Itachi alejado de cierto tipo de misiones y de que él viejo consejo de ancianos no tuviesen el problema en su cara.

—De acuerdo.

Pero había un problema en toda esa situación: significaba que si no podía sacar información de la manera convencional tendría que ser a su manera del Departamento de Inteligencia, interrogatorio y quizás espionaje.

Sí como no.

—Podrás estar libre —dijo Ino cuando estuvo sola con Itachi en aquel cuarto vacío con dos sillas y una mesa únicamente.

Itachi solo la miraba con aquellos ojos oscuros y sin expresión alguna. Ino caminaba de un lado a otro y la.mirada de Itachi parecía estar más afilada a cada paso que daba. La estaba provocando.

—Haremos una sesión cada semana —Ino se mantuvo en su personaje profesional de la mujer que interroga, reguló su chakra y respiración para no verse afectada por Itachi Uchiha en absoluto— Lord Hokage está de acuerdo con tu salida y la programación de las sesiones.

Itachi seguía sin mencionar palabra alguna y la miraba fijamente.

—Una vez que haya verificado tu estado emocional y psicológico —Ino se acercó un poco, no lo suficiente para que aquella abrumada incomodidad resurgiera— pasaremos a la extracción oficial.

—Sabes que no es posible —dijo el con su voz profundamente ronca, Ino decidió pasarla por alto para que no sintiera él su repentina tensión— no tendrás una extracción, no ahora.

—¿Entonces si puedes hablar? —Ino arqueo la ceja divertida, al menos Itachi ya había hecho mención de algo en setenta y dos horas.

—No te hagas la graciosa conmigo —Itachi dijo con frialdad y la miró de arriba a bajo.

Ella no quiso que notará su sonrojo en las mejillas.

—Esperaba que fueras más coopertivo —Ino paso de largo mientras caminaba de nuevo por la pequeña habitación— no estás en condiciones de exigir.

—Obito no puede encargarse de todo.

—Obito te está salvando el trasero —Ino se regañó un poco por decir aquello, tenía que tener una jodida presencia profesional y más si se trataba del hombre que... bueno ya la conocía extremadamente bien.

—Ya debiste darte cuenta que pierdes el tiempo —Itachi la miró con profundidad— eres inteligente, no te hagas la que no sabías esto.

Ino suspiró para contener la calma.

—Porqué sé que no hiciste lo que él consejo piensa es por eso que estarás sujeto a sesiones —Ino peinó su cabello e Itachi no dejó de observarla— nos dará el tiempo suficiente para que no seas enjuiciado, hasta que Shisui encuentre lo que está buscando.

Itachi no dijo nada, era de esperarse, nadie en su sano juicio enviaría a Ino Yamanaka con el particular historial que tenía con él para estar a cargo de un interrogatorio de esa índole. No era que no tuviera méritos, pero de antiguos amantes a un trabajo de Interrogación las cosas podrían ponerse poco objetivas.

—¿Por qué piensas que no lo hice? —Itachi pregunto y por eso Ino pensaba que era el trabajo más difícil que había hecho.

—No he dicho eso.

—No estarías aquí —estúpido Itachi.

Itachi solía tener esa aura de autosuficiencia sin proponerselo la irritaba, sí, pero no era la forma en la que se sentía demasiado más bien la poca cordura que le quedaba cuando estaba cerca de él.

—Te conozco —dijo ella.

Sin más ni menos, sin connotaciones extrañas, dobles intenciones o algo por el estilo.

—No me conoces.

Ino lo miró con sus ojos azules y enigmáticos, no queriendo recibir aquellas palabras, lo hizo. Itachi podía secar mucho con tan poco, siempre silencioso y firme, él pensaba eso que no lo conocía.

—Tal vez —quiso no verse afectada— pero esta misión es mi debut o mi despedida en este campo. No permitiré que tu autcompasión me deje fuera del juego.

Itachi no se veía sorprendido para nada, la selección de palabras lo hizo retroceder un poco.

—Siempre hay un premio para ti.

Definitivamente, la quería hacer sentir lo frustrado que se encontraba.

—Los premios se ganan —Ino dijo— yo los merezco.

—Sabes que necesitas más que esto para tu misión.

—Lo sé —Ino quería verse quitada de la pena como si su aparente rivalidad con Itachi fuese cosa de niños— pero nadie se verá particularmente interesado en que yo haga el trabajo.

Itachi entrecerró los ojos entendiendo su punto: nadie vería demasiado extraño que ella se involucrara en el caso, todos sabían lo caprichosa que podría ser la hija de Inoichi Yamanaka.

—¿Qué intentas hacer, Ino? —Preguntó él con la calma que lo caracteriza.

—Mi trabajo.

—Deja de mentirte.

Ino se mordió los labios no por intentar seducirlo o algo por el estilo, odiaba esa parte de Itachi la que era demasiado genio para su gusto. Era una misión importante, sí, pero sabía que podría regresar a ser sensor y de igual manera tendría éxito.

—No miento —Ino sonrió de forma suficiente— es mi trabajo y labor —y el idiota de Shisui me mandó a cuidarte, sonaba bien, pero sabe que de hacerlo Shisui podría escoger a Sasuke o a Izumi.

—Lo estás tomando demasiado personal —Itachi sonrió con aquel gesto que en primer instancia los hizo terminar en la cama.

Ino debía controlarse debía ser mejor que eso.

—En realidad —Ino cruzó las piernas de forma lenta y él ni siquiera parpadeó— es un pequeño favor a un amigo.

Itachi queda en blanco y con la mirada inexpresiva.

—¿Favor?

—Debes conocerlo bien —Ino se acercó a paso lento hasta quedar justo a lado de Itachi y dijo— es un Uchiha.

Él pensó que se refería a Sasuke. Ella se refiere a Shisui.

Y sin más salió de la habitación con pasos firmes y sin mirar atrás.

Cuando Ino salió, Itachi sonrió, Ino siempre había sido de armas tomar. Ahora estaba segura que podría con Danzō y su red, era adorable la forma en la que ella se convencía qué podía.

¿Poner a Ino Yamanaka de guardaespaldas? O Shisui era muy hijo de puta y amaba hacerlo irritar u Obito era demasiado inteligente para que nadie tocara a Itachi.

De cualquier forma, Itachi estaba blindado con Ino Yamanaka.

♡♡♡

—Debes darme un consejo.

—Sí, claro Cerda, entra cuando puedas.

Ino rodó los ojos y entro el bonito apartamento donde vivía Sakura con Naruto. Era espacioso, caluroso y definitivamente tenía ese toque rosado que siempre emanaba su mejor amiga.

Tomó asiento en el sillón principal y aventó su gabardina en cualquier lugar de la sala principal. Sakura la miró con reproche, pero si Ino iba a pedir un consejo las cosas no pasaban por un buen momento.

—¿Qué necesitas?

—¿Por qué piensas que necesito algo? —Ino entrecerró los ojos.

—Lo mencionaste —Sakura rodó los ojos irritada— y no vendrías hasta a mí si no fuese de gran importancia.

Sakura era su mejor amiga, no era una decir, verdaderamente lo era. Había estado en toda su existencia cuando su madre había muerto a los escasos seis años, cuando había preferido a cualquiera de sus primos hermanos como herederos del Clan a los diez, cuando Sasuke la había rechazado a los catorce, cuando se había enamorado a los diecisiete, cuando se acostó por primera vez con Neji a los dieciocho, su primera borrachera a los veinte, su ascenso a Jounin y su estúpido compromiso a los veintiuno, a su casi matrimonio fallido a los veintitrés y lo que sea que esté pasando a los veinticuatro.

Sakura había estado ahí siempre.

—Estoy en una misión clasificada.

—¿Por qué eso es problema? —Sakura se tumbó en el sillón junto a ella y le sonrió— estás en esas misiones toda tu vida.

—El problema no es la misión en sí, es con quién.

Sakura no dijo nada y, en cambio, su rostro se veía confundida. Francamente, Sakura vivía una ilusión color rosa y no me mal entiendan, ella estaba feliz por Sakura. No obstante, Sakura vivía su propia novela de romance y comedia, resultaba que Naruto era mucho mejor amante de lo que ella pensaba, era amoroso, cariñoso y siempre la había amado.

Estaba muy feliz por Sakura y Naruto.

Podía ver el color verde jade brillar con intensidad cuando ella hablaba sobre él y solo necesitaba ver a Sakura en los preparativos de su boda. Sakura la superó: era la mejor ninja médica con un gran puesto en el hospital, era considerada la kunoichi más fuerte superando a su propia maestra, tenía a un hombre amoroso y ella se encontraba en calma.

—¿Es sobre Sasuke? —Sakura siempre tan preocupada por el Uchiha.

—Peor, Itachi.

Sakura la miró confundida y después se prestó para poder reír de forma magistral. La mujer parecía demasiado cómoda y divertida con el enojo de Ino.

—¿De qué te ríes, frentesota?

—Es que no puedo creer que eso sea un problema —Sakura dijo con ese aire tan liviano que tenía desde que ella y Naruto estaban juntos.

Ino no pasó por alto el que le llamara cerda o puerca como lo hace desde los diez años. Definitivamente, Sakura estaba feliz y en calma con su vida.

—Es en serio, frentona, tengo una misión de salvaguardar a Itachi.

—¿Cuál es el problema? —Sakura sonrió con esa mirada que indica que algo está carcomiendo su mente. (Un buen chisme).

—No puedo decírtelo —Ino dijo rodando los ojos— Itachi está en un aprieto.

—Es Itachi —Sakura era obvia— podrá salir de eso.

—No lo creo... —Ino abrazó la almohada que estaba en el sillón.

Ino estaba preocupada por Itachi y Sakura sabía que era incapaz de darse cuenta. Había algo en ese discurso que estaba preocupando a Sakura. No era el estado de Itachi, Ino se podía cuidar a ella misma, era sobre...

—¿Sasuke lo sabe? —Sakura preguntó de repente. Aún a pesar de estar a unos cuantos meses de casarse, Sasuke seguía siendo familia.

—No —Ino negó— no sabe todo —Sakura suspiró un poco porqué ocultar algo a Sasuke podría ser contraproducente— no sabe lo que hizo Itachi, cree que es solo por una misión que salió mal. Shisui y Obito no quisieron que supiera.

—Lo va a averiguar, evidentemente —Sakura sonrió— intentar proteger a Sasuke es hacerle más daño, no es un niño.

Ino miró a Sakura un poco sorprendida porqué sabía hacía dónde iba aquella conversación. Después de todo, Sakura era mejor amiga no solo de Ino si no de Sasuke también.

—¿Qué quieres decir, frentona?

—¿Te sigue importando Sasuke o Itachi? —Sakura sonrió con aquella sonrisa llena de complicidad.

Ino no parpadeó y en cambio desvío la mirada hacia el anillo de Sakura en su dedo anular. Era de un bonito color oro rosado con un jade precioso. Era bastante costoso aquel anillo de compromiso.

Ino recordó el momento en el que debía  casarse, el momento en el que uno de sus sueños de niña había sido cumplido por un extraño deseo del universo, pero en cambio no podía dejar de sentir aquella mirada oscura sobre ella, exigiendo una respuesta y que ella se negara completamente.

Siempre había soñado con casarse con Sasuke Uchiha, pero el destino había sido caprichoso y los había separado, ella había avanzado cual mujer se convirtió y en una kunoichi destacada, avanzó, se convirtió en todo lo que deseo había tenido un pequeño romance con Neji Hyūga y cuando las cosas debían ir en serio, Inoichi había anunciado que desde niña tanto Fugaku como Inoichi la habían comprometido con Sasuke.

Neji había sonreído con su sonrisa llena de burla y dijo: todos tenemos un destino, el nuestro no era este como si su relación de más de tres años no hubiese existido. Después de un tiempo, Neji estaba arropado de los brazos de cierta rubia de la arena y ella y Shikamaru habían ido a beber porqué un corazón roto era mejor en compañía de tu mejor amigo o amiga.

Shikamaru era tranquilo a la hora de beber y odiaba ver a Temari con Neji Hyūga después de una ruptura de las quince que habían tenido. Pero Ino era diferente, Ino estaba dolida porqué aquella ruptura no había sido sino una jugarreta del destino contra ella.

Estaba enojada y quizás un poco dolida por la simple razón de sentirse desplazada.

—¿Yamanaka?

Shikamaru le dio un ligero empujón a su silla cuando vio a ciertos Uchiha acompañado de Genma e Izumo.

—¿Shisui? ¡Shisui! —Ino con su bonito rostro tintado de rojo y el aroma a sake en su cuerpo se dirigió hacia uno de ellos.

—Ese es Itachi —Shisui sonrió divertido ante las palabras de Shikamaru— problemática, suelta a Uchiha.

—Ups —Ino rio como tonta y sin soltar sus brazos del cuello de Itachi se acercó y escondió su cabeza en el cuello de él— qué lindo hueles, Itachi. ¿Verdad que huele bien, Shisui?

—Deja de avergonzarme, Ino —Shikamaru estaba fastidiado y ver a Temari susurrar algo en el oído de Neji lo estaba molestando.

—No te preocupes, Shikamaru —Itachi era amable y caballeroso, no tocaba a Ino y lanzaba miradas a Shisui para pedir algún tipo de ayuda— Entiendo la situación. De alguna manera somos culpables.

—¿No es mucha exageración? —Preguntó Izumo tomando asiento en la mesa de aquel bar en el centro de Konoha—. Ino eres muy hermosa, Neji es un perdedor y un matrimonio arreglado puede funcionar. No serías la única.

Los presentes le miraron dando un poco de razón. Neji Hyūga a pesar de todo seguía siendo un Hyūga de la segunda rama y con sus deberes de su ahora primera rama y la deserción de Hinata, Ino no era apta para un matrimonio, era de alguna forma destino. Para ellos había sido algún tipo de favor.

—Agh, cállate —Ino se separó de Itachi y caminó hasta Shikamaru para darle un poco de apoyo moral.

—¿Entonces te casaras con él? —Preguntó Genma con pereza y con un disimulado interés.

—¿Por qué no lo haría? —Ino escupió con coraje y peinó su cabello con gracia—. Es un matrimonio arreglado por los líderes y consejo de los clanes.

—No es fácil que se rompa algo así. —Dijo Shisui con simpatía y con la mirada en Itachi—. Itachi está comprometido con Izumi Uchiha desde que nació prácticamente.

—¿Eso no es raro? ¿Por qué Itachi seria con un miembro de tu clan y Sasuke no? —Izumo se veía interesado en aquella absurda ley.

—Porqué deben dejar el linaje intacto —Shikamaru era perezoso y un poco ebrio pero seguía siendo por lo menos el mejor estratega de los presentes en la mesa.

Lo cierto era que, Fugaku había pensado en todo, Raíz desde muy joven había estado interesado en Itachi, al ser parte de la organización debía prometer mucho antes que se comprometieron con alguien de su familia que, Itachi no perdiera su esencia Uchiha y quien mejor que su amiga de la infancia. Sasuke por su parte, era diferente, y así fue, no estaba obligado a muchas cosas de esas, sin embargo, era la excusa perfecta para provocar una nueva estirpe de shinobis: Uchiha con especialidad en otros ámbitos, había cientos de posibilidades e Ino sería protegida por un poderoso Clan.

Era simplemente fascinante.

—Hipotéticamente hablando —preguntó Izumo con un vaso de sake en sus dedos—. ¿Podría romperse el matrimonio?

Ino y su borrachera se centraron en la respuesta de Shisui.

—Teóricamente no —Shisui se encogió de hombros en forma de disculpa. Se sentía ligeramente culpable, de alguna patética forma había sugerido la idea a su clan de adelantar aquel suceso, el plan era ayudar a Itachi para no ser el líder de los Uchiha y todo había salido mal. Muy mal.

—Teóricamente, lo que quiere decir que, hay una forma práctica —Shikamaru analizó las palabras.

—El Clan es muy estricto —habló Itachi con calma detrás del bullicio del lugar— no acepta condiciones que no hayan sido pensadas, todos los puntos a considerar han sido pensados. Pero...

Ino lo miró por primera vez con un poco de lucidez y notó que él la miraba de forma penetrante como solía hacerlo cuando iban a alguna misión juntos o cuando se cruzaban por la calle. Él parecía estar entretenido en saborear las palabras que iba a decir, en verla retorcerse en la espera de su respuesta.

—¿Pero...? —Genma preguntó con genuino interés.

—A menos que uno de los hermanos tome a la prometida.

Los presentes incluido Shikamaru y su notable pereza se sorprendieron un poco, era arcaico y poco actual aquellas tradiciones, pero no para Ino, esas palabras tenían una connotación diferente, eran la puerta a un camino que Itachi comenzaba a trazar.

Itachi era un genio, era una persona que no daba paso sin pensarlo dos veces y mentiría si dijera que aquello no había sido deliberado.

Ino sabía que esa respuesta había sido la llave a lo que después se desembocó un par de semanas después, Ino había pensado que ella era quien había provocado aquel primer encuentro en la misión con miembros de ANBU, pensó vagamente que había sido ella quién había querido acorralar a Itachi durante un par de días de descanso, pero se equivocó, Itachi siempre había tenido el poder sobre esa pequeña aventura.

Itachi quizás había planeado todo o quizás lo había hecho para salvar a su hermanito de una estúpida vida amarrado de Ino Yamanaka.

—¿Y bien? —Sakura preguntó nuevamente.

—Creo que Itachi sabe lo que hace —dijo más a regaña dientes que nada.

—¿Ves? No debes preocuparte —Sakura sonrió— Itachi estará bien y Sasuke también.

—Siento que, decepcionamos a Sasuke —Ino dijo como vomito verbal y Sakura la miró confundida.

—Él sabía lo que era un matrimonio arreglado.

—No es tan simple —Ino mordió su mejilla— no en realidad.

—¿Qué dices? —Sakura está confundida y con un mal presentimiento.

¿Cómo decirle que de alguna extraña forma Sasuke aceptó con gusto ese matrimonio y prometió hacerlo funcionar?

No necesita un consejo, necesita volver a nacer.

♡♡♡

Después de su pequeña estadía con Sakura, había llegado Naruto con su gran sonrisa y ramen para comer. Él se veía genuinamente feliz a diferencia de mucha gente a pinto de casarse, Naruto siempre había amado a Sakura y por primera vez ella también lo amaba. Eran dos personas amándose en plenitud.

—Puedes quedarte, Ino, hay suficiente para todos.

Naruto siempre había sido compartido y un gran amigo. Porqué era idiota pero sabía muy bien que un papel importante de esa visita era el rumor del estado de Itachi, Sasuke no había dicho mucho, pero estaba preocupado por su hermano mayor y lo que sea que haya pasado. Naruto siempre apoyaría a Sasuke y ayudaría en lo que pudiese, si eso significaba escuchar el chisme de Ino completamente.

Ella sólo sonrió y decidió que era momento de alejarse.

Así lo hizo, tenía mucho que pensar y con ello, mucho que hacer. La misión debía ser impecable, no le mintió a Itachi cuando dijo que necesitaba hacer un gran debut, se lo debía a su padre y a Inoki.

—No creo que esto sea parte de tu tarea —Itachi dijo mientras cerraba la puerta del cuarto de interrogatorio. Ino ni siquiera se percató qué había llegado hasta allá y debía volver.

—Obito fue muy claro —Ino sonrió con autosuficiencia— y el tratamiento debe hacerse. Cualquier indicio de traición debo reportarlo.

Itachi no dijo nada y solo la miró porqué esa jodida misión sonaba tan simple, nadie mandaría a una chica como Ino y peor, habría cabos que estuviesen vigilandolo. A menos que, ese era el punto, que lo vigilaran y ver que, en realidad era un sujeto con una aventura con Ino Yamanaka, nada del otro mundo después de la ruptura del compromiso con Sasuke. Eso definitivamente era idea de Shisui y de Obito.

—Ser niñera no es tu estilo —dijo él cuando comenzaron a caminar por las calles solitarias de Konoha. No querían explicitamente qué los vieran juntos.

—Parece ser que mi trabajo será un abanico de posibilidades —Ino era confiada y astuta.

Hubo un silencio, uno cómodo que los había llevado hasta ahí. En todos los sentidos, así era su relación desde aquel entonces, silencios cómodos y miradas largas, parecía que, de alguna retorcida forma siempre habían encajado con el otro.

—No pareces afectada —soltó él cuando ambos dejaron de mirarse en una calle completamente solitaria.

Ino se recargó en una de las paredes del Distrito Uchiha, la calle de atrás para ser exactos.

—¿Debería estarlo? —atinó a responder.

—No te casarás con Sasuke.

—Ni tú con Izumi —Ino se encogió de hombros restando importancia.

Itachi cambió su mirada de una inexpresiva a una desencajada como si el nombre de Izumi tuviese algún tipo de emoción interna.

—Lo amabas.

—Tú lo has dicho, lo amaba, me rechazó y encontré a otro —Ino sonrió cuando Itachi se notó inquieto— y también me rechazó.

—No te ves afectada por eso —Itachi parecía recordar algo y dirigió su vista hasta el atardecer.

Su interrogatorio había sido de casi ochenta horas, uno tras otro, persona tras persona, pero podía decir que todos eran ineptos menos la mujer frente a él. Necesitaba algo de espacio y aire para respirar.

—¿Por qué te importa tanto? —Ino encarnó la ceja—. ¿No debería importarte Sasuke?

Itachi se inquietó y su semblante se tornó más duro como si el tema fuese un poco complejo. Ino sabía leer a la perfección a Itachi. Itachi, era demasiado transparente para ella.

—¿Quién dice que no me importa?

—Porqué parece que no lo hace —Ino se estaba pasando de la raya, estaba tocando un tema sensible, pero Itachi no ayudaba mucho con sus cuestionamientos— te acostaste con su prometida.

—No fue algo que te negarás.

Y sin pensarlo, Itachi había acorralado a Ino en la pared de la calle, por suerte no había nadie, era una calle poco transitada y ya era demasiado con los chismes. A él no le importaba, pero Ino ya estaba en la mira de los consejos por el pequeño escándalo.

Ino se sorprendió de sobre manera, habían pasado un par meses desde que lo había tenido tan cerca, no recordaba su temperatura, su aroma y tampoco la sensación de frío que sentía cuando estaba lejos de él.

—¿A qué estás jugando, Ino? —Saboreó las palabras.

—¿Qué intentas tú? ¿Por qué hacerlo? —Ino se sentía frustrada y aunque lo negara sabía que esos encuentros que habían tenido construyeron algo, algo que no estaba segura si Itachi también había sentido.

Itachi era inteligente e Ino estaba muy ocupada en su carrera como kunoichi. No era Sakura que de la nada se dio cuenta que amaba a Naruto, tampoco era Temari que había conquistado a medio mundo, no, ella era Ino Yamanaka y parecía que la palabra drama estaba ligada a su vida.

—¿Crees que lo hice por una razón? —Itachi dio un paso y terminó por acorralar a Ino entre la pared y su cuerpo.

—Eres un Uchiha —terminó por decir con el corazón en la garganta y el rostro ardiente.

Itachi la miró fijamente intentando descifrar su pensar y cuando encontró las respuestas en los bonitos ojos azules no permitió que le afectará. Al final, él era quién había dado el primer paso.

—Piensas que siento algo por ti —Itachi dijo en un susurró, estaba tan cerca de Ino que podía sentir su nerviosismo bien disfrazado.

—No habría otra forma por la que lastimaría a Sasuke si no fuera así —estaba pecando de presumida, pero tenía lógica, Itachi tenía una extraña forma de actuar y la razón era esa misión.

Itachi se vio descubierto de alguna extraña forma. Entre cerro los ojos y dio un paso hacia atrás para separarse de Ino como si ella quemara por completo. Y comenzó su andar sin mirarla.

—¿Tú por qué lo hiciste si jurabas amor eterno hacia Hyūga y alguna vez hacia mi tonto hermano? —Él se quedó quieto en medio de la solitaria calle y a penas le miró de reojo.

Ino no se movió y, en cambio, bajó la mirada a penada, Itachi estaba en lo correcto. Solía amar a Neji con locura y alguna vez a Sasuke. ¿Qué debía responder a eso?

—Porqué lo sentí y tú también lo hiciste.

Ella lo encaró con fuerza en su mirada.

—Tal vez, lo hice porqué sabía que no merecías a Sasuke —Itachi dijo y caminó por la calle sin mirar atrás.

Ino quedó muda y sabía por lo menos en ese momento que Itachi estaba mucho más inmiscuido en ella y su piel de lo que pensó.

Esa misión sería peor de lo que pensó.

♡♡♡

Caminó derrotada por las calles abundantes de Konoha. Estaban llenas de vida y supuso que algún tipo de festival estaba siendo llevado a cabo. No importaba mucho, no quería pensar en eso.

Tenía un nudo en su pecho y garganta y el sabor amargo de las palabras de Itachi golpeaban una y otra vez en sus oídos.

Sabía que había arruinado el compromiso de Itachi e Izumi, que la mujer ahora la odiaba y que Itachi no le había quedado de otra más que romper el compromiso de una de las pocas personas en las que podía confiar. No solo había perdido Ino o Sasuke, también Itachi y quizás por eso la detestaba.

—¿Qué mierda voy a hacer?

Su misión se estaba volviendo bastante más compleja, lo mejor era renunciar y pedir un pequeño cambio. Pero Ino nunca me dio por vencida e iba en contra de todo lo que ella pregonaba.

—Tal vez lo que debes hacer es dejar de gritar.

Ino se sobresaltó y miró hacia sus espaldas, estaba Neji con su largo cabello y su sonrisa llena de burla, aquella que la hacía temblar de diez a cabeza. Él parecía bastante divertido con ella como solía hacerlo cuando estaban juntos.

—Neji... —susurró— ¿Qué haces aquí?

—Vine a acompañar a ellas dos.

¿Cómo mierda lo olvidó? A sus espaldas estaba la nueva chica, Karin y Hinata con un par de bolsas en sus manos. Ella había invitado a Karin a comprar y conocer la aldea, la situación con Itachi definitivamente no la ayudaba mucho.

—¡Karin! Lo lamento tanto —Ino hizo una pequeña reverencia y sonrió.

—No te preocupes, pasé mi día con Lord Hokage y Kakashi —Ino no pasó desapercibida aquella familiaridad con el maestro de su mejor amiga, entre cerró los ojos y por un segundo compartió una mirada con Neji— Hinata me hizo favor de acompañarme. Junto a Neji.

Ino asintió y una pizca de curiosidad se instauro en su mente, muy mala idea, ella era capaz de desenterrar los mejores chismes.

—Hola, Ino —Hinata se veía tan bonita como siempre y su sonrisa parecía mostrar una tranquilidad que ella sabía que no tenía.

—Gracias, Hinata —Ino sonrió— puedes irte a casa, me encargo de Karin a partir de ahora.

—No hay problema —Hinata dijo con tranquilidad— es un gusto acompañarlas. Escuche por ahí que necesitas un consejo.

Ino miró de reojo a Neji quien fingía no escuchar la conversación en medio de la bulliciosa calle.

—¿Sakura?

—Shisui Uchiha —Hinata rio por la cara de Ino— Obito también lo sabe.

Pero no importaba lo metiche que fuese Shisui si no el nombre de Obito en los labios de Hinata. ¿Qué significaba eso?

Karin estaba interesada en el drama que estaba sucediendo en Konoha, era diferente y con un tono de tragicomedia. Neji no quería decirlo, pero los últimos rumores de su ex novia lo estaban sacando de sus casillas y Hinata, bueno, Hinata estaba en la mira de todos.

—Tengo una misión un poco compleja y con un objetivo muy personal —Karin y Hinata entendieron, Neji se asomó con grata confusión.

—Tal vez deberías dejar de lado eso personal —Karin dijo sin saber lo personal, pero era lo más normal. Dejar de lado las emociones y cumplir con el objetivo— y cumplir tus órdenes.

—O hablar con Obito —Hinata sonrió con empatía— estoy segura que podría ayudarte.

Ino lo pensó y sabía que ninguna de las dos era un buen consejo, miró a Neji y un atisbo de molestia brindaba sus ojos.

—Sigue con tu misión —dijo él— a puesto que a Sasuke no le importará.

—¿Qué tiene que ver Sasuke en esto? —Ino se cruzó de brazos molesta.

—Tú situación está así porqué Uchiha no está de acuerdo con que sigas en el Departamento o ¿me equivoco?

Karin se mostró sorprendida porqué Ino era la chica de la que había oído. La que había dejado a Sasuke. O algo así.

—Te equivocas —Ino contestó molesta.

—No fue lo que escuché.

—¿De qué estás hablando?

Hinata y Karin se miraron mutuamente ante la discusión de los otros dos.

—El consejo ignoró la orden de Shisui y Obito Uchiha —Ino abrió los ojos de par en par— tu matrimonio sigue en pie con Sasuke Uchiha.

Ino estaba estática y solo sintió una ola helada golpear su cuerpo. Eso no era posible, no debía ser posible.

Definitivamente, necesitaba volver a nacer.

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